viernes, 15 de marzo de 2019

26 años: de espinas, de aprender, de resiliencia.



15 de Marzo de 2019


Todo el día me ha estado dando vueltas una palabra y quería buscar información y escribir algo sobre ella: Resiliencia.

Una definición dice: “Es la cualidad que nos ayuda a hacer frente a los obstáculos o a las decepciones sin desanimarnos. Esta cualidad se adquiere mediante la experiencia.” (Despertad!, Núm.2 de 2019)

Encontré mucha información y artículos muy interesantes sobre el tema…que a su vez…dan mucho para elaborar…en pensamiento y acción…

Por ejemplo, no puedo dejar de citar estos conceptos:

“La resiliencia es el proceso de adaptarse bien a la adversidad, a un trauma, tragedia, amenaza, o fuentes de tensión significativas, como problemas familiares o de relaciones personales, problemas serios de salud o situaciones estresantes del trabajo o financieras. Significa "rebotar" de una experiencia difícil, como si uno fuera una bola o un resorte.

La investigación ha demostrado que la resiliencia es ordinaria, no extraordinaria. (Es decir, todos podemos desarrollarla, no es exclusividad de pocos).

Ser resiliente no quiere decir que la persona no experimenta dificultades o angustias. El dolor emocional y la tristeza son comunes en las personas que han sufrido grandes adversidades o traumas en sus vidas. De hecho, el camino hacia la resiliencia probablemente está lleno de obstáculos que afectan nuestro estado emocional.

La resiliencia no es una característica que la gente tiene o no tiene. Incluye conductas, pensamientos y acciones que pueden ser aprendidas y desarrolladas por cualquier persona.”

https://www.apa.org/centrodeapoyo/resiliencia-camino


Quizás lo que trajo a colación el tema fue que hoy es una fecha especial. No por algo bonito. Es un Aniversario no deseado. Cumplo 26 años de estar enferma con todo esto que tengo encima. Una mochila demasiado pesada que sólo podré descartarla cuando ningún residente diga: “Estoy enfermo” (Isa.33:24).  Es una fecha representativa en realidad, la fecha exacta no se sabe, venía mal desde hacía unos meses, pero el 15 de Marzo de 1993, al entregarme los primeros análisis que salían muy mal, recién nos enteramos de que nuestro camino se había cubierto de espinas por el resto del trayecto.

Pero también ha sido un tiempo de continuo aprendizaje. Había que adaptarse a las nuevas circunstancias o quedarse paralizada, sin reacción.
Creo que esto de la resiliencia es una cuestión de supervivencia: O sigues o te mueres. Y habré perdido muchas cosas en la vida: salud, fuerzas, juventud…pero no las ganas de vivir. No los sueños. No la esperanza. Aun cuando, aparentemente, no hay la más mínima salida.  Es que uno, desde el polvo, no ve lo que Dios sí, y Él ayuda a verla, si tú lo dejas hacerlo. Él sostiene y arrulla en esos momentos de dolor extremo, en cuerpo y mente…pero sólo es así si no nos gana el desconsuelo, si arrojamos por completo nuestras cargas sobre Él…entonces, el dolor hace lo suyo y termina moldeando, sin resentimientos, el barro que somos. Y entonces, “de un estado débil ser hechos poderosos.” (Hebreos 11:34)

Recordé algo que escribí hace un tiempo, hablándole al Dolor:


“Tal vez tu presión constante
haya sido sobre mi
lo que agua del río es al paisaje:
lo modela, lo cambia, lo adapta…
 y cobija tanta vida
que se acerca a su orilla.
Tal vez si no te hubieras
ensañado tanto conmigo,
mi paisaje interior fuera otro…
no sé…

De todos modos,
me hubiera encantado
no conocerte nunca,
(perdona mi franqueza).
Habría sido maravilloso
que nunca hubieras existido…
que nunca nadie hubiera
llorado por tu presencia…”


Fragmento de “Desmenuzas mi Arcilla”


Pero a partir de hoy esta fecha será especial también por algo muy lindo y significativo para mí: ¡¡me entregaron de la imprenta los 500 libros al fin!!  Estoy muy agradecida por este tiempo extra que se me permitió vivir y por haber podido alcanzar este sueño muy personal.

  Ruego que lo escrito allí sirva de algún modo para aliviar en algo el dolor de quien lo lea, y pueda encender y avivar la llama de la esperanza…ésa esperanza, como ancla del alma, que estabiliza en la tempestad, porque un brazo de arriba nos sostiene. Ruego que tú también puedas sentirlo, puedas verlo. Y puedas seguir adelante, más allá de tu propio sendero de espinas…

Una vez más, evaluando estos años, la conclusión se confirma nuevamente:

“Siempre pudo más la rosa que las espinas”


Ruego que así también sea en tu caso…



2 comentarios:

  1. Nancy que hermoso un nuevo libro....toda tu experiencia ante la adversidad estará plasmada allí.Junto con la esperanza de días mejores, lo que nos ayuda a no olvidar que todos los ayes que pasamos son sólo temporales.A Jehová toda la gloria y a ti querida Nancy por ser toda una inspiración.

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  2. Nancy Garzón - Chile16 de marzo de 2019, 16:13

    Mi querida Nancyta, al leerte me he quedado sin palabras. Pienso, medito y agradezco a nuestro Dios Jehová tenerte como amiga y hermana espiritual. No podías haber descrito mejor el luchar día a día con el dolor y la angustia de vivir en este mundo, pero admirable como también das la pelea diariamente.

    Tus palabras han llegado profundamente a mi corazón, no puedo explicártelo, no puedo describirlo, pero sé que tu mi hermana querida eres el mayor ejemplo de fidelidad, aguante y perseverancia por muchos años de luchar y luchar. Pero has dado prueba de que con espinas y dolores amas la vida. Siento que eres tan valiosa a los ojos de nuestro Dios Jehová y también a los que te conocemos y te amamos. Mereces el premio de la vida eterna con creces.

    Quisiera poder abrazarte y decirte tantas cosas, cuanto te admiro porque eres ropaje de consuelo y amor para los que tal vez no seamos tan fuertes en momentos de mucho dolor, pero si sabemos en quien refugiarnos para fortalecer nuestra alma y nuestra vida. Nuestro Padre Jehová siempre está ahí para levantarnos y seguir.

    No sé que palabras ocupar para expresarme y decirte que tu libro es maravilloso, felicitarte por tus dones de escritora, poetisa, etc.
    Bendita seas porque Jehová te tiene como una de sus siervas más leales ante la adversidad.

    Te envió desde Chile un gran abrazo y decirte que me siento tan privilegiada de ser tu hermana espiritual y amiga. Siento mucha emoción al escribirte. Dios bendiga todo lo que has logrado y expresado en este libro maravilloso. Te amo con el alma mi hermana querida. Desde Chile abrazos con amor ágape.

    Nancy Garzón

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