domingo, 30 de noviembre de 2008

Así sea...


“SIEMPRE que alivies el dolor de otro ser humano, tu vida no será en vano”, escribió Helen Keller, quien fue una autora y oradora estadounidense sordociega. De por sí es una frase con un profundo significado y verdad, pero al venir de alguien en sus circunstancias, cobra más peso aún.
Sí, nunca estamos tan limitados que no podamos hacer algo por los demás, y con más razón en nuestro caso, pues siempre podemos orar por nuestros hermanos y así no sólo acompañarlos en sus tribulaciones y en el pensamiento, sino mejor aún, acercar sus nombres a Quien tiene el poder para darles la ayuda que nosotros no podemos.( *** w84 1/5 pág. 12 Oren los unos por los otros ***)

Me quedé pensando en la frase del comienzo, porque a veces uno se siente tan mal que tal vez piensa que no puede hacer nada más que aguantar quietito hasta que pase o mengue un poco la tempestad, como las flores del jardín que permanecen quietitas bajo la tormenta estival, que hasta granizo trae a veces.
Ayer le decía a mi esposo, con un hilo de voz: “Hoy es uno de esos días en los que sólo puedo aguantar”,esos días en que el dolor en todo el cuerpo y el agotamiento extremo desafían a todo adjetivo que intente describirlos y los tornan obsoletos. Pero también, donde las palabras dichas a Jehosafat en su momento, cobran un valor especial y se sienten como un mensaje personal:”Esténse quietos y vean la salvación de Jehová. “ (2 Crónicas 20:17).
Y sí…el sólo hecho de seguir aguantando es una muestra de Su ayuda, pues como decía La Atalaya hace poco, Él nos ayuda a concentrarnos en pensamientos positivos que nos fortalecen y así nos sustenta mientras estamos en un diván de enfermedad (Salmo 41: 3)

Pero aún en esos momentos se puede hacer algo más que aguantar: Orar… pero no sólo por uno para que se nos de fuerzas para aguantar, sino…orar por otros. Tal vez no veamos en el momento los resultados de esas oraciones o incluso tal vez nunca lo sepamos pues quizás estén muy lejos y ni los conocemos en persona (ni por mail), hermanos que conocemos por las experiencias de integridad que nos acerca el Esclavo Fiel. Pero Jehová escucha, es el Oidor de la Oración, y eso nos da la certeza de que Él los ayudará de la manera y en el tiempo que Él vea sea lo mejor para ellos. Y así, anónimamente y en la distancia, podamos contribuir de algún modo a ´aliviar el dolor de otro ser humano´…y ´tu vida no será en vano´ .

Y en este punto imposible no recordar este poema que expresa lo que siento por uds de un modo que jamás podría escribirlo:

ASÍ SEA...

Hay nombres que siempre viajan
en las ondas del sonido.
Porque son nombres queridos,
mi corazón los impulsa
hacia el trono de Jehová.
Lo mismo en las horas grises
que en los días luminosos,
nombrarlos es siempre un gozo,
y alzarlos en el espacio
con ternura y ansiedad,
sabiendo que los escucha,
los recoge y los bendice,
el Gran Dios de la Verdad.

Tú siempre entiendes, Dios nuestro,
aún más de lo que decimos.
Tú mides lo que sentimos
y no se puede expresar.
Como flores de homenaje
yo dejo ante tu sitial
todos mis nombres queridos.
Que no los borre el olvido,
que no los arrastre el mal;
que entren en tu libro santo
con valor documental,
y se pronuncien con honra
en el mundo venidero,
tan claros como el cristal,
tan firmes como el acero.

Álef Guímel
(Del libro “Ramas y Nidos”)


Precioso, ¿verdad?...se los regalo con mucho cariño, sé que a Lira le gustará que lo hiciera, pronto se lo contaremos, ¿sí?…

Buscando algo de información sobre Helen Keller, encontré esto: “La señorita Keller entonces emprendió, con gran vigor, la obra de ayudar a los ciegos y a los sordos-ciegos. Pronunció conferencias, se presentó ante legislaturas, visitó hospitales y escribió varios libros, infundiendo valor en miles de personas. Su deseo de ayudar a los incapacitados le dio un propósito en la vida y la hizo sentir que valía la pena vivir. Vivió hasta casi cumplir ochenta y ocho años. Ciertamente la señorita Keller no pensó que hubiera estado en mejor situación si hubiese muerto de joven.” *** g76 22/1 pág. 4 ¿Qué se puede decir? ***(negritas propias)
Sí, sin duda, una gran lección de vida y superación.

Pero ¿vieron la relación que establece la cita entre ´deseo de ayudar´, ´propósito en la vida´ y ´sentir que valía la pena vivir´? . Sí, nos suena muy familiar esa ecuación de vida: ‘Hay más felicidad en dar que en recibir’”. (Hechos 20:35). Y es sin duda una de la muchas razones por las que Jehová es el Dios Feliz. Y una razón muy importante por la cuál a nuestro ministerio cristiano se le llama “Servicio Gozoso”.

