lunes, 19 de mayo de 2014

Mi Mami e Hilda: Trifena y Trifosa - Entrevista

 
Este día de otoño se puso un pesado traje gris, salpicado de lluvia y con guantes frios. Esta lindo para quedarse calentitos a leer, o escribir. O contar historias, pero no ficticias, sino reales y cotidianas, de esas que, aunque haga frío y llueva afuera, dejan una lumbre cálida en el alma al evocarlas…
Así es que algunas cosas de estos días les voy a contar, anécdotas familiares y ejemplos de fe.
 
Mis padres están octogenarios (82 años) y su salud sigue decayendo. Mamá estaba usando un bastón de tres patas para ayudarse a caminar, pero ahora el médico le recomendó usar un andador, de esos que tienen un asiento para descansar durante la marcha. Le costó asimilar que precisa de estos elementos para andar, siempre fue tan hiperactiva y caminaba tan rápido que dejaba una estela de viento al pasar por el lado de uno…así es que les cuesta más, a ambos, aceptar y adaptarse a las nuevas circunstancias…y a uno también…es muy triste y doloroso ver marchitarse a los que amamos…
 
Pero siempre estamos tratando de hacerles ver el lado positivo: ahora mami puede moverse con más seguridad, lento pero más seguro. Y apenas mejoró un poco de una fuerte bronquitis, pidió un territorio alrededor de casa para predicar en los momentos en que puede.
 
Va con Hilda, otra “chica” que va acercándose a los 80 años, vive a la vuelta de casa y son compañeras de predicación con mi mami. Aunque a este paso, creo que van a prestarse el andador, ¡un rato cada una! Así es que ahora mamá ya puede sentarse y descansar mientras habla con el amo de casa y luego van despacito al siguiente hogar.
Físicamente es mucho esfuerzo, ¡pero regresa tan feliz y fulgurando con el espíritu!...son sus momentos de mayor felicidad: cuando predica.
 
Les tomé unas fotitos antes de salir al territorio uno de estos días, muchos les preguntan si son hermanas, a lo que responden que sí…pero espirituales. Lo cierto es que viéndolas a simple vista parecen hermanas carnales y ya les han puesto de sobrenombre “Las Mellizas”
 

 
Yo las llamo con cariño: Trifena y Trifosa.  En su carta a los Romanos, el apóstol Pablo envía estos saludos:
“Saluden a Trifena y a Trifosa, [mujeres] que están trabajando con ahínco en [el] Señor.” (Romanos 16:12)
 
Respecto a Trifena, la obra Perspicacia para comprender las Escrituras dice:
“Cristiana de la congregación de Roma a la que Pablo envía saludos en su carta y encomia por su solícita labor. (Ro 16:12.) Puede que Trifosa, junto a quien se la menciona, haya sido su hermana carnal, pues era frecuente que los miembros de la misma familia se llamaran por nombres derivados de la misma raíz, como sucede en este caso. Ambos nombres eran comunes entre las mujeres de la casa de César, pero no se especifica si estas dos mujeres pertenecían a ella. (Flp 4:22.)”
 . *** it-2 pág. 1159 Trifena ***
 
En la Reunión de Servicio de la semana pasada (semana del 12 de Mayo), Waldo tenía una asignación de 15 minutos, con el tema: A ella acudirán todas las naciones (Is. 2:2). Las instrucciones del Ministerio del Reino dicen: “Entreviste a dos publicadores, uno que lleve muchos años en la verdad y otro que sea relativamente nuevo. ¿Por qué les interesó la verdad?...” entre otras preguntas.
Fue muy animador ver y escuchar a nuestras Trifena y Trifosa actuales: mi mami, con 53 años en la verdad, e Hilda, con unos 7 años de bautizada.
¿Quieren verlas y oirlas?...Les dejo un video, de la entrevista que les hizo Waldo:
 
                  Video: Entrevista de Waldo a Mami e Hilda:
 

Aunque no estaba previsto, pero al terminar, un aplauso al unísono llenó el Salón.
Hilda sirve solita a Jehová en su familia, pero esa noche una nieta suya, Inti, fue a verla. Nos alegró muchísimo que nos acompañara y esperamos seguir viéndola junto a su abuelita:
 
 
  Con mis padres, Hilda y su nieta, Inti
 
 
Yo me quedé envuelta en sentimientos y recuerdos, llena de gratitud por el privilegio de tener a una mamá que sirvió con tanto amor a Jehová durante décadas, aún antes de que yo naciera, hasta ahora, que ya han llegado los días calamitosos de la vejez…pero ella sigue hallando deleite en la vida, más allá de sus innumerables limitaciones…su gozo, al igual que el nuestro…viene de Jehová…Él le da sentido a nuestras vidas…
 
Y también me quedé pensando en tantas Trifenas y Trifosas dispersas en todas las congregaciones del mundo, mujeres fieles que sirven con ahínco, superando todo tipo de obstáculos. Para ellas:
 
 
Trifena y Trifosa
 
Tú las ves en el Salón.
En su rostro se refleja el gozo del servicio fiel;
la paz de la Amistad Eterna que sostiene su espíritu,
aunque los años hayan marchitado su vigor juvenil.
 
Tú las ves recogiendo la mies.
Sus pasos cansados quizás buscan tu brazo por sostén,
o quizás un débil bastón apoya su frágil andar.
Sillas, andadores, bastones,
todo ayuda para no detener sus pies. 
 
Otras en cambio, no soportan el pesado traje de la vejez,
pero llevan penosas cargas que los ojos no ven.
Solas, o con sus familias,
jóvenes, o con cabellera de nieve.

