viernes, 19 de enero de 2018

Nuestra visita a Oruro


                               Cruzando el Altiplano Boliviano en tren



Alguna vez escribí, (o me describí, mejor dicho), como un alma inquieta, ávida de lugares lejanos, entre otras cosas…haciendo referencia lo mucho que me gustaría conocer las bellezas de esta maravillosa gema azul dónde Jehová nos puso por Hogar…tanta belleza por descubrir: paisajes, su gente, sus colores…

Pero las circunstancias impuestas por la salud me mantienen recluida en casa la mayor parte del tiempo, desde ya hace 25 años. Durante mucho tiempo los médicos no me permitían ni siquiera salir de la provincia por temor a que no pudiera recibir la atención necesaria en caso de descompensación, por ser estas enfermedades y sus complicaciones tan raras y difíciles de controlar.

Así es que mis viajes son generalmente virtuales…puedo viajar a cualquier parte del planeta desde mi silla de ruedas (ahora camino distancias cortas), detrás de un amplio escritorio que es mi centro de operaciones. Sólo tengo que escoger el lugar, buscar toda la información que desee en ese momento (geografía, cultura, población, etc, etc), buscar imágenes y videos…y el resto dejarlo a  este bendito regalo que se llama Imaginación…con ella puedo sentir el mar besando mis pies, la brisa y el sol en la piel, o la cálida lumbre de una hoguera en una cabaña en la alta montaña, rodeada de pinos y nieve…y disfrutarlo en verdad…

Sí, claro, no se puede comparar a un viaje real…pero es lo que estos gruesos barrotes que oprimen este cuerpo me permiten…por ahora…

Así es que…podrán imaginar cuánto disfruto cuando por bondad inmerecida estoy un poco estable físicamente como para poder salir y hacer un breve viaje…pero real…no sólo virtual…

Eso es lo que hemos podido vivir con Waldo durante unos días. Al fín, luego de 30 años de matrimonio, pude conocer su ciudad natal, en pleno Altiplano Boliviano: Oruro, a 3735 metros sobre el nivel del mar. Sí, justamente por eso no podía ir, es un viaje muy largo por tierra, (empeoro en avión, aunque me encanta), y a mucha altura para este corazón muy cansado. 
Durante los pocos días que duró nuestro viaje, mis pies estaban terriblemente hinchados, como pasa siempre que estoy mucho tiempo levantada, (debo hacer reposo  y tenerlos en alto. ¡Ya parezco murciélago!).
                                          Mis pies durante todo el viaje...pero valió la pena

Pero todo el dolor y el cansancio no impidieron que pudiera disfrutar al máximo esos pocos días de nuestra pequeña andanza. A estas alturas, mi vida ya es toda una aventura…no por lo interesante, sino por lo impredecible. 
A pesar de todo, estoy agradecida que sólo tuve un episodio de desvanecimiento y golpes en el corazón, quizás por mi arritmia. Luego todos los malestares fueron tolerables. Y pude seguir. Y disfrutar de:


Oruro:

Fue una visita muy breve, íbamos de camino a Cochabamba, sólo estuvumos en día y medio en Oruro y aún así, fue tan enriquecedor... Son tantas las imágenes, sensaciones y sentimientos generados por este lugar tan especial…que se hace difícil tratar de condensarlos y describirlos…se suma todo…su particular belleza, su historia, los recuerdos de mi compañero de vida, los afectos encontrados, mi pequeña hazaña: ¡bajar a una mina!...¡ésa sí fue una gran aventura para quien  camina con un bastón trípode! Pero me di el gusto.



Oruro *

Siempre quise conocerte.
De ti vino quien camina conmigo 
de la mano ya por treinta años.
Siempre te vi a través de sus ojos:
los recuerdos de tu paisaje singular
donde vivió sus primeros años…
esos años que modelan lo que somos,
que impregnan nuestra esencia 
donde sea que los vivamos…

Hasta te escribí un poema (**)
describiendo una de tus calles
que vi trazada en un boceto de su nostalgia…
¡Al fin pude conocerla 
y verla con mis propios ojos!
Aunque ya estas alturas, he de confesarte, 
que no sé si al mirarte te veo sólo yo…
o también te estoy viendo a través de sus ojos…
Es que me habló tanto de ti…
eras una materia pendiente en mi vida:
Conocerte…
Y me enamoré también de ti…

Fuimos por las calles que de pequeño recorrió,
quedan pocos pinos en los cerros que caminó,
la ciudad extendió sus casas por todo rincón
y empinadas escaleras unen las terrazas 
entre calle y calle por toda la ladera.

Fuimos a su colegio que le enseñó 
a pensar en dos idiomas 
desde hizo sus primeras letras
en cuadernos que aún guarda su mamá.

Su padre, ingeniero en minas,
se hizo experto en abrir las entrañas de la tierra
a fuerza de voladuras bien calculadas
que dejaron expuestos los tesoros
de las rocas profundas 
que guardan las montañas.