Respondiendo a sus preguntas sobre la salud…parecía que ya había terminado con toda una ronda de estudios, pero algunas cositas nuevas encontradas hacen que tenga que recurrir a un nuevo especialista: un Flebólogo pues hay nuevos términos que se suman a la vasta historia clínica de quien les escribe: “Linfedema” y “Ectasias linfáticas” están señalando a un problema en el sistema linfático que habrá que empezar a ver esta semana.
Al menos el nefrólogo, a pesar de haber encontrado algunos resultados que normalmente serían muy preocupantes, pero fue franco y honesto y dijo que no valía la pena hacer más estudios invasivos y dolorosos que sólo aportarían más datos pero que no podríamos hacer nada al respecto, ya que son complicaciones secundarias a la enfermedad de base y/o al tratamiento. Así es que mejor lo dejamos así. Me parece muy bien. Para qué sufrir al vicio.
Mi mami fue al oculista esta semana, él nos trata desde hace muchos años, luego se sumó su hijo que nos atiende si el papá no está. Mientras mantenía bien abrazada a mi mami, el Dr le comentaba a una nueva secretaria: “ A ellas las atiendo desde hace 30 años…mi Nancy era chiquita, la he visto toda la vida…y ahora verla así…”y se quedó callado mientras abrazaba fuerte a la mami que, seguro a esas alturas ya estaba lagrimeando. A mi también se me hizo un nudo en la garganta cuando me contó. Ese cariño y contención extra de parte de los médicos nos hace mucho bien, a cualquier paciente, y se agradece mucho. Sí, otra bendición de Jehová que agradecer, son gestos que ayudan.

Pero qué bueno es recordar que siempre hay algo que podemos hacer, más allá de las limitaciones o circunstancias extremas en que los siervos de Jehová podamos llegar a estar: Aguantar (Mateo 24:13). Y orar por otros también en esos momentos difíciles.

Y algo más…podemos viajar donde queremos estar en ese momento, la esperanza es vehículo infalible y los ojos de la fe no dependen de los físicos para ver cuánto anhelamos conforme a las promesas que aguardamos, “mientras tenemos los ojos fijos, no en las cosas que se ven, sino en las que no se ven. Porque las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.” (2 Corintios 4:18)
Ya falta un día menos…

Con mucho cariño, a la orilla del mar, sentados en rueda en familia junto a uds, alrededor de una fogata viendo al sol recostarse en el horizonte, conversando y cantando…(no vale cantar bajito…jeje)…y dando gracias…

Nancy

PD: Algunos datos sobre Helen Keller…para pensar…http://es.wikipedia.org/wiki/Helen_Keller

domingo, 23 de noviembre de 2008

Flores Silvestres


Quisiera poder contarles algo bonito y especial, algo que haya brillado con luz propia estos días y le haya ganado espacio a los grises del cuadro…pero tal vez estoy demasiado agotada (física…y mentalmente), y me quedo tildada en imágenes difusas que no alcanzo a describir. Sí, de seguro están allí, en algún rincón del pensamiento, sólo que por ahora están perezosas y no quieren que las palabras las dibujen y muestren…uhmmmm…pero ya aparecerán. Siempre hay buenos momentos, cosas gratas que recordar y compartir, por más sombríos que hayan sido los días.

Sí…algo feliz fue el poder estar ayer (22/11) en la reunión luego de una semana llena de salidas de emergencias a médicos, estudios, complicaciones y agujas malas que dejan dolorosos hematomas. Lamenté no haber podido asistir los días pasados, incluso el sábado anterior que se trató ese estudio tan animador sobre Jehová en su faceta de amoroso Libertador (W 15/09/08 pág 7 ). Esa tarde, ya era hora de salir y Waldo aún estaba a la espera de que termine de hablar con el médico para ver si me internaban de urgencias o no. Y aunque el Dr dijo que mejor fuera al sanatorio para observación, preferí seguir las demás instrucciones, tomar los remedios y quedarme quietita en cama y que mi esposo fuera nomás a la reunión, tiene el privilegio de conducir el estudio de La Atalaya y esto iba a perjudicar todo. Gracias a Jehová, no hizo falta internar, pero sigo en estudios para ver qué pasa y controlar complicaciones nuevas que surgieron, entre ellas, la presión arterial que de sólo estar se va a 17, 18 o 20, como esa noche.

¡Ah, sí! Algo muy bueno y positivo fue el “gran descubrimiento” que hice…(jeje…¡qué va a hacer!…soy tan lenta que una tortuga me gana por lejos hasta si de pensar se trata) . Lo comento aquí por si acaso le sea útil a alguien: recién me doy cuenta que en el CD Rom Watchtower Library no sólo está el libro del estudio de congregación, sino también, el “Enseña” y “Adoremos”, y todo lo que hace falta para conducir estudios, agrandándole bien la letra, ¡¡puedo leerlo bien!!. Así es que ahora la amorosa estudiante se sentará al lado de la compu y hasta la Biblia y los textos citados en el párrafo se leen ahora sin problema. Sí, es más agotador porque tengo que estar levantada y hablando (no es lo mismo que conducirlo desde la cama y juntar fuerzas para hablar)….pero es una ayuda enorme y estoy muy agradecida! Lamento no haberme dado cuenta antes.
Es maravilloso ver cómo Jehová mediante su Organización, atiende todas nuestras necesidades espirituales, algunas de ellas, como en este caso, aún antes de que surjan situaciones particulares que las hagan precisas o siquiera nos demos cuenta de que están disponibles. Sí, es otra caricia tranquilizadora de Jehová que transmite el mensaje: “Está todo bien, siempre hay una salida…”. Ha sido un gran consuelo.

