martes, 31 de mayo de 2011

Por los senderos del Milenio


El otoño que vistió de tonos amarillos, ocres y naranjas el paisaje sur del planeta, ya está alistando sus maletas, el invierno se avecina con su traje blanco, bordado con cristales de nieve, y una gruesa bufanda azul cielo que hace juego con su gorro tejido a tono.
El invierno es un señor de profundos ojos negros que ve la vida dormida en las semillas y las guarda bajo su manto de nieve para que despierten en primavera.
Su mirada profunda también ve los sentimientos guardados y la vida que llevamos dentro aunque por fuera no lo perciban humanos ojos. Pero él los ve y en sus grises tardes o solitarias noches hacen que surjan desde el silencio en forma de palabras para que se derramen sobre otros como gráciles pétalos de rosas o dulce fragancia.

Ah…me estoy adelantando, aún le quedan unos días más a este Otoño. Él tiene los ojos  color miel y me regala una lluvia de hojas doradas aún sin salir de mi cuarto…las escucho correr por la vereda mientras juegan con el viento…me gusta escucharlas…

He estado un poco ausente, quietita como árbol despojado de hojas, son escasas las fuerzas y no puedo hacer mucho, pero como el árbol, seguimos aferrados al lugar asignado mientras aguardamos el tiempo en que las fuerzas acompañarán a lo que ansiamos y podremos hacer tantas cosas, no sólo para nuestro deleite, sino para los demás y para dar gracias al Dador de Vida y Señor del Tiempo.

Gracias a Jehová sigo estable, pero estoy muy decaída y dolorida, no puedo más que estar quietita, no me gusta estar así, pero, ¿qué les parece si viajamos un poquito al futuro y nos animamos juntos visualizando lo que esperamos?
Para eso les dejo esta poesía que nos transporta por los senderos de:



El Milenio


Despertar cada día a los albores
y al entusiasmo de una nueva empresa
y dormir cada noche sin temores
de que la sombra incube una sorpresa.

Estrechar cada hijo entre los brazos,
sin presentir que un día deplorado
su carne ha de caer bajo el zarpazo
del sepulcro voraz, nunca saciado.

Oír voces amadas que conduzcan
miel y perfume a nuestra simple historia,
y no temer que un día se reduzcan
solo a un hilo de luz en la memoria.

Meditar en vértice del día,
cuando la azul penumbra se levanta,
sin que aparezca un rictus de ironía,
sin nudos de dolor en la garganta.

Sentir que no hay terrores en el cielo,
que en la tierra no existen más barreras;
que el mar no inspira espanto ni recelo,
porque no quedan barcos con banderas.

Comprobar que la tierra se recobra
de tanta vieja herida y tanto daño;
y que ya nadie gime su zozobra
en algún calabozo subterráneo.

Saber que la justicia no se alía
a una balanza desequilibrada,
y que el soborno vil ya no desvía
el galardón a quién no logra nada.

Ver que la realidad que nos rodea
superó los bosquejos de los sueños.
¡eso, sí, y mucho más es lo que ondea
en la excelsa promesa del milenio!

¡Qué gran paz, de sabor desconocido,
sin grietas, trabazón ni cicatrices,
que entrando por los ojos y el oído
al cauce de las venas se deslice!

La vida vibrará en tu cuerpo sano
cuando veas tus campos florecientes,
como una credencial escrita a mano
por tu sudor sellada diariamente.

Y la lluvia temprana y la tardía,
afinarán sus tonos musicales
ensayando su antigua melodía
en el arpa pueril de tus cristales.

Después que calle el yunque en la herrería
y el arado descanse contra el muro,
y el ave abrigue en el ramal su cría
y vista el bosque su ropaje oscuro;
explorarás la noche abiertamente,
sin miedo, ni acechando lo ignorado;
quizá solo pisando levemente,
porque el orbe reposa ensimismado.

La fuente del silencio en ella brota
y el tiempo reflexiona detenido
ante el espacio inmenso, donde anota
las verdades que nadie ha desmentido.

Allí, donde ningún reloj le presta
al tiempo su mecánico latido,
ni cuenta lo pasado o lo que resta,
todo porque se habrá desvanecido.

