Estos días tan especiales, previos a la Conmemoración, vamos preparando el corazón y la mente para imbuirnos del significado profundo de tan sagrado sacrificio.
La lectura de la Biblia asignada para cada día, así como repasar los capítulos 102 a 126 del libro El Hombre más grande de todos los tiempos, calan hondo, conmueven y dejan tanto en qué pensar…qué ajustes hacer para dar más y agradecer tan invaluable precio pagado por nosotros…
En estos días también me gusta repasar este poema. Sigue conmoviéndome hasta las lágrimas cada vez que lo leo:
EL VERBO DE DIOS
Jehová se hallaba solo, rodeado de infinito;
ninguna voz ajena llegaba a su lugar.
El amor rebalsaba su corazón profundo,
pero no existía nadie a quien poderlo dar.
Un propósito excelso había en su pensamiento;
en su mente insondable latía el porvenir.
Cosas aún no hechas ya tenían un nombre,
pero no existía nadie que lo pudiera oír.
Copiándose a sí mismo,
dio vida al primer ángel que lo iba a secundar;
un obrero maestro para obras futuras.
¡Al fin el Dios eterno tenía con quien hablar!
Llamó a su hijo Verbo, palabra iluminada;
Él pondría los oráculos de su Padre en acción.
No era un vocablo ocioso, carente de sentido;
en él cobraban forma la verdad y la razón.
Unidos trabajaron poblando los espacios.
De las manos de ellos,
un ejército alado a la vida surgió.
El vacío circundante fue adornado de estrellas.
Pasaron los milenios;
sobre la tierra virgen el hombre apareció.
Adán, violando leyes,
ignorando mandatos con soberbia y desdén,
volvió la espalda al Padre que todo le había dado.
Los ángeles perplejos, con ceño preocupado,
lo vieron alejarse de su frondoso Edén.
Jehová habló con su Verbo del fatal desacierto;
Los hijos que nacieran con un destino incierto,
tendrían mediante un pago la vital redención.
El hijo aceptó el trato:
Viviría en la carne, se daría en sacrificio
y saldaría la deuda de nuestra salvación.
Un día, una simiente de vida inmaculada,
vino de las regiones donde nace la luz.
Y en una entraña virgen quedó depositada.
aquella semillita se iba a llamar Jesús.
Creció entre las colinas de Nazaret.
Ufano, el Mar de Galilea su imagen reflejó.
En el simple escenario de una carpintería
su juventud sin mancha, serena se esfumó.
Al presentar su vida, invalorable ofrenda,
el agua del bautismo su decisión selló.
La voz del Dios del cielo,
resonando en la altura con placer lo aprobó.
Marchó al desierto inhóspito, luchó con tentaciones;
respondió al desafío del ofensor falaz.
Volvió fortalecido a completar el drama;
¡el mundo no ahogaría su voluntad tenaz!
munido de una fuerza celestial invencible,
fue sembrando milagros que ninguno igualó.
Reprendió las revueltas, enardecidas aguas,
y el mar como cachorro, a sus pies se aquietó
Los niños lo rodeaban buscando su ternura;
enfermos y lisiados hallaron compasión.
El pan multiplicado desbordó de sus manos;
la montaña con ecos respondió a su oración.
Cabalgando un pollino proclamó triunfalmente
su derecho reinante sobre Jerusalén.
La ciudad orgullosa reaccionó con insultos.
Jehová, que la juzgaba, deploró su desdén.
La turba enloquecida, presionando a Pilato,
con gritos estridentes su muerte reclamó.
Llevaron hasta el límite su ignominia execrable.
El Verbo, que venía a brindarles su vida,
como cualquier maleante, en un leño expiró.
Cuando entregó el aliento, el sol desfalleciente
en tenebrosas nubes su esplendor ocultó.
Temblaron las montañas, se partieron las rocas,
y la gruesa cortina del Templo se rasgó.
Aquellos que lo amaban, desgarrados de pena,
se sintieron perdidos al verlo sucumbir.
¡Pero qué inmenso júbilo los colmó al tercer día!
¡La tumba estaba abierta! ¡Había vuelto a vivir!
Multitudes creyeron su mensaje vibrante.
Después de tantos siglos,
su ejemplo marca un norte y su palabra es ley.
Un pueblo fiel anuncia la victoria cercana
de su invencible Rey.
Ahora está en pie y vigila junto al Anciano eterno,
en las altas regiones donde nace la luz.
Dejó imborrables huellas en la historia del mundo.
Cuando andaba en la tierra se llamaba Jesús.
Álef Guímel
(Tomado del libro “Reflexiones de un Guijarro”)
Que Jehová bendiga todos los planes y arreglos para poder adorarlo unidos en todo el mundo en esta noche sagrada y conmemorar al Cristo…´¡porque hoy es catorce de Nisán otra vez! ´