Poco a poco las imágenes difusas del principio ya van tomando formas y colores definidos mientras les escribo…sí…siempre hay cosas bonitas para compartir, aunque sean detalles, pero que en su momento fueron gotitas de rocío refrescante. Como son por ejemplo, cada uno de los mensajes llenos de aprecio, cariño y estimulo que llegan de uds, con palabras y conceptos que quedan totalmente grandes, que conmueven por tanto amor a pesar de las distancias y de estar por ahora, en espera del primer abrazo en vivo y en directo, en la mayoría de los casos, en el Paraíso. Son motivo cotidiano para dar gracias a Jehová con el corazón estremecido.
Pero me da pena no poder responder individualmente y conversar largo y tendido como quisiera (las fuerzas físicas menguan cada día y el dolor aumenta).
Es gracioso, porque me quedo pensando en uds y les “respondo” mentalmente como si estuvieran aquí, y es tan real esa conversación que luego estoy segura de haberles escrito…y no…fue un diálogo en el pensamiento. Pero están allí…siempre. Y en el corazón. Y las palabras de Filipenses 1:3-4 expresan de la mejor manera el sentimiento: “Siempre doy gracias a mi Dios cada vez que me acuerdo de ustedes en todo ruego mío por todos ustedes.”

Y siguen definiéndose las imágenes de los buenos momentos: Damita estudiando sus lecciones en el piano (un tapete grande tejido a crochet mientras pude, con una ave del paraíso en el centro y flores a los costados lo viste). Waldo en el escritorio preparando un discurso, y yo de mudanza en una reposera y respirador al lado, dando gracias por los momentos cotidianos. Sí, tal vez sea demasiado sencillo. Pero el tiempo pasa tan rápido, se escurre como agua entre los dedos, y eso pequeño, pronto es recuerdo y es bueno haberlo disfrutado y expresar el cariño en toda ocasión posible. No sólo la escena del mundo está cambiando, sino nuestras propias vidas, cada día y qué bueno llegar al final de la jornada y al menos, al evaluarlo, saber que se dio lo mejor, aunque haya sido poco, pero lo mejor, en cada cosa vivida, ya sea en ministerio, trabajo, estudios, familia…afectos.
Sí, mi esfera es muy limitada, sólo situaciones simples dentro de casa, pero siempre hay oportunidades de aplicar el principio: “Cualquier cosa que estén haciendo, trabajen en ello de toda alma como para Jehová, y no para los hombres.” (Colosenses 3:23).

Hablando de cosas simples, estos días recordé una pequeña anécdota de la niñez, cuando lloraba por haber cumplido 5 años…jaja...no…no es que me preocupara la vejez, al menos no la propia, ni preocupa ahora al contar mis primeros 44 años en estos días de noviembre. Pero mejor les cuento los detalles en medio de:


SUEÑOS Y OLAS

No sé qué sentimientos están urdiendo
los recuerdos esta noche en mí.
Mi soledad se acomodó a mi lado
y no ha dejado de hablarme de afectos añejos
que el tiempo en su destilería
hace más valiosos cada día.

Una continua sucesión de imágenes
me acercan bocados de nostalgia
que saben un poco a alegría,
un poco a tristeza,
cuando el alma los asimila.

Y de pronto me veo de pequeña,
desconsolada, llorando sentada en la acera
porque cinco años cumplía…
-“¿Por qué lloras?- preguntó mamá,
-“Pobrecito los cuatro…¿dónde quedarán?”- respondí.
Poco sabía entonces, pero tal vez lo intuía:
¡cuánto valor tiene el Tiempo bien vivido!,
cada instante, único e irrepetible,
va dejando una huella profunda,
mientras va acomodando los años y sus
recuerdos en el claro desván de la memoria,
y los arrulla y abriga
en el corazón, en cálido lecho.

No se van los años…se quedan en nosotros
tallando lo que somos.
No, amiga Soledad,no me hables de tristezas
y añoranzas por los sueños
que se escurrieron entre los dedos.
Déjame vislumbrar el tiempo
en que no suban al corazón
penas mudas que tratan de oprimirlo.

Déjame vivir este tiempo
con la serenidad azul
de la playa que sabe que las olas
que la besan, se van…pero regresan.

Dáleth
Septiembre 05


A veces pienso que todo esto que cuento aquí es demasiado simple siquiera para ser contado y que tal vez a nadie le interese. Sólo es un intento de compartir los sentimientos y si es posible, acercar una palabra de estimulo a alguien que también esté agobiado. A nadie le falta espinas en el camino, todos llevamos nuestro propio madero de tormento y necesitamos ánimo para seguir. Pero aunque tal vez en su caso, también piensen que en su día no haya habido cosas brillantes que sobresalgan, de seguro hubo detalles, gestos y momentos gratos que atesorar. Son como las flores silvestres a la orilla del camino, muy pequeñas y que tal vez no atraen la atención del caminante. Pero vistas en detalle…¡qué bellas son! ¡cuánto diseño y perfección!¡Cuánto amor reflejado en su creación!

Así también son a veces nuestros días, simples como las flores silvestres. Lo importante es seguir viviéndolos para Jehová y seguir pidiendo como el salmista: “Muéstra[nos] precisamente cómo contar nuestros días de tal manera que hagamos entrar un corazón de sabiduría.” (Salmo 90:12)

Quisiera caminar por un campo florido y recoger un ramo de esas flores silvestres, disfrutar de su perfume, ponerlas en un florero y adornar la casa.
Mientras tanto, al meditar en las muchas bendiciones de cada día, en cierto modo hacemos eso: recoger las flores con que Jehová alegra nuestros días, ¿verdad?

Un abrazo muy fuerte…y un ramito colorido y perfumado de flores silvestres…y olas que traen de regreso sueños por cumplir...ya muy pronto...

