Una familia de gorriones ha pasado a integrar el paisaje cotidiano del jardín…y de nuestros días. Hacía tiempo que revoloteaban sin que nuestra presencia les atemorizara, buscaban un rincón acogedor para establecer su nido. Aunque a decir verdad, me da miedo de encariñarme mucho con esas criaturitas aladas (tarde…apenas verlos una se encariña…) pues Lulita, nuestra gatita anda al acecho, y a pesar de su obesidad, al llamado de su instinto cazador, se vuelve ágil como guepardo…uhmmm…no quiero ni pensar…
Así es que, dadas las circunstancias, quise conocer algo más de estos nuevos integrantes de la familia (y sí…todos los que se acercan se suman, jaja). Y fue así como aprendí que “forman parejas monógamas en cada estación de reproducción. Construyen los nidos en primavera, con hojas secas, plumas y restos de papel. Anidan en grietas de edificios, debajo de tejas o en troncos de coníferas. Los huevos son puestos en cualquier momento durante la primavera, pudiendo haber hasta 4 puestas, y en cada puesta de 4 a 5 huevos.Una vez que todos han sido depositados tanto el macho como la hembra se encargan de incubar los huevos, turnándose cada pocos minutos. A los 10 días los polluelos rompen el cascarón, y a los 14 ya tienen plumas.” (Wikipedia)
Aún no pude ver a los pichoncitos (gurriato, es en realidad el nombre de la cría), pero se los escucha piar muy fuerte cada vez que los atareados padres van y vienen atendiéndoles…pero me parece verlos con sus picos siempre abiertos, insaciables.
Me llena de ternura que hayan escogido un lugar tan cercano a nosotros: en la galería del patio, encima de la ventana de la cocina…parece que no nos temen pues siempre hay alguien y ellos van y vienen como si nada, hasta se detienen a pocos centímetros de la ventana para mostrarnos mejor lo hermosos que son. Desde niña me senté siempre en el mismo lugar en la mesa familiar: en la cabecera que da frente a la ventana (para poder mirar al jardín).
Mamá ha hecho un despliegue de macetas debajo de la galería para proteger a algunas plantas delicadas del calor y así ha transformado esa parte del patio en una especie de Jardines Colgantes, que por poco compiten con los que Nabucodonosor II levantó en Babilonia.
Hoy, mientras miraba al papá gorrión con una ramita mucho más grande que él en el pico, acercarse a la ventana y subir a su nido, le decía a mi esposo, con aire entrecortado por la fatiga y el dolor:
- “Creo que no es casual que hayan hecho el nido aquí”.
-“No, no es casual. Es un regalo de Jehová”, respondió.
-“No, no es casual. Es un regalo de Jehová”, respondió.
Sí, lo sé. Y así lo siento. Estamos tan agobiados por todo lo que implica cada día la enfermedad crónica, tanto para el paciente como para la familia, que todos estos gestos amorosos de nuestro Padre, son bálsamo y consuelo, porque “toda dádiva buena y todo don perfecto es de arriba”…y este es un regalo muy tierno.(Santiago 1:17)
Poco a poco sigo perdiendo terreno en cuanto a lo que puedo hacer y las limitaciones físicas siguen marcando nuevas connotaciones a la palabra Modestia y obligan a aceptarlas aunque el alma sienta anhelos de volar. ¡Y lo mismo vuela!
Este cuerpo se desgasta exteriormente pero por dentro sigue renovándose de día en día (2 Corintios 4:16) . Y sigue soñando. Aunque en nuestro caso, no son sólo sueños y anhelos…sino ESPERANZA…”y la esperanza no conduce a la desilusión.” (Romanos 5:5)
Así es que hay que seguir aferrándose a la esperanza, como se aferran los nidos al árbol sacudido en invierno, como lo expresa tan bien este poema:
Ramas y Nidos
El árbol, que en otoño debe ser despojado,
suelta al viento sus hojas con gesto resignado,
y espera ansiosamente que broten los retoños.
Luego viene el invierno, que su altivez sacude,
pero las ramas guardan contra el viento transido,
como implorando gracia, la impotencia del nido.
Tu andar crea recuerdos, girando en remolinos,
que al igual que las hojas secas alfombran los caminos.
Hay sueños que se aferran al árbol sacudido,
clamando por su vida, como claman los nidos.
No dejes que sucumban, defiéndelos, abrígalos.
No dejes que sucumban, defiéndelos, abrígalos.
Cuando lleguen los días severos de la vida,
cuando ya se hayan ido tantas almas queridas
al mundo subterráneo que hambriento nos reclama;
cuando sea lento el paso de la carne cansada
que ansía el gran milagro de la restauración;
¡cuántos valores nuevos hallarás en los nidos
de las memorias sanas que albergó el corazón!
