
Hacía falta una bocanada de aire fresco, al aire libre. Hacía mucho tiempo que no salía al patio (ya me estaba enmoheciendo en mi habitación, jeje). Aunque a decir verdad, no fue algo planeado, Damita estaba tomando unos mates allí y ese fue el potente móvil para el desplazamiento: desayunar con ella, bajo un cielo azul intenso y una brisa fresca…creo que va a ser el único momento fresco del día hoy que promete ser agobiantemente cálido…(pero no me quejo…prefiero el calor al invierno).
Hay un árbol grande de palta en el patio del vecino, su verde contorno recorta el azul diáfano del cielo y se alza varios metros por encima de la tapia más alta. Es el hogar de muchos pájaros, de allí bajan en bandadas y pasan en vuelo rasante sobre mi cabeza…quisiera extender la mano y que se sintieran libres de posarse, y alimentarlos…y acariciarlos, como vi en una foto: una señora con tres colibríes en su mano..ahhh! ¡qué maravilla!.
Pero al menos se acercan, se posan en la tapia y miran (deben estar desconcertados: no deben dar crédito a lo que ven sus ojitos al verme ahí, jeje).Y surge espontáneo el diálogo al verlos :
“- Hola bebé, ¿has venido a visitar?”…
Ah, sí…no les conté…como dice el refrán: “Pájaro que comió…voló”. – “Es la ley de la vida”, diría alguna abuelita reflexiva…la cosa es que la familia gorrión que había anidado debajo de la galería, ya crió a sus bebitos…y volaron. Uhmmm…para mi que están en el árbol de palta de al lado, mirando.Como recuerdo de su nidación por aquí, dejaron “desplumado” un helecho colgante de mamá: sus hojitas les deben haber servido de alimento y colchón a la vez. Su Creador los hizo así, sencillos y prácticos:
Hay un árbol grande de palta en el patio del vecino, su verde contorno recorta el azul diáfano del cielo y se alza varios metros por encima de la tapia más alta. Es el hogar de muchos pájaros, de allí bajan en bandadas y pasan en vuelo rasante sobre mi cabeza…quisiera extender la mano y que se sintieran libres de posarse, y alimentarlos…y acariciarlos, como vi en una foto: una señora con tres colibríes en su mano..ahhh! ¡qué maravilla!.
Pero al menos se acercan, se posan en la tapia y miran (deben estar desconcertados: no deben dar crédito a lo que ven sus ojitos al verme ahí, jeje).Y surge espontáneo el diálogo al verlos :
“- Hola bebé, ¿has venido a visitar?”…
Ah, sí…no les conté…como dice el refrán: “Pájaro que comió…voló”. – “Es la ley de la vida”, diría alguna abuelita reflexiva…la cosa es que la familia gorrión que había anidado debajo de la galería, ya crió a sus bebitos…y volaron. Uhmmm…para mi que están en el árbol de palta de al lado, mirando.Como recuerdo de su nidación por aquí, dejaron “desplumado” un helecho colgante de mamá: sus hojitas les deben haber servido de alimento y colchón a la vez. Su Creador los hizo así, sencillos y prácticos:
¡Si fuésemos tan listos como el pájaro,
de su sencillo rol tan poseído,
que amasa barro y paja
y ya tiene su nido!
El descubrió la forma de ser rico
limitando su afán de cada día
a lo que carga el pico.
Álef Guímel
¡Qué gran verdad!
Otra cosa positiva fue que no hubo que lamentar pérdidas aladas: Lulita se portó bien, fue buena anfitriona, mantuvo refrenado su instinto cazador ( o no pudo, jeje), y no entró con plumitas en la boca, lo que no le habría convenido en absoluto a nuestra gordita y consentida gatita…uhmmmm.
Es increíble lo bien que hace unos minutitos al aire libre…no tenía idea (ni ganas ni fuerzas) para escribir algo y aunque esto no es una obra de Shakespeare, al menos es compartir un poquito del alma. Estos días sólo he sido un trapito que donde lo ponen, ahí queda, sin aliento para nada.
Y aunque el Dr. aumentó la presión de aire del respirador (se supone que ahora entra más aire), parece que no alcaza para ventilar a la Neuronita que yacía tendida en su soledad, jeje.¡Pobre Neurona!
De todos modos, esto sólo iba a ser un breve saludo, la hipertensión, las piernas hinchadas, los remedios que me tienen enferma! y esta masa muscular (…o sea…Yo…) que no se sostiene sentada y parece gelatina que se derrama buscando en qué apoyarse…todo suma para que la estadía por aqui sea breve y retorne rápido a la cama. Pero no quería dejar de saludarlos y acercarles estas pequeñas vivencias cotidianas que van formando de a poco algo que ni la enfermedad, ni las circunstancias adversas privan…este
Paisaje Interior
Hay un rincón mental abierto a mis recreos,
valle de paz cavado tras fatigosas lomas.
Siempre lo encuentro lleno de alas y de arrullos,
como una grata plaza cubierta de palomas.
Antiguos pensamientos empedraron sus sendas;
su fronda de memorias lo sombrea y lo abriga.
Gozando del crepúsculo cabalga la esperanza
un corcel de optimismo que trota sin fatiga.
Las presiones del mundo llegan como eco leve;
allí conservo todo lo fijo, lo incambiable.
Se escucha un arpa grácil que el sabio viento pulsa.
¡Cuántas cosas preciosas reposan a su abrigo!
Es un rincón que siempre hallo claro, abordable,
cuando tengo algo serio que conversar conmigo.
Álef Guímel
Álef Guímel
Sí, es un paisaje que cada uno puede construir con lo mejor de los recuerdos y afectos que atesora el corazón y la mente y también, con lo mejor de los sueños y anhelos.
”Un hombre que no se alimenta de sus sueños envejece pronto” (ésa sí es una obra, una frase de Shakespeare).
Ustedes forman parte de ese paisaje que llevo dentro…los quiero mucho…
Con amor fraternal
Nancy