miércoles, 27 de febrero de 2019

Piedras de arcoíris


Piedras de arcoíris

Cuéntame tú secreto...
¿Qué pinturas escondidas
en la arena esparcieron sobre ti
sus tintes a manos llenas?

¿Acaso bajó el arcoíris a jugar
con la espuma del mar que te besa?

¿O será tal vez, que algún Otoño
confundió tus piedras con los pinos
que visten las laderas
y vertió en ellas sus vivos matices?

Dime, por favor, ¿qué minerales juegan
a mezclar pigmentos en tus bellas piedras?

Sigo siendo la niña asombrada
que recoge guijarros a orillas de los ríos,
y a lo largo del camino....

Dime, ¿qué haría entonces con tu playa
vestida de exquisito encaje cristalino,
bordado de piedras teñidas de acuarela?

Ahh! Gracias Magnífico Creador,
por pintar estas piedras,
por colorear nuestra vida
con tantas muestras de tu gran amor!!


Nancy
27-2-19


sábado, 23 de febrero de 2019

Que no te enfríe…



          A medida que nos acercamos al fin de los últimos días, el mundo va sumiéndose en una vorágine que lo arrastra en una decadencia sin control, en todas la esferas, cumpliendo profecías que escritas están desde siglos atrás. 
Dos de las muchas señales que identificarían a las personas en estos días finales son: “se enfriará el amor de la mayor parte” y  “sin tener cariño natural.” (Mateo 24:12; 2 Timoteo 3:3).

          Para constatarlo, basta con ver las noticias, o ver cómo se tratan las familias en un mundo que afirma ser cristiano pero que optó por no seguir el camino de amor que el Cristo enseñó. 
Esos rasgos son parte también del espíritu que impregna este mundo. Más No del pueblo que lleva el Nombre del Creador, Jehová, Quién es Amor.
Pero, como menciona una Atalaya: estas palabras de Jesús sobre el amor que se enfriaría “ también deben servir de advertencia a los cristianos verdaderos”. *** w84 15/12 pág. 30 ¿Recuerda usted? ***

          De allí la necesidad de siempre autoexaminarnos para ver que no se nos pegue nada de este frío y hostil sistema, y avivemos siempre la llama del amor: la marca identificadora de los verdaderos cristianos.

           Y aunque sea lo común en el mundo, nunca acostumbrarnos al trato frío y sin cariño que podría de a poco infiltrarse en las familias, tratando de justificar actitudes que hielan lazos en vez de unirlos…



Que no te enfríe…


No te acostumbres al desamor.
No es lo normal.
Sólo es lo común hoy.
Pero no es así entre nosotros.
No está mal esperar sentirte amado.
La falta de cariño natural 
no es lo correcto.
No aceptes que así es 
como tienen que ser las cosas.
Ésa es la marca del mundo.
No la nuestra. 
No somos parte de él.
Ni en su falta de amor.
 Ni en su cariño ausente.

No estás mal al esperar
que los tuyos te amen,
que te arrope el cariño sincero 
de tus hijos, padres, 
nietos…de tu familia toda…
No estás esperando demasiado,
ni es impropio lo que sientes…
No estás desubicado.
Desubicado está quien amor
no aprende a dar, a expresar…
a sentir la esencia misma
de Quien a Su imagen nos creó,
pues Dios es Amor.

Comprendo tu tristeza al sentir
que todo lo dado, 
que todo el amor brindado,
que todos los callados 
y anónimos sacrificios
con amor realizados…
no sean valorados 
ni en cuenta tenidos…
Sentir que contra una pared chocas
cada vez que muestras
tu corazón abierto, 
derramando tu amor…

Por favor, no te canses,
no dejes de ser como eres…
que no te enfríe el desamor…
Que el hielo no apague tu fuego.

Quizás, en algún momento,
las vendas de ingratitud 
que sus ojos ciegan
caigan y puedan ver, 
puedan sentir, puedan expresar,
puedan dar, puedan amar…
Sólo ruego que eso no demore,
que no suceda cuando ya no estés,
y que recién lamenten
no haberte abrazado espontáneamente,
no haberte dicho que te quieren,
no haber sido agradecidos…
no haber sabido amar…

Que no te lloren 
cuando ya estés dormido…

Todo lo que con amor haces
no pasa desaparecido ante tu Dios. 
Te identifica ante sus ojos
y a su bondad amorosa te hacen acreedor.

