Este fin de semana que acaba de pasar tuvimos nuestra Asamblea de Circuito. El invierno sacó sus garras y estrenó sus primeras nevadas y heladas justo al tiempo de celebrarla. Veníamos de tener dos radiantes días de sol y nos levantamos el sábado con un día lluvioso y muy frío.
El centro deportivo que sirve para la ocasión está lejos de la ciudad, al pie de los cerros, de por sí es un lugar muy fresco , adaptado para soportar el calor intenso del verano, techado y cerrado, pero con mucha ventilación todo alrededor de las tribunas, así es que recurrimos a todo tipo de abrigos y mantas para envolvernos para aguantar el frío.
Pero la exquisitez del banquete preparado por Jehová mediante su esclavo fiel fue tan grande que, como siempre, hace que cualquier esfuerzo se vea compensado con creces por las bendiciones recibidas.
El amor y cariño de tantos hermanos amados nos abrigó el alma y pintó de color y alegría el gris del paisaje.
Waldo temía por mi salud, pero estaba muy abrigada y el a cada rato me envolvía en la matita que llevamos y se fijaba que no nos faltara nada. Es un compañero amoroso y leal que hace que las espinas duelan menos.
El amor y cariño de tantos hermanos amados nos abrigó el alma y pintó de color y alegría el gris del paisaje.
Waldo temía por mi salud, pero estaba muy abrigada y el a cada rato me envolvía en la matita que llevamos y se fijaba que no nos faltara nada. Es un compañero amoroso y leal que hace que las espinas duelan menos.
Después de varios años he podido de nuevo caminar un poco en los intervalos, saludando a los hermanos, muchos de ellos fueron a verme al hospital, varias hermanas se turnaron para cuidarme y ahora no podían creer que estuviera tan recuperada. El comentario en común que hicieron fue: “¡Es un milagro!”, mientras nos abrazábamos fuerte.
Un hermano dijo: “Hola hermanita Milagro de Jehová”. Otros dijeron: “¡Jehová ha hecho algo muy grande por vos!”
Un hermano dijo: “Hola hermanita Milagro de Jehová”. Otros dijeron: “¡Jehová ha hecho algo muy grande por vos!”
Y es realmente así, sólo Jehová tiene el poder de levantarnos del polvo y estoy muy agradecida por ello, por eso no quería perderme nada de la asamblea a pesar del frío intenso. Tengo mucho que agradecer.
Un orador dijo que el estar presentes en la asamblea a pesar de tanto frío era una muestra de fe.
Yo pensaba en los hermanos de Rusia que tuvieron que tener su asamblea en un bosque, cada uno llevando su silla en caminos lodosos, con sus rostros sonrientes, acurrucados debajo de sus paraguas, con tanto frío a campo abierto pero con los corazones encendidos de amor y el gozo de Jehová.
Así es que si ellos estuvieron presentes…¡cómo no estarlo nosotros!
Les dejo algunas fotos de nuestra asamblea. Yo estoy perdida debajo de los abrigos y una manta. Terminé el pullover y alcanzó un poco de hilo para hacerme un gorrito. No se notan mucho los detalles, pero todo tiene pequeñas flores en relieve.
Hoy despertamos con una sensación térmica de – 3.4 C° (bajo cero) pero al menos ya brilla el sol. No puedo abrir los ojos de la congestión que tengo, pero creo que es alergia y no gripe. El frío también aumentó la hipertensión.
Pero nada priva el gozo de haber podido disfrutar de la asamblea, con tanta enseñanza y amor fraternal.
Pero nada priva el gozo de haber podido disfrutar de la asamblea, con tanta enseñanza y amor fraternal.
Pronostican que este será el invierno más crudo de la década. Y para el jueves y viernes de esta semana se prevén lluvias y nieve. Así es que seguiré al lado de la estufa, envuelta en mantas, entrelazando hilos que luego abriguen, o simplemente regalen una sonrisa al transformarse en pequeños juguetes tejidos que adornen este frío blanco.
Hice una foquita bebé y un collar a crochet, estoy probando y aprendiendo, ya saldrá mejor:
Detalles del pullover
Gorrito
Lulita se vino a hibernar conmigo, aunque es pesada la gordita para tenerla en las piernas, pero me encanta escucharla roncar plácida mientras busco cómo moverme sin despertarla; disfruto su compañía.
No puedo seguir escribiendo por ahora, tendré que ir a la camita hasta que esté mejor…pero ya me levantaré para seguir acompañándolos desde este rinconcito, enredando hilos, hilvanando palabras, entretejiendo sentimientos que les acerque el viento…