sábado, 9 de mayo de 2009

Un ramo de Esperanza


Quisiera sentarme un rato a su lado y conversar pero estos días han sido por demás fatigosos y dolores nuevos se instalan y no quieren irse, pero aunque sea vine un ratito para traerles

Un ramo de Esperanza

Quisiera acercarme a tu puerta y traerte flores
de lejanos lugares, de colores y fragancias diversas,
que te cuenten mil historias de pájaros y nidos
que cantan y viven ajenos a la mirada del hombre,
tal vez en selvas o montañas que no conocen
el ruido de las grandes ciudades.

No puedo moverme, se fatiga en extremo
el frágil vaso de barro que soy.
Tal vez apenas respiro…
¡pero cuánto paisaje, cuántas flores
y cantos y música hay aquí dentro!

No podré, quizás, (por ahora),
pararme ante tu puerta y compartir
alguno de los regalos que el Altísimo
en su amor nos preparó, para ti y para mi,
para sonreir dando gracias por Su cuidado sentir.

Pero pueden las palabras volar más lejos
que toda ave que migra en pro de cálidos días.
Así también puede esta voz débil
acercarte las flores que tal vez tu huerto
precise si una pena te hiere
o densos nubarrones de tristeza
insistan en tus días quedarse.

Nunca olvides que no tienen los veloces la carrera.
Que reyes del pasado “no debían aumentar
para sí caballos”*: pues su protección
de Jehová dependía y no de poderío militar.

Por más que tu barro se diluya lentamente
en horas de mudo dolor
no olvides que en tu aguante fiel
´el poder del Cristo permanece como tienda sobre ti.´
(2 Corintios 12:9)

Tú lo sabes, pero quería acercarme a tu puerta
con este ramo de flores color Consuelo
recogidas con cariño del jardín
de la Esperanza que sustenta la Fe.

Más que palabras,
son algunos de los regalos que el Altísimo
en su amor nos preparó, para ti y para mi,
para sonreir dando gracias por Su cuidado sentir.


Dáleth
09-05-09

* Deu. 17:16; Isaías 31:1; Zacarías 4:6


viernes, 1 de mayo de 2009

Azules, grises... y Esperanza


Hay momentos que están cargados de sentimientos encontrados, cuadros llenos de luz y a la vez, con tintes grises de nostalgia y ausencia, pero siempre con la esperanza como color de fondo, predominante.
Ayer en la tarde se pintó uno de esos cuadros. Estaba ansiosa y preocupada por no conseguir un estudio bíblico que pueda venir a casa y por otro lado, es duro darse cuenta que ahora no puedo conducir uno yo sola por el agotamiento y falta de aire al sacarme el respirador para hablar.
Pero Jehová-yiré también en esto.

Abel, un joven publicador de nuestra congregación al que conocemos desde niño (uno de los nietos postizos de mi mami: ella le condujo el estudio a Susana, su mamá), se ofreció para traer a casa a José, un joven de 23 años que está progresando muy bien en su estudio, recién están en el cap.4 del libro Enseña, no falta a las reuniones y ya se matriculó en la Escuela del Ministerio Teocrático y es un placer oír sus comentarios.
Tuve que hacer algunos arreglos para poder estudiar, como no puedo leer del libro, acomodé la silla de ruedas-camita al lado de la computadora y así leer del libro Enseña en el CD-Rom WT, con la letra bien grandecita (“para verte mejor”, dijera el lobo a Caperucita, jaja). Y acomodamos dos sillas al frente (Les debo fotos, para la próxima).

Disfrutar de poder participar en el estudio, ver el amor y aprecio tan grande de José por lo que va aprendiendo, ver a Abel con tantas cualidades docentes…fue la parte azul del cuadro, lleno de serenidad e íntima paz al alma. Hoy, recordando tan buenos momentos, surgieron los otros tonos: los grises y de ausencia…permitánme contarles una historia que guarda el corazón para poder entenderlo.

Hace poco más de 20 años, siendo una joven precursora, Jehová me había bendecido con varios estudios bíblicos, entre ellos algunas jovencitas adolescentes que llegaron a ser muy amigas entre sí. Entre ellas, la que más trabajo daba fue mi querida Fabiana, hermana mayor de Abel. Ella era todo un desafío a la gran paciencia, hacía cosas como para desanimar a cualquiera de estudiar, pero a la vez, no quería dejar el estudio. Recuerdo que para hacer el estudio se sentaba frente a la puerta abierta y saludaba a todo vecinito y amiga que pasara por la puerta en medio del estudio. Así que le cerramos la puerta, jeje.
Al terminar un párrafo y pedirle que lea el siguiente, decía:
“-¿Qué?...¿tengo que leer?...” Sus amorosos padres ya eran Testigos bautizados así es que conocía bien todo el procedimiento, sólo quería ver si me cansaba. Era común tener que esperarla a que se levantara y desayunara y se tomaba todo el tiempo para hacerlo. Pero había muchas cosas buenas en ese corazoncito adolescente, más allá de su aparente rebeldía.
Y el tiempo lo demostró.No sólo llegó al bautismo, sino que llegó a ser una precursora muy trabajadora y amorosa, muy querida y se labró un buen nombre en la congregación. Las otras chicas también se bautizaron y las unió siempre una fuerte amistad...y el precursorado en su momento.

Pasaron los años, se casó con un hermano de otra congregación y un día trágico tuvieron un accidente en la moto al ir a la reunión. Él se recuperó de serias heridas. Ella estuvo varios días en terapia intensiva y es uno de los dolores que quedan: no haber podido ir a verla, mi salud se había agravado en ese tiempo. No pude visitarla, aunque sea unos minutos. Y tampoco pude ir a su velatorio en nuestro Salón del Reino. Es un dolor, una herida de esas que sólo cerrarán en el Paraíso, en un apretado abrazo con los amados que regresen de ese sueño profundo no deseado.

Por eso la emoción y sentimientos encontrados al acompañar a Abel en el estudio. Ese niñito tímido y esquivo de ayer, que se escondía al querer saludarlo, ahora es el joven maduro que hace arreglos para que pueda participar en esta faceta del ministerio que tanto amo: conducir estudios. Como lo hice años atrás en su casa, con su hermanita.