Con cariño
Nancy

jueves, 13 de noviembre de 2008

Canto de pájaros en el alma...


-¿”Cómo aguantás ese ruido de la calle?”, preguntó una amiga. Mirando a sus ojitos exaltados, con una sonrisa, respondí: “-Me despiertan los pájaros”.
Sí, podría ir a otra habitación del interior de la casa donde el ruido de los autos no llegaría tanto…pero tampoco escucharía ese canto lleno de algarabía que te llena de vida cada mañana. Aún no se mueve un músculo y no sabes si estás soñando o ya despertaste…pero ellos están ahí…trayéndote su canción y ganas de vivir…y de empezar el día y te dicen; -”Vamos, vamos que hay mucho por disfrutar y hacer”, en ese orden de cosas…sí, porque ellos son trabajadores incansables, pero si los observas…disfrutan de sus días…y no dejan de cantar. Aún en días grises.

Obviamente, Jesucristo pensaba en lecciones más profundas cuando instó a sus discípulos a observar las aves: “Observen atentamente las aves del cielo, porque ellas no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; no obstante, su Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes más que ellas?” (Mateo 6:26)
¡Cuánto consuelo en esa imagen, verdad? ¡Qué Misericordioso y Amoroso Padre tenemos!En realidad, estamos rodeados de mensajes y lecciones que nos animan a seguir cada día, como las que transmiten los pájaros, sólo que tal vez estemos demasiado abrumados por distintas razones y no nos damos tiempo para escucharlos, ni captamos su mensaje de


SENCILLEZ

¡Si fuésemos tan listos como el pájaro,
de su sencillo rol tan poseído,
que amasa barro y paja
y ya tiene su nido!
El descubrió la forma de ser rico
limitando su afán de cada día
a lo que carga el pico.
No amontona riquezas inseguras.
Sabe que todo es pasajero y breve
visto desde la altura.
Por su amparo tampoco se acongoja.
Siempre hay árboles verdes
si otros pierden las hojas.
Ama el barro y la paja que te albergan.
Mejor que tu equipaje sea liviano.
No temas los rigores del invierno;
Dios te habrá de cubrir hasta el verano.

No hagas cuentas mezquinas,
pues los cálculos pesan en la mente
y hacen tardos los pies del que camina.

En la obra de Dios se han combinado
lo simple y lo imponente.
La montaña no arroja resentida
al gusano insipiente.

Acomoda tu mínima estructura
al arreglo total del universo
y aguarda sin premura.

Si tu humilde presencia
no atrae la atención de los que pasan,
el mensaje que Dios puso en tu boca,
como una ardiente brasa
irradiando poder, dejará huellas
que habrán de rutilar a la distancia,
igual que las estrellas.

Álef Guímel

¡Me encanta ese poema! Y hablando de sencillez, estos días pude disfrutar de algo muy sencillo pero que hace muuuuucho no hacía: saborear un rico helado…pero no en la cama, sino en una heladería! ¡Sí! Fuimos al oculista (recetó más aumento en los cristales para ir aguantando hasta la cirugía, la cual no parece muy animado de hacer…uhmmm. Y a este paso los anteojos ya parecerán telescopios, no anteojos, jaja).
Era una tarde muy calurosa, con unos 39 Cº, luego de ir a la óptica cercana al consultorio…¡¡estos ojitos se iluminaron cuando descubrieron una heladería al frente!!...¡era la gran oportunidad! Y antes que lo diga dos veces, ya Waldo me llevó.La mancha de crema rusa y dulce de leche con nueces en el barbijo, delataba las andanzas. Llegué agotaba, buscando aire…¡pero muy feliz! Sí, es una cosa sencilla, pero son detalles que disfrutar y no dar por sentado, más en nuestras circunstancias.

Algo nuevo que estoy aprendiendo (o adaptándome) es a aguzar el oído, la memoria auditiva mejor dicho. Me da pena que después de buscar tantas maneras cómo sostener la Biblia y los libros para leer…ahora no puedo leerlos y lo peor es estar de oyente nomás en la reunión, sin leer nada. Menos mal que muchas de las letras de los cánticos, por lo menos algo las se de memoria y aunque sea bajito, canto. Pero no me quejo porque la Biblia, las revistas y el libro para el estudio semanal los escucho en audio, es una bendición. Sólo que como no estoy muy acostumbrada, los tengo que escuchar muchas veces para retener mejor las cosas (aunque sea algunas frases e ideas claves quiero aprender de memoria) y así ayuda para que aunque sea un comentario pueda hacer en La Atalaya. En el estudio del libro, al ser en casa, no me saco el respirador y no puedo hablar y al no haber micrófono no me escucharían. Pero estoy ahí, al fondo del auditorio con todos mis aparatos.

Otro desafío ha sido aprender cómo dirigir un estudio sin poder leer. Y recordando experiencias de hermanos, ya estoy haciéndolo así: pidiéndole a la estudiante que lea la pregunta primero y luego lea el párrafo ( y oro y trato de retener todo). Luego, si no recuerdo la pregunta, le pido por favor que la lea de nuevo , pero con práctica ya voy reteniendo más y al menos la esencia de la pregunta puedo hacer.
Claro, me agoto cada vez más, pero también aprendí que si hablo más bajito y más lento (tengo que cuidar el entusiasmo: no entusiasmarme tanto al hablar que me canse más rápido )…pero así, cuidando eso, llego a estudiar más tiempo…y lo disfrutamos mucho, gracias a Jehová!
Termino muy agotada y desesperada buscando el respirador…¡pero muy feliz! Espero que cuando tenga los nuevos lentes pueda leer, ojalá. Por lo pronto, sigo agrandando las letras en la compu para ver.

