lunes, 6 de abril de 2009

Amiga Noche


No podía dormir y se hizo imperioso escribir, así es que vengo a dejarles estos versos antes que despunte el alba y se vaya mi


Amiga Noche

Me acoges en maternal gesto,
sabes de mis horas de insomnio:
fruto de contínuo dolor y malestar.
Tal vez por eso te muestras especialmente
buena y te sientas a mi lado, comprensiva y serena,
presta al diálogo profundo,lista para acercar refrescante bálsamo
que calme pensamientos que intenten agobiar.

Por eso te llamo Amiga: me acompañas
y ayudas a evaluar lo que el día, en su ajetreado andar,
dejó de saldo en experiencias y vivencias,
quitándoles toda afilada arista que
pudiera lastimar al evocarlas mañana,
guardando la esencia de las cosas mejores,
construyendo recuerdos que traigan quietud al alma.

Sí Amiga Noche…tú también sabes
que estoy pendiente de ellos, por eso me hablas bajito:
para que no despierten los que amo
y sea reparador su sueño.
Ellos me cuidan durante el día…
de noche yo velo sus sueños.
Que la luna bese sus frentes,
o la lluvia los arrulle con su canto.
Yo veo que no sientan frío y los arropo
con cálido abrigo.

También llenas el pensamiento con nombres
amados, que cruzan distancia y tiempo,
montañas y océanos, y la oración los menciona
ante el Dios de todo Consuelo,
el Padre que tiene eternos ojos insomnes.
Como cantó el salmista:
“A Aquel que te guarda no le es posible adormecerse.”
(Sal. 121:3)
Él nos cuida y vela por todos:
por los que están cerca y los que están lejos.

Por eso te llamo Amiga: porque a tu amparo
entreteje el alma silenciosos diálogos
con la vida y su Fuente (Salmo 36:9)
y resumen el día en escasas palabras:
cansancio y dolor...
risas y Esperanza…

Dáleth
6 de Abril de 2009

Ustedes también son parte de estos versos...
Un cálido, fraternal y nocturno abrazo...
Nancy

martes, 31 de marzo de 2009

"Cuando vuelvas a ser joven" y Anécdotas


No sé en qué momento se escurrieron ya tres meses de este año, el calendario adelgaza rápidamente…mejor…cuando menos nos demos cuenta estaremos estrenando los primeros días del paraíso…lo cual, a su vez, no deja de ser un recordatorio de Lucas 12:40: “manténganse listos, porque a una hora que menos piensen viene el Hijo del hombre”.
Mientras tanto, día a día, hora a hora, todos seguimos esforzándonos por perseverar, sobrellevando nuestras propias espinas, sostenidos por el poder que es más allá de lo normal que Jehová da.

Este verano que acaba de pasar, hemos tenido algunas visitas en casa que nos dejaron mucho estímulo y enseñanza, como por ejemplo, Walter y Noemí, un matrimonio de hermanos muy queridos, de los que guardo recuerdos atesorados desde la niñez. Se quedaron unos días en casa, luego del día especial de Asamblea.Les preguntaba cuántos años llevan en la verdad, y respondieron:
- “Entre los dos…104 años…sí…52 años cada uno”.
Él sirve como anciano desde que tengo uso de razón y sufre de Espondilitis anquilosante, lo que ha llevado a un encorvamiento crónico de su columna. Pero tiene un gran sentido del humor. Recuerdo que al preguntarle cómo andaba, solía responder: “-Y aquí andamos…en bajada ”, haciendo alusión a lo dobladita que ya está su columna. Pronto cumplirá 80 años.
Noemí abnegadamente lo cuida y atiende pues ya está muy limitado. No deja de conmoverme el verla, haciendo tareas de ambos…igual que mi querido esposo, siempre haciendo el trabajo de dos. Sin duda, Jehová toma en cuenta tanto sacrificio y amor abnegado de nuestros amados cuidadores…es una experiencia que se repite en cada hogar donde hay un enfermo crónico y discapacitado. Jehová lo ve y los sostiene y bendice. A lo que se suma nuestra eterna gratitud.
Pero algo que quedó grabado a fuego en el corazón, fue un diálogo muy personal con Walter. Yo estaba en la compu haciendo alguna tarjeta, se sentó a mi lado, (camina con mucha dificultad apoyado en un bastón) y comenzó a decirme tantas cosas cargadas de estimulo…cosas que a uno le quedan muy grandes pero que se guardan en silencio en el corazón para repasarlas mentalmente cuando la angustia trata de ganar terreno.
Yo trataba de contener la inundación en los ojos, ya me había sacado un rato el respirador para poder conversar, pero las emociones ceñían fuerte la garganta y fue poco lo que pude decir.
Casi al final, dijo esto que me ahoga hasta ahora al recordarlo:
-“ Tal vez esta sea la última conversación que tengamos, ya sea por mi salud o la suya…”
y añadió detalles de todo esto que recordaremos en el Paraíso.

Luego hizo una oración muy sentida, una conversación amorosa con el Padre y Dios de todo consuelo. Ya el dique que contenía el llanto se deshizo. Al despedirlo y abrazarlo...tan frágil y desgastado por la enfermedad y los años, me sentí tan agradecida y bendecida por esos momentos, tan llenos de luz, de consuelo, de esperanza, y por poder contar con el cariño y amistad de hermanos que literalmente se desgastaron en su servicio….sin duda es una gran bendición contar con hermanos así…
Para todos esos amados hermanitos que por ahora sobrellevan las espinas de la vejez, este poema, un recordatorio de lo que lo que experimentarán


CUANDO VUELVAS A SER JOVEN

“Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!...
Cuando quiero llorar no lloro,
y a veces, lloro sin querer...”
(Rubén Darío)

Así expresó un poeta renombrado
un verdad que es siempre aborrecida:
ver que la primavera de la vida
no es un regalo eterno;
que más allá del tiempo floreciente,
está el rostro ceñudo del invierno.

Ya verás, cuando vuelvas a ser joven,
tu cuerpo reparando el deterioro,
tu mente renovando sus circuitos,
el sol llenando tus caminos de oro,
y la vida, sin límites mezquinos,
abriendo puertas hacia el infinito.

Cuando furtivamente algún resorte,
haga surgir recuerdos de estos días,
los verás como odiosa pesadilla
que la mente rechaza estremecida.
La paz de Dios inundará la tierra,
y sus ojos de Padre vindicado,
derramarán su lumbre y su ternura
en todos tus deberes asignados.

Mil años de crepúsculos distintos,
y millones de días disfrutables...
tus palabras, escasas e impotentes,
se van a diluir en lo inefable.

¡Cuánta luz en el rostro de tu hermano!
¡Cuánto amor en el timbre de su voz!
Tu corazón colmado de gozo indescriptible,
captará los reflejos de la dicha de Dios.

Álef Guímel
(Del libro “Ramas y Nidos”)



Estos días pasados, un resfrío y angina muy fuerte se instaló en casa, de a poco fuimos cayendo todos, como efecto dominó. Ahora le tocó a Waldo, pero aún así está trabajando…y cuidándonos. Hasta Lulita enfermó (pero de otras cosas) y tuvo que ir al Dr y le pusieron unas 5 inyecciones…pobrecita!. Tiene que hacer dieta, como no hay manera de hacerla comer comida casera, dice el Dr que le compremos alimento dietético… ligth…uhmmm…veremos si lo come, jajaja…es muy exquisita en sus gustos esa gordita…

Yo sigo perdiendo fuerzas, estos músculos insisten en debilitarse cada vez más, lo que a su vez, sigue despertando la creatividad e inventiva para buscar maneras de poder estar un poco más cómoda y apuntalada al sentarme. Los músculos del cuello, aún estando recostada, tienden a llevar muy hacia a atrás la cabeza pues no la sostienen. A veces tengo que levantarme y acomodarme la cabeza con las dos manos pues no tiene fuerzas para acomodarse solita. Le expliqué eso a mi mami, y junto a una tía, me hicieron unos almohadoncitos alargados para calzar la nuca y sostener mejor la cabeza.