Hoy, mientras tomábamos unos matecitos con Waldo, me ahogó la emoción al pensar en todo lo que está envuelto. Las vueltas de la vida…o mejor dicho…es el agua que trae de regreso algún pan enviado hace tiempo (Eclesiastés 11:1). Hoy no está nuestra Faby…pero está Abel, su hermano menor, y ahora, ayudándome a hacer lo que ya no puedo por mi misma. Él no sabe de estos pensamientos (bueno, ahora los leerá).Y no sabe cuánto consuelo ha traído. Bueno, eso si les dije, a él y José, porque ambos desean hacer un arreglo fijo y venir a casa a estudiar cada semana. Dicen que se sintieron muy animados. Pero yo más.
Sí….Jehová-yiré…de tantas formas…

Hace unos años, terminábamos de disfrutar de la visita de un nuevo Superintendente de Circuito y su querida esposa, cuando, a la semana siguiente, súbitamente, un aneurisma cerebral truncó la joven vida de ella. Estábamos todos muy mal. Escribí unos poemas que luego le envié a su esposo. Uno de ellos es este, que refleja lo que sentimos ante esas circunstancias:

DOLOR

Necesitaba este momento a solas.
Los días, las vivencias y angustias,
se suceden tan rápidamente,
que a veces la razón no alcanza
a acomodar los hechos
y asignarles un lugar
en los etéreos estantes de la mente.
¡Cuánto dice el silencio de la noche!
¡Hay tanto que asimilar
y tan pocas fuerzas para hacerlo!
Hay otro rostro querido
que cerró sus ojos en fiel servicio.
Hay otro abrazo pospuesto hasta el Paraíso.

Fragilidad humana...
Niebla de la mañana que se desvanece...
Gracias Padre, por la esperanza,
que al alma mantiene anclada
en las tormentas del dolor.
Nada tiene sentido sin ti, Dios mío.
Sólo por ti podemos derivar
las fuerzas para seguir.
El bálsamo de tus promesas
refresca la mente y el corazón,
y tu Nombre Santo es Faro
inconfundible en la tempestad,
puerto seguro al que anclamos
nuestra vida por la eternidad.

Dáleth
06-11-04

Pero como decía al principio, más allá de los grises del cuadro, predomina la esperanza como color de fondo, la certeza de que no hay dolor ni herida que Jehová, a su debido momento curará eternamente, hasta traer de nuevo a la vida a los que descansan en su memoria.

Y como menciona este párrafo de una Atalaya: “La mayoría de los siervos de Jehová de la actualidad esperan vivir en el Paraíso terrestre y disfrutar de las bendiciones que él ha prometido. Hoy día tal vez consideremos que estas son ‘cosas que no se ven’. Sin embargo, se acerca con rapidez el día en que las veremos con nuestros propios ojos, sí, y disfrutaremos de ellas para siempre. Una de tales bendiciones será el alivio de saber que nunca más tendremos que vivir con problemas semejantes a espinas. El Hijo de Dios ‘desbaratará las obras del Diablo’ y reducirá “a nada al que tiene el medio para causar la muerte” (1 Juan 3:8; Hebreos 2:14).”*** w02 15/2 pág. 22 párr. 21 Cómo sobrellevar “una espina en la carne” ***

Sólo es cuestión de tiempo para ver realizadas las promesas, sólo tenemos que orar para aguantar en fidelidad hasta el fin…

Un abrazo muy fuerte, una rosa y una sonrisa en el corazón y los ojos llenos de esperanza…

Con cariño
Nancy

viernes, 24 de abril de 2009

Jehová-yiré, Anécdotas y "Visiones del futuro"




""Faraón…() les dijo:.. ()”¿Quiénes en particular son los que van a ir?”. Entonces dijo Moisés: “Con nuestros jóvenes y con nuestros viejos iremos.” (Éxodo 10:8-9)
La liberación de Israel de la esclavitud en Egipto es uno de los relatos más fascinantes de la Biblia, lleno de detalles de los que uno no deja aprender y, que al meditar en ellos, fortalecen nuestra confianza en el poder salvador de Jehová.

Este detalle, por ejemplo: ¿Quiénes salieron de Egipto? ¿salieron todos los israelitas?. La respuesta está en el texto citado arriba. Este no es un detalle menor si tomamos en cuenta que eran esclavos y como tales, los malos tratos y mala alimentación deben haber sido frecuentes, lo que, a su vez, debe haber influido en su salud. Desde el punto de vista humano, no estarían en las mejores condiciones físicas para emprender semejante viaje por el desierto.
Pero su vida no dependía de factores externos, sino de la obediencia y confianza en Jehová. Igual que en Edén. Igual que en los días de Noé. Igual que ahora.

Ése es un pensamiento muy consolador cuando, por diferentes circunstancias y medios por los que este sistema oprime, tal vez podamos sentirnos demasiado débiles física o emocionalmente y tal vez sentimos que no podemos más.A veces, conversando en familia, por ahí surge alguna inquietud respecto a cómo podremos hacer esto u aquello y automáticamente resuenan las palabras “JEHOVÁ-YIRÉ” (Jehová Se Encargará de [Ello]; Jehová Proveerá). *** it-2 pág. 52 Jehová-yiré ***Y una paz inmensa calma cualquier dolor oprimido en el pecho con la certeza de que Jehová se encargará de ello.

De seguro, entre quienes salieron de Egipto había enfermos y viejecitos muy debilitados físicamente. No había sillas de ruedas, ni ambulancias. Pero Jehová-yiré. Él se encargó de mover los asuntos para que todo su pueblo cruzara a salvo a la otra orilla del Mar Rojo. En el proceso no sólo hubo milagros, sino que el amor y bondad de unos para otros, debe haber sido esencial para ayudarse y cuidarse en el camino. Como ahora.Realmente, cuán bendecidos y protegidos nos sentimos en su Organización, en cada congregación.

Todos esos pensamientos estaban frescos en la mente cuando cantamos el Cántico 49 (¡Gran Dios, Jehová!) esta noche en la reunión y cobran más sentimiento estos versos:

2. Gran Dios Jehová, muy Santo, Potente,
gozo hallamos al servir
trabajando para ti.
Torre de fuerza, tú nos alientas.
Nuestra mente y corazón te sirven, Jah.
Oh Dios, qué cariño nos das siempre tú.
Tu mano nos da cuidado y virtud.
Con celo a tu causa queremos servir;
servicio sagrado ofrecemos a ti.
Tú eres Fuerza y nos proteges;
confiamos siempre en ti.

Ayer anduvimos toda la tarde/noche en médicos y mañana tempranito hay que hacerse análisis y estudios que confirmen, según están seguros los Doctores, que también tenga Hipotiroidismo. Damita también se hará controles, ella lo tiene…(debe ser que lo heredé de ella, jaja). Mejor reírse de lo que no podemos cambiar y con lo que hay que remar.Por el tratamiento con inmunosupresores van surgiendo nuevas complicaciones que a su vez, requieren tratamiento aparte.
Cualquier salida extra es la gota que colma el vaso y quedo por demás de extenuada…en fin…Ahhh! Le transmití al Dermatólogo los saludos de algunos de uds (de México y España), está muy agradecido y dice que ya los irá a visitar, jaja.

