Luego de 9 días con fiebre muy alta, la Neuronita (la única que tengo, para quienes recién me conocen), ha quedado tan dañada y chamuscada por el febril calor que le cuesta mucho procesar los datos y plasmarlos en palabras.
Una nueva complicación con la salud me tuvo atada a la cama si poder moverme ni fuerzas para escribirles.
Como mencioné al principio, estuve varios días con fiebre alta y unos dolores en el cuerpo muy agudos, no podía hacer ni el más mínimo movimiento sin que me doliera y escapara un ay sin querer (siempre trato de no quejarme de dolor para no preocupar a la familia). Me llevaron a la guardia del Sanatorio, hicieron radiografía de Tórax y diagnosticaron Neumonía, aunque no tenía tos ni estaba resfriada, pero sí con Sinusitis. Tenían que internarme pero pedí si podía seguir el tratamiento en casa para evitar la vía central en la base del cuello para poner suero y los medicamentos. Menos mal que accedieron. Me están llenando de antibióticos inyectables y vía oral pero gracias a Jehová ya estoy mejorando.
Ayer fui a mi Neumonólogo, vio la radiografía detenidamente y dijo que para quien no conoce mi caso le parece una Neumonía pero que no es (vaya a saber cómo estarán esos pulmones). Pero que sí hay una bronquitis. Pero jamás me dio una bronquitis así (y eso que tuve muchísimas), es difícil explicar lo mal que me sentía. Las enfermedades de base lo hacen más doloroso y complicado.
El Doctor dijo que estaba muy bien medicada, agregó otros, y que tome hasta el último comprimido de los antibióticos ¡aunque tenga el estómago en las rodillas! Pobre estómago...ya ve que viene cayendo un remedio y se retuerce...y como tengo dificultad para tragar, tengo que ir masticándolos de a pedacitos, agua y tragar y así hasta terminar cada comprimido...¡y son taaaaaaaaann amargos y feos!
Esa es la razón, a grandes rasgos, de mi ausencia estos días.
Todo este tiempo en que ni siquiera podía pensar con claridad y me costaba retener algo de la lectura en audio de la Biblia, de nuestras publicaciones, y de las reuniones por teléfono, no dejaba de orar, aunque muchas veces sólo podía pedir fuerzas para aguantar. Y Jehová siguió escuchando el silencio y respondiendo.
Ganas de Vivir
¿Son las densas nubes grises,
irrefutable prueba de que el sol no existe?
¿Es la noche más oscura
señal de que el día nunca vendrá?
¿Pueden las espinas
despojar de su belleza a la rosa?
Así tampoco puede la destemplanza
de este estropeado cuerpo
impedir que el Amado Padre,
(que reside más allá de las estrellas),
con ojos de ternura plenos mire
y escuche la voz de quien en silencio
pide fuerzas para otro día aguantar.
Y Él responde.
Y las nubes grises se dispersan,
y la luz del día a la noche empuja,
y la rosa su radiante belleza despliega…
y sigo aferrada a la vida
a pesar de densos nubarrones,
de sombrías noches,
de lacerantes espinas
que magullan el cuerpo.
Pero ´Dios ha oído;
ha prestado atención
a la voz de mi oración.´ (*)
Y por Él…
sigo aferrada a la vida…
Dáleth
30 - 07-10
(*) Salmo 66:19
Miles de gracias por sus mensajes y preocupación porque no aparecía y suponían que estaba un poco más mal. Sí, hasta ahora ha sido así: cada vez que no aparezco...es porque surgió otra complicación de salud.Gracias también por sus llamadas de teléfono, gracias por todo su amor y cariño y ánimo que nos dan para continuar cada día...ya falta uno menos...
Y gracias porque todo ese amor y cariño de parte suya, sumados al de mi familia, también ayuda a que siga aferrándome a la vida…Gracias…
“Verdaderamente Dios ha oído;
ha prestado atención a la voz de mi oración.
Bendito sea Dios,
que no ha apartado mi oración,
ni su bondad amorosa de mí.”
(Salmo 66:19-20)
(Salmo 66:19-20)