lunes, 10 de octubre de 2016

Poniéndonos un poco al día...




Hoy fue uno de esos días en los que sólo hay fuerzas para hacer…nada…
Encima el día gris y frío, en medio de una primavera que se disfrazaba de verano…hace que cueste más remar con este cuerpo que es puro dolor y cansancio…pero bueno…aquí estoy…aunque sea brevemente quiero dar señales de vida, este ha sido un largo, largo silencio y muchos escribieron preocupados por nosotros…gracias por el amor constante a pesar de no poder aparecer a menudo por aquí (y por ningún lado).

Es larguísima la lista de situaciones que complican cada día las cosas, más la salud deteriorada y con cosas nuevas que van apareciendo y, la suma de todas, me mantienen alejada de las letras, (y las tarjetas), que solía enviar y compartir, o poner aquí. Pero vamos a tratar de ponernos al día…

Gracias a Jehová podemos seguir haciendo nuestra casita, ya falta menos, detalles que se irán haciendo con el tiempo, al menos la parte gruesa del trabajo ya está. Me encanta cómo va quedando todo.
Solía tener un rincón donde pasaba la mayor parte del día, era “mi centro de operaciones”…pero ahora toda la casita tiene rincones que disfruto según el momento.

 Si el dolor paraliza y no me puedo levantar: mi camita al lado de un amplio ventanal de 2 metros que deja ver los árboles, retazos de cielo, las hojas bailando en el viento, los pájaros que llenan la vida con su canto…ahhh…son regalos de Jehová que ayudan a sobrellevar las espinas que duelen tanto…

Si puedo andar levantada y ayudar con la comida o algún quehacer: un ventanal, una reposera y una mesita en la cocina, son el lugar de descanso entre tarea y tarea para continuar.
Y si logro apartar un tiempo para leer en la pc o hacer alguna tarjeta, está mi rincón con el escritorio al lado de otra ventana, en el amplio dormitorio (adaptado para moverse en silla de ruedas si es necesario), que es dónde más tiempo estoy luego de las tareas de la mañana. Allí estoy, un rato en cama, un rato  recostada en la silla.

Hay que hacer de nuevo el jardín, recuperar la tierra luego de los trabajos de construcción…ahh…algún día espero pueda estar de nuevo llenos de flores, color…y la huerta que Waldo tanto ansía…
En realidad…hay tanto por hacer, tantas cositas que quisiera preparar: tejer las cortinas (sólo pude hacérselas para Jaelita), tapetes y adornos para la casa…pero suelo quedarme como el personaje del conocido poema “Ganastengo”: ´tanto desear hacer y nunca completar nada´, como dice en parte.
Pero en este caso no es por negligencia, sino porque los sueños y deseos de vivir no van al mismo ritmo que este cuerpo cansado y dolorido…

Aún así, gracias a Jehová, pudimos asistir los tres días de nuestra Asamblea Regional: “Seamos Leales a Jehová”…¡¡qué maravilla!!...¡¡y qué conmovedora!!...en algunas partes del programa, ¡creo que me deshidraté llorando! Impresionante Asamblea, cuánto trabajo del Esclavo Fiel y Discreto, cuanta gratitud por tanto esfuerzo, por tanto regalo maravilloso de Jehová que sabe lo que necesitamos y nos lo da tan abundantemente…¡Gracias Jehová!

Y muy agradecida también por poder estar en familia, aquí algunas fotitos:



Con sus bisabuelos, mis padres:
 
 Como verán Jaelita ya está grande, hace poco cumplió dos añitos, en la Asamblea aún no los tenía…pero cuánta atención prestaba a los videos que se mostraban en los discursos, sin duda, son maravillosas herramientas de enseñanza que captan hasta la atención de niñitos tan pequeños, de menos de dos años en ese momento:


 Aquí corriéndose un poco para poder ver mejor:


Waldo presentando un discurso:



A pesar que los días se hacen cada vez más difíciles a medida que transitamos este tramo final, Jehová siempre nos da consuelo y fortaleza de alguna manera para poder perseverar, como de seguro lo hace en el caso de cada uno de uds.

Que Jehová siga ayudándonos a todos a seguir adelante con la esperanza radiante, aguardándolo con aguante, mientras esperamos lo que no vemos (Romanos 8:25)…