lunes, 25 de junio de 2012

Solcito de Invierno: Tarde en el Parque


 Parque Guillermina



Hacía muchos años que no caminábamos por la Avenida Aconquija, tan cercana a los cerros, que cruza la preciosa y ajardinada ciudad de Yerba Buena. Había que aprovechar el cálido sol de esa tarde de domingo. Pocas veces podemos salir en familia a pasear a algún lugar cercano.
En realidad, queríamos conocer el pequeño Parque Percy Hills: dos hectáreas de terreno protegido que conservan la vegetación autóctona de la zona, un muestrario de lo que era la selva de montaña (Las Yungas) que vestía estas tierras antes que el hombre la arrasara. Pero estaba cerrado, recién están acondicionándolo con senderos para el caminante que se asoma a esa ventana a la selva…en plena ciudad, rodeada de countrys y lujosas casas.

Así es que nos dirigimos a otro Parque, el Guillermina. Caminamos varias cuadras bajo el cálido sol que gentilmente este invierno viene regalando estos días…(¡espero que siga así!).
Parecía una niña que iba descubriendo el mundo que la rodea…todo me llamaba la atención: las hojas de tan diferentes formas y colores que abrigaban las veredas, el sol en la cara, un viento suave, las enredaderas cubiertas de flores forrando los techos de las casas…¡hasta una antena de TV!

Damita y Ezequiel iban delante nuestro, Waldo y yo caminábamos de la mano…¡caminábamos!...es inevitable que, cuando estamos disfrutando de momentos tan lindos juntos…se crucen por la mente recuerdos, como flashes de imágenes de otro tiempo…de cuando pasaba largas y solitarias horas en internación, sin siquiera poder ver a la familia más que dos horas repartidas en el día, al tiempo de las comidas. En ese, tiempo…anhelaba y soñaba con momentos como los descritos al principio…aunque pensaba que sólo en el paraíso podría vivirlos, y no ahora.
No son recuerdos que entristezcan, sino que hacen valorar y disfrutar más de cada pequeña cosa que vivo. Es un cuadro con contrastes, de sombras y luces, que hacen que brille más intensamente y se destaque el primer plano iluminado. Un cuadro que conmueve el corazón agradecido.
Sí, “bendito sea Jehová Dios…el único que hace obras maravillosas.” (Salmo 72:18, 19)
 
 
Cuando llegamos finalmente al Parque, estábamos tan cansados que nos sentamos en los primeros pastos al sol que encontramos, aunque esos estaban secos, quemados por las primeras heladas. Había extensas zonas verdes a pesar de la estación, pero hicimos campamento allí nomás. Para mi es muy doloroso estar sentada sin apoyar la espalda reclida en algo. Así es que Waldo se acomodaba de tal manera que yo pudiera apoyarme...como siempre, en todo momento, en la vida…él cuidando mis espaldas…es muy protector…y lo valoro y agradezco.


Tomamos unos matecitos antes que el sol comenzara a despedirse de la jornada y regresamos a casa, Waldo tenía que descansar un poco antes de ir al trabajo esa noche. Dejo algunas fotitos de esos lindos momentos...compartirlos con ustedes es como hacerlos parte de ellos:

Siguen siendo días de mucha actividad y preparativos. Ya organicé mis horarios: me levanto temprano y tejo hasta el mediodía, (ya hice 35 souvenirs y faltan otros 35). Todas las tardes, salvo los días reunión, tengo unas dos horas de actividad conduciendo estudios aquí en casa. El jueves pasado me asignaron un reemplazo en la Escuela del Ministerio Teocrático, y esta semana tenemos dos demostraciones en la Reunión de Servicio con Damita. Tengo mucho que agradecer, así es que todo lo que se presenta o pidan que haga relacionado con nuestra adoración, lo hago muy contenta.

Hoy fue el primer día de trabajo de Damita en una escuela como Profesora de Música, es una nueva etapa, para ella y nosotros y lo disfrutamos. A la vez, sigue dando clases de piano en casa a muchos alumnos particulares.
Mis padres siguen con las luchas de cada día que impone la vejez con sus muchos dolores y limitaciones, pero siguen fieles, preparándose minuciosamente para cada reunión, no faltan a menos que estén demasiado enfermos.
Voy a ir un ratito al patio a comer una dulce mandarina, abundan en esta época, mientras acompaño a Lulita en su toma de sol diario: estira toda su gatuna anatomía de pancita al cielo...es hermosa...
Me quedaré un ratito a su lado, bajo este



Solcito de Invierno

Tarde cálida y luminosa
bajo este límpido cielo de invierno.
Hojas que resisten el viento
y quedan solitarias aferradas a su rama.
Pájaros en bandadas celebrando
la vida al batir de sus alas.
Los hijos que encuentran su camino,
y nosotros vislumbrando el mañana.
Una tarde en el parque, rodeada de árboles,
esos que ansío al pensarlos en mi almohada.