No te canses. Que el frío alrededor
no te enfríe, no ate tus manos y tu corazón.
De las heridas no lleves la cuenta.
Sigue en tu senda de amor dadivoso,
Tu Padre está viendo, 
de Él vendrá recompensa por haber asido
todo tu ser a la fe, la esperanza y el amor.
Y ya lo sabes, de estos tres,
el mayor, y el que perdura,
 es siempre el amor.
(1 Corintios 13:13)


Nancy
10-2-19



Que los hijos y nietos, aprendan primero
 a practicar devoción piadosa en su propia casa 
y a seguir pagando la debida compensación 
a sus padres y abuelos, 
porque esto es acepto a vista de Dios. 
(1 Timoteo 5:4)



En amor fraternal ténganse tierno cariño
unos a otros. En cuanto a mostrarse honra
unos a otros, lleven la delantera.
(Romanos 12:10)


Si tengo toda la fe como para trasladar montañas,
pero no tengo amor, nada soy.
(1 Corintios 13:2)


Ahora, sin embargo, permanecen la fe,
la esperanza, el amor, estos tres;
pero el mayor de estos es el amor.
(1 Corintios 13:13)





sábado, 9 de febrero de 2019

Jaelita y el Mar




Jaelita y el Mar

Me hubiera encantado
ver tu carita al ver el mar
por primera vez.
Tus ojitos llenos de asombro,
las sensaciones que sentiste
cuando las olas, ya pequeñitas,
como tú, llegaban a la orilla
a acariciar tus pies.

¡Ahhh!! ¡Cómo me hubiera
gustado estar allí
para disfrutar de tu felicidad
al ver ante tus ojitos
tanta agua extendida,
susurrando melodías
en su incansable vaivén.

Un video casero sirvió de consuelo
al retener el tiempo en sus cuadros
y así, puedo verte saltar y feliz cantar,
en esos primeros encuentros
con mi Amigo, el Mar.

Es una experiencia muy grande
y sublime que dejará huellas
en tu vida, como las que tú dejas
en su orilla al jugar.

Dime, ¿cómo estás?
¿Te gusta como a mí,
dormir arrullada
por ese canto de brisa y mar?

Ya me contarás cuando regreses
y sé que te faltarán palabras
para querer todo contar.
Y guardarás en un luminoso lugar
en tu mente y en los tesoros
de tu corazón, estos recuerdos,
 cuando a tus cuatro añitos…
Conociste el Mar…


Nancy
7-2-19



domingo, 20 de enero de 2019

Descargar Libro "Arcilla que espera..."





Dar clik en el link:

Link para descargar el libro "Arcilla que espera"


 Este tiempo sigue escurriéndose tan rápido…pareciera que cada día surgen más complicaciones y agotan las pocas fuerzas y me han mantenido alejada de poner más al día el Blog.

Pero también he estado ocupada preparando el segundo libro para su impresión, algo que está sucediendo ahora mismo. Estoy muy feliz por ello.

Se lo dejo aquí para cuando quieran leerlo (y también compartirlo).
Es una edición pequeña y limitada la impresa, pero si alguien lo quiere, por favor escríbanme a mi correo (nancy.geoda@gmail.com) y vemos si podemos enviarlo.

Gracias por todo el amor, cariño y apoyo para las pequeñas cositas que aún puedo dar…

El poema con que concluye el libro expresa mi sentir al dejárselos aquí:



Encuéntrame aquí…


Gracias por sentarte a mi lado
y escuchar los sueños,
angustias y esperanzas
de esta pequeña vasija de arcilla
que llena está de confianza
en el cuidado diario
y en las promesas ciertas
del Padre Tierno
que sostiene nuestra existencia.

Permíteme quedarme
a la orilla del camino
y cuenta conmigo
cuando estés cansado o triste,
búscame en estas páginas
y permíteme acompañarte,
y contarte las razones
de mi esperanza.

Te dejo aquí guardadas
mis emociones, sueños y ansias,
quedan entre las tapas de este libro,
pero a la vez, al escribirlas,
se sueltan como semillas al viento…
y quizás toquen algún corazón
que sea eco de mi latido…
de cuánto siento…
de cuánto ansío…


Nancy




miércoles, 19 de diciembre de 2018

Mi latido te reconoció



 Con amor,
a mi esposo Waldo


Siempre dije que, desde el principio,
lo que me atrajo de ti fue tu voz,
aún antes de verte.
Ése acento tuyo...
tan propio y lleno de altiplano...
Y ese tono tan varonil
y amable a la vez...
Te oí antes de verte...
Quizás fue en la entrevista
 en una Asamblea en medio
de un Parque, lleno de árboles,
pájaros y brisa que se sumaban
a la música de tu voz…
allá…en una primavera lejana...
Yo estaba muy lejos
y no alcanzaba a verte,
sólo me dije,
como cada vez que te oía:
“Qué lindo que habla ese hermano.
Me gusta”.
O quizás fue en casa,
cuando llegaste de casualidad,
 sin saber que vivía allí...
cuando te oí....
Te oí primero antes de verte...
Y como dice un aforismo
que me encanta:
"Mí latido te reconoció
entre mil voces"
Sí…Eras Tú...
Tú quien serías para mí...

