lunes, 7 de marzo de 2011

"Asamblea"







¡¡Síiii!! Gracias a Jehová pude asistir a nuestro Día Especial de Asamblea y estar junto a mi familia y los amados hermanos en esta gozosa ocasión.


Estaba tan expectante que al final no pude dormir ni un minuto la noche anterior, siempre lucho con el insomnio pero esa noche no dormí nada de nada, y cuánto más pensaba en dormir para estar bien al día siguiente parece que menos podía relajarme. Así es que luego oraba para poder estar atenta y absorber todo y que no me gane el agotamiento.
La congregación siempre hace arreglos y contrata un ómnibus para que nos lleve ya que la asamblea se hace en un centro deportivo de alto rendimiento alejado de la ciudad, al pie de los cerros. El predio en total abarca 8 hectáreas, es un paisaje precioso enmarcado por la bella creación de Jehová.
En el viaje, mirando por la ventanilla pensaba:

- Ahora no me quedé llorando en casa al oír que se iba el ómnibus con la familia y los hermanos…gracias Jehová por poder ir…

Fue una emoción muy grande reencontrarnos con tantos hermanos y amigos amados. Una hermana muy querida de nuestra anterior congregación que fue a verme al hospital, me vio y simplemente fue abrazarnos y llorar por largo tiempo. Había muchas cosas en ese llanto: no sólo el gozo de estar juntas nuevamente en una asamblea (parecía que ya no podría volver), la ausencia de su esposo, un querido hermano que falleció poco tiempo atrás, las muchas adversidades de cada una y la felicidad de seguir perseverando en el camino por la vida.
Sí. Hay muchas historias detrás de cada abrazo y cada lágrima sentida que riega el fraternal amor que nos une a nuestros hermanos.

Fue hermoso poder saludar y abrazar a las muchas hermanas que hicieron tres turnos diarios para cuidarme en el hospital, a algunas no las conocía de antes y lo mismo se ofrecieron cuando se hicieron los arreglos de cuidadoras, decían que no podían creer de verme así….¡y yo tampoco! Les agradecí nuevamente por su cuidado amoroso, segura de que “Jehová es quien pagará a cada cual su propia justicia y su propia fidelidad. “(1 Samuel 26:23)

¡Cuánto exquisito alimento espiritual! ¡Cuánto consuelo! Estamos muy agradecidos por esta bendita asamblea, por poder estar presente…¡y cantar!

Durante el programa hubo una fuerte tormenta que dificultó la salida pero hermanos amorosos nos ayudaron a llegar hasta el ómnibus y llegamos bien a casa.

Les dejo algunas fotitos. En una de ellas estoy tejiendo la remera que luego usé en la asamblea. El vestido de Damita y la mantilla blanca también las tejí. ¡Faltaba que le tejiera la corbata a Waldo!
Mi pierna empeoró y anoche ya sangraba en varias partes, la envolví con hielo y se alivió un poco. Espero ir mañana al médico. Sigo con hielo.

Pero nada quita el gozo de la:



Asamblea

Hermanos y amigos,
abrazos mezclados
entre risas y llanto.
Un gozoso murmullo
se escucha aún desde lejos…
son tus siervos reunidos
para adorarte, bendito Dios.

Se hace breve el tiempo
para expresar el afecto
y compartir lo vivido
desde la anterior asamblea.
Hay gozo por los que regresan
y dolor por los que cerraron sus ojos
hasta el día en que tú los llames
y vuelvan a la vida agradecidos
para adorarte, bendito Dios.

La música se prende del aire
y va a todo rincón,
ha sido hecha con amor:
maestros anónimos
su tiempo dedicaron
para confortar el espíritu,
para calmar el corazón…
para adorarte, bendito Dios.

Es momento de cantarte,
de sumar nuestra pequeña voz
al coro de multitudes reunidas
que alaba tu hermoso Nombre;
que silencioso tu enseñanza escucha;
que asiente la oración a Ti dirigida;
que deja sus angustias de lado
y está aquí…
para adorarte, bendito Dios.

Gracias Jehová por tus asambleas,
por el privilegio de servirte,
por el sacrificio de tu Hijo amado
que nos da la esperanza de vivir
por siempre bajo tu justo Reino.
Permítenos vivir nuestros días
para adorarte, bendito Dios.


Dáleth

7 – 3 - 11

 

Sí, será maravilloso seguir reuniéndonos en asambleas en el Paraíso…y encontrarnos allí…

sábado, 5 de marzo de 2011

"Nunca darse por vencidos"




Ya ha empezado a escurrirse el verano por estas sureñas latitudes. Parece que anda juntando sus últimos días de húmedo calor y los está acomodando en su mochila, alistándose para seguir su rumbo al norte.

Este año ha dejado muchas lluvias que terminaron en inundaciones, ríos crecidos y árboles caídos.
En casa seguimos remando de un modo u otro con diferentes complicaciones en la salud. Gracias a Jehová ya salimos del fondo del pozo y estoy más estable, pero son enfermedades que sólo en el Paraíso se curarán definitivamente y mientras tanto, siguen limitando y frenando tantas cosas que uno anhela hacer.
El clima ha contribuido a fuertes crisis alérgicas que lo tienen a uno como si tuviera varias gripes juntas así es que he tenido que tomar corticoides para aliviar un poco los síntomas y pueda juntar fuerzas para estar en nuestro Día Especial de Asambleas. El año pasado no pude asistir a ninguna asamblea así es que es una necesidad extra el estar presente.


Al fin fui al Dermatólogo por unas lesiones en la piel. Dijo que me pusiera una crema por unos 15 días y luego veríamos de hacer una biopsia, pero me hizo peor el remedio así es que tendré que ir cuanto antes, anoche no pude dormir, era desesperante la pierna afectada, si no hubiera sido que Waldo tenía que levantarse para ir a trabajar a las 4:40 a.m., le hubiera pedido que me lleve urgente a cualquier médico u hospital.

Waldo, Damita y mis padres también anduvieron por médicos y haciéndose estudios y tratamientos. ¡Hasta Lulita quedó con su colita sin movimiento por sus fracturas, pobrecita mi amor! Está un poco más delgada nuestra gatuna belleza y le ha quedado colgando un poco de su piel felina en la pancita, (el veterinario indicó que bajara de peso).