Solcito de invierno que besas rostro y alma...
envuélveme suavecito, y por favor,
no dejes de regresar mañana...


Dáleth
25-06-12



sábado, 9 de junio de 2012

Tiempos de cambios


Hay lluvia de hojas por aquí. La larga vereda frente a casa queda abrigada cada día por una manta amarilla y naranja que cae de los árboles que la bordean.
Quedan pocos días de otoño, pero ya hemos tenido la visita de una intensa ola polar que se recostó a lo largo de todo el país, trayendo las primeras nevadas en muchos lugares, incluidos nuestros valles y montañas que bordean todo el oeste de la provincia.

Es tiempo de cambios, no sólo en el clima, sino a nivel familiar y personal. Andamos atareados en los preparativos para la boda de Damita y Ezequiel, oramos que Jehová bendiga todos los planes y arreglos, que con su ayuda, será en Septiembre. Sigo tejiendo los souvenirs. Estamos atravesando esta etapa de cambios, comunes y normales a todos los mortales, pero tan significativa y que modifica tanto la vida…al besarla cada noche antes de dormir, no puedo evitar pensar que queda un día menos…se deshojan también las páginas del calendario y vamos pasando a otra etapa en la vida…que será hermosa también, diferente, pero llena de cosas nuevas por hacer…

Gracias a Jehová, el mes que acaba de pasar, pude dedicar cerca de 40 horas  al ministerio, aquí, desde mi rincón. Estoy conduciendo 4 estudios que vienen a casa y es conmovedor ver cómo el aprecio por Jehová y las verdades eternas que nos enseña, van tocando sus corazones, moviéndolas a hacer cambios, a asistir a las reuniones y hasta a expresar el deseo de bautizarse…es un gran privilegio y consuelo el poder participar en este testimonio cabal de los últimos días.

La salud sigue más o menos estable, dentro de lo que se puede. Ya me hicieron el Holter cardíaco, nos entregarán los resultados el lunes. De acuerdo a lo que salga, el cardiólogo tiene pensado hacer un cateterismo, veremos qué pasa.
Damita y yo somos extremadamente alérgicas a muchas cosas, una de las peores, es al frío, el más mínimo cambio de temperatura nos afecta mucho, no paramos de estornudar, los ojos enrojecidos que casi no podemos ni abrir, malestar general y decaimiento, rinitis, sinusitis, faringitis …¡y varias “itis” más! …es la lucha con cada invierno y parece que este nos agarró más fuerte aún. Ya tenemos nueva medicación homeopática para ello, espero que mejoremos, no quiero recurrir a los corticoides, (con la Homeopatía salí del Asma que me aquejó toda la vida).
Como estoy con la estufa encendida mucho tiempo, tengo que ponerme un protector solar aunque estoy encerradita, tengo las mejillas enrojecidas por la radiación lumínica, (la fotosensibilidad es parte del pack de la Dermatomiositis)

Lulita también es muy friolenta, ahora escogió dormir en su cunita de mimbre, con un cómodo colchoncito y mantita abrigada. Como no le gusta estar sola, la pusimos frente a mi cama, debajo de un mueble, pero no le gusta que le dé la luz en la carita para dormir, y como estamos todo el día aquí, siempre hay luz…así es que le pusimos una tela gruesa, a modo de cortina….¡y ronca feliz allí!.

En estos días la Corte Suprema de Justicia de la Nación dictó un fallo histórico, no sólo en el país, sino en América, privilegiando los derechos del paciente y su autodeterminación al tiempo de elegir y decidor qué tratamientos desea recibir o rechazar.
Nuestros amados hermanos de Asuntos Legales de Betel y del Comité de Enlace con los Hospitales han trabajado ardua y abnegadamente y estamos muy agradecidos por su amor leal, tanto a Jehová como a nosotros, sus hermanos.

Jesús mismo dijo: “Los entregarán a los tribunales” (Mateo 10:17). Jehová sabe por qué permite que en ocasiones se llegue a instancias judiciales, dejando que el corazón de los hombres se ponga obstinado como en su día le permitió a Faraón: "A fin de mostrarte mi poder y para que mi nombre sea declarado en toda la tierra" (Éxo.9:16).
Jehová sabe todas las cosas y a su debido tiempo hace que todo resulte no sólo en bien, sino de la mejor manera para sus siervos y su gran Nombre.

Estuve intentando escribir algunos versos pero mi única neurona está demasiado cansada y embotada como para hilvanar algo coherente y que anime. Pero siempre hay tesoros para compartir sacados del gran baúl de los recuerdos de Lira. Hoy, que este mundo tiene los conceptos tan desvirtuados y alejados de los de Dios, me pareció apropiado compartir este bello y profundo poema:


¿Quiénes Son Los Héroes?