Algo tienen en común por lo cual merecen tu encomio,
fraternal cariño y cuidado protector:
Son mujeres que trabajan con ahínco en la obra del Señor.
(Romanos 16:12)
 

Nancy
19-05-14
 
Mami: Nery Luna
 
 

 

domingo, 11 de mayo de 2014

Quinto mes...y Hojas de Otoño

 
Este Otoño es diferente. No sólo que esté resultando atípico con sus lluvias a destiempo, descargando toda el agua acumulada que el verano dejó sin caer cuando era su turno, compitiendo los grises en los días, con los dorados en las hojas que alfombran las veredas…
 
Es un Otoño especial, porque, a su vez, trae una Primavera encubierta para nosotros…Jaelita sigue creciendo, arrullada por los latidos de Damita, en su cunita acuosa y calentita, ajena a los vaivenes del clima y de los tiempos que vivimos…
Ustedes pidieron que compartiera como va creciendo y los detalles que voy tejiendo para la princesita que ya está pintando colores nuevos en nuestros días…así es que he aquí algunas fotos de su Mami y Jaelita en la pancita, ya entrando a su quinto mes de gestación:




Estoy aprendiendo a hacer vinchas o diademas para recién nacidas con cintas de raso, esta es la primera, ya aprenderé a hacerlo mejor con la práctica:




Al fin terminé de tejerle una pañoleta o mantita, es la primera vez que hago una, cuando nació Damita tenía tres que heredó de su prima así es que no fue preciso que se la tejiera. Como está tejida en cuadritos individuales llevó tiempo terminar los detalles, pero quedó bonita, es liviana porque Jehová mediante, nacerá en Primavera, en Octubre:

 Mantita





 Un recuerdo para Jaelita:

 
 Ya estoy empezando otro saquito, más pequeño, para los primeros días.

Parte Médico:
 
Estoy atrasada con todo lo que quisiera hacer. Ya llevo casi un mes sin poder recuperarme de la última infección respiratoria que dejó como secuelas más debilidad muscular y dificultad para hablar por la falta de aire. Hoy al fin pude comentar mejor en la reunión, con más voz y sin que se entrecortara.

Durante todo este fin de semana están haciéndome un estudio respiratorio en casa con otro aparato que registra el funcionamiento de los músculos y los niveles de oxígeno al dormir,(ese estudio se llama Polisomnografía con Oximetría nocturna). El lunes tengo que entregarlo al médico para que lo analicen y vean si es preciso modificar la presión de aire de mi respirador y hacer algún tratamiento extra.
 
 
Uno de estos días, mientras íbamos al médico, Waldo se detuvo y alzó una de las cientos de hojas que el otoño desparramó por doquier y me dijo:

- ¡Mirá que hermosa es! Me gusta el otoño. Yo ya estoy viviendo el otoño de mi vida…
 
Luego de coincidir en la belleza de la hoja y comentar sobre lo que nos gusta de esta estación, le dije:

- Bueno, si los días de nuestros años son ochenta, (Salmo 90:10), entonces tenemos que: los primeros veinte años son la Primavera de la vida; de veinte a cuarenta años sería el Verano….así es que realmente estamos en el Otoño de nuestros días (de cuarenta a sesenta años)….y esperemos que para el Invierno ya estemos en el Paraíso para vivir una Primavera eterna junto a la humanidad obediente, los resucitados y la Tierra restaurada…
 
Cada estación tiene su belleza, sus paisajes y colores, la variedad que enriquece nuestros días.
Y cada etapa de la vida también la tiene. Es curioso, pero al mismo tiempo que los ojos físicos de a poco van oscureciéndose, también va mejorando nuestra visión de la vida y vemos cosas que antes, en nuestra Primavera no veíamos, y ahora las entendemos y aprendemos a disfrutar y saborear cada detalle que quizás antes dimos por sentado. Como la belleza de una hojita de Otoño…


Hojas de Otoño

Corren de un lado a otro en su juego con el viento…
Caen, suben, se arremolinan, juegan,
y hasta pareciera que cantan…
Me gustan los sonidos de otoño:
las hojas murmuran bajo los pies cansados
y hacen que sea más suave el paso
al andar sobre su colchón crujiente y dorado.
 
Gracias Padre por estos días de otoño.
Tú también pintas en nuestras vidas
tonos dorados, brillantes, naranjas
y amarillos pincelando el alma…
 
Y gracias por el compañero que me has dado…
por las breves caminatas tomada de su mano…
por la certeza de un futuro eterno que vas
plasmando ante nuestros ojos,
bajo tu Reino ansiado…
 

Nancy
11-05-14

domingo, 20 de abril de 2014

Hasta pronto amado Nono Capriotti...

Damita, con Rubén y Pepita Capriotti, en 2010:
 
Semana difícil de hondas emociones, diametralmente opuestas. Pareciera que estos días he estado caminando sobre el filo de una gigantesca duna de arena, con un bello oasis de un lado y la sombra más triste del otro…
Cuesta poner en orden los pensamientos sin dejar que la emoción los ahoguen y no les permitan expresarse…veamos si podemos…
 
Lo bello, el Oasis:
 
El domingo 13 de abril celebramos nuestro último Día Especial de Asamblea. De por sí una asamblea es motivo del gozo más profundo, una ocasión para estar agradecidos por la instrucción tan oportuna y necesaria para seguir con ánimo y fuerzas estos escasos días que se descuelgan del Calendario del Señor del Tiempo.
Una asamblea es un tiempo de reencuentros y abrazos, de seguir cultivando ese amor que está intacto por tantos hermanos y amigos que no vemos a menudo, pero que los llevamos dentro.
Pero esta era especial por otra razón. Era un hito, un mojón  en nuestra historia teocrática. Los nuevos arreglos de asambleas son una muestra más de cómo Jehová y su hijo entronizado, dirigen la organización visible en esta parte del fin.
Es un privilegio estar vivos hoy y ver el cabalgar victorioso del Rey en su caballo blanco.
Otra ocasión privilegiada, llena de hondos sentimientos de gratitud y, a la vez, de esa necesidad de mirar hacia adentro y autoevaluarnos honradamente…ha sido la Conmemoración de la muerte de Cristo de este año, el 14 de abril.
Nuestra congregación, de 90 publicadores, recibió cálidamente a estudios, amigos y vecinos, llegando a 200 asistentes en esa noche tan sagrada.
Estas, y otras más, fueron razones de gozo, meditación y gratitud que conformaron un bello oasis en los afectos.
 