Días atrás vimos un video donde perros y gatos balbuceaban algo parecido a palabras como “Mama” o “Hello”. Desde entonces, Lulita ha sido objeto de investigación y experimentos por parte de Waldo y Damita en el afán de conseguir algún “Mamá” de parte de ella…¡pero nada!. La gordita se sienta frente al plato vacío y hace mil caritas compradoras para que le den algo y ellos le hablan con todo amor en busca de alguna palabrita que justifique la premien con comida….¡pero nada!. Claro, lo mismo recibe su alimento y un montón de mimos, mientras les recuerdo a mi familia que ella es GATITA, no LORITO, jajaja. Las fotos de arriba son de algunos momentos de ternura gatuna.

Bueno, mejor me voy a acostar o no podré levantarme enseguida para los análisis, sólo ruego que no me hagan sufrir para encontrar la ventiúnica venita de dónde me sacan sangre, sólo pueden hacerlo del brazo izquierdo, el derecho por lo general no tiene pulso ni presión (por el Takayasu), así es que ese brazo no lo tocan.

Para la despedida les dejo este poema que nos trae

Visiones del Futuro

¿Se han dado cuenta, amigos,
que se ha acercado el día,
en que esa vieja astuta y desgarbada
llamada Iniquidad,
será encerrada en una olla grande,
de esa que antiguamente llamaban un efá?
Condenada al desprecio y al olvido,
habrán de abandonarla sin duelo o ceremonia,
en una tierra estéril de mal nombre,
donde tuvo su imperio Babilonia. Zacarías 5:5-11 *

Entonces sentiremos
que nos envuelve una preciosa calma,
y que reviven los deseos puros
que significan mucho para el alma.

Sin fundados temores ni amenazas,
sin presentir terrores repentinos,
podremos internarnos en los bosques,
y en las mas altas horas de la noche,
disfrutar sus perfumes, sus murmullos,
cuando las aves duermen del follaje al abrigo.
Los ojos de Jehová estarán velando.
¿Querrán venir conmigo?

Alguna deslumbrante de noche luna llena,
en el pleno deleite del verano,
caminaremos juntos a la orilla del mar,
escuchando su eterna canción indescifrable.
¿Me van a acompañar?

Y cuando nos rodeen las bestias mansamente,
acercándose amigas a lamer nuestras manos,
(ya no las llamaremos fieras como hoy en día),
lograremos que sientan un cariñoso apego,
y busquen sin recelo nuestro calor humano.

Luego, habrá muchas cosas que quizás nos separen;
deberes, intereses, la voluntad de Dios...
la amistad verdadera nunca muere de frío.
Les llegaran mis cartas, les llegara mi voz.
Veremos rodar siglos con renovados bríos,
y entonces sentiremos el alivio inefable
de saber que ya nunca habrá un último adiós.

Álef Guímel
Noviembre 01

*Sinar era el nombre primitivo de la tierra de Babilonia.

( Tomado del libro “Ramas y Nidos”)

Es bueno llenar la mente con pensamientos como esos, tener los ojos fijos en las cosas que no se ven, con la certeza de que sean lo que sean nuestras angustias presentes….Jehová-yiré...

Con amor fraternal
Nancy


miércoles, 15 de abril de 2009

"Acompañándose con música en el corazón"


Hay cierta sensación que me envuelve, muy personal y difícil de describir, cada vez que cantamos un cántico en el Salón del Reino. No sé si serán los años que nos sensibilizan más o las circunstancias…o la suma de los dos…pero es muy bonito y profundo. Trataba de explicárselo a mi esposo, pero no pude, la emoción apretaba demasiado fuerte la garganta y no dejó salir a las palabras. Así es que veré si puedo escribirlo, de algún modo hay que expresarlo.

Nuestro Creador, que nos entiende a todos y escucha hasta nuestros gemidos no expresados, sabe bien las dificultades que cada uno de sus siervos sobrelleva día a día. Por eso es un estimulo grande el tan sólo ver a nuestros hermanos en las reuniones…tan sólo verlos…pues detrás de cada uno hay una historia de luchas y esfuerzos, arreglos y hasta sacrificios, tan sólo para estar presentes. Y nosotros no somos la excepción.

Son muy pocas las cuadras de casa hasta el Salón y no puedo ir más cómoda, recostada en la silla de ruedas - camita, disfrutando del aire libre y conversación risueña con la familia. Pero por más que ría de corazón y todo me resulte hermoso, el dolor de este cuerpo es permanente, y hasta ese breve recorrido lo aumenta y agota. Llego muy agotada y aturdida del dolor y a veces hasta me cuesta coordinar las ideas y tratar de conversar un poquito por lo embotada que quedo.Pero el gozo de haber llegado…de estar allí y ver a los hermanos…puede más y los abrazos y cariñosos saludos son curativos no sólo para el espíritu. Será por eso que el sabio dice “Un corazón que está gozoso hace bien como sanador” (“Hace bien al cuerpo”, dice una pequeña nota). (Proverbios 17:22). Aunque, si sólo dependiera del gozo de corazón…tendría que ser ultra saludable, jaja.

¿Qué tiene que ver todo esto con la emoción al cantar? Todo. Hasta que empieza el cántico…yo ya no puedo más, nadie lo sabe en ese momento, ni mi familia (y se están enterando ahora), porque me ven feliz...y lo estoy…sólo que este cuerpo no da más.Entonces, cuando estoy más exhausta…comienzan las notas del piano a dirigir los pensamientos a alabar a Jehová. Y de pronto todo está bien. Como una niña asustada que halla refugio y seguridad en los brazos de su padre, así siento que todo está bien. No sé cómo seguirá todo luego, sé que llegamos hasta allí, en ese momento estamos donde deberíamos estar, no sé siquiera cómo regresaremos, con qué fuerzas seguir y hasta pensamientos que se cruzan de vez en cuando, se les ocurre hacerse presentes entonces: “Si ahora estoy tan mal…¿cómo va a aguantar este cuerpo durante la gran tribulación?” Son pensamientos fugaces, que huyen ante el amor leal de Jehová, quien prometió no dejar a sus leales.

Es un torbellino de emociones y pensamientos, como mar agitado. El dolor desata tempestad…pero los cánticos traen la calma y devuelven la serenidad hasta al alma más agobiada y reseca. Y de pronto todo está bien. Es como si Jehová te dijera que no tienes de qué preocuparte, él se encargará como Padre amoroso de todo lo que surja en el camino. Sólo tienes que estar allí y dejar que Él te consuele y dé la paz que supera a todo pensamiento.Y te sientes tan pequeña y agradecida que se hace difícil cantar sin que la emoción no desborde por los ojos y alguna lagrimita se escapa (ahora sabes, hijita, por qué lloro).

