domingo, 27 de julio de 2025

Madrugada invernal...

        


       No me gusta el invierno. Me tortura. Pero…para hacer más amena la inevitable convivencia estacional, he de mencionar algún pequeño detalle a su favor, o como consecuencia de su fría presencia:

- Me gusta la cálida luz naranja que irradian las estufas, en especial de noche. A falta de una cabaña con un Hogar de leños ardientes, una pequeña salamandra eléctrica con símil de leños que arden nos regala esa acogedora sensación. 
Dejaré que la imaginación cambie el entorno y llevaré unos libros para leer sobre mullidos almohadones que acomodé sobre la amplia y calentita alfombra al lado de la chimenea que destella calor y luz naranja…

       Bueno, al menos en la imaginación puedo hacerlo…

       Ya todos duermen, la madrugada se arropó con mantas para acompañarme mientras de a poco la neurona en letargo empieza dictarle a las manos las sensaciones de esta lluviosa noche de invierno…

La fiebre y sus malestares han cedido un poco y están dejándome disfrutar de un momento a solas con el silencio. El ruido del día se ha apagado y al fin puedo escucharme. Y escuchar la noche…

La melodía suave de la lluvia serena me está derramando su serenidad por dentro. Tengo mucho por procesar, la vorágine del día no da tregua y no deja asimilar los embates que de continuo se presentan como sudestada que no cesa…
Ya ha pasado un año y 3 meses desde que no está papá y aún no puedo ver sus fotos sin que me afecten y un remolino de sentimientos encontrados empujen un muro sobre mi…así es que aún evito hacerlo…de a poco…mis tiempos son lentos…aunque dicen que no tengo mucho tiempo…(por ahora…)

Sin darme cuenta le he escrito más al Invierno que a la Primavera y el Verano que me gustan. Quizás sea una manera de sobrellevarlo.

El silencio está reflotando proyectos que fueron quedando en la lista de cosas que deseo hacer…ojalá los tuviera tan claros durante el día y no me olvidara de todo lo que quiero hacer…


Me obligaré a procurar algo de sueño, aún no pasa su ruta por mi…me esquiva…¿o yo lo esquivo a él?...

Como sea, dejaré que la lluvia siga hablándome hasta que consiga dormir…

Buenas noches…o madruga…




Nancy
27-7-28
03:36 hs






viernes, 25 de julio de 2025

Parte Médico 25-07-25

 



Parte Médico

Esta mañana nos tocó ir a control de los ojitos con Mamá, ella tiene un ojito ciego por el Glaucoma y del otro ve muy, muy poquito. Ahora está con una irritación en la córnea. Ya le indicó el tratamiento a seguir. A pesar de todo, sigue con su programa de lectura diaria de la Biblia: todos los días lee el texto diario y un capitulo de las Escrituras Hebreas y otro de las Griegas. Además de prepararse minuciosamente para cada reunión con una semana de antelación. Le encanta leer.

En cuanto a mí, tiene que hacerme unos estudios, una tomografía de ojos y otra cosa. También perdí la visión de un ojo por el Glaucoma y el otro también veo muy poquito. Luego de los estudios me hará una derivación a un Centro de Rehabilitación de Baja Visión y actualizar la Historia Clínica para el Certificado de Discapacidad Visual.
Como tenemos confianza para conversar y sabe que no me afectan los malos informes, siempre habla con franqueza sobre mi estado. Le pregunté si yo entraba en el Rango de Baja Visión?... Y su respuesta fue:

-"Vos ...vos  entrás en el Rango del Milagro...Milagro de que estés viva...Milagro que sigas respirando..."

Y sí, me reí y le dije que es lo que me dice cada médico que me ve, no se explican cómo aún estoy viva...desde hace años que estoy sin chances de seguir. Así que súper agradecida a Jehová por cada minuto de vida.

Le conté que estoy aprendiendo Piano por mi cuenta. Autodidacta nomás. Descargué los libros del Método Suzuki y busco tutoriales de YouTube. Pero no puedo ver las Partituras, sólo en la computadora ampliándola mucho. Así es que me recetó otros anteojos para ver a  distancia Intermedia (uso uno de lejos y otro de cerca pero no me sirven para leer las Partituras y la PC)

Desde hace muchos años la computadora es donde mejor puedo leer y estudiar todo: lectura de la Biblia, reuniones y todo lo que quiera investigar, no sólo por ampliar mucho las letras, sino porque no puedo sostener los libros en las manos para leer, no tengo fuerzas para sostener nada por varios minutos seguidos. Así que, muy agradecida por la tecnología también.

Regresamos contentos los 3,  el médico también encomió a Waldo por cómo es y cómo nos cuida. Le dijo varias cosas animadoras. El ánimo siempre viene bien.
Con la ayuda de Jehová seguimos adelante, un día a la vez, agradecidos por lo que aún podemos hacer y anhelando hacer que nuestros días cuenten para Él...




PD: En la primera foto estamos con nuestro querido Dr Ignacio Lischinsky, desde hace 50 años que nos atienden, primero su papá, Jorge,  y luego él, ya más que médicos, amigos. Muchas gracias por todo...