
Gracias a Jehová pudimos asistir a nuestra Conmemoración y hasta disfrutar de esta luna llena, Testigo fiel y silencioso de hechos que marcan nuestra historia teocrática.
Es la misma Luna que vio huir al pueblo esclavo de las garras de Egipto; la misma Luna que vió al Cristo derramar su vida por nosotros y hacer por siempre santificado el Nombre del Soberano Eterno.
Es la misma Luna que hoy nos ve, a uds y nosotros, en cualquier rincón del planeta, meditar agradecidos por el privilegio de observar esta Conmemoración, concientes de que el sistema agoniza y estamos preparándonos para heredar la Tierra en perfección que Jehová ha prometido a los que le aman.
Temprano en la tarde, unos truenos fuertes hacían temer que una tormenta pudiera entorpecer tan esperada ocasión. Pero no fue así y pudimos reunirnos sin contratiempos. En nuestra congregación somos 73 publicadores y la asistencia fue de 185.
Desde el principio, apenas entrar al Salón, adornado y arreglado para esta noche sagrada…fue una lucha con las emociones que desbordaban, pero hacía un esfuerzo grande por refrenarlas…sé bien cuánto aumenta el dolor en todo el cuerpo al emocionarme…pero casi siempre me gana la emoción.
Por ejemplo, al abrazar a Don Pedro, un vecino de unos 70 años, esposo de una hermana muy querida que falleció hace poco. Le dije que su esposa estaría feliz de saber que él estaba presente, que pronto se lo diremos cuando ella regrese en la resurrección...y que él tiene que estar allí. Un llanto callado y sentido se hizo parte del abrazo.
Este año Waldo también tuvo el privilegio de encargarse de los preparativos y de hacer el pan. Y también, pasó otro año sin que pudiera terminar el mantel a crochet que quisiera poner en la mesa en esa ocasión (pero sí pusieron otro que hice hace tiempo). A este paso…el mantel en cuestión pasará a ser una obra inconclusa, como música clásica que no terminó de escribirse.
Al regresar a casa y recorrer las escasas cuadras hasta casa (en la silla de ruedas medio camita que tengo), fuimos disfrutando de esa Luna llena y de lo que envuelve en una fecha como hoy. Pensaba también en tantos amados hermanos que atraviesan adversidades, como los tres hermanos de Eritrea que llevan más de una década en prisión por su adoración leal: en los hermanos que recientemente perdieron todo en desastres naturales, como los hermanos azotados por el terremoto de Italia. ¿Cómo estarán? Trataba de imaginarlos reunidos y en cierto modo, los acompañaba. *** yb06 pág. 14 Aspectos sobresalientes del año pasado ***
Y claro...cómo no pensar en uds y evocarlos por nombre en el sentimiento.
Ya es como un clásico…pero me encanta releer este poema y pensar en todo el mensaje que nos transmite esta
LUNA DEL MEMORIAL
La milenaria luna que calca nuestras sombras,
vuelca una leve lámina de plata diluida
sobre la calle quieta, tendida a nuestros pies;
y la mente se interna en las épocas idas,
¡porque hoy es catorce de Nisán otra vez!
Caminaremos despacio, conversando en voz tierna,
para estirar el goce de la única fiesta.
Se habla de caras nuevas en el salón colmado,
del sentido de urgencia, del trabajo que resta,
de lo que prefiguran las sombras de pasado.
¡Cuánto significado tienen hoy los recuerdos!
- Un ángel que revista la nación retractora.
- Un pueblo que levanta la masa sin leudar.
- Un éxodo que empieza mientras Egipto llora.
- Y después, un ejercito que se hunde en el mar!
Jehová cumplió con Abraham su amigo,
cuando fue su simiente a redimir.
Y esta histórica luna, como mudo testigo,
asomó su faz plena para verlos partir.
Después de quince siglos apareció el Mesías,
Cordero inmaculado que dividió dos eras
y dejó junto al río del tiempo su mojón.
Desde entonces su sangre, pura, imperecedera,
señala los dinteles de nuestro corazón.
El desierto del mundo es largo y fatigoso,
su sacerdocio, al frente, se ajusta a las pisadas
que él marcó en su carnal investidura,
pues Dios nos dio en Jesús representada
la dimensión cabal de su ternura.
Nuestra sinceridad, como el pan ácimo,
sin leudados dobleces se despliega.
Hierbas amargas de tribulaciones
son porción asignada con la entrega
de las más elevadas bendiciones.
Tajeando el espesor de las tinieblas
está el pilar de su presencia en fuego.
Marchamos por las senda angosta y recta
y queremos seguir sordos y ciegos
a todo lo que estorbe nuestra meta.
América jadea bajo una falsa calma.
Europa arrulla al vicio con un cantar obsceno.
Asia y África claman por arroz y paz.
Corre sangre en las tierras que pisó el Nazareno.
Donde hay banderas rojas Dios no se nombra más.
Ya Nisán y su luna volverán pocas veces
antes del día grande de la liberación,
cuando crucemos juntos, con temblorosas preces,
Un “Mar Rojo” de sangre, llamado Armagedón.
Álef Guímel
Deseo de corazón que hayan disfrutado de esta Conmemoración, con la certeza de que “Ya Nisán y su luna volverán pocas veces antes del día grande de la liberación”, renovados en nuestra determinación y fortalecidos en la esperanza…
Con amor fraternal
Nancy