Esta lluvia que no cesa me obliga a quedarme
más quieta en mi rincón y se arremolinan los recuerdos y añoranzas por los
amigos que no están, por los abrazos postergados hasta la resurrección.
Y evoca que escriba otra Carta por Entregar,
esta vez para mi:
Querida Norita:
La lluvia detrás de
mi ventana es música de fondo mientras te escribo. Esta es una carta pendiente
desde hace mucho ya, pero no lo graba que el sentimiento aturdido por tu
ausencia lograra acomodar las ideas e
hilvanar las palabras.
Hace más de un año que te dormiste, tu
cuerpito agotado por un mieloma múltiple (*), terminó sucumbiendo en esa lucha
desigual: la muerte se impuso sobre tu voluntad de acero, pero no sobre tu fe y
esperanza…
¡Hay
tantas cosas que quisiera contarte…tendremos mucho para ponernos al día cuando
despiertes! Estamos viviendo otra etapa de cambios, finalmente pudimos mudarnos
a nuestra casita, arriba construimos para Damita, Jael y Ezequiel, y abajo quedamos
con Waldo y Lulita, nuestra gatita de ya casi 14 años. Aún nos falta mucho por
hacer, pero ya estamos aquí. ¡Cuánto quisiéramos que nos visitaras, tú que
fuiste más que hermana espiritual, una Mamá del corazón que tanto nos cuidó y
arropó cuando fuimos a Buenos Aires por
ayuda médica y aún en la distancia…¡cuánto extrañamos tu voz en el
teléfono y tus recomendaciones para cualquier dolor, tus consejos, tu
sabiduría, tu cariño…!
Waldo
encontró una carta que le escribiste, lloró al releerla y la guardó como lo que
es: un tesoro amado…
Estos días el otoño
se vistió de gris y lluvia, y hoy está demasiado fresco para mi gusto. Por la
mudanza, aún no encuentro cosas básicas que necesito para cada día, ni ropa de
abrigo, pero dejé a mano la Ruana (**) tejida que te compraste en Jujuy, me la
llevaste de regalo un día al Hospital una de las veces que estuve internada
allá. Yo estaba tan hinchada para entonces por las dosis altas de corticoides,
que toda mi ropa no me quedaba…y me llevaste tu ruana de regalo para abrigarme
el alma…¡cuánto apreciamos ese gesto!
La nostalgia me tiene
a mal traer todo este tiempo. Imágenes, recuerdos, afectos, amigos que no están…se
agolpan todos en mi mente y el corazón se estruja…
Sé que no sabrás nada de esta carta, ni mis sentimientos,
hasta que despiertes en el Paraíso ansiado e inminente. Esta es otra carta por
entregar entonces… sólo quería que supieras que no dejamos de amarte aunque duermas
por ahora, que no dejamos de recordarte, que nos haces falta, que cambiaron
nuestras circunstancias, nuestra casa y mi rincón no es el mismo ahora…pero el
amor y gratitud no cambian…
Cuando despiertes
sabrás que hoy sentía frío, pero me envolví con tu ruana, y es como si tú misma
me abrazaras, sí…hoy como siempre, me abrigas el alma…
Con el amor de siempre, para Norita Eleszkiewicz,
de San Miguel, Buenos Aires…prisionera del Seol…por ahora…
Nancy
(*) El
mieloma múltiple es un tipo de cáncer de la médula ósea.
(**) La Ruana es una especie de poncho en
Sudamérica.