



Al fin, luego de tres meses de mil trámites y espera, se dio la autorización para el traslado a Buenos Aires. Ya empezaba yo a desistir de la idea del viaje, no quiero más experimentos y búsqueda, sé que me esperan estudios dolorosos y las siempre presentes agujas para algunos de ellos.
Pero si no se daba este viaje, habrían sido en vano los últimos 16 días de internación en busca de un nuevo diagnóstico. En fin, más allá de toda inquietud, dejamos todo en manos de Jehová, que Él guíe los asuntos y nos dirija en cuanto a decisiones y las cosas nuevas que se presenten mientras seguimos orando cada día por su espíritu para que nos fortalezca y ayude a aguantar con ánimo.
Así es que, Jehová mediante, estaremos ausente unos días, espero que sean pocos. Los mantendré al tanto, eternas gracias por sus mensajes y preocupación, me encantaría poder responderle a cada uno pero las fuerzas menguan día a día. Pero gracias por el ánimo y amor que sus palabras acercan a esta vasija de barro agotada.
Mientras tanto, he seguido tejiendo, siento mucho el cambio de clima y es mejor llevar abrigo. Aunque creo que esto, en vez de pullover parece colcha, es demasiado grueso, y por el tipo de lana, parece más bien alfombra, jaja. Les dejo fotitos del proceso y modelo terminado. Lástima que en la foto no se notan bien el color salmón y detalles, pero sirve para darse una idea.
¿Me permiten compartir un regalo precioso en forma de poema que dejaron en los comentarios de la entrada anterior? ¿Sí?...
Es este:
“El universo está sembrado y se expande en vuestra mente.
Pululan en ella las estrellas de Sus obras las más bellas.
Con cerrar los ojos contemplas Su creación,
aún cuando si los abres no veas de la rosa ni un botón.
Con tus manos...oh sí, con ellas, haces de las cosas,
cosas bellas, nacen obras de tu mente
que despiertan el asombro de la gente.
Érase una vez... una vasija de barro...
con una rosa de oro por corazón.”
J.S.
J.S.
Gracias de todo corazón por tan bello y sentido regalo.
En verdad, cuánto tenemos que agradecer a nuestro Magnífico Hacedor por darnos la capacidad de trasponer con los pensamientos, toda frontera que oprima y limite el cuerpo o el espíritu, y disfrutar de las:
Rosas y Estrellas
Dice este Cuerpo que no puede moverse;
que llegar al jardín y disfrutar de la rosa
su fragancia y color
es algo que a la voluntad escapa,
pues huyen las fuerzas y lo ata el dolor.
La Mente, ajena a cadenas
que los pasos limitan,
se ha empeñado en llevarme
más allá del cielo azul:
adonde nace la luz,
para mil besos en las estrellas dejar.
Galaxias, Nebulosas y
enormes Cúmulos danzan
cuál grácil ballet al ritmo
establecido por el Majestuoso: Jehová.
Desde lo alto, acariciando las celestes luces,
qué insignificante se ven, (si se ven),
nuestras ataduras de espinas,
que sólo atan la carne
más el espíritu no.
Aguanta sólo un poco más,
el Padre ya los brazos ha extendido
para librarte. Pronto, por siempre disfrutarás,
no sólo de la rosa de tu pequeño jardín,
sino de toda esta Tierra de flores colmadas,
de cielos azules y vastos mares,
de estrellas que brillando te canten:
“Quien a nosotras fuerzas nos da,
es el Mismo que a ti te las dará”
Sólo aguanta un poco más...
Dáleth
03-05-10
Y nuestro amoroso Padre sigue proveyendo generosamente el sustento espiritual para seguir aguantando, como lo es el artículo: “Cómo ayudar a un amigo muy enfermo”, de W 1/07/10 , edición público (*). Realmente conmueve tanta comprensión y consideración...se llena de gratitud el corazón.
Seguiré viendo el correo hasta el jueves luego Damita lo hará, espero que esta ausencia sea muy breve...bueno...es una ausencia relativa...siempre estoy aquí, en las cosas que les dejo: palabras y corazón...




