Lo triste, el Dolor:
 
Aunque su pérdida no fue tema de tapas de diarios y revistas, ni motivo de reportajes, homenajes ni declaración de días de duelo nacionales….para los que tuvimos el privilegio de conocerlo, nada de todo lo anterior habría alcanzado a describir la magnitud de la huella dejada por él en tantas vidas a las que nos mostró en la práctica lo que significa vivir la Verdad…
 
El domingo pasado (13-04-14), el día de la asamblea, a las 23 hs cerró sus ojitos nuestro amado hermano Rubén Capriotti, el “Tio” y “Nono” de muchos de los que vivimos por aquí. Él fue el papá espiritual de tantos que lo amamos y ya ansiamos volver a abrazarlo. Pronto…será pronto.

Entre mis primeros recuerdos, están él, su esposa Pepita y su hija Graciela. De hecho, mi primer alimento, me lo acercó Gracielita, su hija, pues cuando nací, ella fue a venos en la maternidad. Yo lloraba de hambre porque mi mami aún no tenía leche, así es que ella corrió a su casa, por entonces a pocas cuadras de allí, cortó por el camino una ramita de hojas de naranjo, presentes en casi todas las veredas de la ciudad, y me preparó mi primera mamadera: un té de naranjo…
 
Entre otras innumerables cosas, él fue mi Testigo de Matrimonio.
Sentí la necesidad imperiosa de estar presente en su funeral. Era difícil pues estaba viviendo en la ciudad de Aguilares, a 85 km de aquí y era el día de la Conmemoración. Sumado a que yo apenas me muevo, con mucha inseguridad y que ni mis padres envejecidos ni mi amado esposo podían acompañarme, me angustiaba buscando la manera de ir.
Gracias a Jehová,  se presentó una oportunidad: María Luz, otra hermanita que creció viendo su ejemplo y lo quería mucho, generosamente me permitió acompañarlos en su auto y pudimos llegar aunque sea al cementerio y acompañar a la familia. Fue uno de los momentos más tristes de mi vida.
Luego nos despedimos de la familia (una familia muy amada…que justamente apellida: Amado) y hermanos y emprendimos el viaje de regreso para llegar a tiempo y ultimar detalles para la Conmemoración. Gabriel, el hermano que conducía el auto, tenía a su cargo el discurso esa noche en su congregación.
 
Aún no puedo hablar y desahogar el corazón tratando de expresar aunque sea un poquito lo importante que ha sido en mi vida. Espero procesar este duelo tan hondo y poder escribir después.
Por lo pronto, les copio algo que escribí el año pasado sobre él, contando una anécdota más con las que pintó de colores nuestros días. Esto es del 10 de abril de año pasado:
 
Una breve y edificante conversación
 
"Con mi mami llamamos por teléfono a nuestro amado y siempre recordado Nono: el hermano Rubén Capriotti, quien literalmente se gastó por los hermanos y la obra en estas tierras. Desde hace varios años vive en Aguilares, a unos 85 km de aquí, junto a su esposa, Pepita, y al lado de su hija Graciela y familia. El 3 de abril cumplieron su aniversario de bodas número 65….¡qué gran ejemplo y bendición!
Cuando mi mami le preguntó cuántos años tiene, le respondió con débil voz:

- “No sé si tengo 91 o 92 años…”
 
Recuerdo cuando era niña, a veces cantaba bajito los cánticos en la reunión para disfrutar de escucharlo cantar a él, con su voz tan potente y afinada. Bueno, ¡lo mismo se lo escuchaba en todo el Salón! Le gusta la ópera y no tenía nada que envidiarle a Plácido Domingo o Pavarotti.
Los años han apagado sus fuerzas y su hermosa voz…pero nada, ni el paso del tiempo, ni la vejez y su fragilidad…nada apaga el gran amor que siente por Jehová y su Organización. Él siempre tiene algún comentario sobre las publicaciones recientes, por más breve que sea la conversación, siempre te deja algo edificante en qué pensar y te transmite su celo y amor por nuestro Dios.
Lo llamamos el domingo, ellos estaban alistándose para ir a su reunión. Me conmovió que apenas, luego de saludar, comentara sobre el estudio de La Atalaya y nuestra herencia teocrática.

Con débil y agitada voz dijo:
 
- “Todo lo que el enemigo ha hecho por tratar de remover el Nombre de Jehová….¡y no ha podido!...¿¿Pero quién se cree que es éste??”
 
Me llenó de ternura ese comentario, pues, quienes lo conocemos sabemos lo tremendamente estudioso que ha sido toda su vida y su capacidad y docencia para explicar hasta las profecías más profundas…y escuchar ahora ese comentario, con su voz apagadita pero llena de celo….ahhh…me emocionó…tal vez parezca ingenuo…pero está tan lleno de celo por Jehová…que conmueve…
 
Yo no me sentía bien anímicamente cuando hablamos por algunas angustias que pasamos, pero de pronto, esa breve conversación me ayudó a hacer foco y dejar el dolor de lado y centrar todas nuestras fuerzas, aunque pocas, pero centradas en enaltecer siempre, (hasta en breves conversaciones) el hermoso Nombre de Jehová. "
(10-04-13)
 
 
Buscando en las páginas de este Blog, encontré otros detalles que menciono de él y las cosas que influyeron en lo que soy:
 
Fragmento de: Belleza Subterránea (11/8/2008):
 
“Siempre me fascinaron las piedras y minerales, desde niña. Cuando salíamos de paseo e íbamos a cualquier río, lo primero que hacía era buscar piedras de colores o formas bonitas. Compartíamos la afición con un anciano muy querido, el Nono Capriotti, quien también andaba recogiendo y partiendo piedras para ver las bellas formaciones por dentro y luego les ponía una base de acrílico y un texto y las regalaba de adorno a los hermanos. Conservo esos recuerdos. Él decía que éramos “piedrólogos” jeje.”
 