Siempre hay complicaciones nuevas con la salud: la pierna izquierda demasiado hinchada, casi no puedo apoyar el pie del dolor, hay que hacer nuevos estudios para ver otra posible lesión vascular; la tendinitis en el otro pie que no se va, nuevos tratamientos inmunosupresores que propone el Doctor, encima, muy costosos, dice que tendríamos que vender la casa para hacerlos pero que por la discapacidad la obra social tiene que dármelos…pero no quiero más, estoy muy cansada de tratamientos agresivos. Demasiado con la tonelada de remedios de cada día. Así es que, al menos, nos dice que cambiemos de clima, que vayamos a otro lugar donde pueda estar un poco mejor. Pero no es fácil, trabajo, vivienda…en fin, muchas cosas, no es fácil.

Y de nuevo… las aves…y los gorriones, específicamente, nos traen consuelo y en qué pensar, al recordar las palabras del Gran Maestro: “¿No se venden dos gorriones por una moneda de poco valor? Sin embargo, ni uno de ellos cae a tierra sin [el conocimiento de] su Padre. Mas los mismísimos cabellos de la cabeza de ustedes están todos contados. Por lo tanto, no tengan temor: ustedes valen más que muchos gorriones.” (Mateo 10:29-31)

Sí, cualquiera sea la inquietud que agobie, siempre Jehová tiene el consuelo que necesitamos para seguir sirviéndole con ánimo estos días finales. Sólo tenemos que permitir que Él nos `acaricie el alma ´: “Cuando mis pensamientos inquietantes llegaron a ser muchos dentro de mí, tus propias consolaciones empezaron a acariciar mi alma. “ (Salmo 94:19).Su Palabra, su Espíritu Santo, la oración, su Organización y sus siervos, son algunos de los medios que usa para ello. Pero también ha dejado mensajes de su amor todo alrededor nuestro (Romanos 1:20).

Sí, hay que dejar que “el canto de los pájaros” siga “despertándonos” cada día, que los “ruidos” de las inquietudes, angustias y el dolor, no puedan más que ello, que no los tapen. Que así sea también con ustedes …”a fin de que…tengamos nosotros, los que hemos huido al refugio, fuerte estímulo para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros. Esta [esperanza] la tenemos como ancla del alma, tanto segura como firme.” (Hebreos 6:18-19)
Les dejo un abrazo muy fuerte…y un canto de trinos…¿lo escuchan conmigo?...

Jehová los cuide y sostenga…

Nancy

jueves, 6 de noviembre de 2008

Una Carta por Entregar...


Con amor, compartiendo sentimientos y pensando en todos los que por ahora están de duelo.

“Nuestra Amistad no depende de cosas como el espacio y el tiempo ” (Richard Bach) Siempre me gustó esa frase, es muy real.
Y yendo más allá aún, podemos decir que la Amistad verdadera y los lazos con los que amamos, no dependen siquiera de la vida o la muerte, para Jehová, sus leales, aún dormidos y ausentes por ahora, viven en su Memoria, el mejor lugar donde pueden estar guardados nuestros nombres :”Pero el que los muertos son levantados, hasta Moisés lo expuso, en el relato acerca de la zarza, cuando llama a Jehová ‘el Dios de Abrahán y Dios de Isaac y Dios de Jacob’. Él no es Dios de muertos, sino de vivos, porque para él todos ellos viven”. (Lucas 20:37-38)
“Para él todos ellos viven”…sí, así ve Jehová a Sus siervos leales, sus Amigos. Así de real debe ser para nosotros el reencuentro con los ausentes que amamos…es sólo cuestión de tiempo y seguir aguantando en fidelidad hasta el próximo abrazo bajo un cielo sin lamentos.
Por supuesto, tener asida fuertemente la esperanza de la resurrección no implica que no duela esa ausencia. Estamos hechos para vivir, éso es lo normal. La muerte es común ahora, pero no es lo normal.” Lo normal es LA VIDA.” Aun el tiempo indefinido ha puesto en el corazón de ellos.” (Eclesiastés 3:11). O la “eternidad” según otras traducciones.
Así es que es lógico que el corazón sufra y la mente se angustie ante el recuerdo y la necesidad de tener cerca a quienes por ahora no están. A la vez que oramos porque el consuelo de Jehová nos de la paz que supera a todo pensamiento en esos momentos.

“Todos tenemos a alguien por quien llorar”, dice una canción, hablando de esto. Es parte de la herencia de nuestros primeros padres. Lira, (Lira Berrueta su nombre, Álef Guímel el seudónimo con el que escribió), fue mi mejor amiga aunque no vivíamos cerca: ella en el antiguo Betel de Uruguay y yo en un rincón del noroeste argentino. Pero las cartas, a la vieja usanza, fueron pequeños cofres llenos de los mejores tesoros que puede compartir el alma: recuerdos, evocaciones, pensamientos y por supuesto, todo lo que de un modo un otro moldea el barro que somos.
Ella cerró sus ojitos en fidelidad, a días de cumplir 80 años y con más de 60 años en el servicio de tiempo completo, en Diciembre de 2004.Yo sigo extrañándola y esperando el reencuentro. Y extraño esas cartas, tanto las de ella compartiendo tanta riqueza espiritual, como las mías, donde poco a poco el alma fue aprendiendo a expresarse a través de la palabra escrita.
Fue esa necesidad de comunicación lo que llevó a que le escribiera algunas cartas que me gustaría entregarle cuando regrese. Por eso el título…esta es la primera:

Una Carta por Entregar...

