
“SIEMPRE que alivies el dolor de otro ser humano, tu vida no será en vano”, escribió Helen Keller, quien fue una autora y oradora estadounidense sordociega. De por sí es una frase con un profundo significado y verdad, pero al venir de alguien en sus circunstancias, cobra más peso aún.
Sí, nunca estamos tan limitados que no podamos hacer algo por los demás, y con más razón en nuestro caso, pues siempre podemos orar por nuestros hermanos y así no sólo acompañarlos en sus tribulaciones y en el pensamiento, sino mejor aún, acercar sus nombres a Quien tiene el poder para darles la ayuda que nosotros no podemos.( *** w84 1/5 pág. 12 Oren los unos por los otros ***)
Me quedé pensando en la frase del comienzo, porque a veces uno se siente tan mal que tal vez piensa que no puede hacer nada más que aguantar quietito hasta que pase o mengue un poco la tempestad, como las flores del jardín que permanecen quietitas bajo la tormenta estival, que hasta granizo trae a veces.
Ayer le decía a mi esposo, con un hilo de voz: “Hoy es uno de esos días en los que sólo puedo aguantar”,esos días en que el dolor en todo el cuerpo y el agotamiento extremo desafían a todo adjetivo que intente describirlos y los tornan obsoletos. Pero también, donde las palabras dichas a Jehosafat en su momento, cobran un valor especial y se sienten como un mensaje personal:”Esténse quietos y vean la salvación de Jehová. “ (2 Crónicas 20:17).
Y sí…el sólo hecho de seguir aguantando es una muestra de Su ayuda, pues como decía La Atalaya hace poco, Él nos ayuda a concentrarnos en pensamientos positivos que nos fortalecen y así nos sustenta mientras estamos en un diván de enfermedad (Salmo 41: 3)
Pero aún en esos momentos se puede hacer algo más que aguantar: Orar… pero no sólo por uno para que se nos de fuerzas para aguantar, sino…orar por otros. Tal vez no veamos en el momento los resultados de esas oraciones o incluso tal vez nunca lo sepamos pues quizás estén muy lejos y ni los conocemos en persona (ni por mail), hermanos que conocemos por las experiencias de integridad que nos acerca el Esclavo Fiel. Pero Jehová escucha, es el Oidor de la Oración, y eso nos da la certeza de que Él los ayudará de la manera y en el tiempo que Él vea sea lo mejor para ellos. Y así, anónimamente y en la distancia, podamos contribuir de algún modo a ´aliviar el dolor de otro ser humano´…y ´tu vida no será en vano´ .
Y en este punto imposible no recordar este poema que expresa lo que siento por uds de un modo que jamás podría escribirlo:
ASÍ SEA...
Hay nombres que siempre viajan
en las ondas del sonido.
Porque son nombres queridos,
mi corazón los impulsa
hacia el trono de Jehová.
Lo mismo en las horas grises
que en los días luminosos,
nombrarlos es siempre un gozo,
y alzarlos en el espacio
con ternura y ansiedad,
sabiendo que los escucha,
los recoge y los bendice,
el Gran Dios de la Verdad.
Tú siempre entiendes, Dios nuestro,
aún más de lo que decimos.
Tú mides lo que sentimos
y no se puede expresar.
Como flores de homenaje
yo dejo ante tu sitial
todos mis nombres queridos.
Que no los borre el olvido,
que no los arrastre el mal;
que entren en tu libro santo
con valor documental,
y se pronuncien con honra
en el mundo venidero,
tan claros como el cristal,
tan firmes como el acero.
Álef Guímel
(Del libro “Ramas y Nidos”)
Precioso, ¿verdad?...se los regalo con mucho cariño, sé que a Lira le gustará que lo hiciera, pronto se lo contaremos, ¿sí?…
Buscando algo de información sobre Helen Keller, encontré esto: “La señorita Keller entonces emprendió, con gran vigor, la obra de ayudar a los ciegos y a los sordos-ciegos. Pronunció conferencias, se presentó ante legislaturas, visitó hospitales y escribió varios libros, infundiendo valor en miles de personas. Su deseo de ayudar a los incapacitados le dio un propósito en la vida y la hizo sentir que valía la pena vivir. Vivió hasta casi cumplir ochenta y ocho años. Ciertamente la señorita Keller no pensó que hubiera estado en mejor situación si hubiese muerto de joven.” *** g76 22/1 pág. 4 ¿Qué se puede decir? ***(negritas propias)
Sí, sin duda, una gran lección de vida y superación.
Pero ¿vieron la relación que establece la cita entre ´deseo de ayudar´, ´propósito en la vida´ y ´sentir que valía la pena vivir´? . Sí, nos suena muy familiar esa ecuación de vida: ‘Hay más felicidad en dar que en recibir’”. (Hechos 20:35). Y es sin duda una de la muchas razones por las que Jehová es el Dios Feliz. Y una razón muy importante por la cuál a nuestro ministerio cristiano se le llama “Servicio Gozoso”.
Respondiendo a sus preguntas sobre la salud…parecía que ya había terminado con toda una ronda de estudios, pero algunas cositas nuevas encontradas hacen que tenga que recurrir a un nuevo especialista: un Flebólogo pues hay nuevos términos que se suman a la vasta historia clínica de quien les escribe: “Linfedema” y “Ectasias linfáticas” están señalando a un problema en el sistema linfático que habrá que empezar a ver esta semana.
Al menos el nefrólogo, a pesar de haber encontrado algunos resultados que normalmente serían muy preocupantes, pero fue franco y honesto y dijo que no valía la pena hacer más estudios invasivos y dolorosos que sólo aportarían más datos pero que no podríamos hacer nada al respecto, ya que son complicaciones secundarias a la enfermedad de base y/o al tratamiento. Así es que mejor lo dejamos así. Me parece muy bien. Para qué sufrir al vicio.
Mi mami fue al oculista esta semana, él nos trata desde hace muchos años, luego se sumó su hijo que nos atiende si el papá no está. Mientras mantenía bien abrazada a mi mami, el Dr le comentaba a una nueva secretaria: “ A ellas las atiendo desde hace 30 años…mi Nancy era chiquita, la he visto toda la vida…y ahora verla así…”y se quedó callado mientras abrazaba fuerte a la mami que, seguro a esas alturas ya estaba lagrimeando. A mi también se me hizo un nudo en la garganta cuando me contó. Ese cariño y contención extra de parte de los médicos nos hace mucho bien, a cualquier paciente, y se agradece mucho. Sí, otra bendición de Jehová que agradecer, son gestos que ayudan.
Pero qué bueno es recordar que siempre hay algo que podemos hacer, más allá de las limitaciones o circunstancias extremas en que los siervos de Jehová podamos llegar a estar: Aguantar (Mateo 24:13). Y orar por otros también en esos momentos difíciles.
Y algo más…podemos viajar donde queremos estar en ese momento, la esperanza es vehículo infalible y los ojos de la fe no dependen de los físicos para ver cuánto anhelamos conforme a las promesas que aguardamos, “mientras tenemos los ojos fijos, no en las cosas que se ven, sino en las que no se ven. Porque las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.” (2 Corintios 4:18)
Ya falta un día menos…
Con mucho cariño, a la orilla del mar, sentados en rueda en familia junto a uds, alrededor de una fogata viendo al sol recostarse en el horizonte, conversando y cantando…(no vale cantar bajito…jeje)…y dando gracias…
Nancy