Hablando de los cánticos, una vez se dijo que todo el programa de las reuniones es una dádiva de Jehová, un regalo de Él para nosotros. Pero los cánticos…son los momentos en que todos podemos darle algo a Él: nuestra alabanza.
Y como de cánticos estamos hablando, qué más apropiado que la poesía de hoy sea uno de ellos, este que nos confirma que


Jehová se interesa por nosotros
(1 Pedro 5:7)
Cántico 44

1. Dios se interesa en nosotros,
también nos conforta en verdad.
Cabellos nuestros bien cuenta él,
¿por qué preocuparnos, verdad?

2. Si vienen pruebas del mundo,
jamás hay que desesperar.
Si Dios no olvida a un gorrión,
tampoco nos olvidará.

3. Por toda la Tierra hoy día,
afligen a siervos de Dios.
Por estas pruebas refina él;
ayuda promete el Señor.

4. Su interés amoroso
con toda lealtad mostrará.
Si avanzamos sirviendo a Dios,
Jehová siempre nos cuidará.



“¿Por qué preocuparnos, verdad?”…¡qué amoroso Dios tenemos!.
Que siga dándonos las fuerzas cada día y nos ayude a usar nuestras vidas para alabarlo eternamente, y seguir "hablándose a sí mismos con salmos y alabanzas a Dios y canciones espirituales, cantando y acompañándose con música en el corazón a Jehová ".(Efesios 5:19)

Un abrazo muy fuerte en la distancia, con cariño fraternal
Nancy

viernes, 10 de abril de 2009

Nuestra Conmemoración 2009




Gracias a Jehová pudimos asistir a nuestra Conmemoración y hasta disfrutar de esta luna llena, Testigo fiel y silencioso de hechos que marcan nuestra historia teocrática.
Es la misma Luna que vio huir al pueblo esclavo de las garras de Egipto; la misma Luna que vió al Cristo derramar su vida por nosotros y hacer por siempre santificado el Nombre del Soberano Eterno.
Es la misma Luna que hoy nos ve, a uds y nosotros, en cualquier rincón del planeta, meditar agradecidos por el privilegio de observar esta Conmemoración, concientes de que el sistema agoniza y estamos preparándonos para heredar la Tierra en perfección que Jehová ha prometido a los que le aman.

Temprano en la tarde, unos truenos fuertes hacían temer que una tormenta pudiera entorpecer tan esperada ocasión. Pero no fue así y pudimos reunirnos sin contratiempos. En nuestra congregación somos 73 publicadores y la asistencia fue de 185.
Desde el principio, apenas entrar al Salón, adornado y arreglado para esta noche sagrada…fue una lucha con las emociones que desbordaban, pero hacía un esfuerzo grande por refrenarlas…sé bien cuánto aumenta el dolor en todo el cuerpo al emocionarme…pero casi siempre me gana la emoción.
Por ejemplo, al abrazar a Don Pedro, un vecino de unos 70 años, esposo de una hermana muy querida que falleció hace poco. Le dije que su esposa estaría feliz de saber que él estaba presente, que pronto se lo diremos cuando ella regrese en la resurrección...y que él tiene que estar allí. Un llanto callado y sentido se hizo parte del abrazo.

Este año Waldo también tuvo el privilegio de encargarse de los preparativos y de hacer el pan. Y también, pasó otro año sin que pudiera terminar el mantel a crochet que quisiera poner en la mesa en esa ocasión (pero sí pusieron otro que hice hace tiempo). A este paso…el mantel en cuestión pasará a ser una obra inconclusa, como música clásica que no terminó de escribirse.

Al regresar a casa y recorrer las escasas cuadras hasta casa (en la silla de ruedas medio camita que tengo), fuimos disfrutando de esa Luna llena y de lo que envuelve en una fecha como hoy. Pensaba también en tantos amados hermanos que atraviesan adversidades, como los tres hermanos de Eritrea que llevan más de una década en prisión por su adoración leal: en los hermanos que recientemente perdieron todo en desastres naturales, como los hermanos azotados por el terremoto de Italia. ¿Cómo estarán? Trataba de imaginarlos reunidos y en cierto modo, los acompañaba. *** yb06 pág. 14 Aspectos sobresalientes del año pasado ***
Y claro...cómo no pensar en uds y evocarlos por nombre en el sentimiento.

Ya es como un clásico…pero me encanta releer este poema y pensar en todo el mensaje que nos transmite esta

LUNA DEL MEMORIAL

La milenaria luna que calca nuestras sombras,
vuelca una leve lámina de plata diluida
sobre la calle quieta, tendida a nuestros pies;
y la mente se interna en las épocas idas,
¡porque hoy es catorce de Nisán otra vez!

Caminaremos despacio, conversando en voz tierna,
para estirar el goce de la única fiesta.
Se habla de caras nuevas en el salón colmado,
del sentido de urgencia, del trabajo que resta,
de lo que prefiguran las sombras de pasado.

¡Cuánto significado tienen hoy los recuerdos!
- Un ángel que revista la nación retractora.
- Un pueblo que levanta la masa sin leudar.
- Un éxodo que empieza mientras Egipto llora.
- Y después, un ejercito que se hunde en el mar!

Jehová cumplió con Abraham su amigo,
cuando fue su simiente a redimir.
Y esta histórica luna, como mudo testigo,
asomó su faz plena para verlos partir.

Después de quince siglos apareció el Mesías,
Cordero inmaculado que dividió dos eras
y dejó junto al río del tiempo su mojón.
Desde entonces su sangre, pura, imperecedera,
señala los dinteles de nuestro corazón.

El desierto del mundo es largo y fatigoso,
su sacerdocio, al frente, se ajusta a las pisadas
que él marcó en su carnal investidura,
pues Dios nos dio en Jesús representada
la dimensión cabal de su ternura.

Nuestra sinceridad, como el pan ácimo,
sin leudados dobleces se despliega.
Hierbas amargas de tribulaciones
son porción asignada con la entrega
de las más elevadas bendiciones.

Tajeando el espesor de las tinieblas
está el pilar de su presencia en fuego.
Marchamos por las senda angosta y recta
y queremos seguir sordos y ciegos
a todo lo que estorbe nuestra meta.

América jadea bajo una falsa calma.
Europa arrulla al vicio con un cantar obsceno.
Asia y África claman por arroz y paz.
Corre sangre en las tierras que pisó el Nazareno.
Donde hay banderas rojas Dios no se nombra más.

Ya Nisán y su luna volverán pocas veces
antes del día grande de la liberación,
cuando crucemos juntos, con temblorosas preces,
Un “Mar Rojo” de sangre, llamado Armagedón.