Habrá un cuadro cambiante en que se vierta
todo matiz de gozo y sentimiento.
También la gratitud del que despierta
sumará la belleza de su acento.

Subirán a un tiempo liberado
del vientre del Sheol, al ancho suelo
que antes viera salir desorbitado
en lágrimas amargas nuestro duelo.

El buril de la duda estará quieto,
menguado y nulo el filo del pecado,
roto el taladro del deseo incorrecto,
y el clamor de la carne amordazado.

El nombre de Jehová se habrá impreso
como una flor de luz en nuestros labios,
rescatado por siempre del olvido,
vindicado por siempre del agravio.

Mucho más, que no hay como expresarlo,
ni puede concebirlo humano genio,
tu ilimitado asombro ha de palparlo
al cruzar los umbrales del milenio.



Álef Guímel








lunes, 16 de mayo de 2011

Nostalgias del futuro...y "alfajores" a crochet



Añoranzas de lo aún no vivido. Eso despierta lo vislumbrado tras las promesas del Supremo. Un video  que ahora conmueve al ver la relación pacífica y amorosa del hombre con animales salvajes, como una leona con crías en este caso, fue el detonante para una excursión al otro lado de Armagedón.
La esperanza descorre el telón del futuro y me veo andando por los caminos del Paraíso, fascinada por la belleza toda de la creación, como niñita que descubre una mariposa; como quienes salen a la luz después de penoso cautiverio; como quien ve los colores por primera vez y recién entiende lo que es la Luna y las estrellas bordando la oscura expansión.

Sí, no sólo puede haber nostalgia por lo vivido, sino también por lo esperado, ese bien asegurado si somos leales hasta el fin y que ya acariciamos al pensarlo, al ver tantos paisajes bellos por los que un día caminaremos, conociendo a tantos amados hermanos que serán nuestra familia eterna y de la que ya disfrutamos: nuestra amorosa hermandad mundial.

Cuando vi el video que aquí les dejo, terminé llorando y me costaba explicar en el momento el por qué. Sólo atinaba a decir: “Yo también quiero estar así, con los leones”.
Pero no es sólo expresar un deseo.  Conmueve y emociona porque sabemos que realmente podremos disfrutar de eso, con el favor de Jehová. Y entonces se escapa el pensamiento hacia escenas aún no vividas pero reales, como si fueran presente, porque es sólo cuestión de tiempo. Porque Jehová lo ha prometido.
Espero que ustedes también lo disfruten y dejen vagar su ojos por ese amplio paraíso que está enfrente.
Sí, es maravilloso poder viajar, ya sea al futuro o preciosos lugares aún ahora, sin moverse de donde estamos.
 Sigo en mi rincón, ahora con los pies muy doloridos por una infección, ya fuimos al médico y recetaron antibióticos y tener los pies en alto.
Y sigo tejiendo de todo un poco, he estado trabajando haciendo cactus, tapetes con mariposas…¡y ahora dulces a crochet! Más precisamente, alfajores de maizena y galletas de chocolate y frutilla…tejidos…y bueno, soy muy golosa y me encantan los alfajores y ya que no puedo levantarme a cocinarlos…¡los tejo, jaja!
Recién los estoy haciendo, luego espero presentarlos mejor, pero por ahora les dejo estas fotitos de muestra, espero se noten bien:








Esa es otra cosa de que podré disfrutar mejor en el Paraíso: hay tantas cositas que me gustaría hacer tejidas y aprender otras técnicas, como tejer en Randa y telar pero por ahora no me dan ni las fuerzas ni los ojos. Pero estoy agradecida de poder hacer estos detallitos.
Y agradecida de disfrutar por anticipado de lo que nos aguarda, de poder ver más allá de todo dolor…


Mira más allá…


Nublados están mis ojos,
no veo definidos los rostros.
Pero no me inquieta,
pues en cada paisaje bello…
me veo allí.

Vacilantes mis pasos son,
necesito un brazo de sostén
pues no sé si por dónde camino 
hay hueco o piedra que esquivar.