Estuvimos quedándonos después de las reuniones a ensayar los cánticos que se usarán el día de asamblea. ¡Me encantaron esos momentos extras de compañerismo con los hermanos! Claro, cantaba1 o 2 cánticos más o menos bien pero ya para el 3º no tenía aire. Pero descanso un poco y luego seguimos.
Esta va a ser la primera asamblea que vaya sin toda la farmacia a cuesta, siempre tenía que estar tomando casi a cada hora un remedio diferente. Sólo llevaría las gotitas homeopáticas y para la hipertensión si hace falta.

Espero también ir sin el respirador, aunque creo que hará falta pues sigo agotándome al hablar. Y aunque ya camino más pero tendré que llevar la silla de ruedas pues es largo el trecho hasta el auditorio y sobre todo, porque siempre en el camino uno va deteniéndose a saludar y conversar con todos los hermanos y amigos, y eso es lo que menos puedo: mantenerme parada en un solo lugar más que por unos minutos. Además, la silla de ruedas reclinable es mi camita móvil para aguantar todo el día levantada. Pero Waldo no puede manejarme, sigue muy dolorido de sus operaciones y no puede hacer fuerzas así es que algún hermano nos ayudará.


Estuve tejiendo varias cositas, entre ellas probé si podía hacer un Aljibe bebé, es decir, muy chiquito, con su baldecito y todo. ¡Y salió! Les dejo una foto, si comparan con los dedos se puede ver lo pequeño de su tamaño.



Y también una foto de mi rinconcito, todo el día estoy allí: en la silla de ruedas, en la cama y el respirador infaltable especialmente para dormir o mientras me acuesto a descansar.

En una de esas ansiadas cartas que Lira me enviaba desde su Montevideo natal, llegó esta ilustración. Ella la había visto en algún lugar y la fotocopió y escribió en unos breves versos lo que aquella graciosa imagen le transmitía…graciosa pero deja mucho en qué pensar…sí!...tenemos que ser como esa ranita que no se da por vencida y que, aún en el pico de la garza, le ciñe la garganta para que no la trague…¿verdad que muchas veces nos sentimos así?...

Dar clik sobre la imagen para ampliar y leer bien:
 


Otra vez me encontró la noche con un mensaje a medio escribir, habrá que hacer un esfuerzo extra para tratar de dormir y juntar fuerzas.

Ya hace rato que los pájaros se durmieron…voy a tratar de imitarlos… para descansar y despertar cantando…

sábado, 19 de febrero de 2011

Entre lluvia y tejidos...




Sigue muy lluvioso este verano. Los ríos de la provincia que estaban secos ahora ya casi desbordan de sus causes. Me preocupaba que los animalitos del campo y las montañas no tuvieran agüita para beber y ahora me preocupa que no vayan a ahogarse.
En fin, es sólo un ejemplo más del desequilibrio de los tiempos que vivimos.

Ya cambiaron todos los cables y postes telefónicos en cuatro manzanas a la redonda así es que ya puedo escribirles desde casa.
Gracias a Jehová la mejoría persiste y puedo asistir a todas las reuniones. A veces me animo a regresar caminando, sin la silla de ruedas, a veces puedo y otros necesito ayuda, son sólo unas cuatro cuadras desde casa al Salón.
Aunque mejoré mucho y ya camino un poco más, aún no puedo mantenerme parada, quieta en un solo lugar, por más de unos minutos, los músculos no me sostienen y se agotan. En el Salón voy saludando a todos y puedo detenerme a conversar porque hay sillas por todos lados y puedo sentarme a cada rato.
Aún persiste la pérdida de sangre digestiva baja, ya es algo crónico. Más adelante habrá que controlar de nuevo la anemia.

Estoy preparando unas tarjetitas para llevarles a los vecinos que siempre preguntaban por mí o venían a casa a verme, incluido un médico amigo que vive a una cuadra que siempre me atendió de urgencias desde niñita con las frecuentes crisis asmáticas de madrugada. Es médico clínico y cirujano, me operó varias veces, la primera vez a los ocho años de una apendicitis severa. Con el tiempo, fue él quien hizo la cesárea para que naciera Damita, él la recibió.
Y últimamente me aplicó las primeras diez inyecciones de hierro y no quiso cobrarnos. Se va a alegrar de verme mejorada.

Quiero visitar a los que viven cerca, regalarles una tarjetita de agradecimiento con algún texto (además de alguna literatura bíblica) y predicarles, como son conocidos puedo pedirles con confianza una silla para descansar mientras hablemos. Luego les contaré como va todo con la ayuda de Jehová.

Ya estoy dándole los retoques finales a otra remera tejida. Ya tendría que haberla terminado pero me entretuve viendo si me salían algunas cositas que nunca hice, unas artesanías, miniaturas en crochet. ¡Y salió! Bueno, recién estoy incursionando en ese tema y me encantó. Por ahora hice una cajita redonda y un aljibe (pozo de agua) con una enredadera con flores, todo al crochet. Les dejo fotitos del proceso. Se teje cada pieza por separado, luego se almidonan y dejan secar para endurecerlas y recién se arman. Estoy agradecida de haber podido hacerlas. En casa dicen que se venderían bien así es que espero preparar algunas. Espero les gusten:







Estos días de persistente lluvia me hicieron recordar un poema muy bello de Lira, si bien le habla a los niños en principio, nos viene muy bien a todos. Se lo pueden regalar a sus hijitos o los de su congregación o a ustedes mismos, son palabras y pensamientos que acarician el alma y elevan el pensamiento a las altas esferas celestiales, mientras conversamos en una:


Tarde lluviosa

La tarde es gris y llueve,
regaña sin cesar la voz del viento
No podrás ir al patio con tus chiches.
¿Verdad que sería lindo oír un cuento?
Pero mejor aún si es una historia
repasando las cosas que por ciertas
tienen vida y fulgor en la memoria.
Jesús amó a los niños;
en su ocupada vida de profeta
hubo lugar para ellos.
A gente que de él los apartaba
pensando que le hacían perder tiempo,
Jesús amablemente le decía:
“Dejen venir a mi a los pequeñuelos,
e imítenlos también si ustedes quieren
pertenecer al Reino de los cielos.”