Otra medida, es ponerme la mitad del cuello ortopédico, la que sostiene la nuca, pasar un cinto de tela por encima, llevar los extremos hacia adelante y pasarlos por debajo de los brazos para atarlos en la espalda. Así puedo apoyar la cabeza y a la vez ver el teclado al escribir y puedo tomar los remedios a cada rato sin tener que sacarme todo cada vez (como tengo mucha dificultad para tragar, con el cuello ortopédico completo no puedo hacerlo).
Así les estoy escribiendo ahora. Queda gracioso verme, jaja. Soy un aparato, jaja.

Pero a pesar del buen ánimo en general, estoy demasiado decaída, no me gusta estar así. Apenas me levanto de la cama y paso a la silla de ruedas que está estacionada detrás de la compu, toda reclinada como otra camita. Trato de hacer algo en la pc, pero me quedo en el intento y solo la dejo reproduciendo alguna revista, la Biblia en mp3 o alguna conferencia mientras me quedo quietita, agotada y dolorida por el esfuerzo que hacer eso supuso. El respirador está en una mesita con rueditas, me acomodo con todo y ya no doy más. No me gusta estar así. Hay tiempos en que puedo hacer algo más, pero ahora no. Es un entrenamiento diario de gran paciencia.
Así es que cada vez estoy más agradecida por la provisión de tener las publicaciones en audio, es una gran bendición que ayuda a barnizar la mente con los pensamientos de Jehová., “nuestra fuerza” (Salmo 81:1).

Me quedé pensando en Walter y Noemí y en sus 52 años de recorrer los caminos de la Verdad y en tantos de nuestros amados hermanos que llevan en su equipaje décadas de leal servicio.
Cuando Lira cumplió sus 50 años de bautismo, escribió “Medio siglo en Puerto Amparo”, la parte final dice así:

“Cuando flotamos en un mar de sonrisas en nuestras asambleas, cada rostro representa una historia. Están allí porque han luchado arduamente para que ninguna fuerza extraña los sacara de su lugar en el pueblo de Dios.
El seguir viéndolos entre nosotros equivale a un certificado de madurez e integridad, un recordatorio viviente de que debemos defender nuestro lugar asignado, viviendo o muriendo.
A través de los años y las décadas de este medio siglo, muchas veces hemos comprobado que todo lo innegable, lo noble y lo beneficioso, lo que nunca cambia, gira alrededor del nombre de Jehová, el que dio principio y razón de ser a todas las cosas.
Hoy, desde esa invencible torre de fortaleza que es su Nombre, observamos la desintegración del viejo sistema, y sabemos que la tierra que Dios ofrece a los mansos como herencia pronto será liberada, porque la Palabra de Dios, que hoy resuena en todos los ámbitos y recorre los cuatro puntos cardinales, no puede volver a Él vacía. (Isaías 55:10,11).

Álef Guímel
Abril de 2000


Sí…Su Palabra no vuelve a Él sin resultados…es sólo cuestión de tiempo para que la creación toda deje de gemir y prorrumpa en clamor gozoso para siempre…ya falta un día menos…

Gracias por estar allí y hacer más llevaderos estos días…

Con amor fraternal
Nancy

lunes, 23 de marzo de 2009

"Ora también por mi"


Hay varias ideas dando vueltas como satélites alrededor de la Neuronita…y la pobre ya está perdida y no sabe cuál recoger primero para tratar de plasmarla en palabras para acercárselas en este mensaje.
El final de una canción de fondo, con un solo de violines y cellos, contribuye a que se disperse más el pensamiento y se vaya detrás de bellas notas…
Pero bueno, mejor sujetar las ideas para poder escribirlas…claro, no son grandes cosas, sólo lo cotidiano que envuelve la vida sencilla de quien les escribe.

Waldo está leyéndome el Anuario, hace de ojos por mi. En el informe anual le pido me lea datos puntuales de algunos países de los que venimos siguiendo su crecimiento desde algunos años. Es fascinante ver cómo Jehová acelera la obra en estos días finales.
Y siempre me queda esa sensación de que la Organización es un hervidero de actividad…y yo aquí quietita cuando hay tanto por hacer…sí, lo sé, Jehová valora los esfuerzos…pero siempre me pregunto si realmente estoy dando TODO, creo que siempre hay alguito más que tal vez podría hacer…
Una de esas cosas, es la preocupación por conducir otro estudio, aunque creo que tendré que conformarme aunque sea con sólo uno por el agotamiento y falta de fuerzas para hablar y la debilidad general. Los estudios que conducía ya se bautizaron, con la bendición de Jehová, y estoy buscando formas de dar un poco más dentro de estas paredes porque no puedo salir. Me cuesta mucho hablar por teléfono, así es que no es una opción. Pero, escribir en la compu, tomando un montón de recaudos para acomodar el brazo, sujetar el cuello y cabeza, etc, etc…por ese lado logro hacer algo aún.

Hablando de estudios, ayer llamó Vivi (Viviana), una joven que venía a casa a estudiar la Biblia hace un tiempo atrás. Ella era maestra en una escuela cercana, alquilaba una habitación en la casa de una vecina y venía con mucha dificultad al caminar pues tiene Esclerosis Múltiple. Pero al ir progresando la enfermedad, tuvo que dejar de trabajar y regresar a su casa, un pequeño pueblo a unos 100 km de aquí. Actualmente está en una silla de ruedas y ya no puede movilizarse sola hasta el Salón del Reino más cercano, a varios km de su casa, es la única que estudia en su familia así es que no tiene el estimulo y apoyo espiritual que tanto necesita.
Antes le escribía por mail y le acercaba material que la animara, pero ahora ya no puede ir al ciber más cercano. Así es que estaba pensando en escribirle en la compu, imprimirlo y enviarle cartas por correo común, vía cartero, así podrá releerlas en esos momentos de mucha angustia que la envuelven. Me siento muy impotente y quisiera ayudarla, de por sí es muy dura la enfermedad para hacerle frente sin Jehová y su Organización. Si bien desde el primer momento la puse en contacto con la congregación más cercana, pero por la distancia y sus circunstancias no puede asociarse como necesita.

Conmueve oírla decir cómo le ora a Jehová y busca su fuerza cada día. Al despedirse dijo:
- “ Ora por mi, yo le oro a Jehová, pero es bueno que alguien más ore por mi”
Me despedí con un nudo en la garganta y mucho en qué pensar. Cuánto consuela la certeza de que Jehová ve y escucha a los que invocan su nombre, por más aislados que estemos y que siempre dará una salida: “nos hallamos perplejos, pero no absolutamente sin salida.” (2 Corintios 4:8)
Probaré de enviarle cartas, espero le lleguen bien porque vive en una calle parelela a una ruta (carretera) y no tiene numeración. Luego les cuento cualquier novedad.
Ahhhh…pero lo que sí llega seguro y es el medio de comunicación por excelencia que nunca falla, es la oración…eso sí podemos hacer por ella…

Algo bonito y apreciado que ocurrió este tiempo, es que luego de 16 años de estar enferma, al fin puedo oír las reuniones por teléfono cuando no puedo asistir. Es que no hay teléfono en nuestro Salón, pero sí en una congregación vecina. Y amorosamente, Pablo, uno de los ancianos de allí, hizo los arreglos necesarios.

Pero se presentaba otro desafío: ¿cómo hacer para sostener el tubo del teléfono todo el tiempo que dura la reunión?. Puedo agarrar y levantar un objeto liviano, pero no sostenerlo por más de unos minutos, se agotan los músculos, pierden las fuerzas y se cae lo que haya tenido en la mano.Así es que había que darse maña…es medio complicado para describir pero trataré: primero me pongo la mitad del cuello ortopédico, la parte que sostiene la nuca, tomo un pequeño almohadón, acomodo el tubo del teléfono sobre él, y a su vez, los acomodo sobre el hombro de tal modo que pueda oír bien. Y entonces me ato todo (cuello, almohadón, y tubo) con un cinto de tela que pueda mantener sujeto todo junto por el tiempo que dura la reunión. Es complicado pero vale la pena. (Menos mal que la máscara del respirador tiene su propio arnés sujeto a la cabeza, así es que eso no hace falta atarme, jaja.)
Estoy muy agradecida de poder disfrutar de esta provisión amorosa.

