lunes, 25 de junio de 2012

Solcito de Invierno: Tarde en el Parque


 Parque Guillermina



Hacía muchos años que no caminábamos por la Avenida Aconquija, tan cercana a los cerros, que cruza la preciosa y ajardinada ciudad de Yerba Buena. Había que aprovechar el cálido sol de esa tarde de domingo. Pocas veces podemos salir en familia a pasear a algún lugar cercano.
En realidad, queríamos conocer el pequeño Parque Percy Hills: dos hectáreas de terreno protegido que conservan la vegetación autóctona de la zona, un muestrario de lo que era la selva de montaña (Las Yungas) que vestía estas tierras antes que el hombre la arrasara. Pero estaba cerrado, recién están acondicionándolo con senderos para el caminante que se asoma a esa ventana a la selva…en plena ciudad, rodeada de countrys y lujosas casas.

Así es que nos dirigimos a otro Parque, el Guillermina. Caminamos varias cuadras bajo el cálido sol que gentilmente este invierno viene regalando estos días…(¡espero que siga así!).
Parecía una niña que iba descubriendo el mundo que la rodea…todo me llamaba la atención: las hojas de tan diferentes formas y colores que abrigaban las veredas, el sol en la cara, un viento suave, las enredaderas cubiertas de flores forrando los techos de las casas…¡hasta una antena de TV!

Damita y Ezequiel iban delante nuestro, Waldo y yo caminábamos de la mano…¡caminábamos!...es inevitable que, cuando estamos disfrutando de momentos tan lindos juntos…se crucen por la mente recuerdos, como flashes de imágenes de otro tiempo…de cuando pasaba largas y solitarias horas en internación, sin siquiera poder ver a la familia más que dos horas repartidas en el día, al tiempo de las comidas. En ese, tiempo…anhelaba y soñaba con momentos como los descritos al principio…aunque pensaba que sólo en el paraíso podría vivirlos, y no ahora.
No son recuerdos que entristezcan, sino que hacen valorar y disfrutar más de cada pequeña cosa que vivo. Es un cuadro con contrastes, de sombras y luces, que hacen que brille más intensamente y se destaque el primer plano iluminado. Un cuadro que conmueve el corazón agradecido.
Sí, “bendito sea Jehová Dios…el único que hace obras maravillosas.” (Salmo 72:18, 19)
 
 
Cuando llegamos finalmente al Parque, estábamos tan cansados que nos sentamos en los primeros pastos al sol que encontramos, aunque esos estaban secos, quemados por las primeras heladas. Había extensas zonas verdes a pesar de la estación, pero hicimos campamento allí nomás. Para mi es muy doloroso estar sentada sin apoyar la espalda reclida en algo. Así es que Waldo se acomodaba de tal manera que yo pudiera apoyarme...como siempre, en todo momento, en la vida…él cuidando mis espaldas…es muy protector…y lo valoro y agradezco.


Tomamos unos matecitos antes que el sol comenzara a despedirse de la jornada y regresamos a casa, Waldo tenía que descansar un poco antes de ir al trabajo esa noche. Dejo algunas fotitos de esos lindos momentos...compartirlos con ustedes es como hacerlos parte de ellos:

Siguen siendo días de mucha actividad y preparativos. Ya organicé mis horarios: me levanto temprano y tejo hasta el mediodía, (ya hice 35 souvenirs y faltan otros 35). Todas las tardes, salvo los días reunión, tengo unas dos horas de actividad conduciendo estudios aquí en casa. El jueves pasado me asignaron un reemplazo en la Escuela del Ministerio Teocrático, y esta semana tenemos dos demostraciones en la Reunión de Servicio con Damita. Tengo mucho que agradecer, así es que todo lo que se presenta o pidan que haga relacionado con nuestra adoración, lo hago muy contenta.