El mundo llama héroes
a los que han derramado mucha sangre,
a los que han conquistado muchas tierra;
a los que han sojuzgado al indefenso
porque hay otro diseño en su bandera.
A los conquistadores del espacio
a los que imprimen huellas en la luna,
a los que baten récords en las pistas,
a los que matan toros y leones;
a los que inventan armas asombrosas
que reducen a ruinas las naciones.
Su imagen, perpetuada en bronce o mármol,
está en las plazas desafiando al tiempo.
Veneran sus cenizas, los ensalzan
nombrando con su nombre alguna calle,
tratando de salvarlos del olvido.
¡Son los preclaros hijos cuyas patrias
tanto gozan de haberlos producido!

Para Dios, quien da el fallo que perdura,
aunque el hombre los tenga en su memoria,
son ánforas quebradas que contienen
sólo el eco sombrío de la historia.
En las cenizas de los siglos idos
hay un abecedario que el hombre no descifra.
Dios lee en él el nombre de sus santos.
Su voluntad suprema y selectiva
los deletrea en trazos imborrables
y los fija en el libro de la vida.

Luchadores intrépidos,
que sintieron su carne acribillada
y no desmayaron.
Atletas del espíritu,
que forcejearon con el pecado hasta la muerte
y no cayeron.
Mártires abnegados,
que sangraron bajo el látigo de los inicuos
y no blasfemaron.
Criaturas de polvo
que sostuvieron la mirada desafiante de Satanás
y no pestañearon.
Gusanitos concientes,
que vieron venir contra ellos
la aterradora maquinaria del mundo
y no retrocedieron.
Adoradores indoblegables,
que oyeron el nombre de su Dios escarnecido
y no lo negaron.
Esclavos voluntarios,
que fueron disminuidos inconcebiblemente en su dignidad
y no claudicaron.
Atropellados en sus propios lugares de adoración,
no cedieron al desánimo.
Abofeteados por la burla canallesca,
no aprendieron a maldecir.
Con las garras de la adversidad en la garganta
no silenciaron su mensaje.
Con la hoz de la muerte sobre ellos,
no pensaron siquiera en transigir.
El mundo los clasificó con los estúpidos,
los archivó en el fichero de las utopías,
los ignoró en los folios de la historia.
Pero Jehová inscribió sus nombres en el cielo;
¡nadie puede privarlos de su gloria!


Álef Guímel
Reflexiones de un Guijarro

martes, 8 de mayo de 2012

Alas sin vuelo


Ya no recuerdo cuándo fue la última vez que había dado una breve caminata por algunas calles cercanas a casa. Nunca había entrado en la farmacia del barrio, a pesar de estar tan cerca, y la cajera se alegró cuando Waldo me presentó...claro...todos los meses lleva bolsas cargadas de remedios para mi, pero no me conocían. Estaba feliz por los pequeños descubrimientos que iba haciendo mientras caminábamos de la mano en una de estas noches de otoño.

Al llegar a cierta esquina, el canto precioso de un pájaro llenaba el aire. No sabía de dónde venía. Mi esposo señaló a una verdulería con algunos clientes que conversaban animadamente. En la vereda del negocio, un frondoso árbol jugaba a tapar la luz que ilumina la calle, filtrándola entre sus hojas y haciendo sombras chinescas en las paredes. Colgada en una de ellas, estaba una jaula con su pequeño prisionero alado, que cantaba a pesar del dolor de sus alas tiesas.

Me enteré que durante el día, su dueño cuelga en el árbol varias jaulas, tal vez para darle a esas avecitas la ilusión de estar en su hábitat natural. O tal vez para intentar aquietar un poco su conciencia.
Me atravesó un sentimiento que terminó ahogando las palabras. Yo estaba feliz por dar esos pasos nuevos después de tanto tiempo. Y escuché ese canto. Me dolieron sus alas atadas. Ésa avecilla y sus compañeritos emplumados tal vez nunca batirán sus alas, surcando el cielo abierto.
Escuché justificar su encierro por el placer que da oír su canto en la casa. Habría que preguntarle al ave si opina igual. Para ella no es un placer tener sus alas malogradas. Su canto en la jaula no es canto. Es lamento.

Sé, como esos pájaros, lo que es estar atado a un lugar sin poder andar libremente por dónde uno quisiera. Sé lo que son las ansias de paisajes nuevos, de viento, de cielos azules...y eso que sólo tengo pies...y no alas como ellos...

Me quedé pensando en ellos. Pensando en todos. Hay muchos tipos de encierros y privaciones.


¡Ay, creación gimiente y dolorida!
Toda está cercada con gruesos
 barrotes de imperfección.
No te canses, no desfallezcas...
ya viene entrando tu Libertador...


Dáleth
08-05-12

lunes, 30 de abril de 2012

Hermanos y Amigos


 Este Otoño, disfrazado de Invierno, ha traído consigo sus maletas llenas de pinturas amarillas y ocres y se divierte dándole doradas pinceladas a los árboles. Este año ha venido envuelto en una gruesa bufanda gris, y juntó un puñado de oscuras nubes, de lluvias cargadas, y se las puso como abrigado gorro...hace tanto frío que estos días más bien parecen invernales...

