martes, 31 de marzo de 2009

"Cuando vuelvas a ser joven" y Anécdotas


No sé en qué momento se escurrieron ya tres meses de este año, el calendario adelgaza rápidamente…mejor…cuando menos nos demos cuenta estaremos estrenando los primeros días del paraíso…lo cual, a su vez, no deja de ser un recordatorio de Lucas 12:40: “manténganse listos, porque a una hora que menos piensen viene el Hijo del hombre”.
Mientras tanto, día a día, hora a hora, todos seguimos esforzándonos por perseverar, sobrellevando nuestras propias espinas, sostenidos por el poder que es más allá de lo normal que Jehová da.

Este verano que acaba de pasar, hemos tenido algunas visitas en casa que nos dejaron mucho estímulo y enseñanza, como por ejemplo, Walter y Noemí, un matrimonio de hermanos muy queridos, de los que guardo recuerdos atesorados desde la niñez. Se quedaron unos días en casa, luego del día especial de Asamblea.Les preguntaba cuántos años llevan en la verdad, y respondieron:
- “Entre los dos…104 años…sí…52 años cada uno”.
Él sirve como anciano desde que tengo uso de razón y sufre de Espondilitis anquilosante, lo que ha llevado a un encorvamiento crónico de su columna. Pero tiene un gran sentido del humor. Recuerdo que al preguntarle cómo andaba, solía responder: “-Y aquí andamos…en bajada ”, haciendo alusión a lo dobladita que ya está su columna. Pronto cumplirá 80 años.
Noemí abnegadamente lo cuida y atiende pues ya está muy limitado. No deja de conmoverme el verla, haciendo tareas de ambos…igual que mi querido esposo, siempre haciendo el trabajo de dos. Sin duda, Jehová toma en cuenta tanto sacrificio y amor abnegado de nuestros amados cuidadores…es una experiencia que se repite en cada hogar donde hay un enfermo crónico y discapacitado. Jehová lo ve y los sostiene y bendice. A lo que se suma nuestra eterna gratitud.
Pero algo que quedó grabado a fuego en el corazón, fue un diálogo muy personal con Walter. Yo estaba en la compu haciendo alguna tarjeta, se sentó a mi lado, (camina con mucha dificultad apoyado en un bastón) y comenzó a decirme tantas cosas cargadas de estimulo…cosas que a uno le quedan muy grandes pero que se guardan en silencio en el corazón para repasarlas mentalmente cuando la angustia trata de ganar terreno.
Yo trataba de contener la inundación en los ojos, ya me había sacado un rato el respirador para poder conversar, pero las emociones ceñían fuerte la garganta y fue poco lo que pude decir.
Casi al final, dijo esto que me ahoga hasta ahora al recordarlo:
-“ Tal vez esta sea la última conversación que tengamos, ya sea por mi salud o la suya…”
y añadió detalles de todo esto que recordaremos en el Paraíso.

Luego hizo una oración muy sentida, una conversación amorosa con el Padre y Dios de todo consuelo. Ya el dique que contenía el llanto se deshizo. Al despedirlo y abrazarlo...tan frágil y desgastado por la enfermedad y los años, me sentí tan agradecida y bendecida por esos momentos, tan llenos de luz, de consuelo, de esperanza, y por poder contar con el cariño y amistad de hermanos que literalmente se desgastaron en su servicio….sin duda es una gran bendición contar con hermanos así…
Para todos esos amados hermanitos que por ahora sobrellevan las espinas de la vejez, este poema, un recordatorio de lo que lo que experimentarán


CUANDO VUELVAS A SER JOVEN

“Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!...
Cuando quiero llorar no lloro,
y a veces, lloro sin querer...”
(Rubén Darío)

Así expresó un poeta renombrado
un verdad que es siempre aborrecida:
ver que la primavera de la vida
no es un regalo eterno;
que más allá del tiempo floreciente,
está el rostro ceñudo del invierno.

Ya verás, cuando vuelvas a ser joven,
tu cuerpo reparando el deterioro,
tu mente renovando sus circuitos,
el sol llenando tus caminos de oro,
y la vida, sin límites mezquinos,
abriendo puertas hacia el infinito.