 

A partir del lunes pasado, toda la semana he estado batallando con una fuerte infección respiratoria y mucha fiebre, hasta ahora. Quizás haya sido que me enfrié el día de la asamblea o la angustia que baja mis escasas defensas, no sé pero no logro recuperarme. Mañana me toca recorrer las salas de espera de 3 médicos…
 
Aunque tengo un dolor muy hondo, también, la paz y la esperanza es tan grande que equilibra la balanza del sentimiento. Él tiene su galardón asegurado. Y voy descontando los días para volver a abrazarlo…
 
Hay un poema que escribí hace pocos años, dedicado a ese puñado de personas que marcaron mi vida, aún sin que sepan cuánto: mis padres, las misioneras que sirvieron aquí, Lira (Álef Guímel)…y ellos:
 
 
Corona de Hermosura
 
..............................................
El Nono… el “Tío Capriotti” de todos...
Árbol frondoso de justicia
a cuya sombra fresca acudimos
tantas veces cuando el calor
de la adversidad agota el alma...
pozo profundo de sabiduría,
sabe siempre sacar la esencia
de la Escrituras para responder al cansado,
o al enseñar, exhortar y corregir.
 
La ternura de su amor tomó forma
en tantos actos silenciosos de ayuda
al necesitado, en cuadritos, tarjetas y hasta
piedras señalando algún pensamiento divino...
cosas que forman parte de nuestro tesoro material,
testimonio mudo de su amor por los demás.

Y la Nona... la “Tía Pepita”...
Fiel compañera, ejemplo de leal complemento,
que ayudó con su paciencia a que tantos
fuéramos consolados al caminar sobre espinos.
................................................
(Fragmento, del libro Flores de un Cactus)
 
 
“Yo sé que se levantará en la resurrección.”
(Juan 11:24)
 
En su casa en Aguilares, en 2011, estando muy enfermito:
 




PD: Otra pequeña historia dejada en estas páginas:
 
Una anécdota y un querido recuerdo... (domingo, 25 de mayo de 2008)
 
 
 
 
 
 

sábado, 12 de abril de 2014

El Bebé es….

 
Tenía pendiente de compartirles aquí las primeras “fotos” del bebé de Damita y Ezequiel. Esta es la primera ecografía, a las seis semanas, era apenas un botoncito luminoso que latía todo…puro corazón:
 
 
“Tus ojos vieron hasta mi embrión, y en tu libro todas sus partes estaban escritas, respecto a los días en que fueron formadas y todavía no había una entre ellas.”
 (Salmo 139:16)

A partir de entonces le hice su primer ajuar en miniatura, bueno, es más un regalito para su mamita…como no sabíamos si era niña o niño, lo hice en blanco con un toque de color que serviría en cualquier caso. Es este: una pequeña mantita, saquito, pantaloncito y gorrito:
 
Al lado de una llave para comparar el tamaño:
 
 
 
Saquito colgado en una perchita, en mi dedo:
 
 
El miércoles 9 de este mes, ya con 13 semanas de gestación, le hicieron la segunda ecografía…¡y ya sabemos qué es!!...(pueden dar clik sobre la imagen para ampliarla):
 


¡¡Es una niñita hermosa!!, con el perfil de su mami, su nombre, como verán, es Jael. Jehová mediante, esperamos poder abrazarla en octubre…¡qué milagro tan maravilloso es la vida!
Me recuerda el cántico 110:

Tú me tejiste en lo secreto,
allí mis huesos viste tú crecer.
Escrito en tu libro todo estaba,
tus obras son maravillosas, bien lo sé.

Así es que ahora ya sé en qué color tejer: Rosa…aunque Damita me dice que  no haga nada en un color en particular por si acaso se haya equivocado el médico…
Pero ya hice un pequeño souvenir para Jaelita:




 

Hay un poema de Lira que me encanta, (como todo lo que ella escribió), siempre se lo regalé a hermanas y amigas que esperaban a su bebé…agradezco a Jehová poder vivir para ahora regalárselo a mi Hija:
 

El Hijo Esperado
 
Viene desde ti misma  y te reclama;
en tu sangre se afianzan sus razones.
Ya tiene herencia, identidad y derechos;
gravita en tus futuras decisiones.
Desde que existe en ti jamás podrías
por ningún bien mundano renunciarlo.
No toleras estorbo que amenace
la deslumbrante dicha de lograrlo.
Tu mano se hace rítmica meciendo
con ternura la cuna que lo espera.
Un misterio sutil te está envolviendo,
su presencia es real, casi dirías
que sus ojos te miran desde adentro.
 
 Álef Guímel
 

Gracias por permitirme compartir nuestras emociones…los quiero mucho…
 
 
 
 
 
 
 


martes, 8 de abril de 2014

Vivencias de Otoño: deshojando fotos, video y tejidos



 


Pasan los días con la rapidez de esta brisa de otoño que se lleva las hojas que bajaron a saludarme por la ventana…
Y se acumulan las vivencias por compartir, claro, dentro de lo poco que transcurre por aquí, por este rincón entre mi escritorio y la cama; entre mis ojos que miran lo que escribo, y los suyos que reciben estas letras…
Tengo un pequeño sillón a mi lado, allí dejo los almohadones donde apoyo las piernas y otro que ayuda a sostener los brazos en el teclado, claro, mientras escribo está vacío, salvo por algún tejido de turno que dejo a mano para seguir de rato en rato, entre un descanso y otro…
 
Allí también se sienta Waldo aunque sea por breves periodos: para compartir conmigo unos matecitos a la tarde, mientras leemos o ve algún partido de fútbol (que yo le busco)…pero es poco el tiempo que dispone, así es que disfruto esos momentos cotidianos, antes de proseguir con la ardua tarea de cada día.
 