Este otoño es atípico, no es común que llueva tanto, al contrario, suele empezar la estación seca y el clima es más suave...pero vino muy cambiado.  Ha soplado viento, por fuera...y por dentro, y siento que todo el mes caminé contracorriente. Y desgasta. Tal vez sólo sea que trato de hacer más de lo que puedo y me termino agotando en el intento. Es el eterno dilema...cuesta el equilibrio entre lo que se desea hacer y dar y lo que realmente se puede. Pero ya no frustra ese intento fallido. Sólo lo acepto y sigo con lo que puedo.

Están haciéndome varios estudios cardíacos y renales, espero completarlos esta semana. Visitamos al Cardiólogo, me cambió la medicación, en el diagnóstico puso Angina de pecho avanzada, de grado III y IV, lo que supone riesgo clínico alto. Bueno, al menos eso explica porqué me siento tan mal ante el más mínimo esfuerzo, y más aún si le sumamos toda la carga de las enfermedades de base.
Lamento mucho que no podré alcanzar la meta del precursorado auxiliar, lo intenté este mes más pero no llego. Pero estoy muy contenta pues comencé dos nuevos estudios que vienen a casa y tienen mucho aprecio, así es que es una bendición poder conducir ahora tres estudios bíblicos, estoy muy agradecida.

En medio de estos grises, ha sido muy gratificante recibir las sinceras palabras de aprecio de parte los hermanos que están leyendo las “Flores de un Cactus”. La verdad...es mucho más de lo que yo pueda haber dado, nos emociona tanto aprecio y lo agradecemos de corazón. Espontáneamente empezaron a llegar fotos de hermanos de otros países con sus libros en mano. El caso de los hermanos de El Salvador fue muy emotivo. Tres hermanos: Morena, Carmen y Mario, de distintos lugares del país, solicitaron el libro. Los contactamos entre sí para que una de las hermanas recibiera los libros y luego ellos quedaron de acuerdo entre sí para reunirse y recibir sus ejemplares. Enviaron fotos de ese encuentro tan lindo, no se conocían de antes, así es que esta fue una ocasión más para ensanchar y fortalecer los vínculos que nos une en esta amada hermandad mundial. Comparto algunas de sus fotos:
 Ayer el hermano Mario envió algunas fotos de una cena con hermanos de allí que hicieron el precursorado en marzo. Mientras disfrutaban momentos de compañerismo, el hermano les leyó un poema para los precursores:


Gracias por permitirme acompañarlos...

Anoche, como de costumbre, el sueño no quería aparecer por aquí. Hacía mucho frío para estar levantada. Envuelta en calentitas mantas, medio enredada con el tubo del respirador, despegándome a cada rato la máscara que se incrusta en la frente y la cara, lidiando con el dolor y la incomodidad...sólo podía orar. Y pensaba en ustedes. Por eso hoy al levantarme les escribí esto, con amor:


Hermanos y Amigos

Dispersos en el mundo están...
más todos unidos en el mismo afán:
servir al Dios del cielo y su nombre proclamar.
Se ensancha el corazón al pensarlos,
cada uno llevando su propia carga,
y viviendo su vida para agradecer
a quien de mordaces ataduras nos rescata.

Cuando el sueño por la noche escapa
es dulce hablarte, Padre Amado,
sabiendo que escuchas el frágil
pensamiento humano y recoges
nuestros ruegos por los que sumidos están
en valles de profunda sombra:
algunos prisioneros de su propia mente,
envueltos en tristeza que ahogar intenta
el radiante faro de la esperanza cierta.
Otros, presos de espinas por la edad impuestas,
o alguna dolencia que los mantiene
todo el día atados a un mismo lugar.
Y están otros...que llevan años
de injusto encierro por mantener integridad,
por enaltecer tu legítima Potestad.

Tú todo lo ves. Y a todos los cuidas.
Y escuchas nuestras oraciones por ellos.
Por los amigos que están muy lejos...
esos que un día, andando en los senderos
de tu Paraíso eterno, encuentre al fin
en apretado abrazo...
esos que hoy me escriben y pintan
un arco iris de afectos aquí adentro...
llenando de amor genuino
los rincones de mi silencio...

Hermanos y Amigos...
¡Gracias Jehová!


Dáleth
30-4-12



 

jueves, 12 de abril de 2012

Nuestra Conmemoración 2012


Trataré de retomar los hilos de este diálogo continuo contigo, que te acercas a esta ventana que da a mi rincón...y tu del otro lado, recogiendo lo que escribo, acompañando lo que vivo...no es mucho, es simple y sencillo...pero son mis días...este tiempo inmerecidamente concedido, que siempre enumera razones para disfrutar.

Ha sido una emoción muy honda poder sumar nuestras voces al coro mundial que cantó alabanzas y oró unido en la Conmemoración de la muerte de Cristo este año, que nos dejó tanto para meditar...tanto para agradecer... tanto para hacer...
Por aquí la luna llena se escondió detrás de nubes esa noche tan sagrada. Pero estaba allí, Testigo Fiel de hechos trascendentales y de nuestro humilde andar, que procura encajar en las huellas dejadas por el Maestro que nos rescató.