Otra buena noticia es que los resultados de la biopsia del tumorcito del brazo dicen que no hay nada maligno, gracias a Jehová.
Quedan varias cositas, detalles por compartir, pero serán para la próxima para no agobiarlos con un mensaje muy extenso.
La petición de Vivi sobre la oración, me recordó este poema, creo que todos pedimos algo similar:

ORA TAMBIÉN POR MÍ

Ora también por mí, que estoy bordeando
como tú los abismos de este mundo extraviado,
y esquivando las piedras de tropiezo
en caminos de hoyos camuflados.
Vemos en los recodos
de las tortuosas sendas de esta vida,
la arena movediza del pecado
y tanta gente en ella casi hundida.
Estamos exhortando a los que escuchan
a evitar los fangales malolientes del vicio,
que tragan caminantes descuidados,
los cuales tal vez nunca puedan ser restaurados
ni recobrar de nuevo el sano juicio.

¡Cuánto necesitamos que Dios nos tenga en cuenta,
y le brinde su apoyo a la fragilidad
de la carne indefensa que su poder alienta,
mientras crecen las filas de una enorme hermandad!
Cuando aquí, una hueste de siervos dedicados,
duermen tras dar las gracias por el día provechoso,
en otros hemisferios, hay una muchedumbre
que a la labor se apresta, ya cumplido el reposo.

La oración fortalece la relación sagrada
comunicando al hombre con el Ser Infinito,
pero también acerca entre sí a los humanos,
para que compartamos sus cargas agobiantes
y demos al caído una amorosa mano.
Subirán como incienso tus palabras
y en el silencio de los altos cielos,
perfumarán en el altar de Dios,
más allá de la música profana,
de los gritos de guerra y la metralla,
de la palabras necias, de las indignidades,
del tráfico que agrava la demencia
en el clima febril de las ciudades.

Yo también necesito
que otros mencionen ante Dios mi nombre,
que no ha adquirido brillo por sí mismo,
y sólo tiene rasgos muy leves de bondad,
escaso de valores esenciales
para estar en los libros que está haciendo Jehová.
Su bondad es un don inapreciable,
y aunque nos colme el corazón de paz,
lo que afirmó su Hijo es innegable:
—Cuando hayan hecho todo reconozcan
que lo que había que hacer es los que hicieron
y son siervos inútiles, no más.
Lucas 17:10

Álef Guímel –1994
(Del libro “Ramas y Nidos”)

Un abrazo cariñoso y agradecido en la distancia, de quien siempre los recuerda con amor fraternal

Nancy

sábado, 14 de marzo de 2009

Anécdotas y "Noche de Verano"


Hoy, como casi todos los días ya, sólo puedo quedarme quietita y esperar a que calme un poco el temporal; en algún momento habrá un poquito de alivio y tal vez pueda hacer aunque sea una tarjeta con un texto, o concentrar la neuronita y responder alguno de los amorosos mensajes que como flores, llenan de color y alegría el correo.

Responder un mensaje es como conversar: hay que prestar atención, no sólo a lo que está escrito o se dice, sino a los sentimientos que asoman entre líneas y tomarlos en cuenta al tiempo de responder. Es muy gratificante. Pero al igual que conversar en vivo y en directo, requiere un esfuerzo extra de concentración al que, la ya titilante y casi apagada Neuronita, no tiene la energía suficiente para atender como es debido.

No crean que sólo a uds les “respondo” mentalmente los mensajes (aquí va una carita, emoticon, de vergüenza). También me pasa en casa, con la familia y amigos…hay tantas cosas que me quedan en el tintero por conversar con ellos, o contarles algo…pero simplemente no hay fuerzas para hablar…y tengo que esperar a que en algún momento del día haya algo más de aliento para hacerlo.

Tantas veces me quedo mirándolos, como si con la mirada pudiera hablarles y contarles lo que hay dentro…y quedan las palabras atravesadas con un nudo en la garganta y se escapa alguna lágrima de frustración e impotencia…y se acercan, amorosos, y preguntan qué pasa, mientras sus manos acercan una caricia de consuelo…y no puedo responder…sólo tranquilizarlos y decirles que ya va a pasar…que estoy bien. Y es que simplemente no hay fuerzas en ese momento para un diálogo profundo. Y otra vez hay que tener paciencia y esperar. Sé que en algún momento del día estaré mejor y entonces podré hablar. Las palabras del sabio cobran un matiz particular en este caso: “Para todo hay un tiempo . . . tiempo de callar y tiempo de hablar.” (Eclesiastés 3:1;7)

En cambio, escribir aquí o garabatear algo parecido a un poema, es menos fatigoso, es sólo tratar de expresar lo que hay dentro sin el esfuerzo extra de concentración que requiere una conversación o responder un mail. Por eso, perdón por tantas respuestas que debo (aquí van dos o tres caritas de vergüenza juntas).

Hablando de cosas que quedan en el tintero por contar…hace unos 10 días al fin le tocó el turno al Dermatólogo (como estas son enfermedades sistémicas, afectan a todo el organismo, así es que me atienden varios especialistas). Había una especie de lunar raro que sangraba, apenas lo vió dijo que había que sacarlo. No había sido lunar, sino tumor. Hizo unas llamadas, suspendió una cirugía que tenía programada, pidió el material quirúrgico y listo!...fue el tumorcito!. Dijo que roguemos que sea de origen virósico. El 19 recién estarán los resultados de la biopsia.

Pero la situación no estuvo exenta de una buena dosis de humor. Tanto el Dr como nosotros (estábamos los tres), conversamos animadamente, risas de por medio, mientras él hacía los preparativos. Luego, al momento de sacar el tumorcito y entregárselo a Damita en el frasquito para llevar al patólogo, dijo, con tono sobrio y guardando la compostura: “ Por este humilde acto hago entrega de parte de la Madre…parte del cuerpo de la madre”…¡demás está decir que nos arrancó una carcajada al unísono!…es que había que verle la cara al Doc…¡es terrible!...y lo queremos mucho. Ya a estas alturas, después de tantos años, se forman vínculos muy afectuosos médicos- paciente - familia, y ayudan a sobrellevar situaciones que normalmente serían de mucha preocupación. Y lo agradecemos profundamente.

En otras consultas, también hubo palabras de aliento al decir que para él era un ejemplo de vida, que está acostumbrado a ver casos de mucho menos gravedad, pero que se abruman y derrumban. Eso siempre ha dado pie para poder hablar de nuestra esperanza. Es muy gratificante oírles de su boca afirmar que es la fe lo que nos sostiene y ayuda. Estamos agradecidos de poder dar testimonio de toda forma posible.

No quiere decir que siempre estamos con la sonrisa de oreja a oreja. Hay momentos de mucha angustia. Pero con la ayuda de Jehová, sólo son eso: momentos. Como dijo el salmista: “Cualquier día que me dé miedo, yo, por mi parte, confiaré aun en ti.” (Salmo 56:3). Y así podemos seguir.

Un día como hoy, o mejor dicho, en una noche como esta, tres años atrás, escribí este poema que viene bien compartirlo ahora, en esos últimos días de verano…ahhh!!..si pudiera migraría como las aves para alejarme del invierno…Pero como no se puede mejor, disfrutar de esta

Noche de Verano

El Verano está preparando su equipaje.
El Calendario le indicó que le quedan pocos días.
Ya el Otoño, traviesamente, se animó a pintar algunas
hojas de amarillo, anunciando que espera su turno.

Ha llovido mucho estos días, tanto en el paisaje como en mi alma.
Pero esta noche la Luna se engalanó con su mejor traje de plata,
y las estrellas no han dejado de hablarle a mi corazón,
mientras alaban a su Hacedor.

Es tarde ya. Debería acostarme.
Pero me he quedado a solas con la noche en el jardín,
para disfrutar de un íntimo diálogo que refresca el alma.
Sé que aún quedan muchos días grises por venir
y que un Invierno de angustias
se cierne sobre la humanidad que ignora.
Pero sé también que luego vendrán infinitas
noches de Luna clara, libres de inquietudes…llenas de paz.

