miércoles, 25 de febrero de 2009

¿Un día triste?...



Al fin vamos a intentar escribir algo (la Neuronita y yo). Hay muchas cosas, detalles, inquietudes, pequeñas vivencias que quisiera compartir, pero todo se va quedando en el intento y registrado sólo en el pensamiento. Cada vez se hace más difícil escribirlo, y tratar de plasmarlo, aún en estas páginas virtuales, sin el agotamiento que implica intentar escribir a mano, con lapicera y papel.
No es falta de ánimo, gracias a Jehová eso aún está sanito, intacto, con muchas ganas de vivir, de hacer, aprender, conocer...
Pero este cuerpo no lo acompaña y no va a su ritmo. Es como si fuera dos personas diferentes, como dijera el apóstol Pablo: la que interiormente va renovándose de día en día y la que por fuera se va desgastando…claro, parece que algunos se desgastan más rápido que otros…y yo voy en caída libre…y sin paracaídas! (2 Corintios 4:16)
Bueno, sí, hay un paracaídas, cada uno tiene su propio modelo para amortiguar los golpes que de una manera u otra cada uno recibimos, y ayuda a que sea más leve nuestra realidad cotidiana. No sólo la esperanza de que en breve el dolor ya no será, sino ahora mismo sentir, palpar y gustar que Jehová es bueno, que sostiene y nos da una paz que el mundo difícilmente comprendería: que aún en medio del dolor se pueda ser feliz y tener paz…como lo describen bien estos versos:

¿Verdad que es dulce, si el dolor acosa,
cuando un lecho de enfermo nos retiene,
sentir que el corazón calmo reposa
porque un brazo de arriba lo sostiene?

... Sentir que Dios, magnífico vigía,
los ojos tiene eternamente abiertos;
que cada tramo en nuestra travesía,
si es guiado por él es rumbo cierto.

El barro humano es débil y sufriente
y su impotencia a superar no alcanza.
¡Mas, cómo lo hace descansar la mente!
¡Y qué mullida almohada es la esperanza! (1)


Sí, gracias a Jehová podemos recostar la mente en esa mullida almohada todo el tiempo, donde sea que estemos y sea cual sea el entorno y las circunstancias.¡Y cuánto sostiene!

Podría decirse que hoy fue un día triste para mi. Sigo descubriendo cuántas cosas más se van sumando a la lista de cosas que ya no podré hacer. Guardo la esperanza de poder asistir a nuestro Día Especial de Asamblea, aunque desde un punto de vista estrictamente humano tal vez no sea lo más conveniente. Aún así, después de meses salimos un ratito a intentar hacer alguna compra necesaria, sólo quería una blusa o camisa bonita y unos zapatos, pero es imposible calzarme por lo hinchados que están los pies, así es que desistí de eso. A este paso sólo tendré que envolverme los pies como los antiguos habitantes de la Patagonia, a los que los europeos al ver sus grandes huellas (en 1520), ampliadas por las pieles que usaban de calzado, llamaron Patagones.

Tampoco pude comprar la blusa, a pesar de que Waldo y Damita me ayudaban a vestirme, luego del segundo intento tuve que desistir, es demasiado agotador cambiarse de ropa y quedé exhausta. En medio del trámite, no sé en qué momento me lastimé un raro lunar que surgió de pronto y está creciendo aceleradamente en el brazo, y sangraba profusamente. Eso me recordó que tengo que ir al Dermatólogo, uff!
Regresé muy mal a casa, es muy feo sentir que se te escapa hasta el último aliento, sentir que físicamente, no puedes más. Me acostaron y pusieron el respirador y quedé profundamente dormida. Estaba exhausta. Sólo deben haber sido dos horas…así es que la familia está muy preocupada de si pueda aguantar la Asamblea…

Por lo pronto está visto que ya no podré salir de compras, a pesar de la consideración de la gente y vendedoras, en una ciudad que recién está empezando a tomar en cuenta las necesidades de los discapacitados haciendo alguna que otra rampa para las sillas de ruedas en las esquinas. Pero ese no es el punto. El tema es que las fuerzas ya no dan para buscarme algo. Menos mal que Waldo y Damita tienen muy buen gusto, así es que ellos buscarán por mi. Aunque lo de la blusa está medio difícil: no hay blusas para ballenas, jaja.