Waldo, mi abnegado y trabajador esposo, tuvo este año también el privilegio de encargarse de los preparativos  para esa noche. Hizo el pan con honda gratitud...
¿Quieres ver fotos? Aquí te dejo algunas tomadas esa noche:






Fue muy especial. Porque estaba viva, más allá de los pronósticos médicos. Y porque un año más estábamos todos en familia.

Finalmente, me animé a hacer el precursorado este mes más, con la ayuda de Jehová espero hacer todo lo que pueda. Mi salud se ha resentido, no sé si será por el esfuerzo (aunque es sólo escribir, pero me agoto), o si será simplemente el progreso y deterioro propio de estas enfermedades crónicas.
Ayer tuvimos que ir a la guardia de Emergencias, me dolía el pecho y faltaba el aire. Aunque había tomado toda la medicación del día, la presión arterial estaba alta y allí mismo me dieron otro remedio. Me enviaron al cardiólogo de cabecera, espero ir mañana.

Fue gracioso el doctor que me atendió. No me conocía y al contarle a grandes rasgos qué enfermedades tengo, no pudo disimular su asombro, mezclado con la alegría del niño que descubre algo...mientras se preparaba para revisarme dijo:

- Disculpe...es que nunca había visto a un paciente con Arteritis de Takayasu...es algo que uno sólo ve en los libros...y ahora verla aquí...

Me reí y le dije que no se preocupe, que siempre dicen lo mismo, todos quieren estudiarme. Mientras le iba mencionando las lesiones vasculares que tengo...sonrió y le dijo a Waldo:

-¡Sabe todo lo que tiene y usa términos médicos!....se conoce bien...¡y tiene sentido del humor a pesar de saber lo que tiene! ¡La felicito! ¡Eso ayuda mucho al paciente!

- Y sí...no voy a ganar nada sentándome a llorar...hay que seguir, le respondí.

No me gusta tener que estar más tiempo en cama, pero bueno, habrá que aumentar el reposo.

El libro viajero sigue llevando muy lejos de casa las Flores de un Cactus, estoy muy agradecida (y sorprendida) por las palabras llenas de amor y aprecio de los hermanos que van recogiéndolo. Una amiga de Barcelona, Loli, ya tiene los cinco libros que pidió y enviará uno a Cuba!...estoy muy contenta.

La madrugada avanza y es tiempo de regresar a la camita, estos días vengo durmiendo más sentada por la falta de aire.
Pero no faltan las ganas de vivir y compartir estos momentos...al lado de esta ventanita virtual que me acerca a tu lado...y a todos los paisajes por los que deseo caminar...pero por ahora...los voy a soñar...

sábado, 31 de marzo de 2012

Precursorado...y 19 años...


¡¡LLegué!! Con la ayuda de Jehová y de varios hermanos que me permitieron trabajar con ellos en distintos lugares geográficos...puede alcanzar la meta del precursorado auxiliar 2 días antes de terminar el mes.
Estoy muy feliz y agradecida por este arreglo, lo disfruté tanto que...estoy pensando en hacerlo en Abril también. Me quedaron aún varias personas a quienes escribir y me he sentido útil haciendo alguito aún desde mi rincón en casa...quisiera intentarlo al menos.

 Sólo ha sido escribir, pero aún eso me agota y he tenido que hacer varios ajustes para poder llegar y distribuir las fuerzas para no agotarme tanto, pero tengo tanto que agradecer...que vamos a tratar de llegar un mes más, con la ayuda de Jehová. Ya traje de la reunión la solicitud para el  auxiliar. El hermano que la dio, me dijo:

- “Tengo de las dos...¿de cuál quieres?”...(haciendo referencia a la solicitud del precursorado regular también).

- “Ayyy...esa también la quiero...pero intentaré llegar de a poco con esta hasta donde pueda...¡pero me encantaría la otra!...( la solicitud para el regular)

Sí, más allá de las fuerzas minadas y el cuerpo que no responde...el espíritu de precursor sigue vivo y fuerte dentro de uno...fulgurando con el espíritu...pueda o no hacerlo...
Personalmente, tengo mucho que agradecer, tiene un valor especial haber podido hacer el auxiliar este mes. Ha sido un respiro, un alivio. Una bocanada de aire fresco para seguir.

Marzo trae consigo un aniversario que no es precisamente para celebrar, sólo una fecha particular en mi historia clínica...


19 años...

Ha pasado rápido el tiempo,
aunque hubieron horas sin final...
En apariencia: una vida truncada,
un boceto sin terminar...
En esencia: una vida plena...
siempre pudieron más las flores
que el espino...
Siempre, la noche más oscura,
se vistió de azul y titilante brillo.