Y sé que una noche no lejana, compartiremos felices
momentos con los amigos que hoy están lejos y hasta con
aquellos que amamos y por ahora habitan el silencio.
Mientras tanto, gracias, Amado Padre, por esta clara
noche de verano, y por los mensajes
de tu amor y gloria sin par que en mi regazo dejó.

Dáleth
14-3-06
Gracias por compartir estos momentos.
Les dejo un puñado de estrellas y fragancia de rosas en el aire...
Con toda gratitud y cariño…

Nancy

lunes, 9 de marzo de 2009

Lluvia de verano


Pasaba por aquí, vi luz, y vine a dejarte sólo un poema y compartir contigo algo de esta:


Lluvia de verano

Afuera, la lluvia intensa ensaya melodías nuevas.
Adentro, mi niña duerme arrullada por esa música
que de las nubes se desprenden:
mitad gotas, mitad notas.

El hemisferio Sur se ha envuelto en un manto
de estrellas y descansa de sus diarias tareas.
El Norte está despertando y estira sus brazos,
perezosos aún, dibujando rostros amados que
en el Paraíso cercano podré al fin alcance tener.

Afuera, la lluvia buena ha calmado el febril estío,
y generosa besa los campos y flores
que le regalarán su frutos y colores en gesto agradecido.
Adentro, el corazón destila nostalgias, anhelos y sueños,
mientras Lulita, nuestra gatita hermosa, a los pies descansa.

Es muy tarde, la madrugada avanza,
pero el insomnio sigue instalado,
consentido por el dolor de este cuerpo que
no encuentra alivio ni reposo, y todo lo cansa.

Pero afuera la lluvia arrulla,trae dulzuras,
serenidad y paz…
y adentro, el alma las recoge, las absorbe y se nutre…
y te deja esta canción para agradecer
ese don bendito llamado: Amistad.

Dáleth
9 de Marzo de 2009

martes, 3 de marzo de 2009

Amor Leal


“Pero en cuanto a mí, yo cantaré acerca de tu fuerza, y a la mañana informaré gozosamente acerca de tu bondad amorosa. Porque has resultado ser altura segura para mí y lugar adonde huir en el día de mi angustia."(Salmo 59:16)

Buscaba un texto que pudiera expresar algo de los sentimientos que embargan el corazón . Encontré muchos pero había que decidirse por uno, así es que empezamos este mensaje con este Salmo.
Y es que, contra todo pronóstico, cuando parecía tan imposible que pudiera asistir al Día Especial de Asamblea…gracias a Jehová pudimos estar y disfrutar de tan hermoso banquete espiritual y tanto amor y cariño de nuestra amorosa hermandad.Los días anteriores habían sido de correr en médicos, análisis de rutina, ecografía, etc, etc, para descartar una posible hepatitis medicamentosa (ya está descartada), pero pudimos asistir.Además, la había pasado tan mal al intentar salir de compras solo unas dos horas…que no parecía viable que pudiera aguantar todo el programa.

Un amoroso hermano que sirve de precursor especial junto a su esposa, nos encomiaba por los esfuerzos para asistir. Pero yo le decía que sólo por Jehová podíamos estar allí. Que andamos sólo por su Espíritu Santo. Al mismo tiempo, cada vez que digo eso, me pregunto si no es una falta de modestia o irreverencia hacer esa afirmación. Pero es que es literal en nuestro caso.Sólo por su Espíritu podemos continuar porque humanamente es imposible. Nuestras fuerzas… hace tiempo se agotaron (y las físicas…¡ni hablar!). Así es que si algo podemos hacer cada día, aunque sea sólo sonreír…es sólo por Él.

Y el poder asistir a esta asamblea fue otra prueba de que es así. Ya desde que abrí los ojos en la mañana, me sentía rara porque no estaba tan dolorida como suelo amanecer, incluso tenía algo más de fuerzas de lo habitual. Me había dormido pidiendo fuerzas para poder aguantar todo el día. Y la respuesta fue tan literal que no podía creer que aún al regresar a casa estaba como si no hubiera salido a ningún lado, sin ese desfallecer de cada vez que salgo.
Claro, el agotamiento está siempre y no pude absorber como esponja, como quisiera, todo el programa, ni puedo buscar en la Biblia los textos (no veo y no la puedo sostener). Sí veo el Cántico de letras grandes, pero no podía cantar con el respirador, sólo balbuceaba algo la letra cuando podía y el resto “cantaba” mentalmente. ¡Pero estaba allí!. Aunque no es como quisiera, pero ya a estas alturas tengo que dar gracias de estar en el lugar donde debía estar en ese momento y el lugar era allí! Así es que estoy muy agradecida.

Apenas nos instalamos con el respirador y adaptamos la silla de ruedas a camita, uno de los primeros hermanos que se acercaron a saludar fue el representante de Betel asignado que nos visitaba. Apreciamos mucho su estimulo y palabras de aprecio. Y aprovechamos para saber cómo sigue nuestra querida Tía Elenita, la misionera que nos hizo el estudio a la familia y la mejor amiga de mi mami, recuerdan?
(Les cuento algo sobre la amistad sin tiempo que unen a ella y mi mami en este mensaje: “Mis padres” http://paginasdenancy.blogspot.com/2008/07/mis-padres.html )

Fue reconfortante saber que, a pesar de que los años le quitaron los recuerdos y memoria, sigue allí, bajo el cuidado amoroso de la familia Betel. Jehová la cuida. Ni ella lo sabe, tal vez no tenga conciencia plena de cómo Jehová no olvida sus años de fiel servicio y el amor que mostró para con su Nombre. Y pensé en tantos abnegados hermanos, que al igual que ella, dejaron su tierra y sus parientes en un lugar muy distante, y se aferraron a su asignación hasta el final.

Muchos, como ella, dedicaron su vida por entero al ministerio y se hicieron eunucos por causa del Reino. Y tal vez, en su momento, hayan recibido comentarios, que aunque bienintencionados, podrían haberlos hecho desistir de su decisión: “¿Qué va a ser de ti cuando envejezcas? ¿Quien te cuidará en un país donde no tienes a tu familia, ni siquiera hijos y nietos que vean por ti?. Mejor regresa a tu país antes que no puedas moverte”.

Esto me hizo recordar algo que pasó hace muchos años con ella, mientras todavía servían en el hogar misional de esta ciudad. Ella tiene graves problemas en la vista, había perdido ya la visión de un ojo y del otro sólo veía un ínfimo porcentaje. En busca de una mejor alternativa médica y aprovechando sus vacaciones, regresó a su tierra natal, en EE.UU. Lloramos mucho esa vez al despedirla pues pensábamos que no regresaría, que se quedaría allí. Pero ella nos tranquilizó diciendo que sí iba a volver. Y así lo hizo. Su familia, amorosamente quiso cuidarla, pero ella decía que su familia estaba aquí, en su asignación, éramos nosotros: los muchos que aprendimos la verdad con las semillas que tomamos de su mano generosa.
Cuando finalmente los años impusieron sus limitaciones, Jehová amorosamente hizo provisión para cuidar de ella y sus amorosas compañeras, en el Hogar Betel. Lloramos sí, pero sabíamos que no estarían mejor cuidadas en ningún otro lugar. Sus queridas compañeras, Sophie y Edith, cerraron sus ojos en fiel servicio, al igual que nuestro querido hermano Einsenhower, quien fuera Coordinador de la obra en el país, él y la tía Elenita se graduaron de primera clase de Galaad .Se adhirieron a su asignación hasta el fin. ¡Qué excelente ejemplo nos han dejado!

¿Les cuento otro detalle amado? El cántico de letras grandes que tengo está viejtito ya, pero no lo cambio. Me lo regaló hace muchos años la Tía Elenita, se lo habían regalado a ella cuando aquí todavía no habían llegado a las congregaciones, era una novedad. Pero por sus problemas visuales no podía leerlo y me lo regaló pues sabía de mi miopía progresiva. Es un tesoro que conservo con cariño. Pronto, cuando su memoria regrese, le contaré cuánto ha seguido ayudándome su regalo.