Todo esto contribuyó a que, como dije más arriba, podría decirse que hoy fue un día triste. Cada vez se hace más difícil hasta lo más trivial para alguien normal, con un poco de salud. Y hasta llegas al punto de sentir que la vida se te escapa como agua entre los dedos. Y tienes que luchar por acomodar los pensamientos y oras…y el Dador de la Vida te responde con paz.Tal vez por eso hoy volví a recordar estos versos:

Más Allá Del Olvido

Si alguna vez la muerte llama tu nombre afuera,
y ves su nariz hueca pegada a tus cristales,
no arruines la belleza de tu canción postrera
con acordes rebeldes en los sones finales.

Recuerda que la vida es un préstamo escaso,
y la tumba calcula con lucro el dividendo.
Todo el calor que puedas infundirle a tu abrazo,
perfumará tu ausencia cuando ya estés durmiendo.

Pues la única forma de no ser perdedores,
ante la gran demanda, con nuestra humilde oferta,
dar toda la esencia de los dones mejores.
Triunfarás sobre el lapso concedido a tu historia.
Dios, quien tiene las llaves que abren todas las puertas,
guardará con ternura tu nombre en su memoria.

Álef Guímel (*)

“Todo el calor que puedas infundirle a tu abrazo,
perfumará tu ausencia cuando ya estés durmiendo.”


Tal vez eso explique un poco por qué siempre los abrazo al saludarlos (en vivo y en directo también), parece que ya viene incorporado en quien les escribe, jaja.

Al buscar en los libros de Lira un poema para dejarles, me enganché leyendo y no quiero despedirme sin compartir estas

Reminiscencias

Alfarero, no me olvides;
soy el barro deslumbrado
que tomaste de un camino en que nadie te nombraba.
Al pasar entre tus dedos descubrí lo insospechado;
en el hueco de tu mano, la presión que me amoldaba,
me enseñó que la belleza se bebía y se gustaba
sin salir del lugar fijo en que estamos asignados.

Me estremezco cuando pienso que tus ojos me advirtieron
cuando yo era aquel guijarro de casual forma imprecisa.
En el río de la vida blandas aguas me mecieron
y sentí que cada arista se limaba suave y lisa.

No me dejes volver nunca a ser barro sin sentido,
ahuecándose a las huellas que lo imprimen al pasar,
ni mirar un cielo esquivo desde el río estremecido
que desgasta los guijarros en su eterno tramontar.
Pues yo sé que si algo tengo, duradero y definido,
me lo diste Tú, Alfarero, cuando me enseñaste a dar.(*)


“Me (enseñaste) que la belleza se bebía y se gustaba
sin salir del lugar fijo en que estamos asignados.”

¡Sí!...¡qué gran verdad! Sin importar lo dura y difícil que sea la prueba que afrontemos, si seguimos sujetándonos fuertemente de la mano de nuestro amoroso Padre, anclados en la esperanza y en nuestro lugar asignado, seguiremos gustando y bebiendo la belleza, de la vida misma, de la de ahora y de la que ha venir…la que lo es realmente.

Dicho todo esto…finalmente puedo decir que hoy NO fue un día triste. Sólo fue un día más de aprendizaje, de adaptación…de esperar…ya falta un día menos…

Un abrazo muy fuerte, con cariño fraternal
Nancy
(1) "A un amigo enfermo"
(*) Álef Guímel,
del libro “Reflexiones de un Guijarro”

viernes, 13 de febrero de 2009

Fotos y un Cuadro del Atardecer































Tenía pendiente acercarles unas fotos de las montañas y valles que visitamos juntos…sí…pues estuvieron con nosotros esos breves días llenos de belleza, un refrescante paréntesis a esta rutina entre cuatro paredes. Y si bien, en mi caso, sólo fue limitarse a disfrutar a través de la ventana, o a lo sumo, en el jardín de la casa, el paisaje que te abraza es tan hermoso y está tan lleno de mensajes y ecos milenarios…que se graban en la mente y corazón…además de las pupilas.Queda grabado como en las páginas de un libro, al que puedes recurrir, hojear, recrearte y volver a disfrutar cuantas veces quieras, cuando quieras, aún con los ojos cerrados.