Pero lo que quería mencionar, es que ese silloncito a mi lado, que aparentemente se ocupa de a ratos…en realidad siempre está ocupado…por ejemplo, allí se instaló el otoño y me lleno el cabello (y el pensamiento) de hojas doradas y naranjas…tanto que tuve que intentar tejerlas…estoy aprendiendo, aún no salen bien…van quedando algo así:
 

Por las noches, en las largas horas de insomnio, también se sienta allí la madrugada a contarme de las lejanas tierras de donde anduvo en su recorrido diario, prendiendo las luces en el cielo cada vez que el sol se va, es una compañera serena y sabia, y le gusta contarme sus hondas reflexiones…y yo aprendo…o al menos intento…
 
Damita entró en su 13° semana de gestación, mañana le harán la segunda ecografía y ya probablemente sepamos si preparamos todo en rosa o en celeste…
Gracias a Jehová está bien, dentro lo que se puede, con las molestias comunes en esa etapa tan especial, salvo que a ella le afectan más por su fobia y ha tenido que batallar con algunos ataques de pánico, pero está mejor, Ezequiel la cuida y contiene, al igual que toda la familia…¡¡hasta las gatitas!!
Ya tiene una pequeña pancita, esbozo del bebecito que crece a sus tres meses:
 

Ya le tejí el primer conjunto para el bebecito, tengo que ponerle botones al saquito, este es:
 

 
Espero empezar a tejer una pañoleta o mantita en estos días.
Por ahora estoy terminando algo que tenía pendiente durante todo el verano, es una blusa a crochet o sobreremera, para ponersela encima de alguna remera o solera que contraste el color. Tal vez, sino está demasiado fresco para Conmemoración, pueda ponermela, ya veremos. Es esta:
 

 
Ayer saqué a ventilar la cuna de Lulita, nuestra gatuna alegría de 12 añitos. Como había mucha humedad, quise aprovechar el buen sol para sacar al patio su ajuar felino: camita, colchón y mantita. ¡Pero ella se metió en su camita a tomar sol, muy feliz y juguetona, mordisqueando su moisés y sacando algunas varillas de mimbre!
Quería retener ese momento así es que la filmé, mientras la mimaba, ella más fiesta tenía…si levantan el volumen tal vez puedan oírme:

 
 
Ya son pocos los momentos en que juega, camina lento y con dificultad, le cuesta levantarse y moverse…como nosotros en casa…y…dicen que las cosas se parecen a sus dueños…¡¡las mascotas también!!
 
Con la ayuda de Jehová estoy haciendo el precursorado auxiliar estos meses de la Conmemoración, durante marzo y abril. Como el mes pasado tuvimos la visita de nuestro Superintendente Viajante, pudimos estar durante la reunión de precursores, que supero los 50, fue muy animador y edificante, al igual que los consoladores discursos que dio el hermano…un bálsamo…
 
Como voy lento en todo, como el caracol, recién estoy terminando de leer el libro “Ejemplos de Fe”, que salió en nuestra ultima asamblea de Distrito…¡¡qué bendición y maravilla de libro!! ¡Cuánto me ayuda! Realmente es lo que necesitamos en estos momentos, si aún no lo hicieron, léanlo, estúdienlo y medítenlo cuanto antes, tiene detalles que tal vez obviamos pero son muy importantes, llenos de enseñanza…de seguro encontrarán la respuesta a muchas oraciones que hicieron sobre distintas situaciones…tenemos mucho que agradecer a Jehová y su laboriosa organización…
 
Mis escasas fuerzas también se van pronto, pareciera que van siguiendo a las hojas que el viento dispersó…así es que por ahora regresaré a mi camita en busca de descanso, a recoger un poco de energía para luego seguir compartiendo retazos de mi vida en las páginas que escribo, que cruzan la pantalla hasta donde ustedes están…



lunes, 24 de febrero de 2014

Diario de Viaje...y una emotiva noticia...

 
Tiempo lluvioso. Mi ventana está cerrada, pero imagino el gris vistiendo el horizonte, sirviendo de fondo para resaltar el frondoso verde de los árboles.
Al fin llegó el alivio al agobio de este verano que batió records de temperaturas altas sostenidas.
Nuestra vida, como el clima, siempre está llena de cambios, y vamos trazando la ruta para alcanzar la meta, mientras vamos modificando lo que haga falta para seguir, sin detenerse.
 
Algunos recuerdos bonitos forjados en el camino: un breve paseo por unos cuatro días, a los Valles (a Colalao del Valle y Cafayate), breve pero rico en experiencias.
Colalao del Valle es un pequeño pueblito detenido en el tiempo, de solo unos 700 habitantes, a 181 km de aqui, con un clima ideal para enfermos reumáticos.
Nos quedamos solo un día, en lo de Remigio, el compañero de trabajo de Waldo que nos vendió la casita aquí para irse a vivir en esos valles tan serenos, de sol plenos. Fue un buen y generoso anfitrión, nos acompañó en una caminata por el pueblo, se detenía en  varios lugares y nos contaba las historias de cada casona antigua, de cada lugar...eran sus vivencias de infancia, en los momentos de esplendor de los grandes terratenientes de la zona...fue muy emocionante oírlo y revivir tantas historias rescatadas del tiempo y el olvido.
 
Por ejemplo, cerca de la plaza del pueblo, nos detuvimos frente  a una casa grande, abandonada, y nos contó que ésa era su escuela cuando niño. Él hablaba y yo no podía dejar de imaginar que esas paredes, con profundas grietas, (como hondas cicatrices), algún día estuvieron llenas de voces de niños jugando...lo imaginaba a él correteando por el patio y a sus maestras procurando mantener el orden. Me parecía que veía los jardines de entonces, y era como si el perfume se hubiera quedado en el aire...
Él ya está jubilado, dejó la ciudad para reencontrarse con sus recuerdos, con sus raíces....me emocionó...
 
Algo que nos impresionó a Waldo y a mi, fue lo que nos contó al detenerse en una esquina, por la ruta que atraviesa el pueblo y sirve de calle principal. Hay allí una casa muy grande, que ocupa toda la esquina pero que otrora, ocupaba toda la manzana. Nos dijo que perteneció a una familia muy rica, dueña de todas las tierras alrededor. Nos contó de las grandes fiestas que allí se daban y los ilustres visitantes que la frecuentaban.
Él hablaba y yo regresaba en el tiempo, y escuchaba las voces felices de tanta gente, vestidas con sus mejores galas, disfrutando la música de algún vals en sus grandes salones, con lujosos muebles, mientras los más pequeños correteaban por las enormes galerías cubiertas de madreselvas y enredaderas floridas de la zona...
 
Y hoy no queda nada. Nada. Ni sus dueños. Sólo una enorme casona deteriorada, cargada de historias y llena de mensajes que nos recuerdan lo efímero del hombre. Una postal de la fragilidad humana. Sí, somos una neblina que se desvanece. “Toda carne es como hierba, y toda su gloria es como una flor de la hierba; la hierba se marchita, y la flor se cae,  pero el dicho de Jehová dura para siempre”. (1 Pedro 1:24, 25)
Un recordatorio de usar bien nuestro tiempo concedido. Una razón más para agradecer el que Jehová nos tome en cuenta y nos rescate para vida eterna...
 
