lunes, 25 de febrero de 2013

Precursorado en Marzo: Video

 
Es la siesta de un lunes de Febrero. Atípico: un día fresco en medio de olas de calor agobiante. Mis padres fueron al médico. Waldo descansa luego del trabajo. Y Lulita duerme tranquila en una silla aprovechando que “las chicas” (Pelusa y Blanquita) fueron a dormir a su casa, al lado de la nuestra, junto a Damita y Ezequiel.
Sólo el golpeteo de martillos de los albañiles que están trabajando en el vecino, interrumpen la quietud de estas horas, un breve paréntesis en el ajetreo del día.

Hace unos 10 días, en la Reunión de Servicio del 14 de Febrero, nos hicieron una entrevista a Waldo y a mí. Fue durante el discurso “¿Hará usted el precursorado auxiliar?”. El Ministerio del Reino daba estas instrucciones: “entreviste brevemente a dos publicadores que se hayan propuesto servir de precursores auxiliares en marzo, uno que tenga un empleo de tiempo completo y otro que tenga problemas de salud. ¿Qué necesitarán hacer para lograrlo?”. Con la ayuda de Jehová esperamos poder hacerlo...y respondimos así a las preguntas...les dejo un video que Micaela, nos grabó:


 
 
Al terminar la reunión, me acerqué al anciano que nos entrevistó y le regalé la tarjeta que leí al final, es esta:
 
Hay un lindo espíritu en la congregación. Ya hay más de 30 hermanos que firmaron su solicitud y nuevamente coincide con la visita de nuestro Superintendente Viajante, así es que la reunión con los precursores será grande otra vez, al incluir a los auxiliares. Es un gran privilegio y bendición.
Sin duda, es una manera muy especial de preparar la mente y el corazón para la Conmemoración.

Ya va acabándose la siesta por aquí. Waldo está por ir a buscarme una receta y remedios. Ya estudiamos con Micaela esta mañana, así es que ahora descansaré un ratito antes de seguir enredando los hilos de un tejido que estoy haciendo. Tengo que aprovechar  de tejer antes que bajen las gatitas de Damita...ellas tienen fiesta con el hilo que cuelga de mis manos mientras trato de avanzar en este tejido de verano, cuando esté terminado se los muestro sí?...

Les dejo un abrazo cariñoso y una flor...





lunes, 4 de febrero de 2013

Silencio Azul...



Como suele ocurrir, la madrugada y el insomnio aúnan sus recursos para lograr que mis ojos cansados busquen las letras del teclado para formar las palabras que saquen un poco de lo que está callado y guardado en estos días de ausencia.
 
Gracias por la preocupación de quienes escribieron para saber si estoy bien, gracias por ese cariño y amistad de siempre. Se han sumado muchas preocupaciones, algunas cosas grandes, otras pequeñas, pero que en total terminaron agotándome demasiado, mental y físicamente, y me cuesta mucho escribir, leer o concentrarme en algo.

La salud de Damita y mi mami en especial nos preocupan mucho; mi papi está decayendo bastante, Waldo también tiene ir al médico y nunca tiene tiempo para él, y yo...bueno, en la lucha de cada día con las complicaciones que surgen todo el tiempo. Estas son enfermedades sistémicas, que afectan a todo el organismo, y es interminable la lista de malestares y dolencias, (a pesar de estar mejor que antes). Así es que Ezequiel, que es enfermero, tiene para hacer un post grado con nosotros, jaja. Gracias a Jehová es un hijo bueno, y un esposo y compañero amoroso para Damita.
 
A pesar de las corridas y sobresaltos, seguimos esforzándonos por ir al paso con la Organización de Jehová, manteniéndonos ocupados en el ministerio, las reuniones (a menos que estemos muy mal y no podamos ir), atendiendo nuestras asignaciones, cada uno en su sitio: el sábado Ezequiel dio la conferencia en nuestra congregación, y el domingo Waldo asistió, junto a los ancianos de nuestro Circuito, a la Escuela del Ministerio del Reino. Aunque es mucho esfuerzo para él porque en estos meses no tiene días de descanso en su trabajo, pero vino feliz y agradecido por tanta instrucción impartida. Descansó un ratito y se fue a trabajar (ahora le tocó toda la noche).
 
Aunque pasamos momentos de angustias, las nuevas integrantes de la familia: Pelusa y Blanquita, (las gatitas de Damita y Eze) nos regalan momentos de alegría al ver sus travesuras; son incansables, corren por toda la casa. Como los chicos viven en un departamento al lado de casa, en un primer piso, y hay una puerta que nos comunica,  las gatitas pasan más tiempo en el jardín de mamá que en su casa, apenas abren la puerta o ventana...¡Pelusa sale disparada como una flecha blanca por la escalera y ya está aquí! Es muy mimosa y quiere que la alcen para dormir, parece un bebé. Lulita sigue sin aceptarlas, ya las va tolerando de lejos, pero que no se le acerquen...ojalá las termine adoptando pronto.
Hasta las gatitas andan en médicos y les están poniendo inyecciones, pero ya están mejor.
 
Les dejo algunas fotitos de "las chiquitas":
 








 
 
Aún no tengo sueño pero debo descansar.
Gracias por quedarte conmigo...y escuchar mi
 

Silencio Azul

"¿Por qué estás desesperada, oh alma mía,
 y por qué estás alborotada dentro de mí?
 Espera a Dios, porque todavía lo elogiaré
 como la magnífica salvación de mi persona."
(Salmo 42:5)
         
El sueño ha huido en esta noche de estío,
sólo el viento llevándose  las hojas
interrumpe levemente este silencio azul.
Estos días han pasado así, como ellas:
empujados por todo tipo de zozobras
y no he tenido tiempo ni fuerzas
para acomodar dentro del alma
lo que dejó el vendaval.
 
Hay que acondicionar todo de nuevo...
tengo que arreglar algunos sueños que cayeron,
pero ya los limpié, arreglé las fisuras
y las cubrí con estrellas para que
nunca dejen de brillar.
 
Sólo tengo que tener paciencia. Y esperar.
Ya habrá un poco de fuerzas
(el amoroso Padre las dará).
Mientras tanto, me viene bien este silencio,
silencio azul...
para mi alma poder escuchar...
 

Dáleth
4-2-13
 
"Usted tal vez no pueda dominar por completo sus circunstancias, pero sí puede controlar cómo se enfrenta a ellas. Procure ser fiel sea cual sea su situación, pues el esfuerzo vale la pena. Tenga la certeza de que Jehová lo colmará de bendiciones, ahora y por toda la eternidad."

w12 15/12 Pág 8 Párr. 19