Hubo niños, testigos oculares,
en las horas dramáticas, brillantes,
de todo su glorioso ministerio.
Se sintieron rodeados por sus brazos,
se apoyaron confiados en su pecho;
callaron para oír sus oraciones
y con sus padres el amén dijeron.
Hubo niños atentos escuchando
aquél Sermón del Monte que aún perdura
sentados frente a él en la ladera.
Su voz se amplificó en la hondura
entre una muchedumbre estremecida
que oyó un mensaje antes no igualado
conmoviendo la tierra adormecida.
Hubo niños de ojos deslumbrados
contemplando sus obras milagrosas
y comiendo del pan multiplicado.
Lo vieron devolver vista a los ciegos,
curar a los enfermos y aún más,
restaurar al inválido a quien dijo:
“Levanta la camilla en que te traen,
emprende tu camino y vete en paz”.
Entre la multitud emocionada
que vio abrirse una tumba allá en Betania
y a Lázaro saliendo entre sudarios
sin explicarse aquella escena extraña;
había niños también que atesoraron
ese raro recuerdo hasta la muerte,
y en sus años maduros lo narraron
vez tras vez con su deleite.
Lo vieron cabalgar sobre el pollino,
como rey fidedigno lo loaron;
creyeron que Jehová lo había enviado
y con ramas de palma lo alabaron.
Entendían tan bien sus enseñanzas
que Jesús lo admitió públicamente
dando gracias al Padre por los niños
que eran sabios, aún más que los sabios,
y excedían a muchos por prudentes.
Fue a la casa de Jairo sin tardanza
cuando su hijita enfermó de muerte.
Doce años tenía la pequeña.
El Cristo la encontró fría e inerte.
La multitud llorosa quedó afuera
levantando plañidos lastimeros.
Jesús tomó la mano de la niña
diciéndole a la vez: “Tál·i·tha cú·mi”;
“¡Arriba muchachita!” en arameo.

Suponte que hoy mismo tú estuvieras
en un trance mortal,
y una mano muy firme te levanta
y una voz amorosa de despierta,
liberando tu cuerpo de ese mal;
¿podrías olvidar ese momento,
o rehusar tu alabanza y tu obediencia
a un Dios de amor que no olvidó tu nombre
ni despreció el valor de tu existencia?
Sin duda, fueron muchos de esos niños
más tarde, los valiente misioneros
que persistieron en el curso bueno,
sin apartar sus pasos del camino
que marcara el preciado Nazareno.

¡Mira! No llueve más.
El sol entre las nubes se ha asomado.
Puedes salir al patio y mientras juegas,
piensa en aquellos niños del pasado.
Jesús reina en los cielos y su trono
de encuentra más allá de las estrellas.
Desde allí él ve lo grande y lo pequeño.
Él te conoce a ti, conoce a todos
los que hoy persisten en seguir sus huellas.


Mateo 19:13,14; Mateo 11:25; Mateo 14:21; Marcos 5:41

Álef Guímel

Del libro “Tiempo de Reunir Piedras”


¡Qué belleza de poema!.

Mientras estudiábamos el artículo de La Atalaya de esta semana, al hablar de Jesús y sus palabras a la hijita de Jairo, les dije a Waldo y Damita:

- “A mi también me dijo: “Tál·i·tha cú·mi”;
(“¡Arriba muchachita!” en arameo.)”



Sí, estoy muy agradecida por estos días, levantada del polvo.

Un abrazo muy fuerte salpicado de gotitas de lluvia…

martes, 8 de febrero de 2011

Extrañándolos...fotos y vivencias...



Martes 8 de Febrero

Al fin después de tanto tiempo puedo comunicarme con ustedes. Waldo me trajo a un ciber en taxi y se fue a hacer unos trámites mientras yo trato de ponerlos un poquito al día en esta ausencia involuntaria. Les dejo un mensaje que les escribí en compu el domingo contándoles lo que sucede, lo traje en un pen drive para traerles fotitos también:

Domingo 6 de Febrero

Extraño mucho comunicarme con ustedes. Ya van dos semanas que estamos sin teléfonos, y por ende, sin internet, en toda esta zona. El calor ha sido muy agobiante, el clima sigue cambiando, es otro síntoma de que el planeta tiene fiebre, y pasamos de sequía a demasiadas lluvias, caídas de granizo y fuertes vientos.

Esas fuertes tormentas han ocasionado caídas de árboles, los que, a su vez, al caer sobre tendidos de cables de electricidad y teléfonos han causado cortes de dichos servicios en distintos lugares de la ciudad.

Ésa es la razón por la que estamos incomunicados ya por dos semanas. La empresa de teléfonos está trabajando, están cambiando varios postes y haciendo un nuevo tendido de cables. Un poste a la vuelta de casa se incendió y tuvieron que venir los bomberos a apagarlo. Desde ese día no puedo comunicarme con ustedes. El ciber más cercano, a poco más de una cuadra, también está afectado y no funciona.

Así es que, hasta que arreglen todo, les iré escribiendo, a modo de diario para tenerlo listo para enviárselos apenas se pueda.

Han pasado muchas cosas todo este tiempo. Gracias a Jehová la salud sigue estable y puedo asistir a todas las reuniones, comentar, cantar y orar junto a mi familia y todos los queridos hermanos de nuestra congregación.

Estoy caminando más y cuando puedo voy caminando al Salón del Reino pero apoyándome en mi silla de ruedas, voy empujándola a la vez que me sirve de apoyo ya que tengo poca estabilidad y Waldo y Damita van uno de cada lado, listos para ayudarme. De tanto en tanto nos detenemos y me siento un rato para descansar y juntar fuerzas para el siguiente tramo.

Al principio me daba vergüenza salir así porque temía que quedara medio ridículo que fuera empujando la silla vacía y me siente a descansar y vuelva a levantarme y seguir. Pero los vecinos se alegraron mucho de verme así y nos saludan al pasar. Los hermanos también se alegraron y nos arropan con su cariño. A menudo nos dicen, tanto los hermanos como los vecinos y parientes no testigos, que es un milagro que esté así. Y yo estoy muy agradecida a Jehová porque sé que solamente Él puede haber dado este alivio en medio de tanta aflicción, mientras esperamos el día en que, definitivamente, bajo su Reino, `Jehová dé alivio a los mansos´ que lo buscan. (Salmo 147:6)
En este tiempo también he podido terminar el tejido que estaba haciendo y les mostré el comienzo anteriormente. Hace unos diez días vino mi hermana con su hijo a visitarnos en nuestra reunión, ellos pertenecen a otra congregación y otro circuito, así es que aprovechamos la ocasión para tomarnos unas fotos en familia. Allí estrené la remera tejida. Les dejo esas fotos familiares, mi querido Waldo estaba de viaje por eso no aparece. Fue a ver a sus padres a Cochabamba, Bolivia, pero ya está de regreso:




La vez pasada les conté de Carmencita, una hermanita mayor a quién le amputaron ambas piernas debido a la diabetes. Tuve el privilegio de estudiar con ella hace más de veinte años, antes de casarme. Acompañaba a las hermanas que le conducían el estudio y muchas veces lo hacía yo, además de ir otro día a ayudarla a preparase para las reuniones. Ella no sabía leer ni escribir cuando aprendió la verdad pero puso tanto empeño en aprender todo que pronto estuvo leyendo su Biblia, estudiaba todo y tenía una letra hermosa al escribir. Fue un privilegio estudiar con ella y luego predicar juntas. Jamás imaginamos que con los años perdería sus piernitas. Es un estímulo muy grande tan solo verla en su silla de ruedas presente en las reuniones a pesar de sus limitaciones y de que nadie más en su familia adora a Jehová.

