martes, 7 de abril de 2020

Una Conmemoración única



Más de 3500 años pasaron desde aquella noche de Luna llena, que vio al ángel pasar por alto los hogares donde, fieles familias seguían las instrucciones de Dios antes de ser liberados de la esclavitud en Egipto.

Hoy, como entonces, después de tantos siglos diluidos en el reloj de arena del Señor del Tiempo, nos reuniremos también en familias, en nuestros hogares, para recordar con honda gratitud lo que hizo el más poderoso Hijo celestial, que se vistió de humano, para dar su vida a cambio de una liberación mayor.

Nunca antes en nuestra teocrática historia vivimos situación igual. Un virus nos mantiene en casa recluidos, más no nos impide estar unidos a la hermandad mundial. La tecnología será valioso nexo que a ti y a mi, a tu familia y la mía, nos acerque en imagen, y la oración, bendita provisión, nos mantendrá unidos en mente y corazón…

Pero esto también me acerca ecos del futuro, tan cercano ya, cuando al fin sigamos la instrucción dada a Isaías, el profeta: “Anda, pueblo mío, entra en tus cuartos interiores y cierra las puertas detrás de ti. Escóndete por un breve momento hasta que la furia haya pasado.”
(Isaías 26:20) .  
Las congregaciones, sean por grupos o por familias, como ahora, seguiremos refugiándonos al amparo de su amor leal, que no olvida a los que lo aman y meditan en su nombre. (Malaquías 3:16)

Jehová, Padre amoroso, tú lo sabes todo y conoces desde el principio el final. Por favor, danos siempre un corazón que espere en ti calmo, sabiendo que eres tú quien se encarga de poner las cosas en su lugar, más allá del caos o ansiedad que impere en el mundo en esta parte final….

Gracias por esta conmemoración tan especial. Que nunca olvidemos que si esperanza tenemos, es por habernos dado a tu Hijo como rescate, muestra de un amor sin final…



Nancy
7-4-2020
03:06 a.m.


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