19 años han pasado desde que
sogas de hierro en la carne incrustadas,
retuvieron mis pasos de caminos lejanos,
de veredas del barrio,
de trepar por el cerro...
de andar por la arena con el mar a mi lado.

19 años de aprender...
aprender que no hay mordazas
que acallen el espíritu,
que no hay ataduras que impidan dar,
que no hay llanto
que un día la risa no disipe,
que no hay mutismo que impida orar...
que no hay pozo profundo
que le impida a Él escuchar...
Aprender a recrear el corazón
y los ojos en lo que mundo no quiere mirar.

Al Maestro en el pasado
“le trajeron todos los que se hallaban mal,
los angustiados por diversas dolencias ...
y él los curó.” (Mateo 4:24)

Falta un día menos
para que haga lo mismo
por todos los que hoy,
por fe en su rescate,
son redimidos...
y por bondad inmerecida
nos llamas Amigos.

Gracias Jehová por quedarte conmigo,
por tu consuelo y esperanza
que calman cualquier febril angustia,
por tu amor que venda carne y alma dolorida.(*)

Gracias por sustentar a tus siervos
y cambiar nuestra cama
durante la enfermedad. (Salmo 41:3)

Gracias por quedarte conmigo...


(*) Salmo 147:3; Isaías 41:10

Dáleth

31-03 12

jueves, 22 de marzo de 2012

Cartas, experiencias y libro viajero...


Bitácora del Capitán...(bueno, en realidad no capitaneo nada...pero suena bonito...porque suena a viaje marítimo...).
Aunque estoy muy lejos del mar más próximo o de alguna corriente de aguas caudalosas (llámese ríos), sí vamos navegando en las aguas del tiempo, que a veces parecen rápidos que bajan de montañas, y otras se muestran serenas como espejos de lagos.

El verano se escurrió y no me di cuenta a tiempo para despedirlo. Lo extrañaré estos meses hasta su regreso. Cuando me di cuenta, ya el Otoño había entrado con sus valijas cargadas de cielos grises y se mostró así todo el día: vestido de un traje de tenue lluvia.
 Lulita no pudo salir al patio a recostarse debajo de alguna maceta (no le gusta mojarse sus blancas patitas), pero sale de a ratitos, cuando la lluvia descansa, a tomar agua de nubes de cualquier charquito.

Con la ayuda de Jehová y de los hermanos que siguen acercándome direcciones para escribirles y compartir la esperanza del Reino, sigo feliz con el precursorado este mes, vía e-mail. Voy recogiendo experiencias muy animadoras y muchas palabras de aprecio que me animan a perseverar en esta faceta, la más indicada en mi caso al no poder salir ni hablar mucho. Estoy tan contenta con el “descubrimiento” de predicar de este modo, que en tono jocoso, le dije a la familia (haciendo alusión a una conocida frase):
- “Ya encontré mi misión en la vida: ¡Escribir cartas!”

Aunque sólo estoy sentada, medio recostada, con el teclado sobre un almohadón en la falda, con las piernas levantadas para que no duelan tanto, y el respirador a mano...pero aún así me fatigo mucho. No sólo por el esfuerzo físico, sino mental. La primera media hora voy bien, luego ya me cuesta hilvanar las ideas y tengo que descansar un poco. Pero estoy muy feliz y agradecida a Jehová, a los hermanos que amorosamente me ayudan a contactarme con otros, y a las personas amables y sinceras con las que voy teniendo el placer de comunicarme.

Algunas dijeron que asistirán a la Conmemoración en sus respectivas ciudades.
Una de ellas trabaja en la fuerza aérea de un país sudamericano. Me escribió un mensaje tan animador y lleno de aprecio que lo guardé para tenerlo a mano para darme ánimo. En parte dice así:

“Usted tendrá muchas bendiciones por este gesto, de ayudar a gente necesitada y hambrienta de espiritualidad, esa sed del conocimiento exacto y por ende de vida eterna...
Ojalá algún día llegue a pertenecer al pueblo de Jehová.
Gracias por sus palabras muy animadoras...y siga usted adelante, con el mismo amor hacia nuestro Creador, y algún día, no muy lejano, tendrá su recompensa... pasará al nuevo orden, y sanita...para que siga con la obra de la predicación...”

Me emocionó mucho su mensaje, ella conoce la verdad desde niñita aunque nunca se bautizó.
Yo también deseo de corazón que llegue a pertenecer a Jehová y pueda abrazarla en persona en el Paraíso...

Este territorio virtual es bastante extenso, a lo largo de todo el continente y cruzando mares...ya lo dijo el Maestro: el campo es el mundo. (Mateo 11:38).
Es un privilegio.

Ayer tuvimos el gozo de poder estar presentes en la reunión con los precursores durante la visita de nuestro Superintendente de Circuito. En la congregación somos 76 publicadores, de los cuales 45 estamos haciendo el precursorado auxiliar, acompañando a los 6 los precursores regulares.