Cuando furtivamente algún resorte,
haga surgir recuerdos de estos días,
los verás como odiosa pesadilla
que la mente rechaza estremecida.
La paz de Dios inundará la tierra,
y sus ojos de Padre vindicado,
derramarán su lumbre y su ternura
en todos tus deberes asignados.

Mil años de crepúsculos distintos,
y millones de días disfrutables...
tus palabras, escasas e impotentes,
se van a diluir en lo inefable.

¡Cuánta luz en el rostro de tu hermano!
¡Cuánto amor en el timbre de su voz!
Tu corazón colmado de gozo indescriptible,
captará los reflejos de la dicha de Dios.

Álef Guímel
(Del libro “Ramas y Nidos”)



Estos días pasados, un resfrío y angina muy fuerte se instaló en casa, de a poco fuimos cayendo todos, como efecto dominó. Ahora le tocó a Waldo, pero aún así está trabajando…y cuidándonos. Hasta Lulita enfermó (pero de otras cosas) y tuvo que ir al Dr y le pusieron unas 5 inyecciones…pobrecita!. Tiene que hacer dieta, como no hay manera de hacerla comer comida casera, dice el Dr que le compremos alimento dietético… ligth…uhmmm…veremos si lo come, jajaja…es muy exquisita en sus gustos esa gordita…

Yo sigo perdiendo fuerzas, estos músculos insisten en debilitarse cada vez más, lo que a su vez, sigue despertando la creatividad e inventiva para buscar maneras de poder estar un poco más cómoda y apuntalada al sentarme. Los músculos del cuello, aún estando recostada, tienden a llevar muy hacia a atrás la cabeza pues no la sostienen. A veces tengo que levantarme y acomodarme la cabeza con las dos manos pues no tiene fuerzas para acomodarse solita. Le expliqué eso a mi mami, y junto a una tía, me hicieron unos almohadoncitos alargados para calzar la nuca y sostener mejor la cabeza.

Otra medida, es ponerme la mitad del cuello ortopédico, la que sostiene la nuca, pasar un cinto de tela por encima, llevar los extremos hacia adelante y pasarlos por debajo de los brazos para atarlos en la espalda. Así puedo apoyar la cabeza y a la vez ver el teclado al escribir y puedo tomar los remedios a cada rato sin tener que sacarme todo cada vez (como tengo mucha dificultad para tragar, con el cuello ortopédico completo no puedo hacerlo).
Así les estoy escribiendo ahora. Queda gracioso verme, jaja. Soy un aparato, jaja.

Pero a pesar del buen ánimo en general, estoy demasiado decaída, no me gusta estar así. Apenas me levanto de la cama y paso a la silla de ruedas que está estacionada detrás de la compu, toda reclinada como otra camita. Trato de hacer algo en la pc, pero me quedo en el intento y solo la dejo reproduciendo alguna revista, la Biblia en mp3 o alguna conferencia mientras me quedo quietita, agotada y dolorida por el esfuerzo que hacer eso supuso. El respirador está en una mesita con rueditas, me acomodo con todo y ya no doy más. No me gusta estar así. Hay tiempos en que puedo hacer algo más, pero ahora no. Es un entrenamiento diario de gran paciencia.
Así es que cada vez estoy más agradecida por la provisión de tener las publicaciones en audio, es una gran bendición que ayuda a barnizar la mente con los pensamientos de Jehová., “nuestra fuerza” (Salmo 81:1).

Me quedé pensando en Walter y Noemí y en sus 52 años de recorrer los caminos de la Verdad y en tantos de nuestros amados hermanos que llevan en su equipaje décadas de leal servicio.
Cuando Lira cumplió sus 50 años de bautismo, escribió “Medio siglo en Puerto Amparo”, la parte final dice así:

“Cuando flotamos en un mar de sonrisas en nuestras asambleas, cada rostro representa una historia. Están allí porque han luchado arduamente para que ninguna fuerza extraña los sacara de su lugar en el pueblo de Dios.
El seguir viéndolos entre nosotros equivale a un certificado de madurez e integridad, un recordatorio viviente de que debemos defender nuestro lugar asignado, viviendo o muriendo.
A través de los años y las décadas de este medio siglo, muchas veces hemos comprobado que todo lo innegable, lo noble y lo beneficioso, lo que nunca cambia, gira alrededor del nombre de Jehová, el que dio principio y razón de ser a todas las cosas.
Hoy, desde esa invencible torre de fortaleza que es su Nombre, observamos la desintegración del viejo sistema, y sabemos que la tierra que Dios ofrece a los mansos como herencia pronto será liberada, porque la Palabra de Dios, que hoy resuena en todos los ámbitos y recorre los cuatro puntos cardinales, no puede volver a Él vacía. (Isaías 55:10,11).