Álef Guímel

Deseo de corazón que hayan disfrutado de esta Conmemoración, con la certeza de que “Ya Nisán y su luna volverán pocas veces antes del día grande de la liberación”, renovados en nuestra determinación y fortalecidos en la esperanza…

Con amor fraternal
Nancy

lunes, 6 de abril de 2009

Amiga Noche


No podía dormir y se hizo imperioso escribir, así es que vengo a dejarles estos versos antes que despunte el alba y se vaya mi


Amiga Noche

Me acoges en maternal gesto,
sabes de mis horas de insomnio:
fruto de contínuo dolor y malestar.
Tal vez por eso te muestras especialmente
buena y te sientas a mi lado, comprensiva y serena,
presta al diálogo profundo,lista para acercar refrescante bálsamo
que calme pensamientos que intenten agobiar.

Por eso te llamo Amiga: me acompañas
y ayudas a evaluar lo que el día, en su ajetreado andar,
dejó de saldo en experiencias y vivencias,
quitándoles toda afilada arista que
pudiera lastimar al evocarlas mañana,
guardando la esencia de las cosas mejores,
construyendo recuerdos que traigan quietud al alma.

Sí Amiga Noche…tú también sabes
que estoy pendiente de ellos, por eso me hablas bajito:
para que no despierten los que amo
y sea reparador su sueño.
Ellos me cuidan durante el día…
de noche yo velo sus sueños.
Que la luna bese sus frentes,
o la lluvia los arrulle con su canto.
Yo veo que no sientan frío y los arropo
con cálido abrigo.

También llenas el pensamiento con nombres
amados, que cruzan distancia y tiempo,
montañas y océanos, y la oración los menciona
ante el Dios de todo Consuelo,
el Padre que tiene eternos ojos insomnes.
Como cantó el salmista:
“A Aquel que te guarda no le es posible adormecerse.”
(Sal. 121:3)
Él nos cuida y vela por todos:
por los que están cerca y los que están lejos.

Por eso te llamo Amiga: porque a tu amparo
entreteje el alma silenciosos diálogos
con la vida y su Fuente (Salmo 36:9)
y resumen el día en escasas palabras:
cansancio y dolor...
risas y Esperanza…

Dáleth
6 de Abril de 2009

Ustedes también son parte de estos versos...
Un cálido, fraternal y nocturno abrazo...
Nancy

martes, 31 de marzo de 2009

"Cuando vuelvas a ser joven" y Anécdotas


No sé en qué momento se escurrieron ya tres meses de este año, el calendario adelgaza rápidamente…mejor…cuando menos nos demos cuenta estaremos estrenando los primeros días del paraíso…lo cual, a su vez, no deja de ser un recordatorio de Lucas 12:40: “manténganse listos, porque a una hora que menos piensen viene el Hijo del hombre”.
Mientras tanto, día a día, hora a hora, todos seguimos esforzándonos por perseverar, sobrellevando nuestras propias espinas, sostenidos por el poder que es más allá de lo normal que Jehová da.

Este verano que acaba de pasar, hemos tenido algunas visitas en casa que nos dejaron mucho estímulo y enseñanza, como por ejemplo, Walter y Noemí, un matrimonio de hermanos muy queridos, de los que guardo recuerdos atesorados desde la niñez. Se quedaron unos días en casa, luego del día especial de Asamblea.Les preguntaba cuántos años llevan en la verdad, y respondieron:
- “Entre los dos…104 años…sí…52 años cada uno”.
Él sirve como anciano desde que tengo uso de razón y sufre de Espondilitis anquilosante, lo que ha llevado a un encorvamiento crónico de su columna. Pero tiene un gran sentido del humor. Recuerdo que al preguntarle cómo andaba, solía responder: “-Y aquí andamos…en bajada ”, haciendo alusión a lo dobladita que ya está su columna. Pronto cumplirá 80 años.
Noemí abnegadamente lo cuida y atiende pues ya está muy limitado. No deja de conmoverme el verla, haciendo tareas de ambos…igual que mi querido esposo, siempre haciendo el trabajo de dos. Sin duda, Jehová toma en cuenta tanto sacrificio y amor abnegado de nuestros amados cuidadores…es una experiencia que se repite en cada hogar donde hay un enfermo crónico y discapacitado. Jehová lo ve y los sostiene y bendice. A lo que se suma nuestra eterna gratitud.
Pero algo que quedó grabado a fuego en el corazón, fue un diálogo muy personal con Walter. Yo estaba en la compu haciendo alguna tarjeta, se sentó a mi lado, (camina con mucha dificultad apoyado en un bastón) y comenzó a decirme tantas cosas cargadas de estimulo…cosas que a uno le quedan muy grandes pero que se guardan en silencio en el corazón para repasarlas mentalmente cuando la angustia trata de ganar terreno.
Yo trataba de contener la inundación en los ojos, ya me había sacado un rato el respirador para poder conversar, pero las emociones ceñían fuerte la garganta y fue poco lo que pude decir.
Casi al final, dijo esto que me ahoga hasta ahora al recordarlo:
-“ Tal vez esta sea la última conversación que tengamos, ya sea por mi salud o la suya…”
y añadió detalles de todo esto que recordaremos en el Paraíso.

Luego hizo una oración muy sentida, una conversación amorosa con el Padre y Dios de todo consuelo. Ya el dique que contenía el llanto se deshizo. Al despedirlo y abrazarlo...tan frágil y desgastado por la enfermedad y los años, me sentí tan agradecida y bendecida por esos momentos, tan llenos de luz, de consuelo, de esperanza, y por poder contar con el cariño y amistad de hermanos que literalmente se desgastaron en su servicio….sin duda es una gran bendición contar con hermanos así…
Para todos esos amados hermanitos que por ahora sobrellevan las espinas de la vejez, este poema, un recordatorio de lo que lo que experimentarán


CUANDO VUELVAS A SER JOVEN

“Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!...
Cuando quiero llorar no lloro,
y a veces, lloro sin querer...”
(Rubén Darío)

Así expresó un poeta renombrado
un verdad que es siempre aborrecida:
ver que la primavera de la vida
no es un regalo eterno;
que más allá del tiempo floreciente,
está el rostro ceñudo del invierno.

Ya verás, cuando vuelvas a ser joven,
tu cuerpo reparando el deterioro,
tu mente renovando sus circuitos,
el sol llenando tus caminos de oro,
y la vida, sin límites mezquinos,
abriendo puertas hacia el infinito.