Al día siguiente viajamos unos 34 km más al norte, rumbo a Cafayate, tierra de viñedos extensos y conocida por la calidad de sus vinos.
Mientras íbamos en el ómnibus, escuché el diálogo de dos señoras que iban delante nuestro, una muy ancianita y la otra más joven. Comentaban lo sorprendidas que estaban por el desborde del río. Al hablar, se sentía el acento propio de esa bonita región rural. Me encantó lo que la señora mayor dijo, fue un comentario que reflejaba esa sabiduría lugareña, donde se respeta profundamente la tierra. Ella dijo:
 
.“El río es dueño de la tierra. Él entra por donde quiere. Nadie puede detenerlo. Porque él es dueño.”
 
Me quedé con esa frase, llena de evocaciones ancestrales. Y recordé otra que había leído días antes, también de una señora de los valles, de los pueblos originarios. Doña Isadora es coplera, canta coplas acompañadas de un instrumento de percusión llamado Caja. La copla no es sólo canto, es el grito del indio de siglos. Como dijo ella:
 
. “La copla es origen, la copla es el indio venciendo al olvido”.

En tan pocos kilómetros había retrocedido siglos, hasta antes de la conquista española y de pronto estaba rodeada de las voces de los pueblos originarios, con su tremenda cultura, sabiduría y arte.
 
Ya en Cafayate, nos quedamos en un pequeño hotel familiar, atendido por sus dueños, muy cálido y acogedor, a solo media cuadra de la plaza. Nos venía muy bien que fuera así porque no puedo andar mucho, así es que cada día hacíamos ese breve recorrido, nos sentábamos un rato, y luego visitábamos las muchas ferias y mercados artesanales que hay en los alrededores. Y luego volvíamos a descansar en algún banco de la plaza, a la sombra de enormes árboles, rodeados de imponentes cerros...una vista preciosa.
 
Uno de esos días, mientras aprovechábamos de andar por la siesta cafayateña, nos llamaron Damita y Ezequiel, bueno, todos los días hablamos, pero ese llamado fue especial. Me pidió que pusiera el altavoz del celular para que escuche Waldo porque había algo que querían decirnos. Luego de algunas vacilaciones, con la voz de emoción cargada, ¡nos dio la noticia de que seríamos abuelos!

Sí, nuestra hija, nuestra Damita, será mamá...estábamos muy emocionados y conmovidos. Era una mezcla de sentimientos, de emoción profunda pero a la vez, de preocupación por su salud. Nos pidió que no contáramos nada hasta confirmar todo nuevamente. Pero ya está. Ya nos dieron luz verde para compartir nuestra emoción. Ya le hicieron la primera ecografía, todo bien...el bebecito es apenas un botoncito luminoso que late todo...es puro corazón...¡qué milagro maravilloso es la vida!
Oramos que todo esté bien, que Jehová cuide de Damita y el bebé, que sea un siervo suyo que lo ame de todo corazón...
Los futuros papá y mamá están muy emocionados e ilusionados, nos alegra verlos así...
 
Así es que ahora Cafayate sumó otra razón más para ser especial para nosotros pues allí recibimos esta noticia que cambia nuestras vidas, la de toda la familia.
 
Teníamos  poco tiempo y yo casi no podía caminar por lo terriblemente hinchados que estaban mis pies, pero queríamos conocer algo más, así es que decidimos ir en taxi al Divisadero y el Rio Colorado, a unos 7 km. Allí convergen dos ríos, hay varias cascadas, arte rupestre, dos quebradas y mucho, mucho para recorrer. Pero como no podía andar, nos conformamos con bajar un ratito al río y mojarme los pies, con la frías y cristalina agua de montaña, y luego descansar a la sombra de un árbol. Para ver las cascadas había que cruzar el pedregoso río, trepar por senderos rocosos y Waldo y yo ya no estamos para esas aventuras, aunque nos hubiera encantado...
 
Al llegar hay un precario letrero que dice “Bienvenidos al Divisadero, Comunidad de la Nación Diaguita”. Un mensaje demasiado profundo y grande para el letrero que lo contenía. Era una invitación más a retroceder en los siglos y nos daba la oportunidad de conversar con personas diaguitas, los primeros pobladores de la zona. Una fuente de información dice:
 
Diaguita es la denominación de un conjunto de pueblos independientes, que tenían un idioma común conocido como el cacán, ubicados geográficamente en los actuales noroeste de Argentina -especialmente en los valles Calchaquíes- y en el Norte Chico de Chile, que a partir de 850, desarrollaron arqueológicamente la cultura santamariana que se caracterizó por su gran riqueza, por sus poblados organizados, el uso de metales y la alfarería- y que opusieron resistencia tanto a la conquista del Imperio Inca -entre 1471 y 1533- como a la del Imperio Español, en el siglo XVII, durante las Guerras Calchaquíes.
 
Todo está cargado de historia. Pudimos hablar con una señora que registra en un libro a cada turista que entra, lo hacen por razones de seguridad, para saber quien falta al caer la tarde para ir a buscarlo con la policía de turismo allí apostada, para que no se pierdan en semejantes soledades.
No quería dejar pasar la oportunidad de conocer más sobre los diaguitas, así es que le pregunté todo lo que pude en el breve tiempo que tomaba registrarnos:
 
-¿Cuántas persona quedan de su comunidad?
- “Somos 80 familias esparcidas en el cerro”
- ¿Cómo se organizan? ¿Quienes son las autoridades?
- Nos organizamos en varios Consejos: Consejo de Ancianos (me sonó muy teocrático), Consejo de Mujeres, Consejo de Jóvenes...todos participamos en las decisiones. Y el Cacique escucha lo que dicen los Consejos
 
Le pregunté sobre las creencias y religión y algunas costumbres...hubiera querido extender la conversación pero teníamos que dar paso a los demás turistas. Lamenté no haber llevado tratados para dejarle. Fue muy amable y le agradecimos su gentileza.
 