Les dejo esta foto para que la conozcan, estamos con mi mami:


En otra entrada anterior también les conté de José, el joven que venía a casa a estudiar con Abel, el hermanito que le conducía el estudio y quien tuvo la bondad de hacer ese arreglo para que yo pudiera participar.
Aquí hay fotos de entonces, de cómo estaudiábamos con Abel y José:   http://paginasdenancy.blogspot.com/2009/05/anecdotas-familiares-en-otono.html

Desde octubre del año pasado, José ya es nuestro hermano, se bautizó en la asamblea de distrito que tuvimos entonces. Ha sido un privilegio muy grande y causa de gozo verlo crecer espiritualmente, es un hermanito muy servicial, siempre dispuesto a ayudar a los demás, especialmente a los enfermos y hermanos mayores. Ha sido una bendición de Jehová conocerlo y verlo asirse fuerte de nuestro Dios para servirle. Les dejo una foto reciente junto a él en una reunión:



Me hubiera gustado escribir aunque sea un breve poema para despedirme por ahora, pero parece que la Neuronita también está sin conexión. Pero les dejo un texto que expresa lo que siento de la manera más bella y mejor que mil poemas...así es la Biblia: tan sólo un versículo expresa más que mucho escribir y decir nuestro:


Vida y bondad amorosa has obrado conmigo;
y tu propio cuidado ha guardado mi espíritu.

(Job 10:12)


Gracias y miles de gracias por sus mensajes y preocupación, apenas pueda iré respondiéndoles.Los quiero mucho y recuerdo siempre con amor...

sábado, 22 de enero de 2011

Historias y emociones...





Es una noche un poco fresca para ser verano. Debe ser por la tormenta fuerte con viento y granizo que se desató en la madrugada que puso paños fríos sobre la frente de los febriles días pasados. Hacía falta un respiro del calor agobiante, húmedo y asfixiante.
Pero esta noche también ha refrescado el íntimo ser con encuentros y reencuentros queridos en el Salón del Reino.
Nos hemos quedado con muchos sentimientos entre los brazos…algunos expresados y otros ahogados por el momento.
Es que cuando comenzaba la reunión, había un pequeño ruido detrás nuestro, Damita me dijo emocionada:
-¡Es Sandra! ¡Trajeron a Sandra!

No entendí hasta que me di vuelta y vi a nuestra querida Sandrita, una hermana joven que hace un tiempo sufrió la ruptura de un aneurisma cerebral. Sobrevivió pero está como ausente. No abre los ojitos pero escucha. Y aunque tal vez no sepamos cuánto entiende de lo que ocurre a su alrededor, estoy segura que sí supo que estaba en el Salón junto a sus hermanos, al lugar que le corresponde, ese lugar que su ausencia nos dejó vació. Pero esta noche estuvo. La trajeron en una silla de ruedas, vino su mamá que no es testigo junto a otra hermana amiga que vino de visita. Fue una emoción muy grande que sacudió tantos sentimientos y recuerdos…a varios, Damita incluida, los ahogó el llanto.
Yo no había vuelto a verla desde que ella enfermó. Era tan alegre, jovial y ocurrente, tan activa y bondadosa, llevando y cuidando a Carmencita, una hermana mayor que está en silla de ruedas porque le amputaron ambas piernas por la diabetes.
Siempre temí este momento, de verla ahora así, porque tan sólo imaginarlo y ya no contenía las lágrimas. Pero no. Gracias a Jehová, verla fue un bálsamo, era traerla a su entorno natural donde siempre ha sido feliz: con los hermanos, en la reuniones, donde está el espíritu de Jehová. Fue un consuelo. Sé que en su silencio ansiaba este momento. Su familia amorosamente la cuida, pero ella es la única testigo en su casa y sé cuánto se ansían las cosas sagradas cuando la salud nos mantiene recluidos, lejos de los hermanos, de los cánticos e instrucciones...sí...debe ser por eso que al menos esta vez no me ganó el llanto.
No pude ir a abrazarla y decirle cuanto la amamos, la llevaron antes que terminara la reunión. Damita tenía una demostración y el anciano que se la asignó me preguntó si podía ser su ama de casa. Así es que, fue un gozo poder participar y acompañar a Damy.

Cuando bajamos de la plataforma, ya se habían llevado a Sandrita. Así es que sigo guardando abrazos, besos y palabras para el próximo encuentro, con la certeza de que, si seguimos fieles hasta el fin, siempre habrá un próximo encuentro...
La nota de ternura, sonrisas y color celeste la dio la llegada de Gonzalo, el bebé recién nacidito de Gaby y José Luis. Él es uno de los ancianos de nuestra congregación y ella, valientemente fue a las reuniones aún cuando ya había pasado la fecha en que se esperaba al bebé. Ya todos pensábamos que un día de estos nacería en el Salón. Nos llenó de ternura verlo. Aunque recién nació, ya nos debe conocer a todos, le hablábamos mientras estaba en su mundito cálido antes de hacerse presente en su cochecito, vestido de azul.

Y en medio de esta mezcla de sentimientos, de profunda emoción por Sandrita, de ternura por Gonzalito, de gozo por estar presente y participar...se sumó otra, que, aunque es muy simple y sencilla, para mi es muy valiosa.

Sucede que hace una semana se rompieron mis anteojos, fui al oculista y ahora me recetaron dos anteojos (uno para leer...¡y tejer!), algo que no era posible hasta hace unos meses.
Hoy me los entregaron.