Pero como estas páginas son para compartir…pues aquí estamos, acercando aunque sea algunas fotitos, no son de gran resolución, Damita estrenó celular sacando fotos y estas son algunas (Den clik sobre las fotos para ampliarlas). En esencia, esto es parte, muy pequeña parte de lo que se podía ver desde la casita, y lógicamente, no alcanzan a reflejar la magnitud real del paisaje.

Una piedra pintada de amarillo marca el punto de referencia para indicar que llegamos a la casita de nuestra querida Bety, quien amorosamente nos hospedó. Allí también se muestra un poco lo empinado y pedregoso del camino, razón por la cual la sillita de ruedas todo terreno no podía subir y bajar la escarpada. También se muestra lo cerca de la cumbre que estábamos. Si hubiera podido caminar como otrora…seguro que no regresábamos sin hacer esa caminata hasta allí. Pero Waldo y Damita no querían dejarme mucho tiempo sola así es que apenas hacían las compras del día y regresaban pronto, por eso ellos tampoco fueron.

Ellos no quisieron aparecer mucho en las fotos, salvo una que dejo de Damita disfrutando de la paz del lugar, mientras hablábamos de lo lindo que sería tener una casita allí.
Las demás fotos muestran parte del patio y la entrada a la casa y el lago el valle al fondo. Hay fotos tomadas desde el ventanal, desde dentro de la casa. En una estoy recostadita con mi respirador y disfraz de oso hormiguero. Si bien no me acomplejo de la calamitosa apariencia física que tengo ahora…pero tampoco es cuestión de andar mostrando fotos impresentables y espantar a la hermandad internacional, jeje. Por eso quien les escribe no puso más fotitos personales.

Pero, como muestra de que hubo tiempos mejores, les dejo esta junto a Waldo, un día de asamblea en el 2000. Para entonces estaba en una etapa de remisión de estas plagas y estaba sin corticoides…y sin inmunosupresores…por eso me desquité dejándome el cabello hasta la cintura, (con esos remedios cae mucho el cabello, así es que hay que mantenerlo corto). Luego regresaron al ataque las plagas con tanta agresividad…que hasta ahora no me recupero, bueno, esto es así…son progresivas…así es que…”seguimos progresando”…

En esa foto va un fragmento de un poema que le escribí a Waldo hace un tiempo: “Trazos de Nostalgia”, en alusión a su eterna nostalgia por su terruño natal, en el Altiplano boliviano…otra asignatura pendiente: conocer Oruro…enfermé antes de poder hacer ese largo viaje…hace 16 años.
Pero el fragmento citado bien puede aplicar también a la nostalgia sentida por todo aquello que el tiempo y las circunstancias cambiaron, cosas cotidianas…desde el poder levantarse para emprender las actividades de cada día, las seglares y las del ministerio. Hasta las más profundas que limitan las actividades a sólo estar un ratito en la pc y acercarles una tarjeta y algún pensamiento y pequeñas vivencias volcados en estas páginas.
El poema completo acompaña a este “Álbum Familiar” http://paginasdenancy.blogspot.com/2008/10/lbum-familiar.html

Y como broche de oro y regalo para los ojos…nuestra preciosa, obesa y encantadora: ¡¡Lulitaaaaaaa!!..¡¡sí!..ella es Luly, la gatita que pinta trazos y colores de ternura en nuestros días. Y ya rompió mi reposera roja , donde me levanto un rato para tomar unos matecitos a la tarde...previo pedirle permiso para que me la preste un ratito. Bueno…no sé quien rompió la reposera con el peso…pero bueno…como es compartida…jeje…Nooo, lo que pasa es que la reposera ya está muy viejita, por eso se rompió, jaja.

Cuando caía la tarde en los valles y quedábamos en profundo diálogo con el paisaje y su Hacedor, quería escribir algo, no sé, algún poema que captara esos instantes…pero no pude…estaba demasiado débil y sólo podía limitarme a ver y absorber esos mensajes. Espero un día poder escribirlo, queda pendiente. El paisaje sigue dentro mío así es que apenas haya algo más de fuerzas, si Jehová lo permite, quisiera escribirlo.