A unos metros de allí hay un sencillo puesto artesanal, donde uno de sus hijos hace trabajos en cerámica hermosos, qué artesanos tan exquisitos que son...estábamos fascinados...
Al despedirnos conversamos brevemente con otro artesano, él hace trabajos tallados en madera. Nos preguntó si nos había gustado la visita y le dijimos con entusiasmo lo encantados que estábamos. Se puso contento. Nos contó que el día anterior se habían reunido allí todas las copleras de la zona. ¡Cuanto lamenté no haber estado! Me hubiera gustado oírlas.
Le dije que yo quiero aprender a cantar copla y se sorprendió. Con una amplia sonrisa en su rostro curtido por el viento dijo:

-“Qué bueno que quieran integrarse
 
Luego vino el mismo taxista a recogernos a la hora que le habíamos pedido, y dejamos atrás, ya con nostalgia, ese puñado de historia viva.
 
El último día debíamos desocupar el hotel a las diez de la mañana, pero el viaje recién era a las dos de la tarde. Así es que agradecidos profundamente la generosidad y hospitalidad de Javier y Noemí, los amigos de Animaná, a unos trece kilómetros de allí. Javier vino a buscarnos en su auto, nos llevó, preparó una riquísima pizza casera, su especialidad, y luego nos llevaron de vuelta, ya a la terminal para regresar.
 
Fue un viaje breve y cercano...¡pero cuanto bien nos hizo! Estamos agradecidos de haber podido ir, y de todos los mensajes sutiles que nos rodearon, de tantas lecciones de vida para meditar y apreciar...
 
Ya en casa nos esperaba emprender otro recorrido: ¡por médicos! En eso estamos, ya fui al Neumonólogo, ya me hizo algunos estudios de rutina: la capacidad respiratoria apenas llega al 50% (tenía 40% el año pasado), así es que sigo sin aire suficiente.
Tengo una pierna “que me falla”, jaja, es que está ahogada y no responde al caminar. El médico de cabecera me mandó a un cirujano cardiovascular. Eso y mucho más queda pendiente para estos días...
 
Pero me quedé con los ojos llenos de valles, de viento, de cantos, de danzas, de historias, de montañas y ríos, de viñedos y arena, de cactus y flores...en fin...llenos de vida...
 
 
Parte de lo que no pudimos  trepar, tomado de la web:

Waldo y Remigio

Una breve parada en Tafí del Valle

 
 Waldo en el Divisadero


Aguita fresca de río
 
 Ahhhhhhhh...¡qué alivio!

Lo que no pudimos cruzar

 
 
 
 

martes, 4 de febrero de 2014

Sol ardiente y flores

























Estaba deshojando el último día de enero cuando comencé a escribir el borrador de este mensaje, no quería que terminara enero sin cruzar la pantalla para sentarme a su lado y contarles algo de este agitado mes de estío.
Pero Febrero entró corriendo y no me dio tiempo a terminar de escribir, así es que aquí vamos de nuevo, tratando de condesar un mes completo tan sólo en un mensaje.
 
El verano por aquí sigue marcando récords históricos por las temperaturas extremadamente altas. Esperábamos que las lluvias trajeran alivio, pero no, está completamente cambiado el clima. Aún en las lluvias propias de la estación el calor no da tregua, y la salud se resiente.
Pero no puedo quejarme, a pesar del dolor y agotamiento nuestro de cada día (¡y del calor!), he podido moverme un poco más: el jardín y los árboles frutales de la casita me obligan a hacerlo...y me hace bien.
 
Damita y Ezequiel se fueron unos días de vacaciones, así es que nos quedamos de cuidadoras con mi mami unos días allá, (a unas 18 cuadras de mis padres, donde estamos Waldo y yo), y aproveché para trabajar con las plantas. Es un deleite. Luego descansaba debajo de los árboles y “disfrutaba de ver el bien por todo el duro trabajo”. (Eclesiastés 2:24)
A la siesta, no quería ni ir a acostarme a la cama por quedarme debajo del árbol de palta, así es que improvisaba una camita ahí, para disfrutar del viento cantando en las hojas...hermoso...era un arrullo...
Pero paradójicamente, no podía dormirme porque me faltaba el aire...¡con tanta brisa...y no podía respirar! Así es que tenía que entrar y ponerme el respirador...
Además, no me relajaba mucho pues de tanto en tanto echaba un vistazo arriba y veía que las paltas están creciendo...al igual que las naranjas y duraznos...a este paso, tendremos que andar con casco por el jardín...pues “lloverán” frutos...
 
Waldo también  hizo un viaje veloz a Cochabamba, Bolivia, a ver a sus papis. ¡Yo tenía tantas ganas de ir!! La verdad, me quedé llorando, ¡¡anhelo viajar!!...pero mi estado general no resiste viajes tan largos. No sé que les pasa a mis piernas, es desesperante el dolor y se hinchan muchísimo, los pies y tobillos parecen una pelotita, a veces siento que la piel de los tobillos se va a cortar con tan solo pisar y dar un paso, debo mantenerlas en alto...en fin..hay que empezar a recorrer por los médicos...ya me toca...
 
Cómo hay 10 árboles frutales en la casita (ahora se sumó un limonero), estoy buscando información para aprender a cuidarlos, cuándo y cómo podarlos, qué fumigación precisan, cómo y cuándo abonar la tierra, etc. También quisiera hacer un almácigo con semillas de flores de alelí y conejito gigante, además de la huerta de la que espera encargarse Waldo cuando nos mudemos allí. No es grande el terreno pero aunque sea un poquito de cada cosita quisiéramos poner.
Tenemos que aprender todo esto pues será parte de nuestro trabajo eterno en el Paraíso: cuidar la tierra y hacerla un bello jardín.
 
Este calor extremo y sostenido nos agota a todos, pero a los enfermos más aún. Todo el tiempo las autoridades advierten por radio y televisión de los cuidados que hay que tener para evitar los golpes de calor y en qué horarios es preferible no salir. Yo estoy adentro casi siempre, salvo cuando vamos a la casita y allí sí me quedo a la sombra de un árbol y no quiero entrar, pareciera que quiero llenar los ojos de verde y brisa para traérmelos cuando regreso a mi rincón...