Álef Guímel
Abril de 2000


Sí…Su Palabra no vuelve a Él sin resultados…es sólo cuestión de tiempo para que la creación toda deje de gemir y prorrumpa en clamor gozoso para siempre…ya falta un día menos…

Gracias por estar allí y hacer más llevaderos estos días…

Con amor fraternal
Nancy

lunes, 23 de marzo de 2009

"Ora también por mi"


Hay varias ideas dando vueltas como satélites alrededor de la Neuronita…y la pobre ya está perdida y no sabe cuál recoger primero para tratar de plasmarla en palabras para acercárselas en este mensaje.
El final de una canción de fondo, con un solo de violines y cellos, contribuye a que se disperse más el pensamiento y se vaya detrás de bellas notas…
Pero bueno, mejor sujetar las ideas para poder escribirlas…claro, no son grandes cosas, sólo lo cotidiano que envuelve la vida sencilla de quien les escribe.

Waldo está leyéndome el Anuario, hace de ojos por mi. En el informe anual le pido me lea datos puntuales de algunos países de los que venimos siguiendo su crecimiento desde algunos años. Es fascinante ver cómo Jehová acelera la obra en estos días finales.
Y siempre me queda esa sensación de que la Organización es un hervidero de actividad…y yo aquí quietita cuando hay tanto por hacer…sí, lo sé, Jehová valora los esfuerzos…pero siempre me pregunto si realmente estoy dando TODO, creo que siempre hay alguito más que tal vez podría hacer…
Una de esas cosas, es la preocupación por conducir otro estudio, aunque creo que tendré que conformarme aunque sea con sólo uno por el agotamiento y falta de fuerzas para hablar y la debilidad general. Los estudios que conducía ya se bautizaron, con la bendición de Jehová, y estoy buscando formas de dar un poco más dentro de estas paredes porque no puedo salir. Me cuesta mucho hablar por teléfono, así es que no es una opción. Pero, escribir en la compu, tomando un montón de recaudos para acomodar el brazo, sujetar el cuello y cabeza, etc, etc…por ese lado logro hacer algo aún.

Hablando de estudios, ayer llamó Vivi (Viviana), una joven que venía a casa a estudiar la Biblia hace un tiempo atrás. Ella era maestra en una escuela cercana, alquilaba una habitación en la casa de una vecina y venía con mucha dificultad al caminar pues tiene Esclerosis Múltiple. Pero al ir progresando la enfermedad, tuvo que dejar de trabajar y regresar a su casa, un pequeño pueblo a unos 100 km de aquí. Actualmente está en una silla de ruedas y ya no puede movilizarse sola hasta el Salón del Reino más cercano, a varios km de su casa, es la única que estudia en su familia así es que no tiene el estimulo y apoyo espiritual que tanto necesita.
Antes le escribía por mail y le acercaba material que la animara, pero ahora ya no puede ir al ciber más cercano. Así es que estaba pensando en escribirle en la compu, imprimirlo y enviarle cartas por correo común, vía cartero, así podrá releerlas en esos momentos de mucha angustia que la envuelven. Me siento muy impotente y quisiera ayudarla, de por sí es muy dura la enfermedad para hacerle frente sin Jehová y su Organización. Si bien desde el primer momento la puse en contacto con la congregación más cercana, pero por la distancia y sus circunstancias no puede asociarse como necesita.

