El día más importante del año. Una noche sagrada. Más allá de las angustias y dificultades con las que cada uno tiene que batallar, siempre apartamos un tiempo para reflexionar y agradecer los acontecimientos tan significativos vividos una noche como esa más de dos mil años atrás, bajo la luna de Nisán en Jerusalén.
Cuántas veces leemos los relatos de los últimos días de Jesucristo en la tierra y nunca dejamos de conmovernos profundamente por tanto amor y sacrificio, por tanto dolor en la carne soportado, por el peso tan grande que pendía de su integridad total a su Padre hasta el final.
Cuántas fuerzas nos da para perseverar en la parte que nos toca, con el corazón lleno de eterna gratitud por rescatarnos. “Verdaderamente nuestras enfermedades fueron las que él mismo llevó; y en cuanto a nuestros dolores, él los cargó.” (Isaías 53:4) Sobre este texto una obra hace este comentario:
“El Mesías llevó las enfermedades y los dolores de otras personas. Por así decirlo, colocó las cargas de ellas sobre sus propios hombros y las acarreó. Y dado que la enfermedad y el dolor son producto de la condición pecaminosa de la humanidad, el Mesías llevó los pecados de los demás. Muchos no comprendieron la razón de sus padecimientos, e incluso creyeron que Dios lo estaba castigando, plagándolo con una dolencia repugnante. Los sufrimientos del Mesías culminaron al ser traspasado, aplastado y herido, términos impactantes que denotan una muerte violenta y dolorosa. Sin embargo, esta tiene un poder expiatorio, pues sienta la base para el recobro de cuantos vagan en las sendas del error y el pecado, ayudándolos a hallar paz con Dios.”
*** ip-2 cap. 14 pág. 204 párr. 22 Jehová ensalza a su Siervo Mesiánico ***
Esa noche tan esperada pudimos reunirnos en nuestra congregación 173 asistentes. Como compartimos el Salón del Reino con otra congregación, tuvimos que salir rápido para darles lugar. Pero fue hermoso estar junto a los hermanos, familia y algunos vecinos recordando todo lo implicado en el sacrificio del Mesías.
En lo personal y familiar, es nuestra primera Conmemoración con nuestra hija ya casada. Así es que la familia creció mucho y estamos felices por compartirlo juntos:
Mis estudios, hijas y amigas:
Mis Amores:
Yo vengo varios días con una infección respiratoria alta, y esa noche estaba tan congestionada que no podía abrir los ojos, y se me iban solas las lágrimas por la fuerte congestión. Así es que tengo una cara calamitosa en las pocas fotos que tomamos.
Escribí esto hace un par de años, pero me gustaría repasarlo junto a ustedes, con amor fraterno y gratitud:
Conmemoración
Nisán trae ecos de sucesos
que brillan con luz propia
y el velo del tiempo que ha pasado
no puede ocultarlo.
Una luna llena de su día catorce
miraba atenta a lo que en la tierra ocurría.
que brillan con luz propia
y el velo del tiempo que ha pasado
no puede ocultarlo.
Una luna llena de su día catorce
miraba atenta a lo que en la tierra ocurría.
En Egipto el ángel pasa,
no exige la vida de primogénitos
que detrás de dinteles marcados con sangre
obedecían y oraban a su Gran Libertador.
El pan de la aflicción y verduras amargas
fue su porción, no sabían
que la sangre de ese cordero señalaba
a una liberación mayor.
no exige la vida de primogénitos
que detrás de dinteles marcados con sangre
obedecían y oraban a su Gran Libertador.
El pan de la aflicción y verduras amargas
fue su porción, no sabían
que la sangre de ese cordero señalaba
a una liberación mayor.
Los siglos pasaron hasta el Nisán
que vio al Cordero que el pecado del mundo
quita derramar la sangre preciosa
que tu vida y la mía compró.
Esa luna llena miraba atenta
a lo que ocurría en la tierra.
Los ángeles y el Padre amado
al Mesías miraban con ojos llenos de amor.
que vio al Cordero que el pecado del mundo
quita derramar la sangre preciosa
que tu vida y la mía compró.
Esa luna llena miraba atenta
a lo que ocurría en la tierra.
Los ángeles y el Padre amado
al Mesías miraban con ojos llenos de amor.
En Getsemaní el Maestro oraba
con el alma hondamente contristada:
sobre sí pendía el Nombre del Padre,
la paz del universo,
y la salvación de la humanidad.
¡Con razón sus lágrimas vertidas
se tornaban en gotas de sangre,
gotas de precioso rubí!
con el alma hondamente contristada:
sobre sí pendía el Nombre del Padre,
la paz del universo,
y la salvación de la humanidad.
¡Con razón sus lágrimas vertidas
se tornaban en gotas de sangre,
gotas de precioso rubí!
¡Cuánto dolor sufrido por el Cristo
y por el Padre ante muerte tan atroz!
y por el Padre ante muerte tan atroz!
El pan de la aflicción y verduras amargas
son hoy también nuestra porción,
vendidos a cruel imperfección…
¡Cuánto te agradecemos
por darnos al Redentor!
son hoy también nuestra porción,
vendidos a cruel imperfección…
¡Cuánto te agradecemos
por darnos al Redentor!
Ayúdanos amado Dios a no fallarte
y vivir cada día buscando tu aprobación.
Que sigamos los pasos del Dechado
con total sujeción, que sus pensamientos
sean los nuestros y vivamos
por el que murió y fue levantado,
a quien recordamos
con el corazón de amor colmado
y el alma arrodillada, mientras te damos gracias
por esta Conmemoración.
y vivir cada día buscando tu aprobación.
Que sigamos los pasos del Dechado
con total sujeción, que sus pensamientos
sean los nuestros y vivamos
por el que murió y fue levantado,
a quien recordamos
con el corazón de amor colmado
y el alma arrodillada, mientras te damos gracias
por esta Conmemoración.
Dáleth
17-04-11
que alegre que tus hijitas espirituales pudieron llegar! Gracias por compartir. Estaba esperando noticias de tu conmemoración Nancy. En la nuestra asistimos 208 y somos 70 pub. Vieras que lindo el pan sin fermentar de este año, le hicieron la forma redondita igualita a una torta no fermentada.
ResponderEliminarSaludos desde Nicaragua