Cuando furtivamente algún resorte,
haga surgir recuerdos de estos días,
los verás como odiosa pesadilla
que la mente rechaza estremecida.
La paz de Dios inundará la tierra,
y sus ojos de Padre vindicado,
derramarán su lumbre y su ternura
en todos tus deberes asignados.

Mil años de crepúsculos distintos,
y millones de días disfrutables...
tus palabras, escasas e impotentes,
se van a diluir en lo inefable.

¡Cuánta luz en el rostro de tu hermano!
¡Cuánto amor en el timbre de su voz!
Tu corazón colmado de gozo indescriptible,
captará los reflejos de la dicha de Dios.

Álef Guímel
(Del libro “Ramas y Nidos”)



Estos días pasados, un resfrío y angina muy fuerte se instaló en casa, de a poco fuimos cayendo todos, como efecto dominó. Ahora le tocó a Waldo, pero aún así está trabajando…y cuidándonos. Hasta Lulita enfermó (pero de otras cosas) y tuvo que ir al Dr y le pusieron unas 5 inyecciones…pobrecita!. Tiene que hacer dieta, como no hay manera de hacerla comer comida casera, dice el Dr que le compremos alimento dietético… ligth…uhmmm…veremos si lo come, jajaja…es muy exquisita en sus gustos esa gordita…

Yo sigo perdiendo fuerzas, estos músculos insisten en debilitarse cada vez más, lo que a su vez, sigue despertando la creatividad e inventiva para buscar maneras de poder estar un poco más cómoda y apuntalada al sentarme. Los músculos del cuello, aún estando recostada, tienden a llevar muy hacia a atrás la cabeza pues no la sostienen. A veces tengo que levantarme y acomodarme la cabeza con las dos manos pues no tiene fuerzas para acomodarse solita. Le expliqué eso a mi mami, y junto a una tía, me hicieron unos almohadoncitos alargados para calzar la nuca y sostener mejor la cabeza.

Otra medida, es ponerme la mitad del cuello ortopédico, la que sostiene la nuca, pasar un cinto de tela por encima, llevar los extremos hacia adelante y pasarlos por debajo de los brazos para atarlos en la espalda. Así puedo apoyar la cabeza y a la vez ver el teclado al escribir y puedo tomar los remedios a cada rato sin tener que sacarme todo cada vez (como tengo mucha dificultad para tragar, con el cuello ortopédico completo no puedo hacerlo).
Así les estoy escribiendo ahora. Queda gracioso verme, jaja. Soy un aparato, jaja.

Pero a pesar del buen ánimo en general, estoy demasiado decaída, no me gusta estar así. Apenas me levanto de la cama y paso a la silla de ruedas que está estacionada detrás de la compu, toda reclinada como otra camita. Trato de hacer algo en la pc, pero me quedo en el intento y solo la dejo reproduciendo alguna revista, la Biblia en mp3 o alguna conferencia mientras me quedo quietita, agotada y dolorida por el esfuerzo que hacer eso supuso. El respirador está en una mesita con rueditas, me acomodo con todo y ya no doy más. No me gusta estar así. Hay tiempos en que puedo hacer algo más, pero ahora no. Es un entrenamiento diario de gran paciencia.
Así es que cada vez estoy más agradecida por la provisión de tener las publicaciones en audio, es una gran bendición que ayuda a barnizar la mente con los pensamientos de Jehová., “nuestra fuerza” (Salmo 81:1).

Me quedé pensando en Walter y Noemí y en sus 52 años de recorrer los caminos de la Verdad y en tantos de nuestros amados hermanos que llevan en su equipaje décadas de leal servicio.
Cuando Lira cumplió sus 50 años de bautismo, escribió “Medio siglo en Puerto Amparo”, la parte final dice así:

“Cuando flotamos en un mar de sonrisas en nuestras asambleas, cada rostro representa una historia. Están allí porque han luchado arduamente para que ninguna fuerza extraña los sacara de su lugar en el pueblo de Dios.
El seguir viéndolos entre nosotros equivale a un certificado de madurez e integridad, un recordatorio viviente de que debemos defender nuestro lugar asignado, viviendo o muriendo.
A través de los años y las décadas de este medio siglo, muchas veces hemos comprobado que todo lo innegable, lo noble y lo beneficioso, lo que nunca cambia, gira alrededor del nombre de Jehová, el que dio principio y razón de ser a todas las cosas.
Hoy, desde esa invencible torre de fortaleza que es su Nombre, observamos la desintegración del viejo sistema, y sabemos que la tierra que Dios ofrece a los mansos como herencia pronto será liberada, porque la Palabra de Dios, que hoy resuena en todos los ámbitos y recorre los cuatro puntos cardinales, no puede volver a Él vacía. (Isaías 55:10,11).

Álef Guímel
Abril de 2000


Sí…Su Palabra no vuelve a Él sin resultados…es sólo cuestión de tiempo para que la creación toda deje de gemir y prorrumpa en clamor gozoso para siempre…ya falta un día menos…

Gracias por estar allí y hacer más llevaderos estos días…

Con amor fraternal
Nancy

lunes, 23 de marzo de 2009

"Ora también por mi"


Hay varias ideas dando vueltas como satélites alrededor de la Neuronita…y la pobre ya está perdida y no sabe cuál recoger primero para tratar de plasmarla en palabras para acercárselas en este mensaje.
El final de una canción de fondo, con un solo de violines y cellos, contribuye a que se disperse más el pensamiento y se vaya detrás de bellas notas…
Pero bueno, mejor sujetar las ideas para poder escribirlas…claro, no son grandes cosas, sólo lo cotidiano que envuelve la vida sencilla de quien les escribe.

Waldo está leyéndome el Anuario, hace de ojos por mi. En el informe anual le pido me lea datos puntuales de algunos países de los que venimos siguiendo su crecimiento desde algunos años. Es fascinante ver cómo Jehová acelera la obra en estos días finales.
Y siempre me queda esa sensación de que la Organización es un hervidero de actividad…y yo aquí quietita cuando hay tanto por hacer…sí, lo sé, Jehová valora los esfuerzos…pero siempre me pregunto si realmente estoy dando TODO, creo que siempre hay alguito más que tal vez podría hacer…
Una de esas cosas, es la preocupación por conducir otro estudio, aunque creo que tendré que conformarme aunque sea con sólo uno por el agotamiento y falta de fuerzas para hablar y la debilidad general. Los estudios que conducía ya se bautizaron, con la bendición de Jehová, y estoy buscando formas de dar un poco más dentro de estas paredes porque no puedo salir. Me cuesta mucho hablar por teléfono, así es que no es una opción. Pero, escribir en la compu, tomando un montón de recaudos para acomodar el brazo, sujetar el cuello y cabeza, etc, etc…por ese lado logro hacer algo aún.