Y al conocerte, ya en persona,
sólo se confirmó con creces lo que ya
me había transmitido tu voz:
Ante mi estaba un hombre espiritual,
de conceptos claros y firmes,
de educados modales,
respetuoso y amable.
Un verdadero gentil Caballero,
(en verdad que le haces
honor a tu apellido).
Muy inteligente, y sobre todo,
lleno de amor a Dios
y compartíamos las mismas metas
de servicio sagrado…
el mismo amor, el mismo celo por Él.
Tú ya servías de Anciano
y éramos precursores los dos.

Sí…Eras Tú…
Tú quién sería para mi…
Te encontré sin buscarte
pues literalmente,
un día llegaste a mi puerta
aunque vivías en un vecino país…
y de pronto estabas aquí…

Al comienzo,
sentí que eras mucho para mí.
Y te trataba de Usted.
No por la escasa diferencia de edad.
Sino por el respeto y admiración
que me inspirabas. Buen síntoma.

Han pasado treinta y un años
transitando de la mano este sendero
estrecho pero luminoso
que a la vida sin fin lleva…

Y sigo admirándote.
Cuando te escucho
defender tus principios
y convicciones,
cuando enseñas y razonas,
cuando consuelas y sostienes…
no hablas sólo con la mente…
habla tu corazón…

Contigo no hay medias tintas…
Eres consecuente. 
Vives lo que dices,
con total honestidad…
con total humildad…
Tu inmenso amor paternal
rebosa tus poros y el sacrificio diario
por los que amas
excede tus límites de barro…
abnegado y generoso,
 más allá de tus fuerzas…

Amo los detalles cotidianos contigo…
todo se vuelve bello e interesante
mientras conversamos en esos momentos
 en que compartimos un mate al promediar
la tarde, o cuando me invitas un café.
Hasta tu gesto de cada día
al traerme el desayuno
o la merienda a la cama…
o cuando me lees algo mientras tejo
y conversamos de los detalles
que le hacen bien al alma.
De lugares fascinantes,
de cosas nuevas aprendidas,
o compartimos una angustia
del alma; o dejamos volar la mente
sobre todas las cosas bellas
que Jehová ha creado…

En la larga lista de las cosas
que de ti me gustan,
 también están esa mezcla
de inocencia e ingenuidad
para las cosas maliciosas…
me gusta mucho que seas así,
que no hayas perdido ese rasgo
al pasar los años.
No te contagiaste del sarcasmo
que impregna este mundo.
El doble sentido
jamás ha sido lo tuyo,
mucho menos el burlarse de otros
bajo la excusa de ser “sólo bromas”.
Y no es que carezcas de humor.
Al contrario, me gusta tu ingenio
y chispa y nunca faltan las risas,
aún de uno mismo.
Pero nunca a costas de otros.
Me gusta mucho
que sigas siendo así…
tan diferente…
tan auténtico…
tan… Tú…

También me gusta
ese aparente despiste tuyo
(como buen genio matemático)
y que de sólo estar me hables
de fórmulas y números,
de leyes físicas y ecuaciones,
de reacciones químicas
¡y de la Tabla Periódica!…
¡¡Ahhh sí…me encanta todo eso
que sigo aprendiendo de ti!!
Claro, mí única Neurona
no alcanza ese nivel…
pero disfruto mucho escucharte
mientras avivas más mi imaginación
y las ansias de saber...

Mirando hacia atrás,
a esta vida compartida,
han sido demasiado pocos
los años que pudimos vivir
como una familia “normal”.
Sólo cinco años.
Luego todo lo que es
una rutina común
para cualquier familia,
todo cambió abruptamente
cuando las enfermedades crónicas
se instalaron en nuestras vidas,
modificando tiempos y ritmos.
Cambiando hábitos,
por incertidumbres…

Pero, el mismo amor
por nuestro Dios,
el mismo celo por Él
que desde el principio nos unió…
Ése amor en común, sin duda,
ha sido la clave para ser felices
todos estos años, sobreponiéndonos
a cuánta circunstancia adversa
capeamos juntos…

Que sea ese amor
el que siga prevaleciendo
en nuestras vidas cada día,
y nos permita seguir disfrutando
de caminar juntos por los senderos
de los siglos y las eras sin fin
que con certeza aguardamos…

¡Feliz 31° Aniversario mi amor!


Nancy
31-10-18




 Con Damita, nuestra única Hija:



Con mis padres, Nery y José y nuestra nietita: Jaelita, ya de 4 años: