
Pasó muy rápido la semana, como siempre, no estuvo exenta de sobresaltos y complicaciones nuevas con la salud…eso es una constante…”como para no aburrirse”, jaja, aunque preferiría que fueran otras las cosas que fueran motivo de desvelos, por ejemplo: proyectos nuevos, cosas que aprender…y sobre todo, una agenda llena de actividad teocrática “teniendo mucho que hacer en la obra del Señor”. Bueno, en realidad, aún sin poder ser precursor ni llevar una vida normal …siempre tenemos mucho que hacer en la esfera teocrática, aún si uno no puede moverse libremente o hablar, pero siempre hay mucho por aprender, abundantes provisiones que sostienen espiritualmente.
Por ejemplo, ha sido reconfortante oír las revistas La Atalaya y Despertad de Enero de 2009, bajadas en audio desde el sitio oficial de la Asociación Mundial…una verdadera bendición. ¡Cómo ayudan para que podamos seguir aguantando el dolor y agotamiento extremo de cada día!
Y por supuesto, siempre hay alguna manera de seguir haciendo declaración pública para salvación.¡Y cuánto gozo da!.
El 31 de Octubre fue nuestro 21º Aniversario de Bodas. No habíamos dicho nada a los hermanos y amigos porque realmente no estábamos en condiciones de ser anfitriones ni siquiera para un almuerzo. Mi mami está muy delicadita y yo apenas me mantengo un rato sentada a la mesa para acompañar a la familia para almorzar juntos, es la única comida en la que estamos todos. Lo demás: desayuno, merienda y cena, todo me traen a la cama y cada uno se viene con su bandejita a nuestro Centro de Operaciones: la Camita Feliz y alrededores, donde hasta Lulita siempre anda supervisando que esté todo bien y se acuesta en la alfombra, sobre mi calzado, para participar de la reunión familiar.
En realidad, yo los tenía frenando a Damita y Waldo de que no dijeran nada, es que me daba vergüenza porque ya ni siquiera iba a poder conversar con los hermanos, mucho menos atenderlos. Pero algunos memoriosos recordaban la fecha y sólo esperaban la luz verde para venir y encargarse ellos de todo en vista de nuestras circunstancias. Así es que, por más que físicamente me sienta muy mal, no podía privarles a la familia de pasar un rato ameno con los amigos y salir por un momento de esta austera rutina.
Así es que a último momento, el jueves en la noche, Damita le avisó a los hermanos, no pensamos que pudieran venir más que nos cuantos porque todo fue improvisado para el otro día, el viernes. Pero vinieron...2, 6, 10…unos 60 al final. El amor, cariño y generosidad tan inmensamente grande con que nos arroparon pasó a engrosar los recuerdos más bonitos que atesora el corazón. En realidad, nos hacía falta esa contención emocional en medio de tantos malos momentos con la salud. ¡Qué bendición tan grande contar con nuestra amada hermandad mundial!
Ya desde temprano había empezado a llorar por las muestras de amor de amigos de lugares distantes que llamaron por teléfono, enviaron tarjetas, mensajes de voz y hasta videos desde Chile y España con toda la familia saludando. Como amo el mar, dos amigas de Antofagasta (Chile) filmaron un poco del mar que besa sus playas y luego aparecen ellas con mensajes llenos de amor para toda la familia.
Uno se queda sin poder encontrar maneras de poder agradecer tanto, tanto que dan…y siento que cualquier cosa que pueda dar, que pueda hacer, nada alcanza en comparación con el amor generoso de uds. Siempre pasa lo mismo, con cada mensaje que envían, por cualquier razón: ya sea en respuesta a algo que envié o un saludo…es tanto el cariño recibido que lo poco compartido no encuentra cómo multiplicarse para equilibrar esa balanza de amor entregado.
Y bueno, no deja de ser una muestra más de la marca que distingue al pueblo de Jehová: el amor.
Le había pedido a mi papi que preparara un micrófono porque sino no me iban a escuchar (sigue muy débil mi voz y me fatigo mucho al hablar). Siempre me gusta preparar alguna cosita para leer y compartir en estas ocasiones, pero ya estaban llegando los hermanos y yo todavía remaba con la única neurona y esperaba alguna iluminación para poder escribir algo.