Como todo lo que escribo aquí voy haciéndolo de a poquito y dejo guardado en word hasta que puedo completarlo, este mensaje sigue por etapas y ahora les cuento lo que pasó luego de la asamblea.
Al día siguiente todo volvió a la “normalidad”: amanecí muy dolorida, con fiebre alta (sin causa aparente, me están haciendo análisis para ver qué pasa ahora), la pierna y rodilla izquierda más hinchada de lo que estaba y sin poder apoyarla en el piso del dolor…y una larga, larga lista de “cositas” cotidianas, de complicaciones que siempre hay. Ayer fue de andar en médicos, esta tarde también, el Dr que me vió ayer de paso vio el lunar raro que les comenté la semana pasada y dice que no le gusta cómo está, que hay que sacarlo…así es que hoy le toca el turno al Dermatólogo y tal vez regrese con cicatriz nueva…en fin…
La noticia buena es que me bajó un poco los corticoides, y como reconoce que la medicina no puede hacer más para mejorar un poco la calidad de vida…ahora me manda a vivir a las Sierras de Córdoba, jeje…a este paso…ya vamos a tener que vivir un tiempo en Buenos Aires, otro en Jujuy, otro frente al mar y ahora en Córdoba! (siempre me manda a vivir en otro clima, a los lugares mencionados, dice que ayudaría…estaría bueno, jeje).

Me quedé pensando en nuestros misioneros fieles, y en tantos hermanos en distintas facetas del servicio de tiempo completo que se aferraron a su asignación hasta el final, en tanto que han dado, y en cómo Jehová no olvida, en su amor leal para con ellos, aún cuando los años y enfermedad les privan de sus fuerzas y hasta memoria….Él no los olvida. ¡Qué amoroso Dios tenemos!

Para todos nuestros hermanos amados que siguen arraigados en la fe y la esperanza a pesar de los embates de los años, les dejo esta poesía, escrita por una hermana que cerró sus ojos en fidelidad con unos 60 años de servicio de tiempo completo en su haber, tal vez se sientan identificados también con esta:

SEMBLANZA PERSONAL

Mi vida ya declina del cenit al ocaso.
Mirando atrás aún gozo los paisajes amados
en que ensayé la firme cautela de mi paso
y recogí los ecos que en mi voz han cuajado.

Mi sombra, que subraya la andariega rutina,
no carga informes gibas de rencorosa pena.
La esperanza en mi predio su espesa fronda inclina;
tiene el verdor profundo y la raigambre buena.

Tuteo al entusiasmo, somos viejos amigos.
La juventud se fue, y le dije " hasta luego".
Cuando pasa la muerte ni la saludo, y sigo.
La vida eterna es el tema de mi afán y mi ruego.

No me turba la prisa febril del calendario
que sigue adelgazando sistemáticamente.
Es cierto, los relojes riñen conmigo a diario,
pero un futuro inmenso sonríe dulcemente.

Álef Guímel
(Del libro "Reflexiones de un Guijarro")




Sí…´un futuro inmenso nos sonríe dulcemente´...que Jehová siga concediéndonos las fuerzas, a cada uno para seguir disfrutando de servirle hasta el fin y nos guarde en su amor leal.

Un abrazo muy fuerte, con cariño fraternal
Nancy

miércoles, 25 de febrero de 2009

¿Un día triste?...



Al fin vamos a intentar escribir algo (la Neuronita y yo). Hay muchas cosas, detalles, inquietudes, pequeñas vivencias que quisiera compartir, pero todo se va quedando en el intento y registrado sólo en el pensamiento. Cada vez se hace más difícil escribirlo, y tratar de plasmarlo, aún en estas páginas virtuales, sin el agotamiento que implica intentar escribir a mano, con lapicera y papel.
No es falta de ánimo, gracias a Jehová eso aún está sanito, intacto, con muchas ganas de vivir, de hacer, aprender, conocer...
Pero este cuerpo no lo acompaña y no va a su ritmo. Es como si fuera dos personas diferentes, como dijera el apóstol Pablo: la que interiormente va renovándose de día en día y la que por fuera se va desgastando…claro, parece que algunos se desgastan más rápido que otros…y yo voy en caída libre…y sin paracaídas! (2 Corintios 4:16)
Bueno, sí, hay un paracaídas, cada uno tiene su propio modelo para amortiguar los golpes que de una manera u otra cada uno recibimos, y ayuda a que sea más leve nuestra realidad cotidiana. No sólo la esperanza de que en breve el dolor ya no será, sino ahora mismo sentir, palpar y gustar que Jehová es bueno, que sostiene y nos da una paz que el mundo difícilmente comprendería: que aún en medio del dolor se pueda ser feliz y tener paz…como lo describen bien estos versos:

¿Verdad que es dulce, si el dolor acosa,
cuando un lecho de enfermo nos retiene,
sentir que el corazón calmo reposa
porque un brazo de arriba lo sostiene?

... Sentir que Dios, magnífico vigía,
los ojos tiene eternamente abiertos;
que cada tramo en nuestra travesía,
si es guiado por él es rumbo cierto.

El barro humano es débil y sufriente
y su impotencia a superar no alcanza.
¡Mas, cómo lo hace descansar la mente!
¡Y qué mullida almohada es la esperanza! (1)


Sí, gracias a Jehová podemos recostar la mente en esa mullida almohada todo el tiempo, donde sea que estemos y sea cual sea el entorno y las circunstancias.¡Y cuánto sostiene!

Podría decirse que hoy fue un día triste para mi. Sigo descubriendo cuántas cosas más se van sumando a la lista de cosas que ya no podré hacer. Guardo la esperanza de poder asistir a nuestro Día Especial de Asamblea, aunque desde un punto de vista estrictamente humano tal vez no sea lo más conveniente. Aún así, después de meses salimos un ratito a intentar hacer alguna compra necesaria, sólo quería una blusa o camisa bonita y unos zapatos, pero es imposible calzarme por lo hinchados que están los pies, así es que desistí de eso. A este paso sólo tendré que envolverme los pies como los antiguos habitantes de la Patagonia, a los que los europeos al ver sus grandes huellas (en 1520), ampliadas por las pieles que usaban de calzado, llamaron Patagones.

Tampoco pude comprar la blusa, a pesar de que Waldo y Damita me ayudaban a vestirme, luego del segundo intento tuve que desistir, es demasiado agotador cambiarse de ropa y quedé exhausta. En medio del trámite, no sé en qué momento me lastimé un raro lunar que surgió de pronto y está creciendo aceleradamente en el brazo, y sangraba profusamente. Eso me recordó que tengo que ir al Dermatólogo, uff!
Regresé muy mal a casa, es muy feo sentir que se te escapa hasta el último aliento, sentir que físicamente, no puedes más. Me acostaron y pusieron el respirador y quedé profundamente dormida. Estaba exhausta. Sólo deben haber sido dos horas…así es que la familia está muy preocupada de si pueda aguantar la Asamblea…

Por lo pronto está visto que ya no podré salir de compras, a pesar de la consideración de la gente y vendedoras, en una ciudad que recién está empezando a tomar en cuenta las necesidades de los discapacitados haciendo alguna que otra rampa para las sillas de ruedas en las esquinas. Pero ese no es el punto. El tema es que las fuerzas ya no dan para buscarme algo. Menos mal que Waldo y Damita tienen muy buen gusto, así es que ellos buscarán por mi. Aunque lo de la blusa está medio difícil: no hay blusas para ballenas, jaja.

Todo esto contribuyó a que, como dije más arriba, podría decirse que hoy fue un día triste. Cada vez se hace más difícil hasta lo más trivial para alguien normal, con un poco de salud. Y hasta llegas al punto de sentir que la vida se te escapa como agua entre los dedos. Y tienes que luchar por acomodar los pensamientos y oras…y el Dador de la Vida te responde con paz.Tal vez por eso hoy volví a recordar estos versos:

Más Allá Del Olvido

Si alguna vez la muerte llama tu nombre afuera,
y ves su nariz hueca pegada a tus cristales,
no arruines la belleza de tu canción postrera
con acordes rebeldes en los sones finales.