Hablando de estudios, ayer llamó Vivi (Viviana), una joven que venía a casa a estudiar la Biblia hace un tiempo atrás. Ella era maestra en una escuela cercana, alquilaba una habitación en la casa de una vecina y venía con mucha dificultad al caminar pues tiene Esclerosis Múltiple. Pero al ir progresando la enfermedad, tuvo que dejar de trabajar y regresar a su casa, un pequeño pueblo a unos 100 km de aquí. Actualmente está en una silla de ruedas y ya no puede movilizarse sola hasta el Salón del Reino más cercano, a varios km de su casa, es la única que estudia en su familia así es que no tiene el estimulo y apoyo espiritual que tanto necesita.
Antes le escribía por mail y le acercaba material que la animara, pero ahora ya no puede ir al ciber más cercano. Así es que estaba pensando en escribirle en la compu, imprimirlo y enviarle cartas por correo común, vía cartero, así podrá releerlas en esos momentos de mucha angustia que la envuelven. Me siento muy impotente y quisiera ayudarla, de por sí es muy dura la enfermedad para hacerle frente sin Jehová y su Organización. Si bien desde el primer momento la puse en contacto con la congregación más cercana, pero por la distancia y sus circunstancias no puede asociarse como necesita.

Conmueve oírla decir cómo le ora a Jehová y busca su fuerza cada día. Al despedirse dijo:
- “ Ora por mi, yo le oro a Jehová, pero es bueno que alguien más ore por mi”
Me despedí con un nudo en la garganta y mucho en qué pensar. Cuánto consuela la certeza de que Jehová ve y escucha a los que invocan su nombre, por más aislados que estemos y que siempre dará una salida: “nos hallamos perplejos, pero no absolutamente sin salida.” (2 Corintios 4:8)
Probaré de enviarle cartas, espero le lleguen bien porque vive en una calle parelela a una ruta (carretera) y no tiene numeración. Luego les cuento cualquier novedad.
Ahhhh…pero lo que sí llega seguro y es el medio de comunicación por excelencia que nunca falla, es la oración…eso sí podemos hacer por ella…

Algo bonito y apreciado que ocurrió este tiempo, es que luego de 16 años de estar enferma, al fin puedo oír las reuniones por teléfono cuando no puedo asistir. Es que no hay teléfono en nuestro Salón, pero sí en una congregación vecina. Y amorosamente, Pablo, uno de los ancianos de allí, hizo los arreglos necesarios.

Pero se presentaba otro desafío: ¿cómo hacer para sostener el tubo del teléfono todo el tiempo que dura la reunión?. Puedo agarrar y levantar un objeto liviano, pero no sostenerlo por más de unos minutos, se agotan los músculos, pierden las fuerzas y se cae lo que haya tenido en la mano.Así es que había que darse maña…es medio complicado para describir pero trataré: primero me pongo la mitad del cuello ortopédico, la parte que sostiene la nuca, tomo un pequeño almohadón, acomodo el tubo del teléfono sobre él, y a su vez, los acomodo sobre el hombro de tal modo que pueda oír bien. Y entonces me ato todo (cuello, almohadón, y tubo) con un cinto de tela que pueda mantener sujeto todo junto por el tiempo que dura la reunión. Es complicado pero vale la pena. (Menos mal que la máscara del respirador tiene su propio arnés sujeto a la cabeza, así es que eso no hace falta atarme, jaja.)
Estoy muy agradecida de poder disfrutar de esta provisión amorosa.

Otra buena noticia es que los resultados de la biopsia del tumorcito del brazo dicen que no hay nada maligno, gracias a Jehová.
Quedan varias cositas, detalles por compartir, pero serán para la próxima para no agobiarlos con un mensaje muy extenso.
La petición de Vivi sobre la oración, me recordó este poema, creo que todos pedimos algo similar:

ORA TAMBIÉN POR MÍ

Ora también por mí, que estoy bordeando
como tú los abismos de este mundo extraviado,
y esquivando las piedras de tropiezo
en caminos de hoyos camuflados.
Vemos en los recodos
de las tortuosas sendas de esta vida,
la arena movediza del pecado
y tanta gente en ella casi hundida.
Estamos exhortando a los que escuchan
a evitar los fangales malolientes del vicio,
que tragan caminantes descuidados,
los cuales tal vez nunca puedan ser restaurados
ni recobrar de nuevo el sano juicio.

¡Cuánto necesitamos que Dios nos tenga en cuenta,
y le brinde su apoyo a la fragilidad
de la carne indefensa que su poder alienta,
mientras crecen las filas de una enorme hermandad!
Cuando aquí, una hueste de siervos dedicados,
duermen tras dar las gracias por el día provechoso,
en otros hemisferios, hay una muchedumbre
que a la labor se apresta, ya cumplido el reposo.

La oración fortalece la relación sagrada
comunicando al hombre con el Ser Infinito,
pero también acerca entre sí a los humanos,
para que compartamos sus cargas agobiantes
y demos al caído una amorosa mano.
Subirán como incienso tus palabras
y en el silencio de los altos cielos,
perfumarán en el altar de Dios,
más allá de la música profana,
de los gritos de guerra y la metralla,
de la palabras necias, de las indignidades,
del tráfico que agrava la demencia
en el clima febril de las ciudades.

Yo también necesito
que otros mencionen ante Dios mi nombre,
que no ha adquirido brillo por sí mismo,
y sólo tiene rasgos muy leves de bondad,
escaso de valores esenciales
para estar en los libros que está haciendo Jehová.
Su bondad es un don inapreciable,
y aunque nos colme el corazón de paz,
lo que afirmó su Hijo es innegable:
—Cuando hayan hecho todo reconozcan
que lo que había que hacer es los que hicieron
y son siervos inútiles, no más.
Lucas 17:10

Álef Guímel –1994
(Del libro “Ramas y Nidos”)

Un abrazo cariñoso y agradecido en la distancia, de quien siempre los recuerda con amor fraternal

Nancy

sábado, 14 de marzo de 2009

Anécdotas y "Noche de Verano"


Hoy, como casi todos los días ya, sólo puedo quedarme quietita y esperar a que calme un poco el temporal; en algún momento habrá un poquito de alivio y tal vez pueda hacer aunque sea una tarjeta con un texto, o concentrar la neuronita y responder alguno de los amorosos mensajes que como flores, llenan de color y alegría el correo.

Responder un mensaje es como conversar: hay que prestar atención, no sólo a lo que está escrito o se dice, sino a los sentimientos que asoman entre líneas y tomarlos en cuenta al tiempo de responder. Es muy gratificante. Pero al igual que conversar en vivo y en directo, requiere un esfuerzo extra de concentración al que, la ya titilante y casi apagada Neuronita, no tiene la energía suficiente para atender como es debido.