Por ahora les dejo estos sencillos versos, para entonces recién me animaba a escribir algo, estaba en el patio en casa…son muy simples pero intentaron también en su momento pintar un
Cuadro del Atardecer

El viento jugando con la nubes,
pintó un cuadro para mi:
olas y espumas de mar,
en el cielo azul.

La mente escapa de este cuerpo dolorido.
Prefiere llenarse de gratas sensaciones,
que mitiguen el dolor y el cansancio,
de este barro frágil que la contiene.

No, no evado la realidad.
La belleza de un cuadro celestial,
es tan real como es agobiante dolor.
¿Para qué entonces,
detenerme en lo triste,
si la vida se exhibe
tan majestuosa ante mis ojos?

Un inquieto colibrí,
pequeña esencia de arco iris,
me convida un poco de dulzura,
mientras grácilmente
besa las flores del jardín.

El sol lentamente se recuesta
detrás de los cerros azules.
Como tarde al partir,
hace gala de sus dotes de artista,
y pinta un cuadro único,
irrepetible, tiñendo el cielo
de colores intensos o pasteles tonos.

Cada día es así...
como ese cuadro del atardecer:
único e irrepetible.
Procura entonces,
pintar en tu tiempo otorgado,
tonos suaves de serenidad y amor,
o los intensos colores
de la alegría y la amistad.
No repares en la gama
de grises del cuadro.
Pinta una ilusión azul sobre ella.

Dáleth
Octubre 2004

Un abrazo muy cálido y sentido, compartiendo ilusiones…y esperanza…ya falta un día menos…

Con amor fraternal
Nancy

lunes, 2 de febrero de 2009

Entre Montañas y Valles...


“También deléitate exquisitamente en Jehová, y él te dará las peticiones de tu corazón. (Salmo 37:4).” Ésa es una verdad absoluta con la que Jehová, abundante y generosamente, bendecirá a su pueblo en breve, en el paraíso bajo su Reino.
Pero aún ahora no deja darnos anticipos del cumplimiento de esa promesa, y muchas veces, cuando más lo precisamos (y menos lo pensamos), nos sorprende con una caricia al corazón, dándonos lo que anhelábamos.
Esa fue la razón de la ausencia de mensajes esta semana…no, no estuve internada… esta vez no había manera de acostarme, jeje.

Les cuento: por estas latitudes sureñas el verano está su apogeo, nosotros vivimos al noreste del país y hace muchísimo calor. Amo el verano pero cada año que pasa parece que ese amor está siendo menos correspondido cada vez, a este cuerpo fatigado le resulta muy agobiante y difícil cada día y una temperatura desde 35 Cº a más de 42 Cº lo hace más complicado.
Si prendes la TV, todo el tiempo están mostrando imágenes preciosas de los muchos destinos turísticos de la provincia, donde extranjeros y propios escapan de las altas temperaturas.

Uno de esos lugares que amo es Tafí del Valle…
-”¡Ahhh!! Cómo me gustaría ir aunque sea un día!...poco más de 100 km separan mi cama de los Valles Calchaquíes…¡cómo me gustaría ir!”…y Jehová estaba viendo…sí…todo don perfecto y dádiva buena proviene de Él…así es que a Él le agradecemos que, literalmente, de un día a otro (casi fue de un momento a otro), se dio la oportunidad de ir al Mollar, cuya población está en el centro del Valle de Tafí, entre la falda del Cerro Ñuñorco y a orillas del Dique La Angostura , el lago artificial más alto del pais.

Sí, no fue casual que Bety, una amorosa y generosa hermana de aquí nos llevara a su hermosa casita en los Valles. Estábamos tan agobiados los 3 con tantas cosas que siempre se suman…y la verdad, es que físicamente temía que no resistiera el viajecito pues venía muy mal. Si apenas, de vez en cuando llego al patio…¿viajar?...uhmmm…

Era la primera vez que saldría con la mochila del respirador para viajar y me sentía un poco rara. Como le decía a los amigos, creo que veces me cuesta aceptar que preciso de este aparato…en fin…gracias a Jehová llegamos bien, este corazoncito aguantó el viaje de montaña…¡y lo disfrutó plenamente!