Bueno, tal vez parezca un poco tonto que alguien se emocione por tener anteojos nuevos. Es que la alegría no es por los anteojos en sí, sino por la emoción de poder leer mi Biblia de nuevo. Hacía tanto que no podía leerla así...sólo la estoy leyendo en el CD en la PC con letra muy grande (como escribo esto en Word: en tamaño 16). Y aunque llevaba una a las reuniones, no la veía, tenía que acercarla a unos 10 cm para ver algo y terminaba con dolor de cabeza. Pensaba que ya no iba a poder leer de nuevo a menos que me operaran las cataratas (eso me dijo el Doc), algo que era muy difícil en mi caso.
Pero desde que dejé los corticoides y sigo el tratamiento homeopático ha mejorado ese tema también, siguen las cataratas pero molestan mucho menos y ahora ya puedo tener anteojos para leer, aún veo algo borroso pero ya distingo las letras con más claridad.

Como los lentes tienen mucha graduación ( - 9 D en total: tengo miopía, astigmatismo, cataratas y presbicia), le hacen un tratamiento especial para que sean más livianos y no tan gruesos. Así es que estoy “estrenando ojitos” y no parecen una gruesa lupa.

Lulita nos tuvo muy preocupados, enfermó muy mal, estuvo una noche internada en observación en una clínica veterinaria pero no mejoraba. Damita la llevó a otro médico junto a mi mami y Antonio, un querido hermano y amigo de la familia que gentilmente las llevó en su auto. Le hicieron radiografías a la gordita y resultó que se había fracturado la colita en dos partes, una al comienzo mismo, dice el doctor que debe haberse caído, como es tan pesada y se mete en cualquier rincón de curiosa, en algún lugar se cayó. Pobrecita, estuvo muy mal, sin comer ni moverse. Todos andábamos tristes y con los ojitos llenos de lluvia por nuestro amorcito gatuno.
Ya está mucho mejor y estamos muy agradecidos por ello.

Me acordé cuando era niña, tenía una gatita gris que era mi gran consuelo cuando sufría alguna crisis de asma o lloraba, ella se acercaba a mi rostro y me hacía un cariñito con su manito, se preocupaba al verme mal y hacía los mismos ruiditos como cuando llama a sus crías. ¡Parece que me había adoptado!

Paradójico ¿no? Que una gatita me ayudara a sobrellevar momentos difíciles de asma. No le tenía alergia. Le tenía amor. Debe ser por eso que curaba...

Cuando se durmió definitivamente, siempre pensaba por qué los gatitos no podían resucitar en el Paraíso o vivir para siempre.
El Nono, (el hno. Capriotti), me decía que cuando llegara Armagedón yo iba a pasar con la gata bajo el brazo. ¡Y más de una vez esa ingenua niñita imaginó esa escena!
Realmente los animalitos de compañía son otra dádiva buena del Padre tierno que quiere que seamos felices.
Bueno, no sé en qué momento la Neuronita despistada terminó hablando de recuerdos de infancia, de recuerdos gatunos más bien.

Como voy escribiendo de a poco, esto que les dejo comencé a escribirlo el jueves a la noche y estoy terminando en las primeras horas del sábado. Así es que me voy despidiendo porque sino a este paso terminaré el mes entrante.

Tengo que apagar la luz antes que se preocupen todos, porque...

 

La madrugada ya cuenta sus primeras horas.
Una lámpara acompaña este silencio
y derrama su luz sobre estas letras.
Es blanca y juega a ser la Luna,
no le digo nada para que no se ponga triste,
porque, aunque parada en una mesa,
ilumina todo: cama, palabras,
paredes y sueños,
y los cubre de belleza.

Ya es muy tarde, voy a apagarla.
Ella no lo sabe, pero cuando duerme,
se enciende la Luna aquí adentro,
y descanso aferrada a su grandeza...



Dáleth
22 -01-11

domingo, 9 de enero de 2011

Sólo agradecer...






Así como el barco que navega mar a dentro enfrenta fuertes vientos y tempestades pero luego disfruta de aguas en calma y suaves vientos a su favor, así vamos remando en este mundo inestable entre situaciones que cambian de un momento a otro. A veces para bien. Como nos sucedió una de estas noches.
Estábamos en la reunión, ya había comenzado el estudio del libro y de pronto hacen llamar a Damita para que hiciera un reemplazo del discurso número 2 que a último momento quedó libre. El hermano a cargo de la Escuela le dio algunas indicaciones y ella le preguntó si podía darlo conmigo, temían que tal vez no pudiera subir a la plataforma. Pero, gracias a Jehová, a pesar de la dificultad para caminar aún, pero pude subir y le serví de ama de casa a Damita.

Estábamos muy felices ¡hacía tanto tiempo que no podía participar así! Hasta hace tan solo unos 2 meses apenas si podía hablar y estaba tan débil que parecía que no saldría de esa situación. Y ahora poder ir a las reuniones, comentar y hasta ayudar a cubrir un reemplazo…estamos muy felices y agradecidos…sólo Jehová puede levantar del polvo mismo a los que lo aman.

Los hermanos estaban muy contentos y sorprendidos de ver tanta mejoría y que pudiera subir a la plataforma, ya voy sin la silla de ruedas, no puedo mantenerme parada en un solo lugar pero ya camino trechos más largos.

El jueves en la mañana fui al Homeópata, estaba contento al ver cuánto mejoré desde hace poco más de 2 meses que él fue a casa a verme porque yo no podía ir al consultorio.
Me miraba y lamentaba no haberme filmado cuando vino a casa en aquella ocasión y compararme ahora tan diferente por fuera. Me controló el peso: bajé 23 kg .
Dice que ahora tengo que concentrarme en hacer rehabilitación todo el día, que busque info y haga repetidas veces todos los movimientos que más me cuestan, como levantarme de una silla, subir algún peldaño y abrir y cerrar bien las manos (la artritis no me deja). Pero le digo que tan sólo hacerlo una vez y ya me duele el pecho y falta el aire, así es que todo lo tengo que hacer muy despacio
Me levanto de mi silla de tanto en tanto, trato de articular el paso, por ahora me sale como pingüino, un paso rígido, pero él piensa que con ejercicios y el tratamiento en unos tres meses ya podría caminar normalmente…uhmmm…no sé…creo que es demasiado optimista, pero vamos a trabajar en todo lo posible para que así sea.
Al menos, hace 3 meses era imposible pensar que estuviera como lo estoy hoy…así es que… con la ayuda de Jehová espero seguir mejorando de a poquito. Aunque estoy mucho mejor, pero el dolor en todo el cuerpo, el cansancio y debilidad muscular persisten.