No crean que sólo a uds les “respondo” mentalmente los mensajes (aquí va una carita, emoticon, de vergüenza). También me pasa en casa, con la familia y amigos…hay tantas cosas que me quedan en el tintero por conversar con ellos, o contarles algo…pero simplemente no hay fuerzas para hablar…y tengo que esperar a que en algún momento del día haya algo más de aliento para hacerlo.

Tantas veces me quedo mirándolos, como si con la mirada pudiera hablarles y contarles lo que hay dentro…y quedan las palabras atravesadas con un nudo en la garganta y se escapa alguna lágrima de frustración e impotencia…y se acercan, amorosos, y preguntan qué pasa, mientras sus manos acercan una caricia de consuelo…y no puedo responder…sólo tranquilizarlos y decirles que ya va a pasar…que estoy bien. Y es que simplemente no hay fuerzas en ese momento para un diálogo profundo. Y otra vez hay que tener paciencia y esperar. Sé que en algún momento del día estaré mejor y entonces podré hablar. Las palabras del sabio cobran un matiz particular en este caso: “Para todo hay un tiempo . . . tiempo de callar y tiempo de hablar.” (Eclesiastés 3:1;7)

En cambio, escribir aquí o garabatear algo parecido a un poema, es menos fatigoso, es sólo tratar de expresar lo que hay dentro sin el esfuerzo extra de concentración que requiere una conversación o responder un mail. Por eso, perdón por tantas respuestas que debo (aquí van dos o tres caritas de vergüenza juntas).

Hablando de cosas que quedan en el tintero por contar…hace unos 10 días al fin le tocó el turno al Dermatólogo (como estas son enfermedades sistémicas, afectan a todo el organismo, así es que me atienden varios especialistas). Había una especie de lunar raro que sangraba, apenas lo vió dijo que había que sacarlo. No había sido lunar, sino tumor. Hizo unas llamadas, suspendió una cirugía que tenía programada, pidió el material quirúrgico y listo!...fue el tumorcito!. Dijo que roguemos que sea de origen virósico. El 19 recién estarán los resultados de la biopsia.

Pero la situación no estuvo exenta de una buena dosis de humor. Tanto el Dr como nosotros (estábamos los tres), conversamos animadamente, risas de por medio, mientras él hacía los preparativos. Luego, al momento de sacar el tumorcito y entregárselo a Damita en el frasquito para llevar al patólogo, dijo, con tono sobrio y guardando la compostura: “ Por este humilde acto hago entrega de parte de la Madre…parte del cuerpo de la madre”…¡demás está decir que nos arrancó una carcajada al unísono!…es que había que verle la cara al Doc…¡es terrible!...y lo queremos mucho. Ya a estas alturas, después de tantos años, se forman vínculos muy afectuosos médicos- paciente - familia, y ayudan a sobrellevar situaciones que normalmente serían de mucha preocupación. Y lo agradecemos profundamente.

En otras consultas, también hubo palabras de aliento al decir que para él era un ejemplo de vida, que está acostumbrado a ver casos de mucho menos gravedad, pero que se abruman y derrumban. Eso siempre ha dado pie para poder hablar de nuestra esperanza. Es muy gratificante oírles de su boca afirmar que es la fe lo que nos sostiene y ayuda. Estamos agradecidos de poder dar testimonio de toda forma posible.

No quiere decir que siempre estamos con la sonrisa de oreja a oreja. Hay momentos de mucha angustia. Pero con la ayuda de Jehová, sólo son eso: momentos. Como dijo el salmista: “Cualquier día que me dé miedo, yo, por mi parte, confiaré aun en ti.” (Salmo 56:3). Y así podemos seguir.

Un día como hoy, o mejor dicho, en una noche como esta, tres años atrás, escribí este poema que viene bien compartirlo ahora, en esos últimos días de verano…ahhh!!..si pudiera migraría como las aves para alejarme del invierno…Pero como no se puede mejor, disfrutar de esta

Noche de Verano

El Verano está preparando su equipaje.
El Calendario le indicó que le quedan pocos días.
Ya el Otoño, traviesamente, se animó a pintar algunas
hojas de amarillo, anunciando que espera su turno.

Ha llovido mucho estos días, tanto en el paisaje como en mi alma.
Pero esta noche la Luna se engalanó con su mejor traje de plata,
y las estrellas no han dejado de hablarle a mi corazón,
mientras alaban a su Hacedor.

Es tarde ya. Debería acostarme.
Pero me he quedado a solas con la noche en el jardín,
para disfrutar de un íntimo diálogo que refresca el alma.
Sé que aún quedan muchos días grises por venir
y que un Invierno de angustias
se cierne sobre la humanidad que ignora.
Pero sé también que luego vendrán infinitas
noches de Luna clara, libres de inquietudes…llenas de paz.

Y sé que una noche no lejana, compartiremos felices
momentos con los amigos que hoy están lejos y hasta con
aquellos que amamos y por ahora habitan el silencio.
Mientras tanto, gracias, Amado Padre, por esta clara
noche de verano, y por los mensajes
de tu amor y gloria sin par que en mi regazo dejó.

Dáleth
14-3-06
Gracias por compartir estos momentos.
Les dejo un puñado de estrellas y fragancia de rosas en el aire...
Con toda gratitud y cariño…

Nancy

lunes, 9 de marzo de 2009

Lluvia de verano


Pasaba por aquí, vi luz, y vine a dejarte sólo un poema y compartir contigo algo de esta:


Lluvia de verano

Afuera, la lluvia intensa ensaya melodías nuevas.
Adentro, mi niña duerme arrullada por esa música
que de las nubes se desprenden:
mitad gotas, mitad notas.

El hemisferio Sur se ha envuelto en un manto
de estrellas y descansa de sus diarias tareas.
El Norte está despertando y estira sus brazos,
perezosos aún, dibujando rostros amados que
en el Paraíso cercano podré al fin alcance tener.

Afuera, la lluvia buena ha calmado el febril estío,
y generosa besa los campos y flores
que le regalarán su frutos y colores en gesto agradecido.
Adentro, el corazón destila nostalgias, anhelos y sueños,
mientras Lulita, nuestra gatita hermosa, a los pies descansa.

Es muy tarde, la madrugada avanza,
pero el insomnio sigue instalado,
consentido por el dolor de este cuerpo que
no encuentra alivio ni reposo, y todo lo cansa.

Pero afuera la lluvia arrulla,trae dulzuras,
serenidad y paz…
y adentro, el alma las recoge, las absorbe y se nutre…
y te deja esta canción para agradecer
ese don bendito llamado: Amistad.

Dáleth
9 de Marzo de 2009