Álef Guímel
(Del libro “Ramas y Nidos”)
http://www.cuentosteocraticos.net/
http://www.cuentosteocraticos.net/
Sí, ´ahora que es lento el paso de la carne cansada
que ansía el gran milagro de la restauración;
¡cuántos valores nuevos sigo hallando en los nidos
de las memorias sanas que albergó el corazón!´
…Y que sigue albergando con tantos amigos y hermanos con que Jehová nos bendice al formar parte de esta hermandad mundial…
Gracias a cada uno de los que se asoman a nuestros días con su cariño, trayendo ramitas y formando nidos nuevos que guardamos en el corazón y nos ayudan a hacer más ligera la carga cotidiana.
Los quiero mucho.
Con amor fraternal
Nancy
Queridisima Nancyta,cuanto de hermoso alberga ese tierno corazón, y si uno de estos gorriones, no cae sin que lo sepa Jehová ,como no van a ser los tuyos regalo de Él, asi que Lupita ya puede ser buena chica,o le reclamaran su glotonaria.
ResponderEliminarTu mensajito de hoy, me emocion, ya no solo por la ternura que emana de él,sino por sus protagonistas,mis queridos compañeros gorriones, aves habran plenas de belleza, pero ni una sola les adelanta en humildad y ternuras.
Gracias por el regalo de compartir ese inmenso cariño por toda la creación, cercanos estan ya los dias en que la compartiremos de pleno, mi hermana y amiga. Un gran beso a todos ustedes.Tonyi.
Que bellas palabras!!! me emocionan tannto, que me siento hormiguita... Me puse a pensar en mi Pepito, un canario amarillo, que tristemente, sucumbio al instinto gatuno, lucho,pero el pequeño arañazo lo inflamó y en un día dejó su último suspiro en mi pecho..mientras ahogaba mis lágrimas en su pequeño cuerpecito. Ha quedado su compañero de canto.. mi Tino, y en la primavera tendrá una esposa, y espero ver.. florecer la naturaleza para alabar a nuestro Creador.
ResponderEliminarAunque no te conocemos personalmente, Nancyta, te queremos muchísimo, y que Jehová te bendiga, y te siga dando las fuerzas, para enternecernos y emocionarnos con tus palabras.
Sus hermanos,
Yoli y Fernando
Nancyta, te respondo por aqui porque quizas ya no leas tu correo. Te extrañaré mucho, pero reconocer las limitaciones y no excederse es lo mejor. No te preocupes que en lo que pueda, yo veré que puedo hacer con "pedidos" no soy tan buena como tu, pero tengo tu album, el mayor regalo que me has dado (despues de tu amistad) para tomar y retomar y continuar animando a los hnos. con tus hermosas postales. Ya sabes como me pinto sola para eso,(andar por la web) asi que mi trabajo sera por ti tambien, Te quiero mucho, cuidate mucho mucho, y esos piecitos, arriba como el animo.Besitos, saludos a la familia
ResponderEliminarLa Puquita inquieta
Nancy, gracias... por tu tiempo, tu exfuerzo, el amor que reflejan tus escritos... me inspiras...
ResponderEliminarSonia, querida amiga, gracias por todo lo que siempre has hecho por mi y por tu preocupación de ahora, pero no corazón, yo espero seguir viendo el correo y seguir enviandoles aunque sea una tarjeta, lo que sí no puedo, es responder todos los mensajes como quisiera, así es que no te librarás de que siga enviandote cositas a ti y a tantos amigos queridos que alegran nuestros días.
ResponderEliminarTe quiero muchísimo...
Nancy
Muchísimas gracias queridas Débora, Yolanda, Sonia y Georgette por sus palabras y el cariño que siempre desborda de ellas.
ResponderEliminarJehová las siga bendiciendo cada día
Las quiere mucho y abraza, tanto a uds como a los queridos hermanos de sus lugares de procedencia que siempre nos acompañan: España, Suecia, México y USA, cariños para ellos también.
Nancy
Hola Nancy!!!
ResponderEliminarNo se por que pero no soy muy afecta a la naturaleza, pero al ver tu amor por ella me hace pensar que son los pequeños regalos que nos da Jehová para ser felices.
Lulita tu gatita me inspira ternura, mi bebé no es obeso pero sí pesa más de lo normal, extraño tanto cargarlo, por un problema de columna me evitaron cargar mas de 10 kg, así que mi baru ya no tiene brazos que lo carguen...
Gracias por tomarte el tiempo y escribir estas lindas memorias.
Que Jehová te bendiga.
Perdona Nancita si no he pasado por aquí. He estado super atareado al término del año de trabajo. También con la restructuración de las congregaciones de mi sector. He andado un poco como pelícano en el desierto, pero ya estamos logrando alzar el vuelo... Las musas me han abandonado por ahora...andarán de vacaciones, como dijo Manuel Serrat.
ResponderEliminarNunca se está lejos de los que se aprecia, ni olvidados en algun rinconcito del corazón....
El gato agradecido...