Recuerda que la vida es un préstamo escaso,
y la tumba calcula con lucro el dividendo.
Todo el calor que puedas infundirle a tu abrazo,
perfumará tu ausencia cuando ya estés durmiendo.

Pues la única forma de no ser perdedores,
ante la gran demanda, con nuestra humilde oferta,
dar toda la esencia de los dones mejores.
Triunfarás sobre el lapso concedido a tu historia.
Dios, quien tiene las llaves que abren todas las puertas,
guardará con ternura tu nombre en su memoria.

Álef Guímel (*)

“Todo el calor que puedas infundirle a tu abrazo,
perfumará tu ausencia cuando ya estés durmiendo.”


Tal vez eso explique un poco por qué siempre los abrazo al saludarlos (en vivo y en directo también), parece que ya viene incorporado en quien les escribe, jaja.

Al buscar en los libros de Lira un poema para dejarles, me enganché leyendo y no quiero despedirme sin compartir estas

Reminiscencias

Alfarero, no me olvides;
soy el barro deslumbrado
que tomaste de un camino en que nadie te nombraba.
Al pasar entre tus dedos descubrí lo insospechado;
en el hueco de tu mano, la presión que me amoldaba,
me enseñó que la belleza se bebía y se gustaba
sin salir del lugar fijo en que estamos asignados.

Me estremezco cuando pienso que tus ojos me advirtieron
cuando yo era aquel guijarro de casual forma imprecisa.
En el río de la vida blandas aguas me mecieron
y sentí que cada arista se limaba suave y lisa.

No me dejes volver nunca a ser barro sin sentido,
ahuecándose a las huellas que lo imprimen al pasar,
ni mirar un cielo esquivo desde el río estremecido
que desgasta los guijarros en su eterno tramontar.
Pues yo sé que si algo tengo, duradero y definido,
me lo diste Tú, Alfarero, cuando me enseñaste a dar.(*)


“Me (enseñaste) que la belleza se bebía y se gustaba
sin salir del lugar fijo en que estamos asignados.”

¡Sí!...¡qué gran verdad! Sin importar lo dura y difícil que sea la prueba que afrontemos, si seguimos sujetándonos fuertemente de la mano de nuestro amoroso Padre, anclados en la esperanza y en nuestro lugar asignado, seguiremos gustando y bebiendo la belleza, de la vida misma, de la de ahora y de la que ha venir…la que lo es realmente.

Dicho todo esto…finalmente puedo decir que hoy NO fue un día triste. Sólo fue un día más de aprendizaje, de adaptación…de esperar…ya falta un día menos…

Un abrazo muy fuerte, con cariño fraternal
Nancy
(1) "A un amigo enfermo"
(*) Álef Guímel,
del libro “Reflexiones de un Guijarro”

viernes, 13 de febrero de 2009

Fotos y un Cuadro del Atardecer































Tenía pendiente acercarles unas fotos de las montañas y valles que visitamos juntos…sí…pues estuvieron con nosotros esos breves días llenos de belleza, un refrescante paréntesis a esta rutina entre cuatro paredes. Y si bien, en mi caso, sólo fue limitarse a disfrutar a través de la ventana, o a lo sumo, en el jardín de la casa, el paisaje que te abraza es tan hermoso y está tan lleno de mensajes y ecos milenarios…que se graban en la mente y corazón…además de las pupilas.Queda grabado como en las páginas de un libro, al que puedes recurrir, hojear, recrearte y volver a disfrutar cuantas veces quieras, cuando quieras, aún con los ojos cerrados.

Pero como estas páginas son para compartir…pues aquí estamos, acercando aunque sea algunas fotitos, no son de gran resolución, Damita estrenó celular sacando fotos y estas son algunas (Den clik sobre las fotos para ampliarlas). En esencia, esto es parte, muy pequeña parte de lo que se podía ver desde la casita, y lógicamente, no alcanzan a reflejar la magnitud real del paisaje.

Una piedra pintada de amarillo marca el punto de referencia para indicar que llegamos a la casita de nuestra querida Bety, quien amorosamente nos hospedó. Allí también se muestra un poco lo empinado y pedregoso del camino, razón por la cual la sillita de ruedas todo terreno no podía subir y bajar la escarpada. También se muestra lo cerca de la cumbre que estábamos. Si hubiera podido caminar como otrora…seguro que no regresábamos sin hacer esa caminata hasta allí. Pero Waldo y Damita no querían dejarme mucho tiempo sola así es que apenas hacían las compras del día y regresaban pronto, por eso ellos tampoco fueron.

Ellos no quisieron aparecer mucho en las fotos, salvo una que dejo de Damita disfrutando de la paz del lugar, mientras hablábamos de lo lindo que sería tener una casita allí.
Las demás fotos muestran parte del patio y la entrada a la casa y el lago el valle al fondo. Hay fotos tomadas desde el ventanal, desde dentro de la casa. En una estoy recostadita con mi respirador y disfraz de oso hormiguero. Si bien no me acomplejo de la calamitosa apariencia física que tengo ahora…pero tampoco es cuestión de andar mostrando fotos impresentables y espantar a la hermandad internacional, jeje. Por eso quien les escribe no puso más fotitos personales.

Pero, como muestra de que hubo tiempos mejores, les dejo esta junto a Waldo, un día de asamblea en el 2000. Para entonces estaba en una etapa de remisión de estas plagas y estaba sin corticoides…y sin inmunosupresores…por eso me desquité dejándome el cabello hasta la cintura, (con esos remedios cae mucho el cabello, así es que hay que mantenerlo corto). Luego regresaron al ataque las plagas con tanta agresividad…que hasta ahora no me recupero, bueno, esto es así…son progresivas…así es que…”seguimos progresando”…

En esa foto va un fragmento de un poema que le escribí a Waldo hace un tiempo: “Trazos de Nostalgia”, en alusión a su eterna nostalgia por su terruño natal, en el Altiplano boliviano…otra asignatura pendiente: conocer Oruro…enfermé antes de poder hacer ese largo viaje…hace 16 años.
Pero el fragmento citado bien puede aplicar también a la nostalgia sentida por todo aquello que el tiempo y las circunstancias cambiaron, cosas cotidianas…desde el poder levantarse para emprender las actividades de cada día, las seglares y las del ministerio. Hasta las más profundas que limitan las actividades a sólo estar un ratito en la pc y acercarles una tarjeta y algún pensamiento y pequeñas vivencias volcados en estas páginas.
El poema completo acompaña a este “Álbum Familiar” http://paginasdenancy.blogspot.com/2008/10/lbum-familiar.html

Y como broche de oro y regalo para los ojos…nuestra preciosa, obesa y encantadora: ¡¡Lulitaaaaaaa!!..¡¡sí!..ella es Luly, la gatita que pinta trazos y colores de ternura en nuestros días. Y ya rompió mi reposera roja , donde me levanto un rato para tomar unos matecitos a la tarde...previo pedirle permiso para que me la preste un ratito. Bueno…no sé quien rompió la reposera con el peso…pero bueno…como es compartida…jeje…Nooo, lo que pasa es que la reposera ya está muy viejita, por eso se rompió, jaja.

Cuando caía la tarde en los valles y quedábamos en profundo diálogo con el paisaje y su Hacedor, quería escribir algo, no sé, algún poema que captara esos instantes…pero no pude…estaba demasiado débil y sólo podía limitarme a ver y absorber esos mensajes. Espero un día poder escribirlo, queda pendiente. El paisaje sigue dentro mío así es que apenas haya algo más de fuerzas, si Jehová lo permite, quisiera escribirlo.

Por ahora les dejo estos sencillos versos, para entonces recién me animaba a escribir algo, estaba en el patio en casa…son muy simples pero intentaron también en su momento pintar un
Cuadro del Atardecer

El viento jugando con la nubes,
pintó un cuadro para mi:
olas y espumas de mar,
en el cielo azul.

La mente escapa de este cuerpo dolorido.
Prefiere llenarse de gratas sensaciones,
que mitiguen el dolor y el cansancio,
de este barro frágil que la contiene.

No, no evado la realidad.
La belleza de un cuadro celestial,
es tan real como es agobiante dolor.
¿Para qué entonces,
detenerme en lo triste,
si la vida se exhibe
tan majestuosa ante mis ojos?

