viernes, 6 de mayo de 2011

Visita al Hospital...pero con emoción



Al terminar la Reunión de Servicio de anoche, entonamos el cántico 91. Ése es uno de los cánticos que no los puedo cantar, sino llorar.
Empezamos los primeros versos bien...pero luego no podía cantarlo más que con el corazón; ese mar que llevamos dentro desbordó en lágrimas que no podía contener.

Es increíble cómo la música puede trasportarnos a momentos, gratos o no, que dejaron huella en la vida. Este cántico en particular y el 68 reviven automáticamente imágenes y oraciones inaudibles de cuando estaba internada, sola, sin que pudiera pasar la familia, de esas noches eternas en que el sol parecía demorarse más en correr el telón nocturno. Estábamos Jehová y yo. Siempre estaba Él, aún cuando sentía que la vida resbalaba, diluida en lágrimas al polvo. Siempre estaba Él. Siempre está Él. Como dice el cántico :

“De mí no se separa,
nunca solo me sentiré.”

 
O como menciona el Cántico 110 (Las maravillosas obras de Dios):

 
Si subo al cielo, allí te encuentras,
y en el Seol, allí también estás;
es para ti la noche como el día:
de tu presencia nunca me podré ocultar.

 
Y aún ya estando en casa, todo ese tiempo de andar en el valle de sombra profunda, sin fuerzas ya ni para gemir o llorar, sólo orar, hablar, conversar mentalmente con Jehová pidiendo fuerzas para aguantar, que no me dejara, que fortaleciera y cuidara a la familia...siempre lo sentí a mi lado...siempre respondió y dio paz en medio de las peores angustias.

Todo eso viene a la mente cada vez que cantamos el cántico 91, pues lo escuchaba vez tras vez en Aristarco (el Mp3) y sentía el consuelo de Jehová.

Pero anoche también vino a la mente lo que sucedió ayer en la mañana. Temprano fuimos al Hospital con Waldo. Desde que empecé a mejorar no había vuelto a control con la Neuróloga, que es quien atiende todo el problema neuromuscular.

Se sorprendió tanto al verme, dijo que le había dado la mayor alegría del día, que nada de lo que pudiera pasarle el resto de la jornada iba a superar la alegría que le había dado al verme tan recuperada, dijo que parezco otra persona.
Me revisó, hizo todas las pruebas neurológicas habituales (lo más molesto es seguir su dedo índice de un lado a otro con los ojos, la cabeza quieta...se me van los ojos para cualquier parte, quedan en blanco, los párpados tiemblan fuerte y lagrimeo, es muy incómodo  y  uno se asusta un poquito por lo que se siente en ese momento).

Claro, la enfermedad está, pero estoy más estable. La verdad nos emocionamos mucho por la manera tan amorosa como nos trató. Tomó mis manos entre las suyas y dijo:

-  “Dios te está dando una nueva oportunidad y es por algo. Quiere que disfrutes de la vida ...y para testimonio. Vos, toda vos, sos un testimonio con pies.
Nunca te quejaste, ni renegase diciendo “por qué esto a mi” ni en los peores momentos, siempre estuviste con una sonrisa y aceptaste todo con amor”

 Le agradecí y le dije que sabía que estaba viviendo horas extras y ella respondió:

- Más que horas extras, Dios te está dando una nueva oportunidad de vivir y es para algo.

Al despedirnos me abrazó fuerte y no dejaba de decir cosas muy animadoras.

No esperábamos jamás que dijera todo lo que dijo, dijo muchas cosas más y tardé en asimilar todo. Es común recibir todo  ese estímulo de parte de los hermanos, pero no de un médico, y más ella que es una autoridad en su tema y muy respetada.


 
Sí, fue otro mimo de parte de Jehová para seguir  con ánimo cada día a pesar del dolor y las fuerzas tan escasas.
Todos esos recuerdos vinieron todos juntos al cantar el cántico. Por eso lloraba. Tengo mucho que agradecer.


 
Y ¿cómo pagaré la bondad de Dios?
Le daré mi obediencia y mi corazón.
Vivir es un placer, es un privilegio,
regalo del Señor, milagro de Jehová.

*** sn cántico 130 El milagro de la vida ***


Aunque estés leyendo estas  palabras al otro lado del mundo...¿cantemos juntos?...(trataré de no llorar)


Cántico 91

Mi Amigo, mi Padre, mi Dios
(Hebreos 6:10)

1. La vida es dura y cruel,
valle de lágrimas y dolor;
mas yo he vivido feliz
sirviendo al Señor.

(Estribillo)

2. Mi juventud ya pasó,
los días malos llegaron ya;
pero la fe que hay en mí
no se marchitará.

(ESTRIBILLO)

Mi Dios no es injusto
para olvidarse de mi obra fiel.
De mí no se separa,
nunca solo me sentiré.
Jehová es mi esperanza,
mi fortaleza, mi salvación.
Siempre ha sido él mi Amigo,
mi Padre y Dios.



(Véase también Sal. 71:17, 18.)