Quiero aumentar mi actividad, ahora ya puedo hablar más sin fatigarme tanto pero como aún no puedo salir de casa en casa espero poder acompañar a Damita a algún estudio, nos moveríamos en taxi así voy dejando la silla de ruedas de a poco. También hablé con Waldo y otros ancianos para hacerme disponible por si surgiera alguna necesidad de ayudar con el estudio a algún inactivo o alguien que precise un poquito de ayuda y estudiar juntos. Y les pedí que me tomaran en cuenta si pudiera acompañar a alguien a sus estudios.

Así es que, Jehová mediante, espero poder hacer más en su servicio y así poder agradecerle por todo lo que Él ha hecho y hace por mi. Además, disfruto del ministerio, es una fuente inagotable de gozo.

Estoy empezando a tejer lo que algún día será una remera calada para ponerse sobre alguna solera o musculosa. Aquí les dejo una fotito tomada hoy, veo muy poco así es que tengo que acercarla mucho a los ojos, es en hilo macramé, en las fotos se ve el punto en más detalle. Espero mostrárselas algún día terminada.

Anoche al terminar la reunión, un hermano mayor de buen humor y bromista, conversaba en grupo, yo estaba a su lado, y no sé en qué momento de la conversación se puso a tomarme el pulso para ejemplificar algo que decía…y no lo encontraba…le dije que de ese brazo no tengo pulso. Miró a Damita como preguntando si era cierto y ella le dijo que sí. “Es la Enfermedad sin pulso, así le llaman”, le dije y se asustó.

En realidad, generalmente ya hay un pulso débil porque las venas secundarias han suplido la pérdida de la arteria y por eso no perdí el brazo, pero hay días que no se lo siente, como ayer.

Y aunque el hermano se asustó para mi es un recordatorio más de cuánto ha hecho Jehová por mi, de las veces que ha reclamado mi vida del Seol y que sólo estoy viva por su bondad inmerecida y por lo tanto, tengo mucho, mucho que agradecerle.

Poder estar en el Salón y ahora acercarme caminando a los hermanos, abrazarlos y conversar con ellos es algo que me hacía tanta falta y disfruto agradecida cada vez.

Esta tarde de domingo está lluviosa y gris, Waldo fue a dar un discurso en una congregación vecina, mis padres se preparan para las reuniones próximas. Damita hilvana las notas de una partitura en una bella melodía que rebasa de su piano; Lulita duerme cómoda en un sofá; y yo estoy en mi rincón escribiéndoles estas líneas que el sentimiento dicta y quiero:


Sólo agradecer…


Permíteme acercarme ante
el trono de luces rodeado
que al cerrar los ojos veo mejor.
Acercarme quiero al Majestuoso,
con callado paso y mirada el suelo,
no soy digna de intentar mirar
hacia donde viene la Luz.


Eres el Padre de las luces celestes
y yo, menos que polvo,
por inmerecida bondad aún respiro.
Quiero traerte el corazón,
agradecido y de tu paz colmado
por tu consuelo tierno y amor de Padre
que sostiene a los que a ti invocan
en el día de angustia y penumbra.


Tú has escuchado la silenciosa súplica,
Tú has librado y me traes a la vida…
y aquí estoy…
permíteme vivir para glorificarte,
(Salmo 50:15)


Dáleth
09-01-11


“Llámame en el día de angustia.
Yo te libraré, y tú me glorificarás.”

(Salmo 50:15)

viernes, 17 de diciembre de 2010

Un breve y bello paseo por Tafí del Valle






















"Yendo a Tafí del Valle, en tus cerros frondosos,
¡Cuánto dice el silencio, cómo canta la vida!
Ante el legado inmenso de las eras pasadas,
la nimiedad humana se humilla estremecida."

Álef Guímel, fragmento de “Tucumán”


Tengo que recurrir a ella, a mi querida Lira, para describir el sentir ante esa imponente selva de montaña ( Las Yungas) por donde el camino se abre paso para llegar a Tafí del Valle, a 107 Km de la ciudad y a más de 2.000 metros sobre el nivel del mar.

¿A qué vienen esos datos? A que, gracias a Jehová, pudimos dar un paseíto por allí, tal como les había comentado. Fuimos el miércoles, salimos temprano, minutos después de las 6 de la mañana y regresamos en la tarde. Es que Waldo tenía que trabajar en la noche. Fue breve…¡pero maravilloso!

A pesar de los temores de la familia y de Daniel, el hermano y amigo que nos llevó, aguanté muy bien el viaje y estuve muy poco tiempo con el respirador.

Allá vive Elvira, una querida hermana que pertenecía a nuestra congregación y hace unos años se fue a vivir a los Valles. Fue muy estimulador compartir el día con ella, es muy generosa y hospitalaria, nos abrió las puertas de su casa y las de su corazón. Nos fortaleció ver sus esfuerzos por perseverar en su ministerio como precursora regular.

La población del lugar es de unos 7.000 habitantes y por el momento sólo hay 3 publicadores activos, y dos más que bajaron a la ciudad por problemas crónicos de salud. Pertenecen a la congregación de El Mollar, otra villa turística hermosa a escasos kms de Tafí, donde hay 8 publicadores activos. Así es que, como verán, en ese entorno paradisíaco rodeado de altas montañas, allí también la mies es mucha y los obreros son pocos. ¡Cuánto nos gustaría poder estar allí y apoyar la obra encomendada!

Pero, ya que las circunstancias no lo permiten, al menos queremos animar a quienes se están esforzando tanto allí y seguir orando por ellos.

Cuando íbamos subiendo desde la ciudad, el paisaje es tan bello que le pedimos a Daniel si podía detenerse de tanto en tanto para tomar algunas fotos y él con todo gusto lo hizo. Aunque llevamos la silla de ruedas no hizo falta usarla ya que estoy aprendiendo a caminar nuevamente, claro, necesito ayuda, así es que siempre aparezco en las fotos agarrada y apoyada entre dos o con Damita sola para la foto y luego alguien más me agarraba del otro lado. Sólo camino unos metros y me siento donde encuentre, lo más difícil es levantarme si estoy sentada y mantenerme de pie.

Les dejo algunas fotitos y dos videos del camino. Uno es al lado de una pequeña vertiente de agua brotando de la montaña…era tan fresco el aire y escuchar el agua golpeando en las rocas, estar en esa selva tan espesa y disfrutar del canto de los pájaros sobrevolando encima nuestro….es algo que simplemente no puedo describir, no sólo por lo bello, sino por lo que siento, por la gratitud por estar viva y de haber podido estar allí…sólo Jehová pudo haber hecho esta cosa tan maravillosa para mi y mi familia…

El otro video es de la salida ya de Tafí, entrando de nuevo en la nuboselva. Como verán en las fotos, el paisaje del camino y el del valle son completamente diferentes e igualmente majestuosos. Todo alaba al Magnífico Creador.

