Estaba buscando alguna frase seglar sobre el matrimonio…¡y encontré cada cosa!, jaja. Por ejemplo esta: “El matrimonio es la principal causa de divorcio" (terrible!)
Otras en cambio, tienen su toque poético, como esta: “El matrimonio es la prosa del poema del amor”…aaaahhhh! Muy romántico.
También vi otras comparaciones válidas, como esta: “El matrimonio es como un buen vino, con los años va madurando y mejorando”.
Bueno, yo no sé nada de vinos, no me gusta, pero sí algo sobre el matrimonio, (digo”algo” porque nunca se termina de aprender). Sí, si cada parte se esfuerza por vivir la verdad y hacer de Jehová el eje de su vida y la tercera cuerda de esa unión, así sí, con los años el matrimonio va madurando y mejorando.
Bueno, los afanes en buscar una frase era para que sirviera de introducción a esta entrada en la que quiero compartir algo de los lindos momentos vividos el domingo pasado al recordar nuestro 23º Aniversario de Bodas con mi querido (y aguantador) Waldo.
Sólo fue una pequeña reunión familiar junto a mis padres, mi hermana Graciela, su esposo Daniel y Abel, su hijo; quienes nos sorprendieron trayendo una rica torta de chocolate para el postre.
También vino la Tía Gringa, la única hermana carnal de mi mami aquí. Ella es viuda, vive sola y llena esa soledad cuidando a una parejita de perritos Chihuahuas, no es testigo pero respeta nuestras creencias y se apega mucho a la familia. Ella también nos sorprendió trayendo una rica torta para el postre, así es que, postre no faltó,jaja. Comimos unas ricas empanadas tucumanas. Fue un momento muy lindo.
Mi hermana es la que más habla, es muy alegre y vivaz. La mami no escucha porque se le rompió el audífono y está esperando que le llegue el nuevo. Lulita se escondió hasta que pasara el movimiento de visitas. Damita se esmeraba en cuidar los detalles, ella quería agasajarnos con algo más grande, mi hermana también, pero Waldo tenía que salir temprano a una ciudad vecina a dar un discurso y de allí pasaba al trabajo en su turno de noche. Además, yo todavía no estoy mucho tiempo levantada y tengo que acostarme de rato en rato.
Pero pasamos un hermoso momento en familia durante el almuerzo. Aquí les dejo algunas fotitos.
Me quedé pensando en lo de las frases. Me gustaría escribir alguna buena pero la Neuronita no me da. Tal vez si tuviera que comparar al matrimonio con algo…uhhmmmm…a ver…podría ser con un extenso y prolongado viaje en automóvil a lo largo del país, cuya geografía tiene los más variados climas y paisajes, desde altas montañas nevadas, selvas tupidas, grandes llanuras, inmensas cataratas, hasta gigantescos paredones de hielo, como el glaciar Perito Moreno y el frío extremo de la Antártida Argentina.
Obviamente, en un viaje así, siempre hay algo nuevo, momentos de quietud y otros de preocupación, y más si se enferma uno de los pasajeros.
A mi querido Waldo le tocó pilotear casi solo la mayor parte del viaje. Su copiloto, quien les escribe, viaja a su lado pero lesionada desde hace poco más de 17 años. Así es que no soy de mucha ayuda que digamos. Pero seguimos juntos el viaje y Jehová nos regaló la pasajerita más bonita del grupo, nuestra Damita.
Y eso es lo hermoso, seguir compartiendo la vida, con todas sus inquietudes, alegrías, adversidades, enriquecidos por los amigos recogidos a lo largo del camino.
Por ahí también leí que lo bueno del matrimonio es envejecer juntos…bueno, todavía somos muy jóvenes, jeje…pero haciendo cálculos…la mitad de mi vida la viví de su mano…
Le agradezco a Jehová por guiarnos y ayudarnos en cada tramo del camino. Donde había puentes rotos, mostraba otros alternativos para seguir…y seguir cantando. Y a Waldo, el corazón agradecido por no abandonar el viaje ante tantas adversidades. Al contrario, nos protege y arropa para hacer lo más suave posible este cálido andar.
Hablando de proteger y arropar, recordé un poema bello que nos dedicó un querido amigo de la familia. Para él, nuestra familia es
Un nido muy especial
El cóndor peregrino, venido de las cumbres del altiplano,
de los confines incaicos, planeando sobre el río de la Plata,
posó su poderosa vista sobre una hermosa flor silvestre.