Conmueve oírla decir cómo le ora a Jehová y busca su fuerza cada día. Al despedirse dijo:
- “ Ora por mi, yo le oro a Jehová, pero es bueno que alguien más ore por mi”
Me despedí con un nudo en la garganta y mucho en qué pensar. Cuánto consuela la certeza de que Jehová ve y escucha a los que invocan su nombre, por más aislados que estemos y que siempre dará una salida: “nos hallamos perplejos, pero no absolutamente sin salida.” (2 Corintios 4:8)
Probaré de enviarle cartas, espero le lleguen bien porque vive en una calle parelela a una ruta (carretera) y no tiene numeración. Luego les cuento cualquier novedad.
Ahhhh…pero lo que sí llega seguro y es el medio de comunicación por excelencia que nunca falla, es la oración…eso sí podemos hacer por ella…

Algo bonito y apreciado que ocurrió este tiempo, es que luego de 16 años de estar enferma, al fin puedo oír las reuniones por teléfono cuando no puedo asistir. Es que no hay teléfono en nuestro Salón, pero sí en una congregación vecina. Y amorosamente, Pablo, uno de los ancianos de allí, hizo los arreglos necesarios.

Pero se presentaba otro desafío: ¿cómo hacer para sostener el tubo del teléfono todo el tiempo que dura la reunión?. Puedo agarrar y levantar un objeto liviano, pero no sostenerlo por más de unos minutos, se agotan los músculos, pierden las fuerzas y se cae lo que haya tenido en la mano.Así es que había que darse maña…es medio complicado para describir pero trataré: primero me pongo la mitad del cuello ortopédico, la parte que sostiene la nuca, tomo un pequeño almohadón, acomodo el tubo del teléfono sobre él, y a su vez, los acomodo sobre el hombro de tal modo que pueda oír bien. Y entonces me ato todo (cuello, almohadón, y tubo) con un cinto de tela que pueda mantener sujeto todo junto por el tiempo que dura la reunión. Es complicado pero vale la pena. (Menos mal que la máscara del respirador tiene su propio arnés sujeto a la cabeza, así es que eso no hace falta atarme, jaja.)
Estoy muy agradecida de poder disfrutar de esta provisión amorosa.

Otra buena noticia es que los resultados de la biopsia del tumorcito del brazo dicen que no hay nada maligno, gracias a Jehová.
Quedan varias cositas, detalles por compartir, pero serán para la próxima para no agobiarlos con un mensaje muy extenso.
La petición de Vivi sobre la oración, me recordó este poema, creo que todos pedimos algo similar:

ORA TAMBIÉN POR MÍ

Ora también por mí, que estoy bordeando
como tú los abismos de este mundo extraviado,
y esquivando las piedras de tropiezo
en caminos de hoyos camuflados.
Vemos en los recodos
de las tortuosas sendas de esta vida,
la arena movediza del pecado
y tanta gente en ella casi hundida.
Estamos exhortando a los que escuchan
a evitar los fangales malolientes del vicio,
que tragan caminantes descuidados,
los cuales tal vez nunca puedan ser restaurados
ni recobrar de nuevo el sano juicio.

¡Cuánto necesitamos que Dios nos tenga en cuenta,
y le brinde su apoyo a la fragilidad
de la carne indefensa que su poder alienta,
mientras crecen las filas de una enorme hermandad!
Cuando aquí, una hueste de siervos dedicados,
duermen tras dar las gracias por el día provechoso,
en otros hemisferios, hay una muchedumbre
que a la labor se apresta, ya cumplido el reposo.

La oración fortalece la relación sagrada
comunicando al hombre con el Ser Infinito,
pero también acerca entre sí a los humanos,
para que compartamos sus cargas agobiantes
y demos al caído una amorosa mano.
Subirán como incienso tus palabras
y en el silencio de los altos cielos,
perfumarán en el altar de Dios,
más allá de la música profana,
de los gritos de guerra y la metralla,
de la palabras necias, de las indignidades,
del tráfico que agrava la demencia
en el clima febril de las ciudades.

Yo también necesito
que otros mencionen ante Dios mi nombre,
que no ha adquirido brillo por sí mismo,
y sólo tiene rasgos muy leves de bondad,
escaso de valores esenciales
para estar en los libros que está haciendo Jehová.
Su bondad es un don inapreciable,
y aunque nos colme el corazón de paz,
lo que afirmó su Hijo es innegable:
—Cuando hayan hecho todo reconozcan
que lo que había que hacer es los que hicieron
y son siervos inútiles, no más.
Lucas 17:10

Álef Guímel –1994
(Del libro “Ramas y Nidos”)

Un abrazo cariñoso y agradecido en la distancia, de quien siempre los recuerda con amor fraternal

Nancy

sábado, 14 de marzo de 2009

Anécdotas y "Noche de Verano"


Hoy, como casi todos los días ya, sólo puedo quedarme quietita y esperar a que calme un poco el temporal; en algún momento habrá un poquito de alivio y tal vez pueda hacer aunque sea una tarjeta con un texto, o concentrar la neuronita y responder alguno de los amorosos mensajes que como flores, llenan de color y alegría el correo.