Un inquieto colibrí,
pequeña esencia de arco iris,
me convida un poco de dulzura,
mientras grácilmente
besa las flores del jardín.

El sol lentamente se recuesta
detrás de los cerros azules.
Como tarde al partir,
hace gala de sus dotes de artista,
y pinta un cuadro único,
irrepetible, tiñendo el cielo
de colores intensos o pasteles tonos.

Cada día es así...
como ese cuadro del atardecer:
único e irrepetible.
Procura entonces,
pintar en tu tiempo otorgado,
tonos suaves de serenidad y amor,
o los intensos colores
de la alegría y la amistad.
No repares en la gama
de grises del cuadro.
Pinta una ilusión azul sobre ella.

Dáleth
Octubre 2004

Un abrazo muy cálido y sentido, compartiendo ilusiones…y esperanza…ya falta un día menos…

Con amor fraternal
Nancy

lunes, 2 de febrero de 2009

Entre Montañas y Valles...


“También deléitate exquisitamente en Jehová, y él te dará las peticiones de tu corazón. (Salmo 37:4).” Ésa es una verdad absoluta con la que Jehová, abundante y generosamente, bendecirá a su pueblo en breve, en el paraíso bajo su Reino.
Pero aún ahora no deja darnos anticipos del cumplimiento de esa promesa, y muchas veces, cuando más lo precisamos (y menos lo pensamos), nos sorprende con una caricia al corazón, dándonos lo que anhelábamos.
Esa fue la razón de la ausencia de mensajes esta semana…no, no estuve internada… esta vez no había manera de acostarme, jeje.

Les cuento: por estas latitudes sureñas el verano está su apogeo, nosotros vivimos al noreste del país y hace muchísimo calor. Amo el verano pero cada año que pasa parece que ese amor está siendo menos correspondido cada vez, a este cuerpo fatigado le resulta muy agobiante y difícil cada día y una temperatura desde 35 Cº a más de 42 Cº lo hace más complicado.
Si prendes la TV, todo el tiempo están mostrando imágenes preciosas de los muchos destinos turísticos de la provincia, donde extranjeros y propios escapan de las altas temperaturas.

Uno de esos lugares que amo es Tafí del Valle…
-”¡Ahhh!! Cómo me gustaría ir aunque sea un día!...poco más de 100 km separan mi cama de los Valles Calchaquíes…¡cómo me gustaría ir!”…y Jehová estaba viendo…sí…todo don perfecto y dádiva buena proviene de Él…así es que a Él le agradecemos que, literalmente, de un día a otro (casi fue de un momento a otro), se dio la oportunidad de ir al Mollar, cuya población está en el centro del Valle de Tafí, entre la falda del Cerro Ñuñorco y a orillas del Dique La Angostura , el lago artificial más alto del pais.

Sí, no fue casual que Bety, una amorosa y generosa hermana de aquí nos llevara a su hermosa casita en los Valles. Estábamos tan agobiados los 3 con tantas cosas que siempre se suman…y la verdad, es que físicamente temía que no resistiera el viajecito pues venía muy mal. Si apenas, de vez en cuando llego al patio…¿viajar?...uhmmm…

Era la primera vez que saldría con la mochila del respirador para viajar y me sentía un poco rara. Como le decía a los amigos, creo que veces me cuesta aceptar que preciso de este aparato…en fin…gracias a Jehová llegamos bien, este corazoncito aguantó el viaje de montaña…¡y lo disfrutó plenamente!

¡Qué vista preciosa desde la casita en el Mollar! ¡Quisiera poder describirles algo para compartir esos momentos de belleza y sosiego! Pero sé, que todo esfuerzo no alcanzará para captar en palabras ese regalo a los sentidos que Jehová nos dio.
La casa está enclavada en lo alto de la ladera del cerro, lejos de los ruidos de la ciudad, con el Lago La Angostura al frente y una vista panorámica privilegiada de todo el Valle.

Buscando algo de info encontré estos datos: “Los Cerros Ñuñorco, Muñóz y Negrito son un Conjunto de montañas que conforman y rodean al Valle de Tafí.
Ubicadas al Sur, al Oeste y al Norte de la villa de Tafí del Valle, este conjunto de montañas conforman el gran valle y lo proveen de un microclima único y especial.
El Muñóz, al Oeste, de 4.600 metros sobre el nivel del mar, es el mas alto que se pueda observar en la zona. El Cerro Negrito, con sus 4.300 metros y el Ñuñorco de 3.700 le dan un marco imponente a la región, vista desde cualquiera de sus ubicaciones.”

Como el camino hasta la casa es muy empinado, la silla de ruedas, aunque todo terreno, jeje, no aguantaría subir y bajar…ni mi abnegado esposo podría empujarla…cómo será que cada vez que tenían que bajar a hacer alguna compra apenas llegaban él y Damita, con el corazón en la boca y sin aire. Pero al cabo de unos días ya se iban acostumbrando y regresaban más enteritos, jaja.

Así es que yo me limité a disfrutar del paisaje desde la casa, con sus amplios ventanales que dan al lago y al Valle. Bety me preparó un sillón cómodo y ubicó el respirador y banquitos para levantar los pies al lado de uno de los ventanales. Allí estaba todo el día hasta que me vencía el agotamiento y no quedaba otra que acostarse bien en la camita…es que no quería dejar de llenar los ojos con aquel paisaje.

En la tarde, salíamos al patio a tomar unos matecitos y me quedaba ahí sentada en la silla de ruedas hasta que Waldo y Damy regresaban de comprar algo. Quedaba con un abrigo a mano porque el aire es muy fresco, mientras en la ciudad la sensación térmica marcaba 37 Cº.

La gente del lugar es muy amable y cortés y saludan al pasar, aunque no nos conozcan...esas buenas costumbres y cortesías que se pierden con la “civilización” de las grandes ciudades.
El último día había quedado sola en el jardín unas dos horas pues Waldo y Damita no conseguían un remis que quisiera buscarnos a primera hora del día siguiente para el viaje de regreso (finalmente lo consiguieron y cumplió).

Apenas regresó la familia, una vecina se acercó con un rico pan casero calentito para el mate. Ahhh…uno no puede dejar de dar gracias todo el tiempo por todos esos detalles…el lugar es paradisíaco y la bondad de la gente lo adorna más…¡cuánto vamos a disfrutar cuando todo la tierra sea un paraíso donde los mansos hallen su deleite exquisito en la abundancia de paz, viviendo la vida que realmente lo es!

Sí, tuve que hacer algunos ajustes para no permitir que las limitaciones en aumento empañaran la dicha que vivimos. Es que fue doloroso comprobar cuánto van apagándose estos ojos y toda esa belleza que nos rodeaba…la percibía toda borrosa, como a través de un cristal empañado.
En un momento dado la angustia quiso ganarme una partida, pues oía las voces de Waldo y Damy, pero no los veía, a pesar de que estarían a unos 5 metros y me asusté. Le atribuí a que el sol estaba en su cenit y tal vez eso empeoró el cuadro en ese momento. Se escaparon unas lagrimitas de frustración y miedo pero me resolví a no permitir que esas limitaciones menguaran toda la paz y gozo que sentía. Con la ayuda de Jehová fue así.

Incluso hasta eso luego fue motivo de una pequeña anécdota jocosa: Estábamos en el jardín, Waldo trajo los binoculares para ver en detalle las montañas y el lago y cuando quise ver…veía todo borroso…”lo arreglé” tratando de ajustar los lentes…lo mismo disfrutaba de lo que veía y exclamé contenta:

-¡”Qué hermoso! ¡Si se ven hasta las vaquitas a la orilla del lago!..¡Mirá Damita!”
-¡”No son vacas…son casas!”, respondió ella al mirar…

Hasta ahora sigo riéndome al recordarlo…¡con razón estaban “tan quietas las vaquitas”, jaja!

En fin, sabemos que mientras estemos en este sistema no habrá dicha completa, unos de una manera, otros de otra…pero para nadie es todo fácil. Pero aún así, podemos disfrutar de la vida y ser felices, a pesar de las espinas y piedras con la que nos topamos en el camino. Aún si nuestros ojos literales se oscurecen, siempre podemos escojer el cristal con el que preferimos mirarla.

