Terminó Abril. Teníamos tantas expectativas por este otoñal mes especial: por la actividad aumentada en todo el mundo, por la Conmemoración, el discurso especial ( lo dio mi querido Waldo); y en nuestro caso, por la visita de nuestro superintendente viajante y su esposa, Omar y Susana, queridos amigos que cambian de asignación. Y una reunión de precursores inolvidable, junto a tantos hermanos que apoyaron este arreglo tan maravilloso.
De seguro, en todo el mundo abundan experiencias entusiastas que animan y fortalecen la determinación de seguir buscando de toda manera posible a los merecedores antes que acabe la siega.
Gracias a Jehová y con su ayuda, pude alcanzar la meta y disfrutar después de mucho tiempo de este servicio amado. Antes de empezar el mes estaba preocupada porque tenía problemas serios con la PC y como la necsitaba para el precursorado eso fue una inquietud, pero oraba y dejaba las cosas en manos de Jehová y sabía que habría alguna salida. Además, sabía que al ponernos metas espirituales siempre surgen obstáculos que finalmente resultan una prueba a nuestra determinación.
Pero gracias a Jehová, pudimos salir adelante a pesar de los contratiempos informáticos y pude escribir a muchas personas, compartiendo la esperanza y el consuelo de la Escrituras, entre ellos, a médicos, pacientes con enfermedades crónicas y otros a quienes conocí estando internada en el Hospital. Por ejemplo, a Daniela. Ella llevaba meses cuidando a su mami, estaba frente a mi cama. Fue una hija muy abnegada, llevaba meses durmiendo sentada al lado de su madre, y a veces se acostaba en el piso por las noches. Al ser hija única todo el cuidado de su madre recaía sobre ella. Le regalamos una Biblia y la leía todos los días y también otras publicaciones.
Le escribí citando textos consoladores y le envié las fotos de nuestra Conmemoración del año pasado y la de este año. Ella me conoció el año pasado, cuando estaba muy hinchada y sin poder moverme casi, sin sacarme el respirador. En su respuesta dijo (copio textualmente):
“No sabes la alegría que me diste Nancy; tanto que me puse a llorar de la emoción. Estas bellísima, es increíble cuando uno se abandona a Dios y deja que EL obre, el milagro sucede. No tengo palabras...solo que me alegro tanto por vos, por tu bella hija y claro por tu esposo y todos los que te quieren (me incluyo) y que deben ser muchos; ya que en el hospital se peleaban por cuidarte jajaja.”
Luego me contó que siguieron internadas dos meses más después que me dieron de alta y que finalmente su mami falleció. Pero a pesar de todo el dolor y su pesada carga familiar (atender a 5 hijos y su esposo además de su mami), tiene una actitud muy positiva y agradecida. Su mensaje concluye así:
“Lo que viví ahí en el hospital, lo que aprendí, las personas que conocí, solo DIOS lo pudo hacer y sábelo amiga Nancy que nunca me olvide de ustedes, nunca. Pero sabia en mi corazón que nos íbamos a volver a encontrar, como dice en la Biblia..Para el hombre es imposible pero para DIOS no”
Ella vive en una ciudad cercana, me pidió la dirección de casa porque quiere venir a vernos, mientras tanto haremos arreglos para que la visite una hermana en su casa. Tiene un corazón muy noble y una gran necesidad espiritual.
Se nota en la congregación el gozo que produce el servicio aumentado, de seguro ustedes también lo están viviendo.Escribí esto para todos nuestros queridos precursores:
Precursor Auxiliar
Escojiste feliz tu ministerio aumentar.
El tiempo y esfuerzo dedicado
tu fe y la de quien te escuche fortalecen.
Del cielo lloverán las bendiciones
haciendo crecer la verdad sembrada
y seguirás sustentado por el gozo
del amor que al ser dado
es multiplicado.
En tu dar generoso puedes percibir
la veracidad de las palabras del Dechado,
pues ayer, hoy y siempre:
“Hay más felicidad en dar que en recibir”
(Hechos 20:35)
Nancy
25 – 04 -11
Estoy imprimiendo pequeñas tarjetas con este poema para regalárselos a todos los hermanos de nuestra congregación que hicieron el precursorado auxiliar el mes de Abril...y a los que vendrán.
En la Reunión de Servicio de esta semana se hicieron anuncios gozosos mencionando a tres hermanos que fueron readmitidos.
Pensando en ellos escribí esto, lo imprimí y se los regalé luego; lo dejo aquí por si acaso pueda llegar a algún querido hermano que haya sido
Readmitido
En algún momento de tu cristiano andar,
ganó el equivoco corazón la pugna
sostenida con la amordazada conciencia.
Quedó magullada y confusa...
te fuiste por los senderos del mundo...
escuchar no querías mientras ella te clamaba,
resbalaban tus manos soltando las del Padre.
La vidriera colorida del mundo
no muestra las agudas espinas
que atraviesan el alma
al intentar abrazar espejismos vanos,
al vender lo sagrado por lo superfluo,
lo eterno por cosas que nada valen.
Con el corazón sobrecogido
y el espíritu aplastado
buscaste el favor del Padre,
Él te vio alejarte...
te vio caer... y también levantarte.
Su disciplina aceptaste.
Sentiste la ausencia de tus hermanos
mientras con humildad buscabas
tu lugar en los patios del Supremo.
Verte en las reuniones alegría nos daba
señal era de que regresar deseabas.
Jehová ha visto tu sincero dolor
y a enderezar con Él los asuntos te invitaba.
¡Qué gozo tan profundo fue escuchar tu nombre
junto a la palabra “Readmitido”!
¡Cuántos abrazos postergados,
cuánto cariño contenido!
Jehová ya tenía los brazos extendidos,
plenos de misericordias, esperando por ti.
No dejes que nada te prive de su aprobación,
no te acerques a los bordes del abismo.
Sagrado precio se pagó a tu favor
pues Jehová feliz quiere verte en el Paraíso.
Nancy
30 – 04 -11
Sí, sin duda ha sido un mes muy especial y nos sentimos impelidos a expresarnos como el rey David en el pasado:
“En tu mano hay poder y potencia, y en tu mano hay [facultad] para hacer grande y para dar fuerzas a todos. Y ahora, oh Dios nuestro, te damos las gracias y alabamos tu hermoso nombre.”
(1 Crónicas 29:12-13)