Finalmente, cuando terminé, no tenía tinta para imprimir, así es que le pedí a Damita que me lo copiara en una hoja para poder leerlo (escribo en la compu, me cuesta sostener la lapicera o bolígrafo para escribir a mano).
Así es que mientras ella hacía eso, Waldo me llevó despacito al patio donde ya había instalado la silla de ruedas reclinada, almohadón grande para estos pies tan hinchados y mesita con respirador listo.Luego de compartir muchas cosas ricas (desde las infaltables empanadas tucumanas hasta torta, torta helada, helados…y obviamente, ¡Pizzas!, entre otras cosas), les pedimos a los hermanos que nos comenten alguna anécdota de sus matrimonios, (los solteros tomaban nota de todo, jeje). Fue muy bonito escucharlos compartir sus emociones, sus esfuerzos por seguir adelante ante tantas dificultades. Son cosas que unen y estrechan más los vínculos con nuestros hermanos. Y no faltaron las risas y anécdotas jocosas, tenemos unos cuantos exponentes que cuya presencia es sinónimo de risa asegurada, jaja.
Finalmente, pude leer lo que acababa de escribir, es un intento de evaluación de este:
Veintiún Aniversario
Quisiera poder regalarte algo especial,
bonito y acorde a la ocasión,
pero no puedo salir a buscar un regalo…
así es que atinaré a lo que tengo a mano:
las palabras y el sentimiento,
la emoción y los recuerdos.
Veintiún años han pasado
con la prontitud de las hojas
arrulladas en el viento.
Difícil condensar en unos versos
la esencia del tiempo bien vivido
compartido junto a quien amamos,
quien protege, sostiene, y acompaña.
Jehová nos ha bendecido con
la flor más bonita de nuestras vidas:
una Damita…Dámaris es su nombre,
Amor, Consuelo y Alegría
son los colores con que ella brilla.
No ha sido fácil el camino.
Nada que realmente vale lo es en este tiempo.
Risa y Adversidad,
Logros y Pérdidas
Sonrisas y Lágrimas,
Felicidad y Aguante…
en definitiva…
Rosas y Espinas…
aprendieron a danzar juntas,
de la mano entrelazadas en nuestras vidas…
es así para todos, pero de un modo
muy particular en nuestra familia.
Pero hay cosas que ni quince años de enfermedad,
ni la rutina modificada por ella,
ni los caminos que no pudimos recorrer,
ni la metas y anhelos pospuestos…
nada de esto nos han quitado…y es lo de más peso:
Jehová nos ha guiado, sostenido y bendecido,
sumarnos a Su lado para formar la Triple Cuerda,
hacer de Él el Faro en la tempestad,
la Brújula cierta que guía y marca el camino,
sujetarnos de Su mano generosa, protectora,
y refugiarnos a Su amparo…
Ésa es la manera de vivir que felicidad,
sentido y propósito le han dado a nuestras vidas.
Así es que todas las gracias vayan a Él:
por nuestro matrimonio, familia
y por nuestro veintiún Aniversario.
Con amor
Nancy (Dáleth)
31-10-08
Al margen del motivo de esta feliz reunión con los hermanos…mientras los oía hablar, no podía dejar de escaparme con esa imagen de sus rostros felices y mentalmente cambiaba el entorno, el paisaje era diferente, un anticipo de los incontables momentos gozosos que compartiremos con los amigos en los jardines del paraíso, donde todo disfrute sea pleno, donde el dolor ya no exista y nunca más esté agazapado debajo de nuestra risa…ya falta un día menos…
Y mientras tanto, quedan muchas bendiciones por disfrutar cada día…gracias por ser parte de ellas…
Con profundo amor fraternal
Nancy
PD: No puedo dejar de agradecer y compartir aquí un regalo muy sentido que envía nuestro querido hermano Er Miguel, desde Sevilla, España. Lo dejó en un comentario, pero quiero agradecerle por este gesto tan amoroso y sobre todo, por tomar en cuenta de manera particular los sentimientos de Waldo y Damita, para ellos es muy duro todo esto y aún así, siguen leales en sus asignaciones, él como uno de los ancianos de nuestra congregación y ella como precursora regular…obviamente, es Jehová quien los sostiene.
De nuevo, gracias Er Miguel por este regalo:
*********