Responder un mensaje es como conversar: hay que prestar atención, no sólo a lo que está escrito o se dice, sino a los sentimientos que asoman entre líneas y tomarlos en cuenta al tiempo de responder. Es muy gratificante. Pero al igual que conversar en vivo y en directo, requiere un esfuerzo extra de concentración al que, la ya titilante y casi apagada Neuronita, no tiene la energía suficiente para atender como es debido.

No crean que sólo a uds les “respondo” mentalmente los mensajes (aquí va una carita, emoticon, de vergüenza). También me pasa en casa, con la familia y amigos…hay tantas cosas que me quedan en el tintero por conversar con ellos, o contarles algo…pero simplemente no hay fuerzas para hablar…y tengo que esperar a que en algún momento del día haya algo más de aliento para hacerlo.

Tantas veces me quedo mirándolos, como si con la mirada pudiera hablarles y contarles lo que hay dentro…y quedan las palabras atravesadas con un nudo en la garganta y se escapa alguna lágrima de frustración e impotencia…y se acercan, amorosos, y preguntan qué pasa, mientras sus manos acercan una caricia de consuelo…y no puedo responder…sólo tranquilizarlos y decirles que ya va a pasar…que estoy bien. Y es que simplemente no hay fuerzas en ese momento para un diálogo profundo. Y otra vez hay que tener paciencia y esperar. Sé que en algún momento del día estaré mejor y entonces podré hablar. Las palabras del sabio cobran un matiz particular en este caso: “Para todo hay un tiempo . . . tiempo de callar y tiempo de hablar.” (Eclesiastés 3:1;7)

En cambio, escribir aquí o garabatear algo parecido a un poema, es menos fatigoso, es sólo tratar de expresar lo que hay dentro sin el esfuerzo extra de concentración que requiere una conversación o responder un mail. Por eso, perdón por tantas respuestas que debo (aquí van dos o tres caritas de vergüenza juntas).

Hablando de cosas que quedan en el tintero por contar…hace unos 10 días al fin le tocó el turno al Dermatólogo (como estas son enfermedades sistémicas, afectan a todo el organismo, así es que me atienden varios especialistas). Había una especie de lunar raro que sangraba, apenas lo vió dijo que había que sacarlo. No había sido lunar, sino tumor. Hizo unas llamadas, suspendió una cirugía que tenía programada, pidió el material quirúrgico y listo!...fue el tumorcito!. Dijo que roguemos que sea de origen virósico. El 19 recién estarán los resultados de la biopsia.

Pero la situación no estuvo exenta de una buena dosis de humor. Tanto el Dr como nosotros (estábamos los tres), conversamos animadamente, risas de por medio, mientras él hacía los preparativos. Luego, al momento de sacar el tumorcito y entregárselo a Damita en el frasquito para llevar al patólogo, dijo, con tono sobrio y guardando la compostura: “ Por este humilde acto hago entrega de parte de la Madre…parte del cuerpo de la madre”…¡demás está decir que nos arrancó una carcajada al unísono!…es que había que verle la cara al Doc…¡es terrible!...y lo queremos mucho. Ya a estas alturas, después de tantos años, se forman vínculos muy afectuosos médicos- paciente - familia, y ayudan a sobrellevar situaciones que normalmente serían de mucha preocupación. Y lo agradecemos profundamente.

En otras consultas, también hubo palabras de aliento al decir que para él era un ejemplo de vida, que está acostumbrado a ver casos de mucho menos gravedad, pero que se abruman y derrumban. Eso siempre ha dado pie para poder hablar de nuestra esperanza. Es muy gratificante oírles de su boca afirmar que es la fe lo que nos sostiene y ayuda. Estamos agradecidos de poder dar testimonio de toda forma posible.

