San Miguel de Tucumán, 17 de Enero de 2021
A Waldo, mi esposo:
Hoy es el último día de tus vacaciones. Pareciera que fueron muy cortas, se volaron estos 35 días. Y eso que estamos en pandemia y no pudimos salir a ningún lado, ni siquiera a nuestras modestas escapadas a los Valles, que aún así, es más de lo que aguanto.
Pero en casa siempre hay mucho por hacer y te has puesto al día disfrutando de nuestro patio, siempre buscando como mejorarlo, siempre hay algo por ordenar y dejar más bonito. Y leyendo o conversando debajo de nuestra enorme Palta.
No sé por qué me ha dado un poco de nostalgia. Quizás pensando que el próximo año, Jehová mediante, si aún sigue el sistema, y nosotros también, ya te espera la jubilación de tu trabajo. Al fin podrás estar en casa, como pide Jaelita, “que estés 80.000 días de descanso”, claro, para que ella te tenga al trote por toda la casa. Y ahora son dos las nietitas que reclamarán tu atención. Bendición maravillosa de parte de Jehová.
Quizás la nostalgia sea porque no sé en qué momento vamos llegando al final de una etapa en la vida, normal, como les pasa a todos, pero esta es nuestra historia y al mirar atrás, estoy muy agradecida de que podamos ir envejeciendo juntos, en medio del huracán constante que impone la mala salud y los desafíos permanentes para poder seguir adelante…pero felices al hacer de Jehová la cuerda principal en torno a la cual enroscamos nuestra vida.
Nada hemos tenido fácil. Y a la vez, nunca quedamos sin la ayuda necesaria para encontrar una salida. No es mérito nuestro, es sólo porque aún en las más grandes angustias, hemos sentido cómo un brazo fuerte desde arriba nos sostiene.
Más allá de lo que nos depare el futuro inmediato antes del paraíso ansiado, aún de las ausencias que pueda tocarnos llorar, o las nuestras…mirar atrás, al camino recorrido, al cuidado divino recibido, nos da fuerzas para transitar este sendero minado de los días finales…para transitarlo con fe, en paz, con la seguridad absoluta de que hay un futuro radiante y una esperanza…(Jer.29:11)
Gracias por quedarte conmigo y cuidarme todos estos años…
Te amo
Nancy
