martes, 26 de septiembre de 2017

Cambios, Alegrías y Tempestad...




Al fin puedo escaparme un momento a mi rincón, extraño estos momentos a solas con las emociones, tratando de acomodarlas en la vorágine que ha sido todo este tiempo. 
Una larga y extensa sucesión de cambios en nuestras circunstancias y vida, nos ha mantenido sin tiempo, y la mayor de las veces, sin energías, para buscar un remanso a orillas de las letras que escribo…

Tratando de sintetizar: mi madre sufrió una fuerte lesión en el nervio ciático que le impide caminar ya por unos meses, desde el 29 de mayo. Sufre desde entonces dolores insoportables. Poco a poco han ido cediendo en la localización, ahora está centrado en su pie. Pero sigue llorando por la intensidad del dolor.

El 8 de Junio la trajimos a nuestra casa al salir de un consultorio médico, ya no podían estar los dos solos y ella necesita atención permanente. 
En ese momento, ni ella ni nosotros podríamos saber que ya no regresaría a su casa. Vino con lo puesto y un bolso que había preparado por si la internaban.  El médico optó por una internación domiciliaria y por eso la trajimos.
No tuvo la oportunidad de despedirse de su casa…y el 15 de Julio ya se hizo la mudanza definitiva de los dos a nuestro hogar.

Así es que nuevamente estamos todos juntos. Gracias a Jehová que podemos tener nuestra casita y cuidar de ellos y a la vez, tener a Damita y su familia de “vecinos” en su casa arriba de la nuestra.

Los primeros tiempos eran muy demandantes y hermanos de dos congregaciones se turnaron para ayudarnos a cuidarla. El amor leal de los hermanos se tradujo en cuidados, ayuda práctica y de toda forma posible, teniendo en cuenta que yo tampoco puedo valerme mucho por mi misma.
El resto de la familia también hizo ajustes y arreglos para poder venir a cooperar en lo que está a su alcance, y lo agradecemos.

Poco a poco se van acomodando las cargas en el camino, adaptándonos a los nuevos cambios, tratando de mantener el eje de nuestra vida en torno a la adoración a Jehová. No ha sido fácil para ninguno. Para ellos el desarraigo, que ya no se podía posponer más…para nosotros remar con nuestras propias limitaciones mientras cuidamos de ellos lo mejor que podemos.

Estoy agradecida de poder compensar aunque sea un poquito por todo el cuidado amoroso y abnegado de mis padres, y agradecida por el apoyo de Waldo para poder hacerlo.

En el interín, también hemos tenido algunas ocasiones de mucho gozo, como ser que Damita y Ezequiel retomaran el Precursorado Regular y el reciente nombramiento de Ezequiel como Anciano en su congregación. Son bendiciones muy grandes que refrescan el cansancio del camino…
Oramos Jehová bendiga sus metas y esfuerzos y sean una bendición en su congregación y marquen el camino para Jaelita, su pequeña hijita, ya de tres añitos.





Estos días el mundo contempla consternado grandes catástrofes que han sacudido al planeta, entre terremotos y huracanes, cuanto llanto y dolor lo han agobiado. Sí, estaba predicho como parte de la señal del tiempo en que vivimos: Terremotos en un lugar tras otros y vientos de guerra amenazando la vida toda…(Mateo 24:7,8)

Gracias a Jehová que sabemos el final de la historia y a pesar de estos tiempos difíciles, podemos levantar la cabeza erguidos al contemplar la realización inminente de nuestra esperanza segura…

Mientras ese día anhelado llega, aún tenemos que sobrellevar nuestros propios huracanes:


Tempestad


Mi organismo y mi corazón han fallado. 
Dios es la roca de mi corazón y la parte 
que me corresponde hasta tiempo indefinido. 
(Salmo 73:26)


Cuando todo cambia abruptamente
y lo que estaba en su sitio de pronto ya no está…
Cuando cuesta reunir fuerzas para organizar el día
porque ni siquiera sabes por dónde empezar…
Cuando el dolor de los que amas 
supera a todo intento por su garras cortar…
Cuando no logras reencontrarte
y te falta espacio para siquiera respirar…
Cuando todos tus esfuerzos parecen nulos
y se hace difícil las emociones acomodar…

Sólo hay algo fijo e inmovible
que no lo sacude ningún huracán…
Roca segura, Refugio y Faro
donde amparo y consuelo le das 
a mi corazón y organismo malogrado
y por eso con gratitud, por siempre te cantarán…


Nancy

25-09-17


Algunos instantes familiares:

Mis padres preparándose para la reunión...y familiarizándose con la tecnología a sus 85 años...



 Al fin luego de unos meses mamá pudo salir al patio y ver las plantas que ya se visten de primavera. Ella estaba triste por lo que no puede andar...le hizo bien ese breve "paseo"...