Cómo me duele este mundo...
No somos inmunes al dolor ajeno,
aún sabiendo el por qué de las tragedias...
Cuánto consuelo, Padre,
al saber que tú estás viendo
Y que tienes ya tu tiempo establecido
para intervenir en los asuntos
De la humanidad toda,
Colmando de paz cada día
Cuando al fin,
ya hayas traído Tu Reino...
Ayúdanos mientras tanto a vivir
Conforme a tu voluntad,
Haciendo Santificado tu Nombre
Por cada cosa que hagamos
o digamos,
por nuestro obrar cotidiano...
No dejamos de orar,
Jehová, Padre nuestro,
Tal como tu Hijo, el Cristo,
nos enseñó.
Ayúdanos a no fallarte.
Danos las fuerzas que nos falten
para ser fieles hasta el fin
Y tú corazón por siempre alegrarte...
Gime en su angustia el mundo
En una de sus noches más oscuras...
Señal de que en breve
La luz de tus promesas cumplidas
Nos mostraran que has respondido
A la oración que por siglos
A ti se ha dirigido:
"Que tu Reino venga,
Que se haga tu voluntad
como en el cielo,
también en la tierra"
Gracias por mirarnos
Y con tu amor leal,
consolarnos...
Nancy
16-11-19
03 a.m.