Con círculos perfectos planeó en bajada sin desviar su vista.
Con delicada suavidad cogió la flor entre sus dedos,
Se dirigió al norte. San Miguel, San Miguel de Tucumán.
Allí decidió un día formar un nido, lo pondría en la cumbre
de la montaña más alta, cerca del Altísimo, para servirle fiel.
La flor decidió seguirle y adornar su nido, tejido de tres cuerdas.
Una pequeña flor emplumada completó el nido, su hermoso lugar,
Y volaron los tres hacia lo alto, al encuentro de su Dios
Una sonrisa de aprobación recibieron como don precioso
Un día la flor se tornó en espinas, y ya no pudo acompañar
al cóndor ni a la pequeña flor, no pudo mas volar con ellos.
Sus lágrimas se volvieron miel, miel de espinas y de cardos.
Desde ese día el Águila Pater, nombró al cóndor, custodio de la flor.
La pequeña flor ha crecido y con sus pétalos abriga sus espinas
La llena de música y de lágrimas de oro, “estaremos juntos”.
Dicen que por las noches las alas del cóndor se llenan de miel,
y volando alto, las deja caer por todas partes, donde la distancia muere.
Las flores del campo se llenan de ellas y recobran el ánimo y sonríen.
Sobre la montaña se puede ver un nido lleno de espinas, plumas, miel y amor.
José Santos
¡AAAhhh! Es precioso, te lo agradecemos mucho querido amigo.
Esta flor tornada en espinas ha mejorado en muchas cosas, pero sigue mal de otras tantas que son crónicas, como la debilidad muscular, agotamiento y dolor en todo el cuerpo.
Al estar sin corticoides una dolorosa artritis anda taladrando articulaciones, las manos están hinchadas y doloridas y no puedo cerrarlas. Trato de caminar algo, me cuesta muchísimo levantarme si estoy sentada, es mucho esfuerzo y dolor, al pararme tengo que quedar quieta un ratito, apoyada en algo hasta juntar fuerzas y estabilidad antes de hacer el primer paso. Doy una vueltita por la casa y vuelta a la camita o silla a descansar y juntar fuerzas para el próximo intento.
Sigo bajando de peso. La tía Gringa no me veía desde hacía un mes y no podía creer de verme así. Dice que parezco otra persona. Mi mami se sienta frente a mi silla, me mira largamente y dice lo mismo. Hasta dice que ya se está preocupando. Es que perdí mucho peso en poco tiempo. Aún no me pesé para ser exacta en los datos, pero voy recuperando ropa que ya no me entraba. Aún no tengo apetito y como muy poco. Parece que todo sigue intoxicado adentro por los remedios que ya suspendí.
Me gustó que mi tía al verme así dijera:”¡Dios es grande!”.Sí, solo por Él estoy viva y mejor.
El jueves voy a la cardióloga para ver cómo siguen estas arterias en extinción (la carótida izquierda externa ya no aparece, tampoco la subclavia derecha, hay un aneurisma de aorta ascendente: tengo Arteritis de Takayasu, entre otras cosas).
Hace tiempo les envié por correo un video donde perros y gatitos “hablaban” y decían Mamá (se los dejo aquí). Waldo intentó mucho tempo que Lulita hiciera lo mismo, pero nada!. Hoy me dio ternura que mi mami me cuente que ella todos los días sigue intentando que Lulita le diga Mamá. Parece que se olvidan que la gordita es gatita y no lorito, jaja. Dice que a veces logra que le diga: MA…pero le falta el otro MÁ...
Cuando la veo a la gordita estirarse en el suelo y ponerse pancita arriba, me acuerdo de los leones, tigres, guepardos y todos los grandes gatos salvajes, tienen las mismas expresiones y comportamiento en muchas cosas. Un documental sobre los gatos empezaba con esta frase;
“Dios hizo a los gatos para que el hombre pudiera acariciar al tigre”
¡ Aahhhhhh!..¡qué maravilloso será disfrutar de los animales, acariciarlos y jugar con ellos cuanto estén en paz con la humanidad bajo el Reino!
Muchas veces, esa sola imagen es suficiente para darme ánimos y seguir aguantando lo poco que queda del camino antes del Paraíso…
Ya falta un día menos...
PD: Por favor no dejen de ver este video, lloré de emoción al verlo, es un anticipo de algunas de las cosas de las que disfrutaremos dentro de muy poco tiempo gracias a la bondad inmerecida de Jehová y su Cristo: