jueves, 16 de marzo de 2017

24 años caminando descalza entre espinas y flores



15 de Marzo de 2017


24 años. Ése es el tiempo que ha pasado desde que comenzamos a recorrer este camino sin retorno. Nunca más nada sería “normal”. Modificó nuestra vida, rutina, proyectos, expectativas. Empezamos a buscar respuestas, que hasta ahora no aparecen, porque simplemente no está en poder del hombre devolver lo que se ha perdido.

Es una fecha representativa. Sólo como para tener un referente en el tiempo. No hay una fecha exacta, al menos nosotros, simples mortales, no podemos saber en qué momento preciso comenzó a destruirse lenta, insidiosa y calladamente mi organismo por dentro.

Pero es la fecha en que hicimos la primera consulta por este universo de síntomas tan extraños, sin sentido ni causa aparente, que me mantienen al filo del abismo hasta hoy. No es dramática la descripción. Es real. Lamentablemente. 

Hablo en plural porque estas enfermedades no me afectaron sólo a mí. Sí, menos mal que sólo yo enfermé. Pero toda la familia sufre los embates emocionales, las pérdidas, la incertidumbre y hasta apuros económicos que imponen.

Cuando miramos hacia atrás, se hace difícil ver cómo superamos tantos obstáculos. Cómo se abrieron tantas salidas. Cómo se pudo seguir. Cómo se acomodaron las cargas. Cómo sigo viva. Sólo hay una respuesta: “Oh Jehová, has hecho subir mi alma del Seol mismo; me has mantenido vivo, para que no baje al hoyo.” (Salmo 30:3) 

He estado muy angustiada estos días. Siempre preguntando si lo que estoy dando es realmente todo lo que puedo dar, sin retaceos. Jamás ni siquiera pensar en la enfermedad como excusa para no dar más. Jehová lo sabe. Y se hace tan difícil el equilibrio. Cuando el corazón y la mente luchan por seguir y tratar de mantener un paso al que simplemente el cuerpo no puede mantener. 
He llorado mucho. Ya no mis pérdidas. Ya las lloré a su tiempo. Ya hice mis duelos. Sino por saber, como dice la canción: “quiero examinarme, lograr descubrir, si estoy alcanzando lo que esperas de mi”.

A veces se recrudece esa interrogante, cuando sin querer, y con la mejor intención, alguien quiere ayudarme a hacer algo que anhelo pero a lo que sencillamente mis fuerzas y lacerado cuerpo…no dan…
Es comprensible, estas enfermedades no son evidentes a simple vista, salvo por alguna que otra cosa. Uno puede presentar un aspecto saludable…y sin embargo, por dentro el cuerpo está corroído sin retorno (en este sistema). 

Si a eso le sumamos una sonrisa de oreja a oreja, pintura en los labios (el único cosmético que tolera aún mi piel), vestido arreglado, colores alegres, aros y algún detalle que ayude a verse bien…nadie sospecharía que me muero de dolor por dentro, todo el tiempo, que no puedo respirar y me falta el aliento hasta para hablar, que no me sostengo en pie, y este agotamiento extremo no me deja ni hacer la más simple tarea, que me cuesta pensar, y que me pierdo…esas cosas no se ven…sólo se ve lo que Jehová me permite aún ser…una vasija de barro feliz y agradecida por el tesoro valioso que nos permite albergar por dentro, por el rescate pagado, por la esperanza cierta, por el futuro eterno ya libre de lamentos…

Hoy justo me tocaba consulta con un médico que me trata desde los primeros años de este recorrido. Fue honesto. Lo que dijo quizás a otros les pudiera poner mal. A mí en cierto modo, me consoló. Luego de leerle algunos síntomas que anoté para no olvidar, dijo: 
“Vos sos una mujer fuerte. Siempre vas a seguir tirando para adelante. Pero el cuerpo no da. Ahora el Takayasu no está activo, pero las lesiones están. No va a volver a ser como antes. Es tiempo de tratar de “yapar” (reemplazar por By Pass) las arterias que ya no están. No tenés pulso en los brazos, ni en las piernas. No podés sostenerte. Por fuera te ves fuerte, sos una mujer fuerte, pero por dentro estás sufriendo. Tenés una Miastenia intratable, quizás en algún país, en algún momento haya algo, algún protocolo para experimentar con vos. Sólo podemos tratar de disminuir el dolor de la Fibromialgia, a ver si probamos con este remedio...”
Me sentí tan comprendida. Se me llenaron los ojos de lágrimas, pero no quería llorar porque no iba a poder seguir hablando.Y ya para ese tiempo mi voz era muy bajita.
Fue una respuesta. A lo que me preguntaba…si quizás podía tratar de esforzarme por hacer más…

Creo que es momento de permitirme disfrutar este tiempo extra que estoy viviendo, sin sentirme culpable por no poder hacer cuánto quisiera, o de preocuparme si tal vez no me comprendan y esperen más de mi, y sin dejar de dar cuanto tengo, mis escasas monedas de poco valor…

Inmensamente agradecida por cada instante, por cada alegría que aún en estas circunstancias, nos da la vida, como caricia de Jehová, para seguir aguantando. 
Por la risa de Jaelita. Por su vocesita llenando los rincones. 
Por ver feliz a mi hija junto a su esposo, fortaleciendo su nido. Por tener a mis padres, aún envejecidos, pero fieles en su amor a Jehová. 
Por mi compañero amado, por sus esfuerzos diarios, por su cuidado, por poder aún sostener su mano…por seguir juntos con los ojos fijos en el alto cielo…
Por tener amigos y hermanos amados, aquí, alrededor, y en el mundo entero…
Por poder vislumbrar ya lo que esperamos…
Por todas la ayudas, inmensas, invaluables, que nos da el esclavo fiel y discreto bajo la guía del Amo, para encontrar ánimo y consuelo al alcance de la mano, todo el tiempo.

Puesto todo en la balanza, 
el dolor, las pérdidas, 
el rescate, la esperanza, la fe, el amor…
pesa más lo eterno que no vemos 
que las espinas que por ahora hieren…


“Son los hechos de bondad amorosa de Jehová 
el que no nos hayamos acabado, 
porque sus misericordias ciertamente no terminan. 
Son nuevas cada mañana. Es abundante tu fidelidad.
 “Jehová es la parte que me corresponde —ha dicho mi alma—, 
por eso mostraré una actitud de espera por él.”
(Lamentaciones 3:22-24)  






10 comentarios:

  1. Mi querida amiga no hay palabras,decir q se tu sentir no seria del todo real solo sé como te vi y aun recuerdo,solo sé de tus luchas y tu amor x la vida por dar,por servir...no olvides q podes servir de muchas maneras con este blog por ej...Jehová seguirá fortaleciendote y te dara las fuerzas...no olvides lo mucho q has dado lo mucho q dasy lo mucho q seguiras dando..te quiero mucho...Jehová te bendiga!!! Silvia E.

    ResponderEliminar
  2. Me llega al corazón lo que dices y te entiendo tanto ! Eres mi modelo de lucha, yo con muchos males menos que los tuyos, siento lo que dices...Estoy en soledad, aunque sienta a Jehova cerca, pues la vida cambió mi realidad por dentro y fuera. Fuerza,amiga Te necesitamos ! Eres nuestra hnita amada que nos unió. Te amamos. Sigue resistiendo y nos encontraremos. Angeles te rodean. Abrazos !!!!

    ResponderEliminar
  3. Que bonito que plasmas tus sentimientos de dolor...pero más aún me fascina palpar con mis ojos tu lucha constante y no olvidarte de tus seres amados y sobre todo de tu compañero de vida! Jehová es grande... Y con el texto que concluye su narración , no podia ser mejor elección! Jehová no tiene un blog...pero si un libro. El libro de la vida! Un abrazo. Esteban B.

    ResponderEliminar
  4. Denise Maldonado de Nauel17 de marzo de 2017, 15:26

    NANCY querida, desde Ecuador como tantas veces...esperando que me puedas leer...recién me desayuné una lección de vida que te comparto: en el libro Acerquémonos,, hablando de la tierna compasión de Jehova, se da la ilustración de una madre cuyo pequeño de dos años está gravemente enfermo de difteria, el médico decide que la criatura debe pasar en el hospital toda la noche, la pregunta es: ¿dónde está la madre? Si es una madre amorosa, la respuesta es evidente, al lado de su hijo, Isaías 49:15 dice que aunque una madre pueda olvidar a su hijo,Jehova jamás nos olvida ni nos deja...pero "el desayuno" mío fue pensar en esa criaturita afiebrada y dolorida ¿percibe claramente que su madre no le abandona? No. El dolor se lo impide. Sin embargo la madre está. Esa es la realidad. Y la madre nunca pensaría que la enfermedad de su hijo es una excusa, más bien refuerza su lucha igual que Jehova la nuestra...no quiere que la culpa te atormente, o siquiera .que tu amor tan intenso, frustrado por anhelar darle más, te cause cargas añadidas...Quizás pocos "vean" bien dices, pero Jehova sí que ve y no es como el dios que adoran ciegamente otros que creen ser cristianos, que exige dolor como muestra de devoción, no. Es el Padre de todo consuelo, Jehova de los ejércitos y el Dios feliz, para él, lo que damos los que estamos heridos, es igual que lo que da un betelita, un precursor: todos ofrendas nacidas del amor para el Dios de amor. Tu sola presencia integra, Nancy, es un testimonio y un estímulo. Para Jehova somos "tan solo niños", niños que él nutre y moldea, tu dolor no te ha dominado, tu espíritu tiene alas, tu corazón no ha sido sometido...DENISE

    ResponderEliminar
  5. Que decir que eres muy fuerte y que en la distancia nos ayudas y estimulas a todas,que pronto cambiaran las cosas por el único que tiene el poder para hacerlo un abrazo y mantennos en contacto no sabes cuantas fuerzas recibimos de tus vivencias

    ResponderEliminar
  6. Querida Nancy: Secundo las palabras de Miriam. Eres nuestro modelo de lucha. En este mundo imperfecto todas tenemos una lucha debido a la edad y las enfermedades. Eres nuestra hermana querida que nos unió a este ramo de flores internacionales de la que estoy muy orgullosa de pertenecer. Entiendo tu dolor, aunque el mio no sea tan fuerte, tengo algunos días difíciles.
    Tienes la paz que todas necesitamos para seguir en este recorrido por la vida sin dimitir, sin mirar hacia el lado, siempre con la vista hacia adelante, hacia esa meta que ya vislumbramos y a la que anhelamos llegar lo antes posible. Falta un día menos, que alivio. Oro a Jehová porque tus días sean menos dolorosos y porque puedas seguir dando animo al cansado y agua al sediento.
    Te quiero mucho,Sylvia de Puerto Rico.

    ResponderEliminar
  7. Querida Nancy: Estaba preocupada por ti, pues no habías puesto nada en tu blog. JEHOVA te seguirá dando las fuerzas para soportar todo ese dolor interno y mental que te debilita día a día. Falta muy poco tiempo para que todas estas circunstancias sean cosa del pasado, lo que sucede alrededor del mundo y la palabra de Jehová muestran que esto es así. Recuerda lo que dice el hermoso Salmo 94:19. Recibe mucho cariño cristiano.

    ResponderEliminar
  8. Mi hermana del alma, amada Nancy:
    hace tiempo que no sabía de ti y te extrañaba mucho...
    ahora se que estás pasando por un gran bache en la salud y que sigues mostrando tu fortaleza inexpugnable a pesar del sufrimiento... eres un ejemplo constante a seguir por todos los que te amamos.

    El desgaste emocional y físico al que estás expuesta de constante va haciendo marcas en el cuerpo carnal; Jehová lo sabe muy bien; conoce que todos somos algo de "polvo" nada más... por ello te está sustentando con su amor, su consuelo, te otorga fortaleza que es "más allá de lo normal" para subsistir día a día... avanza querida Nancy, encontrando en las cosas más humildes, el valor y animo para continuar caminando con pequeño paso cansado hacia el premio de "la vida que realmente lo és"...

    Gracias por ponernos ese ejemplo de fidelidad, lealtad y aguante durante los años de enfermedad... te queremos mucho toda mi familia... nuestras peticiones a Jehová tambien incluyen una palabra de animo para tu casa.

    Gracias por ser siempre así!!!!

    ResponderEliminar
  9. Nancy querida:
    cuanto te hemos extrañado este tiempo, pero entendemos la situación. Nos has dado mucho por muchos años, solo nos queda agradecerte y devolverte todas las palabras animosas, tus lindas poesias, tus cuadros hermosos, que a su vez nos servia para animar a otros,
    Trataremos de imitar a Jehová quien no pide mas de lo que uno puede dar y el intercambio de estímulo no incluye solo el recibir, sino tambien el dar.
    Un texto que tu conoces muy bien.... La mano no se ha acortado demasiado que no se pueda salvar; ni se ha hecho su oído demaciado pesado de modo que no pueda oír..... Isaias 59:1. Este texto nos muestra que estamos en las manos de Jehová todos y agradecemos un día mas que nos permite vivir.
    Estamos contigo Nancy y te confirmamos nuestro amor. Si no puedes escribir te entendemos, pero te alcanzaremos con nuestras oraciones y Jehová permitira que estes bien al lado de tu hermosa familia y tu congregación. Son tiempos difíciles y solo nos queda aguantar y pensar como tu decias: Falta un día menos. Espero de corazón que muy pronto andes descalza entre flores. Te quiere tu amiga y hermana BETTY

    ResponderEliminar

Nombre - Localización