No quiere decir que siempre estamos con la sonrisa de oreja a oreja. Hay momentos de mucha angustia. Pero con la ayuda de Jehová, sólo son eso: momentos. Como dijo el salmista: “Cualquier día que me dé miedo, yo, por mi parte, confiaré aun en ti.” (Salmo 56:3). Y así podemos seguir.

Un día como hoy, o mejor dicho, en una noche como esta, tres años atrás, escribí este poema que viene bien compartirlo ahora, en esos últimos días de verano…ahhh!!..si pudiera migraría como las aves para alejarme del invierno…Pero como no se puede mejor, disfrutar de esta

Noche de Verano

El Verano está preparando su equipaje.
El Calendario le indicó que le quedan pocos días.
Ya el Otoño, traviesamente, se animó a pintar algunas
hojas de amarillo, anunciando que espera su turno.

Ha llovido mucho estos días, tanto en el paisaje como en mi alma.
Pero esta noche la Luna se engalanó con su mejor traje de plata,
y las estrellas no han dejado de hablarle a mi corazón,
mientras alaban a su Hacedor.

Es tarde ya. Debería acostarme.
Pero me he quedado a solas con la noche en el jardín,
para disfrutar de un íntimo diálogo que refresca el alma.
Sé que aún quedan muchos días grises por venir
y que un Invierno de angustias
se cierne sobre la humanidad que ignora.
Pero sé también que luego vendrán infinitas
noches de Luna clara, libres de inquietudes…llenas de paz.

Y sé que una noche no lejana, compartiremos felices
momentos con los amigos que hoy están lejos y hasta con
aquellos que amamos y por ahora habitan el silencio.
Mientras tanto, gracias, Amado Padre, por esta clara
noche de verano, y por los mensajes
de tu amor y gloria sin par que en mi regazo dejó.

Dáleth
14-3-06
Gracias por compartir estos momentos.
Les dejo un puñado de estrellas y fragancia de rosas en el aire...
Con toda gratitud y cariño…

Nancy

lunes, 9 de marzo de 2009

Lluvia de verano


Pasaba por aquí, vi luz, y vine a dejarte sólo un poema y compartir contigo algo de esta:


Lluvia de verano

Afuera, la lluvia intensa ensaya melodías nuevas.
Adentro, mi niña duerme arrullada por esa música
que de las nubes se desprenden:
mitad gotas, mitad notas.

El hemisferio Sur se ha envuelto en un manto
de estrellas y descansa de sus diarias tareas.
El Norte está despertando y estira sus brazos,
perezosos aún, dibujando rostros amados que
en el Paraíso cercano podré al fin alcance tener.

Afuera, la lluvia buena ha calmado el febril estío,
y generosa besa los campos y flores
que le regalarán su frutos y colores en gesto agradecido.
Adentro, el corazón destila nostalgias, anhelos y sueños,
mientras Lulita, nuestra gatita hermosa, a los pies descansa.

Es muy tarde, la madrugada avanza,
pero el insomnio sigue instalado,
consentido por el dolor de este cuerpo que
no encuentra alivio ni reposo, y todo lo cansa.

Pero afuera la lluvia arrulla,trae dulzuras,
serenidad y paz…
y adentro, el alma las recoge, las absorbe y se nutre…
y te deja esta canción para agradecer
ese don bendito llamado: Amistad.

Dáleth
9 de Marzo de 2009

martes, 3 de marzo de 2009

Amor Leal


“Pero en cuanto a mí, yo cantaré acerca de tu fuerza, y a la mañana informaré gozosamente acerca de tu bondad amorosa. Porque has resultado ser altura segura para mí y lugar adonde huir en el día de mi angustia."(Salmo 59:16)

Buscaba un texto que pudiera expresar algo de los sentimientos que embargan el corazón . Encontré muchos pero había que decidirse por uno, así es que empezamos este mensaje con este Salmo.
Y es que, contra todo pronóstico, cuando parecía tan imposible que pudiera asistir al Día Especial de Asamblea…gracias a Jehová pudimos estar y disfrutar de tan hermoso banquete espiritual y tanto amor y cariño de nuestra amorosa hermandad.Los días anteriores habían sido de correr en médicos, análisis de rutina, ecografía, etc, etc, para descartar una posible hepatitis medicamentosa (ya está descartada), pero pudimos asistir.Además, la había pasado tan mal al intentar salir de compras solo unas dos horas…que no parecía viable que pudiera aguantar todo el programa.