Hace tan sólo unos dos meses atrás pensar en estar en Tafí era imposible, luchaba tanto por respirar y seguir viviendo y ya parecía que perdía esa batalla…

Por eso no pude contener las lágrimas cuando quedé un momentito sola, sentada en la galería que rodea la casa de Elvy, frente a esas montañas, mitad pradera y mitad bosque de alisos…lloré agradecida de estar viva, por estar mejor, por todo lo que Jehová ha hecho por nosotros, y por el amor y generosidad de los hermanos y amigos…

Los pullovers que tejí para viajar a Buenos Aires en Mayo de este año para internarme allá, ahora me han quedado grandes, sigo bajando de peso,vamos bien.

Regresamos felices, renovados, agradecidos y fortalecidos en nuestra determinación de servir a la Fuente de la Vida, sostenidos por el poder de Aquel “a quien pertenecen los picos de las montañas.” (Salmo 95:4)

Y a la vez, pensando en Elvira y en tantos hermanos alrededor del mundo que sirven en lugares aislados, sólo Jehová sabe de sus luchas por perseverar, algunos tal vez con problemas de salud, o emocionales, o solos…pero siguen llevando las buenas nuevas, en tiempo favorable, en tiempo dificultoso…y Jehová los cuida, sostiene y fortalece cada día. Como a nosotros. Como a ustedes.

El poema que cité al principio lo escribió Lira la primera vez que vino a visitarnos, en noviembre de 1995. Ese poema termina así, expresando también lo que son nuestros sentimientos:



¡Quién tuviera la lengua elocuente de un ángel
para cantar un himno vibrante a esas montañas,
para loar la mano del Artista Supremo,
que trazó sus contornos y esparció la maraña!


Sigue fiel tu rutina, trabaja, sueña y canta,
y quédate a la espera de ese tiempo cercano
cuando Jehová corone de flores y de pájaros
el camino de aquellos que hoy lo ven Soberano.


¡Qué placer inefable será volver un día,
después de la victoria irreversible,
y gritar en la cumbre de algún cerro:
“La Teocracia triunfó y estamos libres”!



 
Álef Guímel
Tucumán-Noviembre 1995
(Del libro “Ramas y Nidos”)

martes, 14 de diciembre de 2010

Remontar el alma prendida del viento...






Aquí vengo con un suave plumero de palabras a remover el polvo del letargo que busca rendijas en el alma para quedarse y aquietar los bríos y las ansias por cielos azules, montañas vestidas de selvas y amados mares.

No sé si es el tiempo trascurrido en medio de tormentas que amainan por momentos para luego exaltarse más…

O es simplemente el desgaste del guijarro, que, mecido y golpeado por incesantes olas, llega finalmente a la playa, y cansado de tanto vaivén, se queda quietito a la orilla del mar para dejarse arrullar por su canto…

No lo sé…no sé qué será lo que me tiene un poco apagadita en mi rincón. Tal vez recién esté tomando un poco de aire para recuperarme de tanto ajetreo al que la mala salud nos ha tenido de aquí para allá en tan negras tormentas. Sí, debe ser eso.

Así es que aquí vengo con este suave plumero de esperanzas a quitarle el polvo a los sueños, a remontar el alma prendida del viento…y acercarles sentimientos vestidos de palabras…

Lo cierto es que recién termino la segunda rueda de Eritropoyetina, ahora hay que hacer análisis de control para ver si ya es suficiente, pero la pérdida de sangre digestiva persiste así es que, no sé, veremos cómo sigue este tema.
También hay lesiones en la piel en las piernas que aparecen solas, al igual que grandes moretones en el cuerpo. Tengo que ir al dermatólogo cuanto antes. Y también a todo el equipo de médicos a control, ando mal de varias cositas.

Pero por lo pronto, gracias a Jehová y a la generosidad de un querido amigo de la familia; Daniel, anciano de una congregación vecina, esperamos, si Jehová lo permite, ir a pasear un poco por los Valles Calchaquíes, a poco más de 100 Km de la ciudad.

Tengo que aprovechar que estoy menos peor, jaja. De todos modos, llevaremos el respirador a mano. Sólo será un breve paseo, pero suficiente como para estar en contacto con la naturaleza y disfrutar de las grandes y maravillosas obras de Jehová. Todo lo alaba, es un trayecto precioso que nos encanta. Tanto, que ayer Waldo me preguntaba si nos iríamos a vivir allí una vez que él se jubile. Sería hermoso, pero estaría un poco lejos de todos los médicos y emergencias que preciso a menudo…pero…

Las cosas en casa continúan como ya es habitualmente doloroso: mi mami es muy frágil y la aquejan mil dolores y complicaciones de salud, me da mucha pena verla sufrir tanto. Mi papá también está cada vez más agotadito y su artrosis en las rodillas lo están limitando más.

Mi querido Waldo sigue muy dolorido de sus operaciones, hay días que apenas camina por el dolor. Y Damita sigue fiel en su precursorado pese a su lucha con la depresión.

Lo bueno, es que a pesar de todo…seguimos adelante con la ayuda de Jehová. Waldo se esfuerza por cumplir con sus responsabilidades de anciano, mis padres estudian juntos casi toda la semana y son los primeros en salir de casa rumbo al Salón, es que van a buscar a Hilda, la hermana que vive a la vuelta de casa y los tres caminan muy lento, (tienen casi la misma edad:78 años)…es muy triste ver cómo la vejez torna pesados los pies que en un tiempo corrieron ágiles…

Pero ya falta un día menos también para que todos esos pies cansados y sin fuerzas corran y no se fatiguen, cuando recobren el vigor juvenil de antaño…
Al fin pude subir el video del concierto que presentaron en un Teatro los alumnos de Piano del Conservatorio Provincial de Música, aquí les dejo un vals de Chopin que tocó Damita . Ella dice que le encantaría tocar los cánticos en la orquesta de Betel.