Pero tengo otros ojos
que ven todo con nitidez.
La Esperanza faro y ancla es.
Las cosas que aún no se ven
ya existen y cobran vida
con los ojos de la fe.

Esos ojos sí están radiantes
y se extasían en los senderos eternos
del jardín sin fin que engalana a la Tierra
recobrada, cuál vestido nuevo,
exultando de belleza,
alabando al Creador.

Sigue mirando al frente,
no vuelvas la mirada atrás,
no sea que quedes
como  columna de sal.

Sigue mirando al frente,
a las cosas que el mundo no ve,
esas son eternas e inmutables
pues existen por voluntad
de Quien la Fuente de vida es.


Nancy
16 - 05 - 11



En cuanto a tus ojos, directamente adelante deben mirar, sí, tus propios ojos radiantes deben mirar con fijeza directamente enfrente de ti.

(Proverbios 4:25)






viernes, 6 de mayo de 2011

Visita al Hospital...pero con emoción



Al terminar la Reunión de Servicio de anoche, entonamos el cántico 91. Ése es uno de los cánticos que no los puedo cantar, sino llorar.
Empezamos los primeros versos bien...pero luego no podía cantarlo más que con el corazón; ese mar que llevamos dentro desbordó en lágrimas que no podía contener.

Es increíble cómo la música puede trasportarnos a momentos, gratos o no, que dejaron huella en la vida. Este cántico en particular y el 68 reviven automáticamente imágenes y oraciones inaudibles de cuando estaba internada, sola, sin que pudiera pasar la familia, de esas noches eternas en que el sol parecía demorarse más en correr el telón nocturno. Estábamos Jehová y yo. Siempre estaba Él, aún cuando sentía que la vida resbalaba, diluida en lágrimas al polvo. Siempre estaba Él. Siempre está Él. Como dice el cántico :

“De mí no se separa,
nunca solo me sentiré.”

 
O como menciona el Cántico 110 (Las maravillosas obras de Dios):

 
Si subo al cielo, allí te encuentras,
y en el Seol, allí también estás;
es para ti la noche como el día:
de tu presencia nunca me podré ocultar.

 
Y aún ya estando en casa, todo ese tiempo de andar en el valle de sombra profunda, sin fuerzas ya ni para gemir o llorar, sólo orar, hablar, conversar mentalmente con Jehová pidiendo fuerzas para aguantar, que no me dejara, que fortaleciera y cuidara a la familia...siempre lo sentí a mi lado...siempre respondió y dio paz en medio de las peores angustias.

Todo eso viene a la mente cada vez que cantamos el cántico 91, pues lo escuchaba vez tras vez en Aristarco (el Mp3) y sentía el consuelo de Jehová.

Pero anoche también vino a la mente lo que sucedió ayer en la mañana. Temprano fuimos al Hospital con Waldo. Desde que empecé a mejorar no había vuelto a control con la Neuróloga, que es quien atiende todo el problema neuromuscular.

Se sorprendió tanto al verme, dijo que le había dado la mayor alegría del día, que nada de lo que pudiera pasarle el resto de la jornada iba a superar la alegría que le había dado al verme tan recuperada, dijo que parezco otra persona.
Me revisó, hizo todas las pruebas neurológicas habituales (lo más molesto es seguir su dedo índice de un lado a otro con los ojos, la cabeza quieta...se me van los ojos para cualquier parte, quedan en blanco, los párpados tiemblan fuerte y lagrimeo, es muy incómodo  y  uno se asusta un poquito por lo que se siente en ese momento).

Claro, la enfermedad está, pero estoy más estable. La verdad nos emocionamos mucho por la manera tan amorosa como nos trató. Tomó mis manos entre las suyas y dijo:

-  “Dios te está dando una nueva oportunidad y es por algo. Quiere que disfrutes de la vida ...y para testimonio. Vos, toda vos, sos un testimonio con pies.
Nunca te quejaste, ni renegase diciendo “por qué esto a mi” ni en los peores momentos, siempre estuviste con una sonrisa y aceptaste todo con amor”

 Le agradecí y le dije que sabía que estaba viviendo horas extras y ella respondió:

- Más que horas extras, Dios te está dando una nueva oportunidad de vivir y es para algo.

Al despedirnos me abrazó fuerte y no dejaba de decir cosas muy animadoras.

No esperábamos jamás que dijera todo lo que dijo, dijo muchas cosas más y tardé en asimilar todo. Es común recibir todo  ese estímulo de parte de los hermanos, pero no de un médico, y más ella que es una autoridad en su tema y muy respetada.


 
Sí, fue otro mimo de parte de Jehová para seguir  con ánimo cada día a pesar del dolor y las fuerzas tan escasas.
Todos esos recuerdos vinieron todos juntos al cantar el cántico. Por eso lloraba. Tengo mucho que agradecer.


 
Y ¿cómo pagaré la bondad de Dios?
Le daré mi obediencia y mi corazón.
Vivir es un placer, es un privilegio,
regalo del Señor, milagro de Jehová.

*** sn cántico 130 El milagro de la vida ***


Aunque estés leyendo estas  palabras al otro lado del mundo...¿cantemos juntos?...(trataré de no llorar)


Cántico 91

Mi Amigo, mi Padre, mi Dios
(Hebreos 6:10)

1. La vida es dura y cruel,
valle de lágrimas y dolor;
mas yo he vivido feliz
sirviendo al Señor.

(Estribillo)

2. Mi juventud ya pasó,
los días malos llegaron ya;
pero la fe que hay en mí
no se marchitará.

(ESTRIBILLO)

Mi Dios no es injusto
para olvidarse de mi obra fiel.
De mí no se separa,
nunca solo me sentiré.
Jehová es mi esperanza,
mi fortaleza, mi salvación.
Siempre ha sido él mi Amigo,
mi Padre y Dios.



(Véase también Sal. 71:17, 18.)

domingo, 1 de mayo de 2011

Un mes muy especial



Terminó Abril. Teníamos tantas expectativas por este otoñal mes especial: por la actividad aumentada en todo el mundo, por la Conmemoración, el discurso especial ( lo dio mi querido Waldo); y en nuestro caso, por la visita de nuestro superintendente viajante y su esposa, Omar y Susana, queridos amigos que cambian de asignación. Y una reunión de precursores inolvidable, junto a tantos hermanos que apoyaron este arreglo tan maravilloso.
De seguro, en todo el mundo abundan experiencias entusiastas que animan y fortalecen la determinación de seguir buscando de toda manera posible a los merecedores antes que acabe la siega.

Gracias a Jehová y con su ayuda, pude alcanzar la meta y disfrutar después de mucho tiempo de este servicio amado. Antes de empezar el mes estaba preocupada porque tenía problemas serios con la PC y como la necsitaba para el precursorado eso fue una inquietud, pero oraba y dejaba las cosas en manos de Jehová y sabía que habría alguna salida. Además, sabía que al ponernos metas espirituales siempre surgen obstáculos que finalmente resultan una prueba a nuestra determinación.

Pero gracias a Jehová, pudimos salir adelante a pesar de los contratiempos informáticos y pude escribir a muchas personas, compartiendo la esperanza y el consuelo de la Escrituras, entre ellos, a médicos, pacientes con enfermedades crónicas y otros a quienes conocí estando internada en el Hospital. Por ejemplo, a Daniela. Ella llevaba meses cuidando a su mami, estaba frente a mi cama. Fue una hija muy abnegada, llevaba meses durmiendo sentada al lado de su madre, y a veces se acostaba en el piso por las noches. Al ser hija única todo el cuidado de su madre recaía sobre ella. Le regalamos una Biblia y la leía todos los días y también otras publicaciones. 
Le escribí citando textos consoladores y le envié las fotos de nuestra Conmemoración del año pasado y la de este año. Ella me conoció el año pasado, cuando estaba muy hinchada y sin poder moverme casi, sin sacarme el respirador. En su respuesta dijo (copio textualmente): 
“No sabes la alegría que me diste Nancy; tanto que me puse a llorar de la emoción. Estas bellísima, es increíble cuando uno se abandona a Dios y deja que EL obre, el milagro sucede. No tengo palabras...solo que me alegro tanto por vos, por tu bella hija y claro por tu esposo y todos los que te quieren (me incluyo) y que deben ser muchos; ya que en el hospital se peleaban por cuidarte jajaja.”