9 comentarios:

  1. Nancy:
    Que lindas experiencias y los cánticos tan hermosos.....cante al leer la letra de tan hermoso cántico.Yo tambien me emociono mucho con la música y si viene la la organización de Jehová el doble.Realmente como dijo tu doctora eres un testimonio con pies y habría que añadir a esto que Jehova te sostiene con vida no solo para predicar las buenas nuevas, sino tambien animar a tantos hermanos que como nosotros disfrutamos de tu estímulo,vivencias y tu amor.
    Me acordare de ti hoy en la noche que me toca mi reunión y el número 91 sera especial para mi.Con amor cristiano BETTY

    ResponderEliminar
  2. Nancyta querida también me emociona mucho ese cántico, y anoche no fue la excepción, ahora lo canté junto contigo y no pude evitar de nuevo las lagrimitas, es que llega tan profundamente al corazón… Por otra parte, qué cierto lo que dijo tu doctora, eres un testimonio, y verte y sentirte más recuperadita, nos llena de tanta alegría!! Te quiero muchísimo mi dulce Nancyta, te envío un abracito fuerte, pero suavecito para no hacerte doler tu frágil cuerpito, y que Jehová te siga sosteniendo. Cariños a tu hermosa familia (incluyendo a Lulita).

    ResponderEliminar
  3. Gracias Nancy por compartir tan maravillosos sentimientos.

    Eres un estímulo y una fuente de agua fresca.

    Me paso por aquí para estimularte y animarte... y me voy más llena que al entrar.

    Que Jehová siga bendiciéndoos.

    Amor Agape desde España.

    ResponderEliminar
  4. Nuestra querida hermana Nancyta: Que maravilla, poder leerla, si, me ruedan las lágrimas, pero de ver que Jehová la mantiene, que sigue a nuestro lado para fortalecernos, gracias por estar allí, animándonos a todos sus hermanos imperfectos a seguir luchando y sirviéndole a Jehová con todo nuestro corazón. Que Jehová la siga dando esa fuerza, abraos a todos, a la distancia,

    Con amor fraternal,

    Yoli y Fernando

    ResponderEliminar
  5. Hola Nancy desde España dado el estado en que te encontrabas pocas veces escribi algo pues ya hay tantos hermanos/as que lo hacen que no deseaba cansarte pero hoy despues de escuchar el cantico 91 y llorar contigo, me alegro tanto tanto de tu mejoria que no podia pasar por alto decirte lo contenta que estoy por ti y aunque todabia necesites de las oraciones para ayudarte, aqui desde España te mando muchos besos y abrazos.
    Otra cosa aunque mis canticos preferidos son el 4 y el 7 ya añadi el 91 porque tu lo vales y porque Jehová es lo mas maravilloso que nos a pasado en la vida al dejarnos a conocerle aunque no llegemos a motita de polvo. Cuidate lo estas consiguiendo animo que ya estan
    aqui las bendiciones de Jehová y lo veremos y algo asi por años que pasen nunca lo podremos olvidar. Besos, Besos y muchos besos desde España.

    ResponderEliminar
  6. HOLA MI ESTIMADA NANCY , ACABO DE LEER DE TU VISITA AL HOSPITAL . mE EMOCIONÉ , Y PENSE EN ¡CUAN BUENO ES NUESTRO PADRE AMOROSO ! Y COMO NOS CUIDA ¡MENCIONAS LO DEL CANTICO ! ¿SABES ? EN OCASIONES ME OCURRE IGUALMENTE , MI BOCA NO MUSITA SONIDO , MI MENTE CANTA A LA PAR DE LA MUSICA , POR QUE SI NO LLORARÍA .
    ¡QUE HERMOSO EL CANTICO 91! DISFRUTO DE SEGUIRTE . ERES UN EJEMPLO VIVO DE FÉ . TE IMAGINO DE LOS UNGIDOS . ¡ES ASI ! TE QUIERO HERMANITA RECIBE TODO MI AMOR CRISTIANO ...LOLI DESDE BARCELONA .

    ResponderEliminar
  7. Bueno mi querida hermana Nancy, sólo escuché mi mente seguir las líneas del cántico, me pasa lo mismo, solo escapan lágrimas de mis ojos y un gemido de tonos distorcionado y temblorosos atisba la melodía. A tí no te escuché tampoco. Pero estás mejor de salud, como dijo tu doctora, ¡por algo será! Cariños y mucho amor cristiano desde Chile. Erica.

    ResponderEliminar
  8. Hola hermana Nancy, tiene razón, bueno me ha conmovido mucho esta historia y es cierto, Jehová a través de su esclavo nos ha dado esto maravillosos cánticos, como los que ud cita, que a uno le cuesta contener las lágrimas. En lo particular me gustan mucho el 130, el 60 y la canción del abatido. Ayer mi hijo los estaba cantando por la noche y al llegar a ese último no lo pudo continuar cantando por la emoción. El es un jovencito, pero a todos nos da la misma sensación verdad? Ahh también me gusta el de las canas...la verdad que todos. Que bueno que hayan sido estimulados. Amor cristiano

    ResponderEliminar
  9. Hola preciosa!! que sepas que siguiendo tu deseo he cantado el cántico 91 (me emociona tanto como a ti) con todo el corazón y a sido a duo contigo. Sí, mientras entonaba el cántico, el recuerdo de tu linda voz acudía a mi mente, así que la hemos cantado juntas.

    T´estimo molt.
    Dolça gavina

    ResponderEliminar

Nombre - Localización