Mi querida Lira:
Como siempre, se desborda el corazón y no es fácil acomodar los pensamientos para acercarte lo que bulle aquí dentro...¡hay tanto que quiero contarte!
Han pasado unos meses desde que tus ojitos mansos se cerraron, apagándonos tu luz hasta el Paraíso.
Ha sido muy duro sobrellevar tu ausencia. Ya el cartero no es sinónimo de expectación y dicha. Extraño el diálogo íntimo de las cosas que le hacen bien al alma.
Más procuraré no teñir de gris y lágrimas esta carta. ¡Tengo tanto que agradecerte! Cada una de tus cartas está bien guardada, reteniendo ecos de momentos significativos que perduran en esencia a través de tus palabras.
Tus libros y poemas no editados, están llegando mucho más lejos de lo que podrías haber pensado. Con tu mente ágil y abierta al conocimiento, sé que habrías usado hábilmente la faceta positiva de Internet, para acercar tu corazón en una poesía o cuento a tantos como fuera posible.
Hace unos años me encargaste que compartiera lo que el colibrí escribía y que se lo hiciera llegar a quienes lo pedían. Sigo haciendo eso, amiga mía; pero de manera más extensa y veloz, y son el correo electrónico y la Red los que llevan tus palabras más lejos de lo que podemos imaginar. Son semillas aventadas al viento, consuelo y amor que germinaran en corazones que sintonicen con el tuyo. Me hace mucho bien esto.
En cierto modo es como si no te hubieras ido. No perdemos a quienes llevamos adentro, a quienes viven en uno, más allá de la ausencia física.
Son tan pocas las cosas que aún puedo hacer. Mi porción asignada de espinas en la carne parece que siempre aumenta. Pero Jehová sostiene y da las fuerzas para continuar y bendice las monedas de poco valor que aún puedo dejar en su servicio.
El cuadro casero que preparé con ilustraciones del Paraíso, algunos textos y tu carta(1), ya está descolorido. Quiero hacer uno nuevo para poder hacer lo que decías:

“Deja vagar tus ojos en el cuadro
de un amplio Paraíso sin fronteras,
y será menos rígido el taladro
que castiga tu carne y la exaspera.” (2)

Al menos sirvió durante muchos años como recordatorio de la esperanza más allá del dolor, allí, frente a mi cama.
El invierno ya está pasando. Este año no pudo ensañarse contigo. Pronto llegará la primavera que tanto amabas y las rosas que dan a tu ventana seguirán engalanado el jardín del antiguo Betel que te albergara. Pero cuando regresen los colibríes a revolotear en tu ventana, no entenderán por qué calló tu máquina de escribir y por qué no hay poemas nuevos en tu escritorio.
No quiero deshacerme en llanto. Tengo que reunir las pocas fuerzas que me quedan para poder seguir. La parte que queda del camino es la más empinada. Solo por absoluta bondad inmerecida podremos llegar al ansiado Paraíso, sostenidos por el poder que es más allá de lo normal.
Ya falta menos, un día menos, amiga del alma, para que cierre la herida abierta de tu ausencia.
Descansa por lo pronto, mi querida Lira. Tu galardón está asegurado en las manos tiernas de Quien no olvida las obras que fueron contigo.
Este lapso de silencio traerá consigo muchas horas de diálogo animado cuando regreses. ¡Habrá tanto que contar! Los días finales del sistema, la gran tribulación, Armagedón y el día después habrán pasado...estrenaremos la vida en el Paraíso...¡habrá tanto trabajo que hacer! Con la vida y las fuerzas renovadas, será un privilegio recorrer la eternidad con los amados, sabiendo que cada despedida será un “hasta luego”, mientras los siglos de paz glorifiquen a nuestro Hacedor cada día.
Tenemos una cita de honor, ¿lo recuerdas? Al terminar uno de tus libros escribiste: “Aunque hoy algunas circunstancias que no es posible cambiar nos alejen por un tiempo, volveremos a encontrarnos para seguir hablando de las cosas que le hacen bien al corazón.......Jehová quiere que estés en la fiesta de inauguración del Nuevo Orden, la cual será completamente distinta, más brillante y llena de júbilo, y con muchos más invitados que la que Adán disfrutó. Tenemos que encontrarnos allí. Es una cita de honor. ¡No lo olvides, Tornillito!.” (3)
Mientras ese reencuentro anhelado llega, quiero decirte que el deseo que expresaste se cumple cada día:
“¡Cuánto deseo ser para mis amigos genuinos, lo que persiste cuando lo material se desvanece!
Después que el piano calla, su melodía sigue llamando a las puertas del corazón. Después que el arpa duerme, su mensaje sigue balbuceando ecos en nuestra mente. Si algún día tengo que partir inexorablemente, y despedirme hasta la resurrección de ese amado grupo que me comprende y me acepta como soy, espero que lo mejor de mí aún siga acompañándolos. Más allá de todo lo vulgar y lo grotesco que aturde al mundo con su insolencia, quisiera estar junto a ustedes como un perfume, o como una melodía vigorizante, que no pide permiso para entrar, ni tolera que la detengan.” (4)
Es así amiga mía. Tus palabras y todo el calor que le infundiste a tu abrazo, perfuman tu ausencia, aunque por el momento estés durmiendo. (5)