Un amoroso hermano que sirve de precursor especial junto a su esposa, nos encomiaba por los esfuerzos para asistir. Pero yo le decía que sólo por Jehová podíamos estar allí. Que andamos sólo por su Espíritu Santo. Al mismo tiempo, cada vez que digo eso, me pregunto si no es una falta de modestia o irreverencia hacer esa afirmación. Pero es que es literal en nuestro caso.Sólo por su Espíritu podemos continuar porque humanamente es imposible. Nuestras fuerzas… hace tiempo se agotaron (y las físicas…¡ni hablar!). Así es que si algo podemos hacer cada día, aunque sea sólo sonreír…es sólo por Él.

Y el poder asistir a esta asamblea fue otra prueba de que es así. Ya desde que abrí los ojos en la mañana, me sentía rara porque no estaba tan dolorida como suelo amanecer, incluso tenía algo más de fuerzas de lo habitual. Me había dormido pidiendo fuerzas para poder aguantar todo el día. Y la respuesta fue tan literal que no podía creer que aún al regresar a casa estaba como si no hubiera salido a ningún lado, sin ese desfallecer de cada vez que salgo.
Claro, el agotamiento está siempre y no pude absorber como esponja, como quisiera, todo el programa, ni puedo buscar en la Biblia los textos (no veo y no la puedo sostener). Sí veo el Cántico de letras grandes, pero no podía cantar con el respirador, sólo balbuceaba algo la letra cuando podía y el resto “cantaba” mentalmente. ¡Pero estaba allí!. Aunque no es como quisiera, pero ya a estas alturas tengo que dar gracias de estar en el lugar donde debía estar en ese momento y el lugar era allí! Así es que estoy muy agradecida.

Apenas nos instalamos con el respirador y adaptamos la silla de ruedas a camita, uno de los primeros hermanos que se acercaron a saludar fue el representante de Betel asignado que nos visitaba. Apreciamos mucho su estimulo y palabras de aprecio. Y aprovechamos para saber cómo sigue nuestra querida Tía Elenita, la misionera que nos hizo el estudio a la familia y la mejor amiga de mi mami, recuerdan?
(Les cuento algo sobre la amistad sin tiempo que unen a ella y mi mami en este mensaje: “Mis padres” http://paginasdenancy.blogspot.com/2008/07/mis-padres.html )

Fue reconfortante saber que, a pesar de que los años le quitaron los recuerdos y memoria, sigue allí, bajo el cuidado amoroso de la familia Betel. Jehová la cuida. Ni ella lo sabe, tal vez no tenga conciencia plena de cómo Jehová no olvida sus años de fiel servicio y el amor que mostró para con su Nombre. Y pensé en tantos abnegados hermanos, que al igual que ella, dejaron su tierra y sus parientes en un lugar muy distante, y se aferraron a su asignación hasta el final.

Muchos, como ella, dedicaron su vida por entero al ministerio y se hicieron eunucos por causa del Reino. Y tal vez, en su momento, hayan recibido comentarios, que aunque bienintencionados, podrían haberlos hecho desistir de su decisión: “¿Qué va a ser de ti cuando envejezcas? ¿Quien te cuidará en un país donde no tienes a tu familia, ni siquiera hijos y nietos que vean por ti?. Mejor regresa a tu país antes que no puedas moverte”.

Esto me hizo recordar algo que pasó hace muchos años con ella, mientras todavía servían en el hogar misional de esta ciudad. Ella tiene graves problemas en la vista, había perdido ya la visión de un ojo y del otro sólo veía un ínfimo porcentaje. En busca de una mejor alternativa médica y aprovechando sus vacaciones, regresó a su tierra natal, en EE.UU. Lloramos mucho esa vez al despedirla pues pensábamos que no regresaría, que se quedaría allí. Pero ella nos tranquilizó diciendo que sí iba a volver. Y así lo hizo. Su familia, amorosamente quiso cuidarla, pero ella decía que su familia estaba aquí, en su asignación, éramos nosotros: los muchos que aprendimos la verdad con las semillas que tomamos de su mano generosa.
Cuando finalmente los años impusieron sus limitaciones, Jehová amorosamente hizo provisión para cuidar de ella y sus amorosas compañeras, en el Hogar Betel. Lloramos sí, pero sabíamos que no estarían mejor cuidadas en ningún otro lugar. Sus queridas compañeras, Sophie y Edith, cerraron sus ojos en fiel servicio, al igual que nuestro querido hermano Einsenhower, quien fuera Coordinador de la obra en el país, él y la tía Elenita se graduaron de primera clase de Galaad .Se adhirieron a su asignación hasta el fin. ¡Qué excelente ejemplo nos han dejado!

