lunes, 25 de mayo de 2020

Carta por Entregar…para Marité



Marité, querida Amiga:

Llevo varios días sin celular, ya sabes, para quienes estamos recluidos en casa siempre, no sólo por la Pandemia, como nos pasa a vos y a mí, este aparatito ayuda mucho no sólo a la comunicación en general, sino para estar al lado de los amigos y acompañar en sus momentos de necesidad. O los propios.

 Cada vez que envío las tarjetas con textos o algún paisaje o animalito, eres de las primeras en agradecerlo y contarme cuánto bien te hace y tantas veces me has consolado con tus palabras de aprecio al permitirme ser útil para acompañar tu soledad. Tantas veces me dijiste que era justo lo que necesitabas en ese momento…y para mi era un gran consuelo saberlo…

Te voy a extrañar muchísimo. Se van a hacer largos los días hasta que al fin pueda conocerte y abrazarte en persona, cuando regreses del sueño impuesto por la muerte. La verdad, no sé cuánta cantidad de años hace que nos comunicamos casi a diario. Entre que mi única Neurona se pierde, y que el tiempo se esfuma tan rápido…ya no sé desde cuándo transitamos juntas esta amistad que no precisa de presencia física para ser tan real y constante. Más de 1.200 km entre nosotras nunca lo impidieron.

La amistad con Lira y Josefina nos unió primero, y luego se sumaron más amigos en común. Una de ellas, Daniela me escribió por otro medio ese miércoles 20 de mayo, contando que esa mañana ya no despertaste. Fue un puñal muy hondo en el pecho. ¡No sabes cuánto me duele no haber estado a tu lado, aún en la distancia, en tus últimos días! No veo las horas que llegue el celular nuevo y ver si puedo recuperar tus últimos mensajes...aunque me aterra pensar que me escribiste en tu insomnio y puedas haberme contado que te sentías mal esa noche…y nunca lo supe…me duele mucho…mucho…perdón por no haber estado contigo esos días…aunque siempre lo estaba en mente, en corazón y oraciones…

Te gustaban mis Cartas por Entregar para los amigos que regresarán cuando la Tierra se vista para siempre de Paraíso. Jamás pensé que un día escribiría una para ti…me duele tanto…

Me consuela saber que no sufriste nada, que sólo te acostaste y siguió tu sueño. Tuviste una vida muy dura, de tanto sufrimiento físico y emocional. Aun así, estar tan enferma, en silla de ruedas y vivir sola, no te fue obstáculo para servir fielmente hasta el final al Dios de todo consuelo que ahora te guarda en su memoria. 

Tu mente ágil y convicciones profundas se prestaban para conversar de cualquier tema. Tu fe y amor brillan, aunque tu candil se haya apagado por ahora.

Daniela me contó que en tu discurso de funeral por Zoom, el orador, leyó este poema de Lira, tan apropiado y hermoso (y que explica en parte el por qué de mis abrazos fuertes):


Más Allá Del Olvido

Si alguna vez la muerte llama tu nombre afuera,
y ves su nariz hueca pegada a tus cristales,
no arruines la belleza de tu canción postrera
con acordes rebeldes en los sones finales.

Recuerda que la vida es un préstamo escaso,
y la tumba calcula con lucro el dividendo.
Todo el calor que puedas infundirle a tu abrazo,
perfumará tu ausencia cuando ya estés durmiendo.

Pues la única forma de no ser perdedores,
ante la gran demanda, con nuestra humilde oferta,
es dar toda la esencia de los dones mejores.

Triunfarás sobre el lapso concedido a tu historia.
Dios, quien tiene las llaves que abren todas las puertas,
guardará con ternura tu nombre en su memoria.

Álef Guímel


        ¡Cuántos reencuentros siguen sumándose a mis brazos extendidos! Me queda tu voz leyéndome los Salmos o recitándome poemas de Lira (*) o inventando una canción para dar gracias por alguna tarjeta…aún si no las recupero del celular roto…no se borran de mi corazón y recuerdos amados…

        Estaré esperando por oírte recitarlos en vivo, muy pronto, cuando despiertes y te entregue esta carta…

            Descansa por lo pronto, querida Amiga…


Con el amor de siempre


Nancy
25-5-2020


(*) Lira Berrueta, escribía con el seudónimo: Álef Guímel



3 comentarios:

  1. Oh! Que trite cuando un ser querido se nos va, aunque tengamos la esperanza de la resurrección, un abrazo para tí querida Nancy por la perdida de tu gran amiga, que Jehová te de el consuelo que necesitas. Un beso muy grande de tu hermana de España. Siomara

    ResponderEliminar
  2. Mi querida Nancyta, no he podido contener el llanto, nuestra hermana se ha dormido y hay tantos que podremos abrazar. Como en nuestro caso, no lo hemos podido hacer frente a frente y tampoco lo pudiste hacer con ella, será encuentros maravillosos. Te queremos Nancyta y estamos a tu lado en nuestras oraciones y pensamientos diarios. También te extraño pues no veo tus estados diarios que tanto nos animan. Jehová te otorgue fuerza.

    ResponderEliminar
  3. Que linda tu carta hacia la hermana que duerme,aunque tenemos la esperanza de volver a ver a nuestros queridos amigos y familiares las despedidas siempre son tristes gracias por compartir un abrazo.

    ResponderEliminar

Nombre - Localización