Hoy fue el primer día de trabajo de Damita en una escuela como Profesora de Música, es una nueva etapa, para ella y nosotros y lo disfrutamos. A la vez, sigue dando clases de piano en casa a muchos alumnos particulares.
Mis padres siguen con las luchas de cada día que impone la vejez con sus muchos dolores y limitaciones, pero siguen fieles, preparándose minuciosamente para cada reunión, no faltan a menos que estén demasiado enfermos.
Voy a ir un ratito al patio a comer una dulce mandarina, abundan en esta época, mientras acompaño a Lulita en su toma de sol diario: estira toda su gatuna anatomía de pancita al cielo...es hermosa...
Me quedaré un ratito a su lado, bajo este



Solcito de Invierno

Tarde cálida y luminosa
bajo este límpido cielo de invierno.
Hojas que resisten el viento
y quedan solitarias aferradas a su rama.
Pájaros en bandadas celebrando
la vida al batir de sus alas.
Los hijos que encuentran su camino,
y nosotros vislumbrando el mañana.
Una tarde en el parque, rodeada de árboles,
esos que ansío al pensarlos en mi almohada.

Solcito de invierno que besas rostro y alma...
envuélveme suavecito, y por favor,
no dejes de regresar mañana...


Dáleth
25-06-12



sábado, 9 de junio de 2012

Tiempos de cambios


Hay lluvia de hojas por aquí. La larga vereda frente a casa queda abrigada cada día por una manta amarilla y naranja que cae de los árboles que la bordean.
Quedan pocos días de otoño, pero ya hemos tenido la visita de una intensa ola polar que se recostó a lo largo de todo el país, trayendo las primeras nevadas en muchos lugares, incluidos nuestros valles y montañas que bordean todo el oeste de la provincia.

Es tiempo de cambios, no sólo en el clima, sino a nivel familiar y personal. Andamos atareados en los preparativos para la boda de Damita y Ezequiel, oramos que Jehová bendiga todos los planes y arreglos, que con su ayuda, será en Septiembre. Sigo tejiendo los souvenirs. Estamos atravesando esta etapa de cambios, comunes y normales a todos los mortales, pero tan significativa y que modifica tanto la vida…al besarla cada noche antes de dormir, no puedo evitar pensar que queda un día menos…se deshojan también las páginas del calendario y vamos pasando a otra etapa en la vida…que será hermosa también, diferente, pero llena de cosas nuevas por hacer…

Gracias a Jehová, el mes que acaba de pasar, pude dedicar cerca de 40 horas  al ministerio, aquí, desde mi rincón. Estoy conduciendo 4 estudios que vienen a casa y es conmovedor ver cómo el aprecio por Jehová y las verdades eternas que nos enseña, van tocando sus corazones, moviéndolas a hacer cambios, a asistir a las reuniones y hasta a expresar el deseo de bautizarse…es un gran privilegio y consuelo el poder participar en este testimonio cabal de los últimos días.

La salud sigue más o menos estable, dentro de lo que se puede. Ya me hicieron el Holter cardíaco, nos entregarán los resultados el lunes. De acuerdo a lo que salga, el cardiólogo tiene pensado hacer un cateterismo, veremos qué pasa.
Damita y yo somos extremadamente alérgicas a muchas cosas, una de las peores, es al frío, el más mínimo cambio de temperatura nos afecta mucho, no paramos de estornudar, los ojos enrojecidos que casi no podemos ni abrir, malestar general y decaimiento, rinitis, sinusitis, faringitis …¡y varias “itis” más! …es la lucha con cada invierno y parece que este nos agarró más fuerte aún. Ya tenemos nueva medicación homeopática para ello, espero que mejoremos, no quiero recurrir a los corticoides, (con la Homeopatía salí del Asma que me aquejó toda la vida).
Como estoy con la estufa encendida mucho tiempo, tengo que ponerme un protector solar aunque estoy encerradita, tengo las mejillas enrojecidas por la radiación lumínica, (la fotosensibilidad es parte del pack de la Dermatomiositis)

Lulita también es muy friolenta, ahora escogió dormir en su cunita de mimbre, con un cómodo colchoncito y mantita abrigada. Como no le gusta estar sola, la pusimos frente a mi cama, debajo de un mueble, pero no le gusta que le dé la luz en la carita para dormir, y como estamos todo el día aquí, siempre hay luz…así es que le pusimos una tela gruesa, a modo de cortina….¡y ronca feliz allí!.

En estos días la Corte Suprema de Justicia de la Nación dictó un fallo histórico, no sólo en el país, sino en América, privilegiando los derechos del paciente y su autodeterminación al tiempo de elegir y decidor qué tratamientos desea recibir o rechazar.
Nuestros amados hermanos de Asuntos Legales de Betel y del Comité de Enlace con los Hospitales han trabajado ardua y abnegadamente y estamos muy agradecidos por su amor leal, tanto a Jehová como a nosotros, sus hermanos.

Jesús mismo dijo: “Los entregarán a los tribunales” (Mateo 10:17). Jehová sabe por qué permite que en ocasiones se llegue a instancias judiciales, dejando que el corazón de los hombres se ponga obstinado como en su día le permitió a Faraón: "A fin de mostrarte mi poder y para que mi nombre sea declarado en toda la tierra" (Éxo.9:16).
Jehová sabe todas las cosas y a su debido tiempo hace que todo resulte no sólo en bien, sino de la mejor manera para sus siervos y su gran Nombre.

Estuve intentando escribir algunos versos pero mi única neurona está demasiado cansada y embotada como para hilvanar algo coherente y que anime. Pero siempre hay tesoros para compartir sacados del gran baúl de los recuerdos de Lira. Hoy, que este mundo tiene los conceptos tan desvirtuados y alejados de los de Dios, me pareció apropiado compartir este bello y profundo poema:


¿Quiénes Son Los Héroes?

El mundo llama héroes
a los que han derramado mucha sangre,
a los que han conquistado muchas tierra;
a los que han sojuzgado al indefenso
porque hay otro diseño en su bandera.
A los conquistadores del espacio
a los que imprimen huellas en la luna,
a los que baten récords en las pistas,
a los que matan toros y leones;
a los que inventan armas asombrosas
que reducen a ruinas las naciones.
Su imagen, perpetuada en bronce o mármol,
está en las plazas desafiando al tiempo.
Veneran sus cenizas, los ensalzan
nombrando con su nombre alguna calle,
tratando de salvarlos del olvido.
¡Son los preclaros hijos cuyas patrias
tanto gozan de haberlos producido!

Para Dios, quien da el fallo que perdura,
aunque el hombre los tenga en su memoria,
son ánforas quebradas que contienen
sólo el eco sombrío de la historia.
En las cenizas de los siglos idos
hay un abecedario que el hombre no descifra.
Dios lee en él el nombre de sus santos.
Su voluntad suprema y selectiva
los deletrea en trazos imborrables
y los fija en el libro de la vida.

Luchadores intrépidos,
que sintieron su carne acribillada
y no desmayaron.
Atletas del espíritu,
que forcejearon con el pecado hasta la muerte
y no cayeron.
Mártires abnegados,
que sangraron bajo el látigo de los inicuos
y no blasfemaron.
Criaturas de polvo
que sostuvieron la mirada desafiante de Satanás
y no pestañearon.
Gusanitos concientes,
que vieron venir contra ellos
la aterradora maquinaria del mundo
y no retrocedieron.
Adoradores indoblegables,
que oyeron el nombre de su Dios escarnecido
y no lo negaron.
Esclavos voluntarios,
que fueron disminuidos inconcebiblemente en su dignidad
y no claudicaron.
Atropellados en sus propios lugares de adoración,
no cedieron al desánimo.
Abofeteados por la burla canallesca,
no aprendieron a maldecir.
Con las garras de la adversidad en la garganta
no silenciaron su mensaje.
Con la hoz de la muerte sobre ellos,
no pensaron siquiera en transigir.
El mundo los clasificó con los estúpidos,
los archivó en el fichero de las utopías,
los ignoró en los folios de la historia.
Pero Jehová inscribió sus nombres en el cielo;
¡nadie puede privarlos de su gloria!


Álef Guímel
Reflexiones de un Guijarro