El fin de semana pasado tuvimos nuestro Día Especial de Asamblea, maravilloso, es justo la dosis de fortaleza y ánimo que precisamos para continuar, hasta la próxima Asamblea...hasta cada día...
Tuvimos una asistencia de 2.096 personas, en un Club con mucho espacio a unos 24 km de la ciudad, así es que de paso, disfrutamos de un breve viajecito con los hermanos.

También estoy feliz por el aprecio y cariño con que los hermanos están recibiendo mis Flores de un Cactus, este libro que guarda tantos sentimientos y momentos captados en palabras, como instantáneas escritas.
Sus páginas ya empezaron a viajar, como las hojas que lleva el viento de otoño. Los hermanos locales y algunos amigos del país ya lo están recibiendo; otros cruzaron la Cordillera de los Andes para llegar a manos chilenas, y algunos ya están llegando a España. Se van llevando el mensaje de que se puede florecer en la adversidad y de que no hay limitaciones que amarren el vuelo del alma.

Pero por ahora tendré que escuchar los gritos que está dándome el cuerpo, reclamando que lo lleve a la camita a descansar. Mañana hay que levantarse temprano, para seguir escribiendo cartas tratando de acercar algo del consuelo con el que Jehová nos consuela diariamente... “que nos consuela en toda nuestra tribulación, para que nosotros podamos consolar a los [que se hallan] en cualquier clase de tribulación mediante el consuelo con que nosotros mismos estamos siendo consolados por Dios.
(2 Corintios 1:4)



PD: A quienes dejaron mensajes en comentarios anteriores preguntando por el libro, por favor escribanme a este correo: daleth.nancy@yahoo.com.ar (lleva un punto entre los dos nombres) para que podamos contactarnos, gracias por su aprecio y cariño.







viernes, 2 de marzo de 2012

Precursorado...¡y Libro impreso!




¡Estoy muy feliz y tengo que compartirlo! Hoy fue un día muy especial. Primero, porque con la ayuda de Jehová comencé el precursorado auxiliar de 30 horas. Le pedí a algunos hermanos que me ayudaran enviándome los nombres y direcciones de estudios, familiares no creyentes o revisitas a quienes no les molestaría recibir alguna carta de estímulo y consuelo para seguir adelante y así ampliar mi territorio virtual, ya que no puedo hacerlo de otro modo, pues hasta hablar me fatiga mucho. Así es que ya tengo para comenzar. Les estoy muy agradecida a los hermanos, me hacen sentir que los estuviera acompañando en su ministerio, a su lado, a pesar de estar en hemisferios diferentes con varios de ellos.

Y por otro lado, esta tarde, mientras nos preparábamos para asistir a nuestra reunión, llegó el señor de la imprenta trayendo mi libro impreso: “Flores de un Cactus”. Es una selección y recopilación de lo escrito, que reúne 90 poemas, prosas, cartas y experiencias personales, en 124 páginas. La versión digital tiene algunos de esos escritos. La introducción en parte dice así:

“Cada uno sobrelleva sus propias espinas, abundan situaciones que suponen un desafío para seguir sirviendo con ánimo en nuestro cristiano andar. Pero nunca estamos solos. Jehová suple nuestras carencias con el poder que es más allá de lo normal para que podamos salir airosos de cada batalla.
Las  palabras de este libro nacen del deseo de no dejar de soñar, de mantener firme la esperanza como ancla del alma, y tratar de florecer en un verso en medio de  la adversidad.
Permite que de tus espinas crezcan flores y escucha el poema mudo de las que nacen del cactus, que recitan:

“No  dejes de florecer en la adversidad”

Estoy muy agradecida de poder ver este anhelo realizado. Ojalá pueda en sus páginas, acercar un poco de estímulo y consuelo a quien lo lea. Y muy agradecida también a mi esposo y familia por su apoyo en este proyecto. Ellos también forman parte del libro.

Y como broche de oro para un día feliz, en la reunión pude participar en una demostración junto a Waldo...sí...tengo muchas razones para estar feliz...e inmensamente agradecida....

PD: A quienes dejaron mensajes en comentarios anteriores preguntando por el libro, por favor escribanme a este correo: daleth.nancy@yahoo.com.ar (lleva un punto entre los dos nombres) para que podamos contactarnos, gracias por su aprecio y cariño.

domingo, 26 de febrero de 2012

Anhelos, parte médico, tejidos y fotos

Para variar, la madrugada avanza y el sueño no aparece. Como suele ocurrir en estos casos, todos los planes y proyectos parecen agolparse, surgen ideas nuevas, las molestias físicas se acentúan y terminan sacándome de la cama para hacer algo, ya sea leer o escribir en la PC.