¿Les cuento otro detalle amado? El cántico de letras grandes que tengo está viejtito ya, pero no lo cambio. Me lo regaló hace muchos años la Tía Elenita, se lo habían regalado a ella cuando aquí todavía no habían llegado a las congregaciones, era una novedad. Pero por sus problemas visuales no podía leerlo y me lo regaló pues sabía de mi miopía progresiva. Es un tesoro que conservo con cariño. Pronto, cuando su memoria regrese, le contaré cuánto ha seguido ayudándome su regalo.

Como todo lo que escribo aquí voy haciéndolo de a poquito y dejo guardado en word hasta que puedo completarlo, este mensaje sigue por etapas y ahora les cuento lo que pasó luego de la asamblea.
Al día siguiente todo volvió a la “normalidad”: amanecí muy dolorida, con fiebre alta (sin causa aparente, me están haciendo análisis para ver qué pasa ahora), la pierna y rodilla izquierda más hinchada de lo que estaba y sin poder apoyarla en el piso del dolor…y una larga, larga lista de “cositas” cotidianas, de complicaciones que siempre hay. Ayer fue de andar en médicos, esta tarde también, el Dr que me vió ayer de paso vio el lunar raro que les comenté la semana pasada y dice que no le gusta cómo está, que hay que sacarlo…así es que hoy le toca el turno al Dermatólogo y tal vez regrese con cicatriz nueva…en fin…
La noticia buena es que me bajó un poco los corticoides, y como reconoce que la medicina no puede hacer más para mejorar un poco la calidad de vida…ahora me manda a vivir a las Sierras de Córdoba, jeje…a este paso…ya vamos a tener que vivir un tiempo en Buenos Aires, otro en Jujuy, otro frente al mar y ahora en Córdoba! (siempre me manda a vivir en otro clima, a los lugares mencionados, dice que ayudaría…estaría bueno, jeje).

Me quedé pensando en nuestros misioneros fieles, y en tantos hermanos en distintas facetas del servicio de tiempo completo que se aferraron a su asignación hasta el final, en tanto que han dado, y en cómo Jehová no olvida, en su amor leal para con ellos, aún cuando los años y enfermedad les privan de sus fuerzas y hasta memoria….Él no los olvida. ¡Qué amoroso Dios tenemos!

Para todos nuestros hermanos amados que siguen arraigados en la fe y la esperanza a pesar de los embates de los años, les dejo esta poesía, escrita por una hermana que cerró sus ojos en fidelidad con unos 60 años de servicio de tiempo completo en su haber, tal vez se sientan identificados también con esta:

SEMBLANZA PERSONAL

Mi vida ya declina del cenit al ocaso.
Mirando atrás aún gozo los paisajes amados
en que ensayé la firme cautela de mi paso
y recogí los ecos que en mi voz han cuajado.

Mi sombra, que subraya la andariega rutina,
no carga informes gibas de rencorosa pena.
La esperanza en mi predio su espesa fronda inclina;
tiene el verdor profundo y la raigambre buena.

Tuteo al entusiasmo, somos viejos amigos.
La juventud se fue, y le dije " hasta luego".
Cuando pasa la muerte ni la saludo, y sigo.
La vida eterna es el tema de mi afán y mi ruego.

No me turba la prisa febril del calendario
que sigue adelgazando sistemáticamente.
Es cierto, los relojes riñen conmigo a diario,
pero un futuro inmenso sonríe dulcemente.

Álef Guímel
(Del libro "Reflexiones de un Guijarro")




Sí…´un futuro inmenso nos sonríe dulcemente´...que Jehová siga concediéndonos las fuerzas, a cada uno para seguir disfrutando de servirle hasta el fin y nos guarde en su amor leal.

Un abrazo muy fuerte, con cariño fraternal
Nancy