Parte Médico
Esta mañana nos tocó ir a control de los ojitos con Mamá, ella tiene un ojito ciego por el Glaucoma y del otro ve muy, muy poquito. Ahora está con una irritación en la córnea. Ya le indicó el tratamiento a seguir. A pesar de todo, sigue con su programa de lectura diaria de la Biblia: todos los días lee el texto diario y un capitulo de las Escrituras Hebreas y otro de las Griegas. Además de prepararse minuciosamente para cada reunión con una semana de antelación. Le encanta leer.
En cuanto a mí, tiene que hacerme unos estudios, una tomografía de ojos y otra cosa. También perdí la visión de un ojo por el Glaucoma y el otro también veo muy poquito. Luego de los estudios me hará una derivación a un Centro de Rehabilitación de Baja Visión y actualizar la Historia Clínica para el Certificado de Discapacidad Visual.
Como tenemos confianza para conversar y sabe que no me afectan los malos informes, siempre habla con franqueza sobre mi estado. Le pregunté si yo entraba en el Rango de Baja Visión?... Y su respuesta fue:
-"Vos ...vos entrás en el Rango del Milagro...Milagro de que estés viva...Milagro que sigas respirando..."
Y sí, me reí y le dije que es lo que me dice cada médico que me ve, no se explican cómo aún estoy viva...desde hace años que estoy sin chances de seguir. Así que súper agradecida a Jehová por cada minuto de vida.
Le conté que estoy aprendiendo Piano por mi cuenta. Autodidacta nomás. Descargué los libros del Método Suzuki y busco tutoriales de YouTube. Pero no puedo ver las Partituras, sólo en la computadora ampliándola mucho. Así es que me recetó otros anteojos para ver a distancia Intermedia (uso uno de lejos y otro de cerca pero no me sirven para leer las Partituras y la PC)
Desde hace muchos años la computadora es donde mejor puedo leer y estudiar todo: lectura de la Biblia, reuniones y todo lo que quiera investigar, no sólo por ampliar mucho las letras, sino porque no puedo sostener los libros en las manos para leer, no tengo fuerzas para sostener nada por varios minutos seguidos. Así que, muy agradecida por la tecnología también.
Regresamos contentos los 3, el médico también encomió a Waldo por cómo es y cómo nos cuida. Le dijo varias cosas animadoras. El ánimo siempre viene bien.
Con la ayuda de Jehová seguimos adelante, un día a la vez, agradecidos por lo que aún podemos hacer y anhelando hacer que nuestros días cuenten para Él...
PD: En la primera foto estamos con nuestro querido Dr Ignacio Lischinsky, desde hace 50 años que nos atienden, primero su papá, Jorge, y luego él, ya más que médicos, amigos. Muchas gracias por todo...