¡Qué vista preciosa desde la casita en el Mollar! ¡Quisiera poder describirles algo para compartir esos momentos de belleza y sosiego! Pero sé, que todo esfuerzo no alcanzará para captar en palabras ese regalo a los sentidos que Jehová nos dio.
La casa está enclavada en lo alto de la ladera del cerro, lejos de los ruidos de la ciudad, con el Lago La Angostura al frente y una vista panorámica privilegiada de todo el Valle.

Buscando algo de info encontré estos datos: “Los Cerros Ñuñorco, Muñóz y Negrito son un Conjunto de montañas que conforman y rodean al Valle de Tafí.
Ubicadas al Sur, al Oeste y al Norte de la villa de Tafí del Valle, este conjunto de montañas conforman el gran valle y lo proveen de un microclima único y especial.
El Muñóz, al Oeste, de 4.600 metros sobre el nivel del mar, es el mas alto que se pueda observar en la zona. El Cerro Negrito, con sus 4.300 metros y el Ñuñorco de 3.700 le dan un marco imponente a la región, vista desde cualquiera de sus ubicaciones.”

Como el camino hasta la casa es muy empinado, la silla de ruedas, aunque todo terreno, jeje, no aguantaría subir y bajar…ni mi abnegado esposo podría empujarla…cómo será que cada vez que tenían que bajar a hacer alguna compra apenas llegaban él y Damita, con el corazón en la boca y sin aire. Pero al cabo de unos días ya se iban acostumbrando y regresaban más enteritos, jaja.

Así es que yo me limité a disfrutar del paisaje desde la casa, con sus amplios ventanales que dan al lago y al Valle. Bety me preparó un sillón cómodo y ubicó el respirador y banquitos para levantar los pies al lado de uno de los ventanales. Allí estaba todo el día hasta que me vencía el agotamiento y no quedaba otra que acostarse bien en la camita…es que no quería dejar de llenar los ojos con aquel paisaje.

En la tarde, salíamos al patio a tomar unos matecitos y me quedaba ahí sentada en la silla de ruedas hasta que Waldo y Damy regresaban de comprar algo. Quedaba con un abrigo a mano porque el aire es muy fresco, mientras en la ciudad la sensación térmica marcaba 37 Cº.

La gente del lugar es muy amable y cortés y saludan al pasar, aunque no nos conozcan...esas buenas costumbres y cortesías que se pierden con la “civilización” de las grandes ciudades.
El último día había quedado sola en el jardín unas dos horas pues Waldo y Damita no conseguían un remis que quisiera buscarnos a primera hora del día siguiente para el viaje de regreso (finalmente lo consiguieron y cumplió).

Apenas regresó la familia, una vecina se acercó con un rico pan casero calentito para el mate. Ahhh…uno no puede dejar de dar gracias todo el tiempo por todos esos detalles…el lugar es paradisíaco y la bondad de la gente lo adorna más…¡cuánto vamos a disfrutar cuando todo la tierra sea un paraíso donde los mansos hallen su deleite exquisito en la abundancia de paz, viviendo la vida que realmente lo es!

Sí, tuve que hacer algunos ajustes para no permitir que las limitaciones en aumento empañaran la dicha que vivimos. Es que fue doloroso comprobar cuánto van apagándose estos ojos y toda esa belleza que nos rodeaba…la percibía toda borrosa, como a través de un cristal empañado.
En un momento dado la angustia quiso ganarme una partida, pues oía las voces de Waldo y Damy, pero no los veía, a pesar de que estarían a unos 5 metros y me asusté. Le atribuí a que el sol estaba en su cenit y tal vez eso empeoró el cuadro en ese momento. Se escaparon unas lagrimitas de frustración y miedo pero me resolví a no permitir que esas limitaciones menguaran toda la paz y gozo que sentía. Con la ayuda de Jehová fue así.