Así es que comenzaré actualizando el parte médico para quienes preguntan para saber cómo sigue la salud: llevo unos tres años con problemas en las piernas, se ponen como brasas, me las envolvían en telas mojadas con agua de la heladera hasta en pleno invierno para tratar de calmar el fuego y dolor de ellas. La vasculitis interna salió a la piel y tuve lesiones durante mucho tiempo, pero no sabía los estragos que la enfermedad había estado causando en las arterias mientras tanto. Recientemente, en la ecografía doppler que me hicieron en las piernas descubrieron que las arterias desde las rodillas para abajo, hasta los pies, ya no aparecen, sólo tengo circulación colateral ( eso  es la que se desarolla por vasos secundarios después de la obstrucción de un conducto principal). Enfermedad vascular acentuada, decía el informe. El doctor dijo que tengo pie diabético, aunque no tengo diabetes, (es por la Arteritis de Takayasu, una infamación y destrucción autoinmune de las arterias) así es que hay que extremar cuidados en ellos. Con razón tengo las piernas de otro color, amoratado, debajo de las rodillas hasta los pies.  Y sí, siguen sumándose complicaciones. Son enfermedades progresivas así es que siempre hay algo nuevo. Pero Jehová no nos deja; consuela y sostiene en todo momento.

Rogamos que Jehová nos ayude a hacer el precursorado auxilar de 30 horas en marzo con Waldo. A mi se me complica mucho por lo que no puedo salir de casa más que a las reuniones y médicos. Sigue faltándome el aire para hablar y me fatigo mucho al hacerlo. Sigo usando el respirador. Los dolores son permanentes y la presión me sube hasta con el esfuerzo de masticar al comer o simplemente al conversar animadamente. Así es que habrá que valerse de los medios electrónicos para llegar a la gente, como lo hice el año pasado: escribiendo a las personas que conocí en los hospitales al estar internada, cuidadores, pacientes y médicos. Que Jehová nos ayude y podamos sumarnos al gran coro de alabanzas mundial de este tiempo tan especial que nos toca vivir.

Aprovechando el insomnio, me puse a preparar algunas fotitos que nos tomamos anoche en la reunión. Parecía que nos habíamos puesto de acuerdo las mujeres de la casa en ponernos algo que tejí, por eso a esta foto podríamos ponerle de título

Crochet para tres generaciones:


Aquí están mis papis, el arreglo personal no permite ver sus muchas dolencias y luchas con la salud...pero están lindos, ¿verdad?:


Waldo conduce el estudio de La Atalaya y hoy estuvo de lector Ezequiel:


Esta remerita la terminé de tejer esta semana:


Y este es mi abnegado esposo en su trabajo, no sé cómo hace para atender tantas cosas a la vez:


Bueno, mejor me voy a acostar antes que despierten los pájaros que duermen en los árboles del frente...es que no quiero perderme su canto...



domingo, 19 de febrero de 2012

Dos Palmeras


Las conocí hace poco más de tres décadas atrás, cuando iba dejando la niñez guardada en los estantes del tiempo y empezaba a dar los primeros pasos en la adolescencia. Estaban en el fondo de un edificio antiguo de la ciudad, de esos que representaban el patrimonio arquitectónico histórico de estas tierras. No sé qué habrá sido en un principio ese edificio, para entonces funcionaba un colegio privado, era una enorme casona de aire colonial, de típica influencia europea, con dos grandes patios interiores y otro al final del terreno...donde estaban ellas.

A decir verdad, llegué allí por un cambio de circunstancias en la libertad que tenía el pueblo de Jehová para adorarlo en el país. Había comenzado la proscripción y como niña Testigo, fui una de los cientos que fuimos expulsados de las escuelas por dar sólo a Dios nuestra adoración. No me permitían ingresar a ninguna escuela para completar el ciclo primario. Pero Jehová movió las cosas y pude ingresar a ese colegio que me mantuvo protegida hasta que terminé la secundaria. Guardo un recuerdo agradecido de ese colegio. De ese tiempo.

Ellas eran parte del paisaje cotidiano, eran lo primero que veía al ingresar, pues se erguían imponentes en ese último patio, en línea recta con la puerta de entrada. No sé si formaron parte de la vegetación autóctona arrasada por el hombre: arrancaron árboles y plantaron ciudades. O si los primeros dueños de esa casa tan grande las plantaron allí.
Sea como sea, ellas sobrevivieron a los cambios traídos por el tiempo, vieron varias generaciones crecer a su sombra, escucharon tantos murmullos adolescentes y siguen enhiestas, testigos mudos de un tiempo que pasó.
Ayer pasé por allí, íbamos en un auto con la familia y les encargué a todos que se fijaran si todavía estaban las dos palmeras en su sitio. Ya no queda nada de la vieja casona. Una gris playa de estacionamiento tomó su lugar. ¡Pero dejaron en pie las dos palmeras!

Una mezcla de alegría y nostalgia me arroparon. Fue como volver a ver a viejos amigos, sobrevivieron al manto de cemento que las rodea, libres del polvo que las épocas idas suelen dejar sobre lo frágil y perecedero.
No sé cuántos años se acumularon en sus tallos. Son una postal viva de permanencia, de arraigo, de resistencia.
Un ejemplo e incentivo para procurar serlo también...


Dáleth

18-02-12