Bueno, parece que a mi Neuronita le vino bien desempolvarse un poco y ponerse un poco más presentable para estirar sus dendritas como bracitos que nos unen…de este lado yo…y detrás de sus pantallas ustedes…tan cerca en los afectos que basta una Neuronita para acercarnos…para abrazarnos…

Los quiero mucho…

Ensayos para exámen

En estos días hubo un matiz muy bonito que llenó de música todos los rincones de la casa.
Si bien eso ocurre cada vez que Damita toca el piano, pero ahora estuvo una pequeña orquesta en casa compuesta por tres violines (uno faltó), una flauta, guitarra, contrabajo y piano.
Fue muy bonito escucharlos tocar juntos. Eran Damita y algunos compañeros del Conservatorio, asignados por un profesor para que toquen juntos, es una materia en la que aprenden a ensamblar los instrumentos. Estaban ensayando para un examen que rindieron la semana pasada ¡y aprobaron!

Los filmamos y les dejo una de las canciones para seguir compartiendo nuestras nuestros días...


viernes, 26 de noviembre de 2010

"Nostalgia de Selvas " y algunas vivencias

                                                                       






“LOS justos son como un león joven que tiene confianza.” (Proverbios 28:1.)
 Ejercen fe, confían plenamente en la Palabra de Dios y progresan con denuedo en el servicio a Jehová ante cualquier peligro.
*** w93 15/5 pág. 26 ¿Está siguiendo a Jehová plenamente? ***

Qué amoroso que Jehová considere a sus justos así: como leones jóvenes que avanzan ante cualquier peligro. Pero nuestra fuente de confianza y poder no procede de nosotros mismos, sino de Dios que da el poder que es más allá de lo normal. (2 Corintios 4:7)

La vez pasada me puse muy triste al ver una noticia sobre unos 10 leones que estaban varados en sus celdas móviles en una ruta, pertenecían a un circo pero el dueño no tenía todos los papeles en regla y creo que no permitían animales en los circos así es que los iban a llevar al zoológico más cercano. Pero allí no estaban preparados para llevar a estos majestuosos de la selva, así es que tenían que esperar enjaulados en tan pequeños espacios hasta que pudieran recibirlos. No supe nada de ellos después. Ruego que puedan estar mejor y bien atendidos, lo mejor posible dentro de su frustrada existencia, sedienta de libertad.

Años atrás, llegó a la ciudad un circo con muchos leones y se instalaron como a dos cuadras de casa. Yo no pude ir, pero los veía desde lejos cuando tenía que ir a algún médico. Pero sí podían oír sus potentes rugidos, especialmente cuando rompían el silencio de la noche. Una noche, mientras los oía e imaginaba estar a su lado, escribí esto:


Nostalgia de selvas


Esta agobiante noche de verano
quiso robarme el sueño
para hablarme de lugares lejanos,
evocados por un fuerte rugir.

Un circo que se jacta de los muchos leones
y tigres, a los que quitó su libertad,
se ha instalado cerca de casa,
cual pequeña ciudad instantánea,
lleno de luces, música y profundas
historias de sus nómadas habitantes.

Me duele el rugir de los leones...
rompen el silencio de la noche
y me traen ecos lejanos,
añoranzas de praderas,
nostalgia de selvas.
Imagino sus ojos pintados de miel,
y no es dulce lo que guarda su mirada.

Me duele su tristeza,
amputaron su libertad,
y sus ojos claman por una tierra extensa,
por ríos y montañas,
y una siesta debajo de alguna acacia.


Majestuoso León…
no sé si vivirás para ver
cuando la creación entera
sea liberada de su cautiverio.
Pero llegará pronto el día
en que bebas tu libertad gota a gota,
cual fresca agua de manantial.
El Dios que no puede mentir lo prometió.
(Isaías 11:6-9)
Será hermoso descansar a tu lado,
cuando ya no existan razones para temer.
El viento despeinará tu melena
y besará nuestros sueños,
debajo de una gigante luna
y un cielo salpicado de estrellas...para ti.

Dáleth



Cuando escribí este poema no conocía a Kevin Richardson,(les dejo un video hermoso), un hombre que vive en una reserva de Sudáfrica y cuida y convive con los leones como si fuera uno más de la manada. Él sí ya tiene el privilegio de descansar al lado de leones y jugar con ellos como si de gatitos se tratara. Pero no deja de correr riesgos pues aún no llegó el tiempo en que ““no harán daño ni causarán ruina en toda mi santa montaña”, ha dicho Jehová.”” (Isaías 65:25)

Nosotros tenemos que esperar un poquito más para disfrutar de esos deleites que traerá el Paraíso para todos.
Y también aguardamos para ser liberados del pecado de Adán que nos tiene enjaulados entre barrotes de imperfección, dolor, enfermedades y ausencias.

Desde hace unas semanas que venimos visitando a médicos para reunir los requisitos para renovar el certificado de discapacidad, ya está todo, ya se hizo el trámite y hoy lo entregaron. Pero todo ese tiempo resultó medio traumático, no pensé que me afectara tanto.
El tener que revisar pilas de estudios para ver qué llevar, me angustió mucho. Es que detrás de cada papel hay toda una historia de situaciones límites, de preocupaciones y expectativas por resultados que pudieran ayudar a conseguir algún tratamiento que mejore un poco la calidad de vida. Veía los estudios y recordaba instantáneamente todo lo que había pasado con cada uno, y aunque no quería pero me puso triste.
Al mirar atrás, a tan solo unos dos o tres meses atrás…estamos convencidos que sólo por la ayuda de Jehová pudimos sobrevivir y afrontar situaciones tan límites.

Yo sigo en mi rincón, recostada en mi silla de ruedas - camita entre la compu y la cama y de rato en rato vuelvo a la cama con el respirador; pero estoy mejor que antes y muy agradecida por cada día de vida.

Waldo sigue agotadito y dolorido, a Damita hoy le hacen un estudio digestivo muy molesto y mi mami está muy mal, si no mejora tal vez tengamos que internarla.

En medio de todas las preocupaciones, ver a Lulita desparramada, con su pancita al viento, nos alegra el día, es nuestra pequeña”leonita” que nos pinta sonrisas en el rostro y en el corazón.
Voy a descansar un poco…me quedé mirando esos ojos color miel, esa mirada con ansias de selvas, con ansias de libertad…


Humanidad doliente y abatida
como el león del circo;
nacida en cautiverio y reprimida.
…………………………………….
Pero ya llega el tiempo bendecido
en que tu causa será procesada
por un León que nadie ha reducido,
por un Rey al que nadie vencerá.
El sabe lo que sientes y no en vano
se llama en la infalible profecía
el León de la tribu de Judá.



Álef Guímel,
fragmento de “El león del circo”
del libro “Reflexiones de un Guijarro”