Trataré de retomar los hilos de este diálogo continuo contigo, que te acercas a esta ventana que da a mi rincón...y tu del otro lado, recogiendo lo que escribo, acompañando lo que vivo...no es mucho, es simple y sencillo...pero son mis días...este tiempo inmerecidamente concedido, que siempre enumera razones para disfrutar.
Ha sido una emoción muy honda poder sumar nuestras voces al coro mundial que cantó alabanzas y oró unido en la Conmemoración de la muerte de Cristo este año, que nos dejó tanto para meditar...tanto para agradecer... tanto para hacer...
Por aquí la luna llena se escondió detrás de nubes esa noche tan sagrada. Pero estaba allí, Testigo Fiel de hechos trascendentales y de nuestro humilde andar, que procura encajar en las huellas dejadas por el Maestro que nos rescató.
Waldo, mi abnegado y trabajador esposo, tuvo este año también el privilegio de encargarse de los preparativos para esa noche. Hizo el pan con honda gratitud...
¿Quieres ver fotos? Aquí te dejo algunas tomadas esa noche:
Fue muy especial. Porque estaba viva, más allá de los pronósticos médicos. Y porque un año más estábamos todos en familia.
Finalmente, me animé a hacer el precursorado este mes más, con la ayuda de Jehová espero hacer todo lo que pueda. Mi salud se ha resentido, no sé si será por el esfuerzo (aunque es sólo escribir, pero me agoto), o si será simplemente el progreso y deterioro propio de estas enfermedades crónicas.
Ayer tuvimos que ir a la guardia de Emergencias, me dolía el pecho y faltaba el aire. Aunque había tomado toda la medicación del día, la presión arterial estaba alta y allí mismo me dieron otro remedio. Me enviaron al cardiólogo de cabecera, espero ir mañana.
Ayer tuvimos que ir a la guardia de Emergencias, me dolía el pecho y faltaba el aire. Aunque había tomado toda la medicación del día, la presión arterial estaba alta y allí mismo me dieron otro remedio. Me enviaron al cardiólogo de cabecera, espero ir mañana.
Fue gracioso el doctor que me atendió. No me conocía y al contarle a grandes rasgos qué enfermedades tengo, no pudo disimular su asombro, mezclado con la alegría del niño que descubre algo...mientras se preparaba para revisarme dijo:
- Disculpe...es que nunca había visto a un paciente con Arteritis de Takayasu...es algo que uno sólo ve en los libros...y ahora verla aquí...
Me reí y le dije que no se preocupe, que siempre dicen lo mismo, todos quieren estudiarme. Mientras le iba mencionando las lesiones vasculares que tengo...sonrió y le dijo a Waldo:
-¡Sabe todo lo que tiene y usa términos médicos!....se conoce bien...¡y tiene sentido del humor a pesar de saber lo que tiene! ¡La felicito! ¡Eso ayuda mucho al paciente!
- Y sí...no voy a ganar nada sentándome a llorar...hay que seguir, le respondí.
No me gusta tener que estar más tiempo en cama, pero bueno, habrá que aumentar el reposo.
El libro viajero sigue llevando muy lejos de casa las Flores de un Cactus, estoy muy agradecida (y sorprendida) por las palabras llenas de amor y aprecio de los hermanos que van recogiéndolo. Una amiga de Barcelona, Loli, ya tiene los cinco libros que pidió y enviará uno a Cuba!...estoy muy contenta.
La madrugada avanza y es tiempo de regresar a la camita, estos días vengo durmiendo más sentada por la falta de aire.
Pero no faltan las ganas de vivir y compartir estos momentos...al lado de esta ventanita virtual que me acerca a tu lado...y a todos los paisajes por los que deseo caminar...pero por ahora...los voy a soñar...
Pero no faltan las ganas de vivir y compartir estos momentos...al lado de esta ventanita virtual que me acerca a tu lado...y a todos los paisajes por los que deseo caminar...pero por ahora...los voy a soñar...