Ese agobio debilita mucho y hasta la Neuronita parece que está deshidratada y no tiene muchas fuerzas para dictarme algo para escribir...
Pero gracias a Jehová, sigo aquí, aunque a veces más callada por este cansancio cotidiano, pero sigo aquí, tratando de hacer algo, aunque poco, pero que sirva para hacer que mis días cuenten, siempre agradecida por la vida y las cosas buenas y maravillosas de las que aún disfrutamos, los afectos, una flor, unas gatitas, unos árboles que cantan en el viento, o un precioso cielo estrellado de verano...
 
Estoy convencida de que por más duro que sea el camino, siempre hay pequeños gestos y detalles que nos alegran la vida...sólo hay que estar atentos para poder verlos...


lunes, 30 de diciembre de 2013

Calor,fotos, frutos, poema y Haikus

 
Al día de hoy (27/12/13) ya se han superado récord de persistencia de días con temperaturas extremadamente altas, principalmente en el centro y norte del territorio nacional, considerando los registros desde 1961.
Diciembre de 2013 se encontrará dentro de los diciembres más cálidos históricamente registrado para varias localidades del país, pudiendo así mismo quebrar dichos récord en valores medios.”
 Informe especial debido a temperaturas extremadamente altas
 Servicio Meteorológico Nacional – Argentina
 
Así dice en parte ese informe especial debido a la fortísima ola de calor que estamos pasando en gran parte del país. Nosotros vivimos al norte, una de las zonas más afectadas, de hecho, este sábado nuestra provincia fue una de las tres con temperaturas más altas del país. Y para hoy anuncian otra vez 42 C°. Es muy agobiante y quita las pocas fuerzas que hay.
 
Cada vez que podemos nos escapamos aunque sea un rato a nuestra casita, Damita y Ezequiel...¡y las gatitas! están viviendo allí. Mientras regamos las plantas, tomamos unos matecitos debajo de la palta...y no dan ganas de salir de allí...es un oasis en medio de este sofocante calor.

Ya vamos recogiendo los primeros frutos: tomates e higos blancos.
 
 
 Es muy fructífera la higuera, les dejo fotos de las primeras cosechas:
 



Waldo está feliz de ver así a la planta, llena de dulces higos, así es que le busqué un poema que me enseñaron en la escuela primaria y siempre me gustó: La Higuera, de Juana de Ibarbourou. Se lo leí y le encantó, tanto que me pidió que se lo hiciera en tarjeta para tenerlo a mano. Esta es la poesía:
 

LA HIGUERA
 

Porque es áspera y fea,
porque todas sus ramas son grises,
yo le tengo piedad a la higuera.
 
En mi quinta hay cien árboles bellos,
ciruelos redondos,
limoneros rectos
y naranjos de brotes lustrosos.
 
En las primaveras,
todos ellos se cubren de flores
en torno a la higuera.
 
Y la pobre parece tan triste
con sus gajos torcidos que nunca
de apretados capullos se viste...
 
Por eso,
cada vez que yo paso a su lado,
digo, procurando
hacer dulce y alegre mi acento:
«Es la higuera el más bello
de los árboles todos del huerto».
 
Si ella escucha,
si comprende el idioma en que hablo,
¡qué dulzura tan honda hará nido
en su alma sensible de árbol!
 
Y tal vez, a la noche,
cuando el viento abanique su copa,
embriagada de gozo le cuente:
 
¡Hoy a mí me dijeron hermosa!
 
 
 
Juana de Ibarbourou
 
 
 
Es un poema muy tierno y dulce...(yo también le digo a la higuera que es hermosa...)
 
Pelusita y Blanquita están felices en su nuevo y verde hogar:
 
 
 
Mientras tanto, en casa de mis papis, donde quedamos Waldo y yo, Lulita ha vuelto a ser la única consentida gatuna:
 
 
 Trepándose a una maceta para comer hojas de Cedrón:

 
 Ella me acompaña en el jardín, antes que azote el sol:
 
 
Mis padres se debilitan más día a día. Es muy triste verlos así, sufren en carne propia los estragos que la vejez trae consigo. A mamá, los fuertes dolores no la dejan casi ni dormir. ¡Cuánto ansiamos que su carne, y la de todos los leales envejecidos, “se haga más fresca que en la juventud; que vuelva a los días de su vigor juvenil.” (Job 33:25). Oramos que Jehová los sostenga en esta etapa tan difícil y no desfallezca nunca su fe y esperanza.
 
Yo sigo en la lucha cotidiana. Esta ola de calor empeora más las cosas pero seguimos esforzándonos por llenar la mente con el abundante alimento espiritual que nutre nuestras raíces y nos da fuerzas para perseverar.
Estoy fascinada con el nuevo libro, no lo menciono aún por si alguno aún no tuvo su asamblea de distrito. Es una refrescante bendición. Para disfrutarlo de tapa a tapa.
 
El clima obliga a salir de mi rincón, me levanto temprano y llevo una reposera al fondo para leer mientras desayuno y así aprovechar esos breves momentos antes de que el sol oprima tenazmente. Van posponiéndose muchas cosas que quiero y tengo que hacer en la PC, pero por ahora sólo estamos procurando sobrevivir estos días, espero pronto poder ponerme al día, hay mucho por escribir, tanto para predicar como para responder mensajes muy amorosos de los hermanos.
 
Hace mucho que no escribo Haikús (*).  A ver si tomamos una foto en palabras de cómo están las flores ante esta ola de calor:
 
 
Hoja inmóvil,
seca la margarita:
lluvia ausente.
 
 
Intentaré regalarle uno a la Higuera:
 

Lágrimas blancas
de esas ramas cuelgan:
bella higuera.
 
 

Tengo que seguir practicando, tal vez mañana mientras juego a esconderme del sol...temprano, antes que lo invada todo...
 
 
 
 

(*) El Haikú pertenece a la tradición poética japonesa. Es un poema conciso, formado por 17 sílabas, distribuidas en 5-7-5, sin rima ni título.