Con el amor de siempre
Nancy (Dáleth)
2005

Con el tiempo, siguieron acercándose amigos que buscaban conocerla porque en algún momento leyeron algunos de sus libros o poemas. Uno de ellos fue He´Mem, quien disfrutó de los cuentos y relatos de ella y hasta le sirvieron de incentivo para escribir los suyos propios.¡Qué agradecidos estamos de que decidiera escribirlos! Entre los muchos hermosos cuentos basados en nuestra esperanza que él escribe, (entiéndase la palabra “Cuento” desde el aspecto estrictamente literario, a saber una narración breve de ficción ), hay uno que nos regaló, a modo de anticipo de “Un encuentro muy esperado” *…un gesto muy bonito que agradecemos de corazón, y de seguro dará pie a largas conversaciones en rueda de amigos en el Paraíso.

Suele decirse: “Para todo hay solución, menos para la muerte”. Nosotros sabemos que hasta la muerte tiene solución: la Resurrección. Así es que, recordando la expresión de la canción antes citada, con certeza podemos decir: “Todos tenemos a alguien por quien esperar”, con la confianza de que Jehová regresará a los amados ausentes. (Hechos 24:15).
Mientras tanto, que esa esperanza sea un fuerte incentivo más para seguir aguantando, para levantarse cada día y seguir alabando a la Fuente de la Vida…Aquél que hará posibles tantos millones de encuentros muy esperados…ya falta un día menos…

“Además, que nuestro Señor Jesucristo mismo y Dios nuestro Padre, que nos amó y dio consuelo eterno y buena esperanza por medio de bondad inmerecida, consuelen sus corazones y los hagan firmes en todo buen hecho y buena palabra.”
(2 Tesalonicenses 2:16-17)

Un abrazo muy sentido, con cariño y esperanza…
Nancy


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Citas:
1. “A una Muchacha Triste que no puede Caminar”, del libro “Ramas y Nidos”.
2. “A un amigo enfermo”, del libro “Reflexiones de un Guijarro”
3. “Hasta más ver”, del libro “Tiempo de Reunir Piedras”
4. “Definiciones”, del libro “Ramas y Nidos”
5. “Más allá del olvido”, del libro “Reflexiones de un Guijarro”

* “Un encuentro muy esperado”, de He´Mem
http://www.cuentosteocraticos.net/





domingo, 2 de noviembre de 2008

21º Aniversario



Pasó muy rápido la semana, como siempre, no estuvo exenta de sobresaltos y complicaciones nuevas con la salud…eso es una constante…”como para no aburrirse”, jaja, aunque preferiría que fueran otras las cosas que fueran motivo de desvelos, por ejemplo: proyectos nuevos, cosas que aprender…y sobre todo, una agenda llena de actividad teocrática “teniendo mucho que hacer en la obra del Señor”. Bueno, en realidad, aún sin poder ser precursor ni llevar una vida normal …siempre tenemos mucho que hacer en la esfera teocrática, aún si uno no puede moverse libremente o hablar, pero siempre hay mucho por aprender, abundantes provisiones que sostienen espiritualmente.
Por ejemplo, ha sido reconfortante oír las revistas La Atalaya y Despertad de Enero de 2009, bajadas en audio desde el sitio oficial de la Asociación Mundial…una verdadera bendición. ¡Cómo ayudan para que podamos seguir aguantando el dolor y agotamiento extremo de cada día!
Y por supuesto, siempre hay alguna manera de seguir haciendo declaración pública para salvación.¡Y cuánto gozo da!.

El 31 de Octubre fue nuestro 21º Aniversario de Bodas. No habíamos dicho nada a los hermanos y amigos porque realmente no estábamos en condiciones de ser anfitriones ni siquiera para un almuerzo. Mi mami está muy delicadita y yo apenas me mantengo un rato sentada a la mesa para acompañar a la familia para almorzar juntos, es la única comida en la que estamos todos. Lo demás: desayuno, merienda y cena, todo me traen a la cama y cada uno se viene con su bandejita a nuestro Centro de Operaciones: la Camita Feliz y alrededores, donde hasta Lulita siempre anda supervisando que esté todo bien y se acuesta en la alfombra, sobre mi calzado, para participar de la reunión familiar.
En realidad, yo los tenía frenando a Damita y Waldo de que no dijeran nada, es que me daba vergüenza porque ya ni siquiera iba a poder conversar con los hermanos, mucho menos atenderlos. Pero algunos memoriosos recordaban la fecha y sólo esperaban la luz verde para venir y encargarse ellos de todo en vista de nuestras circunstancias. Así es que, por más que físicamente me sienta muy mal, no podía privarles a la familia de pasar un rato ameno con los amigos y salir por un momento de esta austera rutina.
Así es que a último momento, el jueves en la noche, Damita le avisó a los hermanos, no pensamos que pudieran venir más que nos cuantos porque todo fue improvisado para el otro día, el viernes. Pero vinieron...2, 6, 10…unos 60 al final. El amor, cariño y generosidad tan inmensamente grande con que nos arroparon pasó a engrosar los recuerdos más bonitos que atesora el corazón. En realidad, nos hacía falta esa contención emocional en medio de tantos malos momentos con la salud. ¡Qué bendición tan grande contar con nuestra amada hermandad mundial!

Ya desde temprano había empezado a llorar por las muestras de amor de amigos de lugares distantes que llamaron por teléfono, enviaron tarjetas, mensajes de voz y hasta videos desde Chile y España con toda la familia saludando. Como amo el mar, dos amigas de Antofagasta (Chile) filmaron un poco del mar que besa sus playas y luego aparecen ellas con mensajes llenos de amor para toda la familia.
Uno se queda sin poder encontrar maneras de poder agradecer tanto, tanto que dan…y siento que cualquier cosa que pueda dar, que pueda hacer, nada alcanza en comparación con el amor generoso de uds. Siempre pasa lo mismo, con cada mensaje que envían, por cualquier razón: ya sea en respuesta a algo que envié o un saludo…es tanto el cariño recibido que lo poco compartido no encuentra cómo multiplicarse para equilibrar esa balanza de amor entregado.
Y bueno, no deja de ser una muestra más de la marca que distingue al pueblo de Jehová: el amor.

Le había pedido a mi papi que preparara un micrófono porque sino no me iban a escuchar (sigue muy débil mi voz y me fatigo mucho al hablar). Siempre me gusta preparar alguna cosita para leer y compartir en estas ocasiones, pero ya estaban llegando los hermanos y yo todavía remaba con la única neurona y esperaba alguna iluminación para poder escribir algo.
Finalmente, cuando terminé, no tenía tinta para imprimir, así es que le pedí a Damita que me lo copiara en una hoja para poder leerlo (escribo en la compu, me cuesta sostener la lapicera o bolígrafo para escribir a mano).
Así es que mientras ella hacía eso, Waldo me llevó despacito al patio donde ya había instalado la silla de ruedas reclinada, almohadón grande para estos pies tan hinchados y mesita con respirador listo.Luego de compartir muchas cosas ricas (desde las infaltables empanadas tucumanas hasta torta, torta helada, helados…y obviamente, ¡Pizzas!, entre otras cosas), les pedimos a los hermanos que nos comenten alguna anécdota de sus matrimonios, (los solteros tomaban nota de todo, jeje). Fue muy bonito escucharlos compartir sus emociones, sus esfuerzos por seguir adelante ante tantas dificultades. Son cosas que unen y estrechan más los vínculos con nuestros hermanos. Y no faltaron las risas y anécdotas jocosas, tenemos unos cuantos exponentes que cuya presencia es sinónimo de risa asegurada, jaja.

Finalmente, pude leer lo que acababa de escribir, es un intento de evaluación de este:

Veintiún Aniversario

Quisiera poder regalarte algo especial,
bonito y acorde a la ocasión,
pero no puedo salir a buscar un regalo…
así es que atinaré a lo que tengo a mano:
las palabras y el sentimiento,
la emoción y los recuerdos.

Veintiún años han pasado
con la prontitud de las hojas
arrulladas en el viento.
Difícil condensar en unos versos
la esencia del tiempo bien vivido
compartido junto a quien amamos,
quien protege, sostiene, y acompaña.

Jehová nos ha bendecido con
la flor más bonita de nuestras vidas:
una Damita…Dámaris es su nombre,
Amor, Consuelo y Alegría
son los colores con que ella brilla.

No ha sido fácil el camino.
Nada que realmente vale lo es en este tiempo.
Risa y Adversidad,
Logros y Pérdidas
Sonrisas y Lágrimas,
Felicidad y Aguante…
en definitiva…
Rosas y Espinas…
aprendieron a danzar juntas,
de la mano entrelazadas en nuestras vidas…
es así para todos, pero de un modo
muy particular en nuestra familia.

Pero hay cosas que ni quince años de enfermedad,
ni la rutina modificada por ella,
ni los caminos que no pudimos recorrer,
ni la metas y anhelos pospuestos…
nada de esto nos han quitado…y es lo de más peso:
Jehová nos ha guiado, sostenido y bendecido,
sumarnos a Su lado para formar la Triple Cuerda,
hacer de Él el Faro en la tempestad,
la Brújula cierta que guía y marca el camino,
sujetarnos de Su mano generosa, protectora,
y refugiarnos a Su amparo…
Ésa es la manera de vivir que felicidad,
sentido y propósito le han dado a nuestras vidas.
Así es que todas las gracias vayan a Él:
por nuestro matrimonio, familia
y por nuestro veintiún Aniversario.

Con amor
Nancy (Dáleth)
31-10-08

Al margen del motivo de esta feliz reunión con los hermanos…mientras los oía hablar, no podía dejar de escaparme con esa imagen de sus rostros felices y mentalmente cambiaba el entorno, el paisaje era diferente, un anticipo de los incontables momentos gozosos que compartiremos con los amigos en los jardines del paraíso, donde todo disfrute sea pleno, donde el dolor ya no exista y nunca más esté agazapado debajo de nuestra risa…ya falta un día menos…

Y mientras tanto, quedan muchas bendiciones por disfrutar cada día…gracias por ser parte de ellas…

Con profundo amor fraternal
Nancy
PD: No puedo dejar de agradecer y compartir aquí un regalo muy sentido que envía nuestro querido hermano Er Miguel, desde Sevilla, España. Lo dejó en un comentario, pero quiero agradecerle por este gesto tan amoroso y sobre todo, por tomar en cuenta de manera particular los sentimientos de Waldo y Damita, para ellos es muy duro todo esto y aún así, siguen leales en sus asignaciones, él como uno de los ancianos de nuestra congregación y ella como precursora regular…obviamente, es Jehová quien los sostiene.
De nuevo, gracias Er Miguel por este regalo:
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