Luego me contó que siguieron internadas dos meses más después que me dieron de alta y que finalmente su mami falleció. Pero a pesar de todo el dolor y su pesada carga familiar (atender a 5 hijos y su esposo además de su mami), tiene una actitud muy positiva y agradecida. Su mensaje concluye así: 
“Lo que viví ahí en el hospital, lo que aprendí, las personas que conocí, solo DIOS lo pudo hacer y sábelo amiga Nancy que nunca me olvide de ustedes, nunca. Pero sabia en mi corazón que nos íbamos a volver a encontrar, como dice en la Biblia..Para el hombre es imposible pero para DIOS no”

Ella vive en una ciudad cercana, me pidió la dirección de casa porque quiere venir a vernos, mientras tanto haremos arreglos para que la visite una hermana en su casa. Tiene un corazón muy noble y una gran necesidad espiritual.

Se nota en la congregación el gozo que produce el servicio aumentado, de seguro ustedes también lo están viviendo.Escribí esto para todos nuestros queridos precursores:


Precursor Auxiliar


Escojiste feliz tu ministerio aumentar.
El tiempo y esfuerzo dedicado
tu fe y la de quien te escuche fortalecen.
Del cielo lloverán las bendiciones
haciendo crecer la verdad sembrada
y seguirás sustentado por el gozo
del amor que al ser dado
es multiplicado.

En tu dar generoso puedes percibir
la veracidad de las palabras del Dechado,
pues ayer, hoy y siempre:
“Hay más felicidad en dar que en recibir”
(Hechos 20:35)

Nancy
25 – 04 -11


Estoy imprimiendo pequeñas tarjetas con este poema para regalárselos a todos los hermanos de nuestra congregación que hicieron el precursorado auxiliar el mes de Abril...y a los que vendrán.

En la Reunión de Servicio de esta semana se hicieron anuncios gozosos mencionando a tres hermanos que fueron readmitidos.
Pensando en ellos escribí esto, lo imprimí y se los regalé luego; lo dejo aquí por si acaso pueda llegar a algún querido hermano que haya sido


Readmitido


En algún momento de tu cristiano andar,
ganó el equivoco corazón la pugna
sostenida con la amordazada conciencia.
Quedó magullada y confusa...
te fuiste por los senderos del mundo...
escuchar no querías mientras ella te clamaba, 
resbalaban tus manos soltando las del Padre.

La vidriera colorida del mundo
no muestra las agudas espinas
que atraviesan el alma
al intentar abrazar espejismos vanos,
al vender lo sagrado por  lo superfluo,
lo eterno por cosas que nada valen.

Con el corazón sobrecogido
y el espíritu aplastado
buscaste el favor del Padre,
Él te vio alejarte...
te vio caer... y también levantarte.
Su disciplina aceptaste.
Sentiste la ausencia de tus hermanos
mientras con humildad buscabas
tu lugar en los patios del Supremo.

Verte en las reuniones alegría nos daba
señal era de que regresar deseabas.
Jehová ha visto tu sincero dolor
y a enderezar con Él los asuntos te invitaba.

¡Qué gozo tan profundo fue escuchar tu nombre
junto a la palabra “Readmitido”!
¡Cuántos abrazos postergados,
cuánto cariño contenido!
Jehová ya tenía los brazos extendidos,
plenos de misericordias, esperando por ti.

No dejes que nada te prive de su aprobación,
no te acerques a los bordes del abismo.
Sagrado precio se pagó a tu favor
pues Jehová feliz quiere verte en el Paraíso.


Nancy
30 – 04 -11


Sí, sin duda ha sido un mes muy especial y nos sentimos impelidos a expresarnos como el rey David en el pasado:

“En tu mano hay poder y potencia, y en tu mano hay [facultad] para hacer grande y para dar fuerzas a todos. Y ahora, oh Dios nuestro, te damos las gracias y alabamos tu hermoso nombre.”

(1 Crónicas 29:12-13)