Incluso hasta eso luego fue motivo de una pequeña anécdota jocosa: Estábamos en el jardín, Waldo trajo los binoculares para ver en detalle las montañas y el lago y cuando quise ver…veía todo borroso…”lo arreglé” tratando de ajustar los lentes…lo mismo disfrutaba de lo que veía y exclamé contenta:

-¡”Qué hermoso! ¡Si se ven hasta las vaquitas a la orilla del lago!..¡Mirá Damita!”
-¡”No son vacas…son casas!”, respondió ella al mirar…

Hasta ahora sigo riéndome al recordarlo…¡con razón estaban “tan quietas las vaquitas”, jaja!

En fin, sabemos que mientras estemos en este sistema no habrá dicha completa, unos de una manera, otros de otra…pero para nadie es todo fácil. Pero aún así, podemos disfrutar de la vida y ser felices, a pesar de las espinas y piedras con la que nos topamos en el camino. Aún si nuestros ojos literales se oscurecen, siempre podemos escojer el cristal con el que preferimos mirarla.

Es verdad, no podemos cambiar las circunstancias, ni experiencias tristes. No podemos modificar el pasado ni cambiar a la gente o algún entorno hostil. Pero sí podemos cambiar nosotros. Esforzarnos por cultivar una actitud positiva y ejercitarla en todo lo que vivimos a diario. Y así, con la ayuda de Jehová, podemos “ser hechos nuevos en la fuerza que impulsa su mente”.(Efesios 4:23).
Sí, mejor seguir “leyendo” nuestros días como “Miel” y no “Hiel”, ¿verdad? (http://paginasdenancy.blogspot.com/2008/10/segn-como-se-mire.html)

Cada vez que viajamos a Tafí del Valle, regresan como eco estos versos que escribió Lira cuando vino la primera vez a visitarnos, en 1995. A ella también le impresionó el camino a Tafí, que es todo un tema y merece capítulo aparte.
Sigue ganándome la emoción cada vez que leo algo suyo, espero disfruten de estos versos que nos regaló y que describen tan bien a mi querido

Tucumán

Tucumán floreciente, jardín de la Argentina,
también jardín teocrático, tus celosos ancianos,
cuidan con gran desvelo del valioso plantío
que con plena confianza Jehová puso en sus manos.

Muchas congregaciones forman un gran rebaño
que abren los brazos llenos de amor ante el viajero.
¡Cómo siente el que llega la bondad prodigada,
la marca inconfundible del cariño sincero!.

El buen sol te cobija y fecunda tu tierra,
los cerros te vigilan como austeros guardianes.
Cultivando los cítricos aumentan tus riquezas,
otros le dan a la caña de azúcar sus afanes.

De la destilería incesante del tiempo,
surgió gota por gota, esta feliz semana;
horas iluminadas por hondas sugerencias,
por ecos calchaquíes y memorias lejanas.

Yendo a Tafí del Valle, en tus cerros frondosos,
¡Cuánto dice el silencio, cómo canta la vida!
Ante el legado inmenso de las eras pasadas,
la nimiedad humana se humilla estremecida.

¡Quién tuviera la lengua elocuente de un ángel
para cantar un himno vibrante a esas montañas,
para loar la mano del Artista Supremo,
que trazó sus contornos y esparció la maraña!

Sigue fiel tu rutina, trabaja, sueña y canta,
y quédate a la espera de ese tiempo cercano
cuando Jehová corone de flores y de pájaros
el camino de aquellos que hoy lo ven Soberano.

¡Qué placer inefable será volver un día,
después de la victoria irreversible,
y gritar en la cumbre de algún cerro:
“La Teocracia triunfó y estamos libres”!


Álef Guímel
Tucumán - Noviembre de 1995
(Del libro “Ramas y Nidos”)


Gracias por acompañarnos en estos días entre montañas y valles…sí, pues aunque no pude escribirles…estaban conmigo...

Jehová los cuide y bendiga en todo momento.
Con cariño inmenso

Nancy
PD: Algunos datos adicionales sobre el Lago:
"El lago tiene un espejo de agua de 800 hectáreas, donde se pueden pescar pejerreyes y truchas y practicar los más diversos deportes náuticos como windsurf, remo, kayak, ski y jet ski.
El embalse, que fue construido en la década del 60, tiene un largo máximo de 4 km, un ancho de 2.5 km y una profundidad de 30 metros. "