Es verdad, no podemos cambiar las circunstancias, ni experiencias tristes. No podemos modificar el pasado ni cambiar a la gente o algún entorno hostil. Pero sí podemos cambiar nosotros. Esforzarnos por cultivar una actitud positiva y ejercitarla en todo lo que vivimos a diario. Y así, con la ayuda de Jehová, podemos “ser hechos nuevos en la fuerza que impulsa su mente”.(Efesios 4:23).
Sí, mejor seguir “leyendo” nuestros días como “Miel” y no “Hiel”, ¿verdad? (http://paginasdenancy.blogspot.com/2008/10/segn-como-se-mire.html)

Cada vez que viajamos a Tafí del Valle, regresan como eco estos versos que escribió Lira cuando vino la primera vez a visitarnos, en 1995. A ella también le impresionó el camino a Tafí, que es todo un tema y merece capítulo aparte.
Sigue ganándome la emoción cada vez que leo algo suyo, espero disfruten de estos versos que nos regaló y que describen tan bien a mi querido

Tucumán

Tucumán floreciente, jardín de la Argentina,
también jardín teocrático, tus celosos ancianos,
cuidan con gran desvelo del valioso plantío
que con plena confianza Jehová puso en sus manos.

Muchas congregaciones forman un gran rebaño
que abren los brazos llenos de amor ante el viajero.
¡Cómo siente el que llega la bondad prodigada,
la marca inconfundible del cariño sincero!.

El buen sol te cobija y fecunda tu tierra,
los cerros te vigilan como austeros guardianes.
Cultivando los cítricos aumentan tus riquezas,
otros le dan a la caña de azúcar sus afanes.

De la destilería incesante del tiempo,
surgió gota por gota, esta feliz semana;
horas iluminadas por hondas sugerencias,
por ecos calchaquíes y memorias lejanas.

Yendo a Tafí del Valle, en tus cerros frondosos,
¡Cuánto dice el silencio, cómo canta la vida!
Ante el legado inmenso de las eras pasadas,
la nimiedad humana se humilla estremecida.

¡Quién tuviera la lengua elocuente de un ángel
para cantar un himno vibrante a esas montañas,
para loar la mano del Artista Supremo,
que trazó sus contornos y esparció la maraña!

Sigue fiel tu rutina, trabaja, sueña y canta,
y quédate a la espera de ese tiempo cercano
cuando Jehová corone de flores y de pájaros
el camino de aquellos que hoy lo ven Soberano.

¡Qué placer inefable será volver un día,
después de la victoria irreversible,
y gritar en la cumbre de algún cerro:
“La Teocracia triunfó y estamos libres”!


Álef Guímel
Tucumán - Noviembre de 1995
(Del libro “Ramas y Nidos”)


Gracias por acompañarnos en estos días entre montañas y valles…sí, pues aunque no pude escribirles…estaban conmigo...

Jehová los cuide y bendiga en todo momento.
Con cariño inmenso

Nancy
PD: Algunos datos adicionales sobre el Lago:
"El lago tiene un espejo de agua de 800 hectáreas, donde se pueden pescar pejerreyes y truchas y practicar los más diversos deportes náuticos como windsurf, remo, kayak, ski y jet ski.
El embalse, que fue construido en la década del 60, tiene un largo máximo de 4 km, un ancho de 2.5 km y una profundidad de 30 metros. "

sábado, 17 de enero de 2009

Paisaje Interior



Hacía falta una bocanada de aire fresco, al aire libre. Hacía mucho tiempo que no salía al patio (ya me estaba enmoheciendo en mi habitación, jeje). Aunque a decir verdad, no fue algo planeado, Damita estaba tomando unos mates allí y ese fue el potente móvil para el desplazamiento: desayunar con ella, bajo un cielo azul intenso y una brisa fresca…creo que va a ser el único momento fresco del día hoy que promete ser agobiantemente cálido…(pero no me quejo…prefiero el calor al invierno).

Hay un árbol grande de palta en el patio del vecino, su verde contorno recorta el azul diáfano del cielo y se alza varios metros por encima de la tapia más alta. Es el hogar de muchos pájaros, de allí bajan en bandadas y pasan en vuelo rasante sobre mi cabeza…quisiera extender la mano y que se sintieran libres de posarse, y alimentarlos…y acariciarlos, como vi en una foto: una señora con tres colibríes en su mano..ahhh! ¡qué maravilla!.
Pero al menos se acercan, se posan en la tapia y miran (deben estar desconcertados: no deben dar crédito a lo que ven sus ojitos al verme ahí, jeje).Y surge espontáneo el diálogo al verlos :

“- Hola bebé, ¿has venido a visitar?”…

Ah, sí…no les conté…como dice el refrán: “Pájaro que comió…voló”. – “Es la ley de la vida”, diría alguna abuelita reflexiva…la cosa es que la familia gorrión que había anidado debajo de la galería, ya crió a sus bebitos…y volaron. Uhmmm…para mi que están en el árbol de palta de al lado, mirando.Como recuerdo de su nidación por aquí, dejaron “desplumado” un helecho colgante de mamá: sus hojitas les deben haber servido de alimento y colchón a la vez. Su Creador los hizo así, sencillos y prácticos:

¡Si fuésemos tan listos como el pájaro,
de su sencillo rol tan poseído,
que amasa barro y paja
y ya tiene su nido!
El descubrió la forma de ser rico
limitando su afán de cada día
a lo que carga el pico.

Álef Guímel


¡Qué gran verdad!
Otra cosa positiva fue que no hubo que lamentar pérdidas aladas: Lulita se portó bien, fue buena anfitriona, mantuvo refrenado su instinto cazador ( o no pudo, jeje), y no entró con plumitas en la boca, lo que no le habría convenido en absoluto a nuestra gordita y consentida gatita…uhmmmm.

Es increíble lo bien que hace unos minutitos al aire libre…no tenía idea (ni ganas ni fuerzas) para escribir algo y aunque esto no es una obra de Shakespeare, al menos es compartir un poquito del alma. Estos días sólo he sido un trapito que donde lo ponen, ahí queda, sin aliento para nada.

Y aunque el Dr. aumentó la presión de aire del respirador (se supone que ahora entra más aire), parece que no alcaza para ventilar a la Neuronita que yacía tendida en su soledad, jeje.¡Pobre Neurona!

De todos modos, esto sólo iba a ser un breve saludo, la hipertensión, las piernas hinchadas, los remedios que me tienen enferma! y esta masa muscular (…o sea…Yo…) que no se sostiene sentada y parece gelatina que se derrama buscando en qué apoyarse…todo suma para que la estadía por aqui sea breve y retorne rápido a la cama. Pero no quería dejar de saludarlos y acercarles estas pequeñas vivencias cotidianas que van formando de a poco algo que ni la enfermedad, ni las circunstancias adversas privan…este

Paisaje Interior

Hay un rincón mental abierto a mis recreos,
valle de paz cavado tras fatigosas lomas.
Siempre lo encuentro lleno de alas y de arrullos,
como una grata plaza cubierta de palomas.

Antiguos pensamientos empedraron sus sendas;
su fronda de memorias lo sombrea y lo abriga.
Gozando del crepúsculo cabalga la esperanza
un corcel de optimismo que trota sin fatiga.

Las presiones del mundo llegan como eco leve;
allí conservo todo lo fijo, lo incambiable.
Se escucha un arpa grácil que el sabio viento pulsa.
¡Cuántas cosas preciosas reposan a su abrigo!
Es un rincón que siempre hallo claro, abordable,
cuando tengo algo serio que conversar conmigo.

Álef Guímel


Sí, es un paisaje que cada uno puede construir con lo mejor de los recuerdos y afectos que atesora el corazón y la mente y también, con lo mejor de los sueños y anhelos.
”Un hombre que no se alimenta de sus sueños envejece pronto” (ésa sí es una obra, una frase de Shakespeare).

Ustedes forman parte de ese paisaje que llevo dentro…los quiero mucho…

Con amor fraternal

Nancy