jueves, 9 de noviembre de 2017

Nuestro 30° Aniversario de Bodas



Todo este tiempo pareciera que lo estoy viviendo dentro de una vorágine de situaciones límites que no dan tregua ni tiempo a retomar el aliento…y sigue…y sigue…

Trato de estabilizar mi nave pero aún en el intento, se me pasan tantas cosas sin poder atender, detalles importantes que en otro momento y circunstancias, no hubiera descuidado. Por ejemplo, han ocurrido terribles catástrofes naturales y no he podido escribir a los amigos y hermanos de esos lugares, tan queridos, como ser México, Puerto Rico y el Caribe, EE.UU…entre otros…
Antes escribía inmediatamente apenas ocurría algo, preguntando cómo estaban…ahora sólo puedo orar y orar…sigo teniéndolos en el corazón y mente, aunque no he podido escribirles en particular y no dejo de sentirme en deuda con cada uno…

Y aún otros hermanos y amigos que están más cerca, librando duras batallas contra problemas graves de salud, emocionales y todo tipo de pérdidas…y tampoco puedo estar tan presente como quisiera…a todos soy deudor…

Mi única Neurona sobreviviente titila cada vez más débil…¡cuesta tanto hasta pensar! 
Han estado, (y siguen), haciéndome muchos estudios médicos, y en todos sale algo que no está bien: en riñones, corazón, Tiroides, pulmones, piernas…siguen sumándose complicaciones hasta en la parte cognitiva…bueno, al menos eso explica el por qué me siento tan mal físicamente, aunque por fuera no se note… La suma de todo hace estragos físicos, emocionales y mentales…

Gracias a Jehová, y sólo por su ayuda, la parte más importante sigue anclada firme y sostenida en Él: la parte espiritual…que es lo que da fuerzas y estabiliza el alma en medio de la fuerte marejada que nos embate…

Así, sumidos en este torbellino de situaciones difíciles y deterioro en la salud, así nos sorprendió nuestro 30° Aniversario de Bodas. Era una ocasión muy importante para que pasara sin siquiera reunirnos en familia. Nos hubiera encantado tener fuerzas para juntarnos con la mayor cantidad de amigos posible y por lo menos con toda la congregación…pero no se pudo…el día antes al menos nos decidimos a estar un rato con la familia y algunos de esos amigos que siempre están y que han sido un socorro fortalecedor en varias de nuestras batallas.

Alcancé a escribir un poema, Waldo no sabía, y lo leí esa noche, es éste:


Nuestro 30° Aniversario de Bodas


30 años juntos…
ha sido un caminar
por todos los paisajes de la vida
tramos de dicha serena,
cual mares azules…
tramos de serpenteantes montañas
con selvas frondosas de un lado
y abismos por el otro:
El deleite por la vida misma
y la salud que se desmorona
por el lado opuesto…

Una  hija y una nieta,
las Princesas de nuestra vida,
y un Príncipe que las cuida.
Ellas coronan nuestro andar diario,
son nuestras ramas y nidos,
dueñas de nuestras alegrías, desvelos
y de los mejores anhelos…

Gratitud inmensa por nuestras raíces,
cuatro pilares que nos ayudaron
a ser lo que hoy somos,
que nos mostraron el camino
y apoyaron nuestro vuelo:
Nuestros Padres…

Hermanos y Amigos,
los que están siempre aquí:
socorro fortalecedor que sostienen
nuestra fragilidad
y nuestro gozo comparten…

Hermanos y Amigos…
los que están dispersos
en el mundo entero,
que traspasan distancias y tiempos,
y los llevamos dentro…

Nada…
nada de nuestra cosecha de afectos,
nada de la felicidad de estar juntos…
nada de todo lo que realmente importa…
Nada sería posible ni tendría sentido
sin Jehová, nuestro Amado Padre,
a quien toda familia en el cielo
y en la tierra debe su nombre.

Más allá de lo que pase en este
sinuoso tramo final hasta el Paraíso…
caminar de Su mano 
nos ampara y consuela,
nos hace poderosos en la persona
que en el interior somos
y garantía nos da de que en breve
el poder recobraremos…

Gracias mi amor por quedarte conmigo…


Nancy

31-10-17

(Efesios 3:14, 15,16; Isaías 40:31) 



Como verán por lo que menciono en una de las estrofas, pensé en ustedes también, y en cierta forma, nos acompañaron en nuestra modesta reunión:

Hermanos y Amigos…
los que están dispersos
en el mundo entero,
que traspasan distancias y tiempos,
y los llevamos dentro…


Les dejo unas fotitos de esos momentos. Jaelita estaba difícil de fotografiar, correteando por toda la casa…