Yo también quería conocer esos
túneles oscuros tallados en la piedra
que tanta riqueza guardan 
en forma de minerales fascinantes 
y en historias de siglos de formación 
y diseño que el Creador 
majestuosamente cinceló.
¡Y al fin pude ver y tocar esas rocas 
que destellan brillos en su callado lecho!

¡Todo lo ha hecho bello!
Desde el inmenso mar y la galaxia 
más lejana que jamás veremos,
hasta la entraña profunda de la tierra…
todo es tan fascinante, Bendito Dios!

¡Ahh, Oruro!
Eres mucho más de lo que pueda yo contar.
Me traje tus colores, 
esos que los miles de flamencos de tu lago
tiñen todo de rosado en medio de tu aridez…
El color de tus aguayos, que son también 
el color de la calidez de tu gente,
que arropa el corazón con su cariño,
como el que nos envolvieron
Carlitos, Magaly y todos los suyos…
¡y  hasta sus mascotas!
Ellos también ya son mi familia
y un motivo de añoranza por volver…

Sí, quisiera escribir mi propia historia
en tu paisaje, construir mis recuerdos
también en tu geografía y afectos…
así también te pensaré 
no sólo a través de sus ojos…
sino también de los míos…
de los que se ven…
y de los que lleva guardado el corazón
cuál tesoros de tus minas…


Nancy
18 -1-18



* Ciudad de Bolivia situada a 3735 m sobre el mar, lo que la ubica entre las ciudades más altas del mundo

(**) Trazos de Nostalgia 

En Los Médanos

                                                        En su Colegio
 Saliendo de la mina:


 Ay las escaleras...a salir de la mina...

 Con Magaly, Carlitos, su esposo y los hermanos Judith y Rubén

  Con Osvaldo, ya en el ómnibus por partir

 Waldo y Osvaldo ya en la Terminal

En casa de Magaly, con su hijo Álvaro y Patricia, su esposa

El Faro de Conchupata


Construcción de un Teleférico en la cima de un cerro...
habrá que volver para probarlo...


Los Flamencos en los Lago Uru uru y Poopó, se estima que 20.000 flamencos de tres especies los habitan...¡una maravilla!






Este es el poema que escribí hace unos años, donde hablo de Oruro, que recién conocí:


TRAZOS DE NOSTALGIA

Me acerqué a su lado, él trazaba un
pequeño boceto de su pueblo natal.
Con los ojos llenos de ayer,
dibujó una calle y el cerro al final,
mientras diluía distancias y tiempo
con cada trazo de su lápiz.

Cada rincón de aquel paisaje,
abrazado de altiplano,
sigue intacto en su retina,
y aún siente el aroma de los pinos,
cuando se subía a uno de ellos,
mientras perezosamente despertaba el día,
dejando su traje de noche
colgado detrás del horizonte.

Las calles diariamente recorridas
hacia aquel colegio que tanto quería:
su Anglo Americano, que despertara en él
sus ansias por conocer lejanas tierras,
donde se habla otro idioma,
tan lejos de sus cerros…fue hasta allí…
pero siempre llevaba el paisaje de Oruro
cincelado en el corazón.

El tiempo, la vida, lo llevaron lejos
de las dunas, los pinos y cerros
de su paisaje amado,
pero guarda en el corazón
la belleza de aquel lugar,
con la calidez de su gente,
sus colores, su música, y hasta
la imagen tierna de algún tímido
quirquincho asomándose en las dunas,
con las pestañitas llenas de arena.
Pero sobre todo, el recuerdo feliz
de haber conocido allí al Artista Supremo
que trazó todo lo que él ama.

No importa dónde estemos,
aún si nuestros ojos no pudieran ya ver…
todos los detalles, vivencias y lugares amados,
siempre quedan en nosotros y son un refugio
al que acudimos cuando la adversidad arrecia,
y procuramos entonces asirnos
de la esperanza cierta de que pronto,
por siempre disfrutaremos de todo
lo que amamos, sin el sabor agridulcede
todo lo que ya fue.


A mi esposo, Waldo, con amor…



Nancy
15-10-05




4 comentarios:

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  2. Me alegro mucho querida amiga que conocieses Oruro. Saludos a tu bonita familia.

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. Nancy,amiga de mi corazón, que alegria verte volar con tu cuerpito por lugares fisicos reales que tanto soñaste...Verte cumplir tu sueño verte de pie,verte bien,aunq las nanas sean internas,ya no te dominan y sos vos quien lleva el mando...Me llena el corazon de gozo verte asi feliz...desearia darte un abrazo bien apretadito y largo pero por ahora será virtual, pero sentilo tan real como este cariño que sabes que te tengo...Jehová nos dará la oportunidad de volvernos a ver, estoy segura....abrazo y mi cariño para los papis y la flia....siempre estas en mi corazón, amiga!!!
    Silvia E.

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