
“También deléitate exquisitamente en Jehová, y él te dará las peticiones de tu corazón. (Salmo 37:4).” Ésa es una verdad absoluta con la que Jehová, abundante y generosamente, bendecirá a su pueblo en breve, en el paraíso bajo su Reino.
Pero aún ahora no deja darnos anticipos del cumplimiento de esa promesa, y muchas veces, cuando más lo precisamos (y menos lo pensamos), nos sorprende con una caricia al corazón, dándonos lo que anhelábamos.
Esa fue la razón de la ausencia de mensajes esta semana…no, no estuve internada… esta vez no había manera de acostarme, jeje.
Les cuento: por estas latitudes sureñas el verano está su apogeo, nosotros vivimos al noreste del país y hace muchísimo calor. Amo el verano pero cada año que pasa parece que ese amor está siendo menos correspondido cada vez, a este cuerpo fatigado le resulta muy agobiante y difícil cada día y una temperatura desde 35 Cº a más de 42 Cº lo hace más complicado.
Si prendes la TV, todo el tiempo están mostrando imágenes preciosas de los muchos destinos turísticos de la provincia, donde extranjeros y propios escapan de las altas temperaturas.
Uno de esos lugares que amo es Tafí del Valle…
-”¡Ahhh!! Cómo me gustaría ir aunque sea un día!...poco más de 100 km separan mi cama de los Valles Calchaquíes…¡cómo me gustaría ir!”…y Jehová estaba viendo…sí…todo don perfecto y dádiva buena proviene de Él…así es que a Él le agradecemos que, literalmente, de un día a otro (casi fue de un momento a otro), se dio la oportunidad de ir al Mollar, cuya población está en el centro del Valle de Tafí, entre la falda del Cerro Ñuñorco y a orillas del Dique La Angostura , el lago artificial más alto del pais.
Sí, no fue casual que Bety, una amorosa y generosa hermana de aquí nos llevara a su hermosa casita en los Valles. Estábamos tan agobiados los 3 con tantas cosas que siempre se suman…y la verdad, es que físicamente temía que no resistiera el viajecito pues venía muy mal. Si apenas, de vez en cuando llego al patio…¿viajar?...uhmmm…
Era la primera vez que saldría con la mochila del respirador para viajar y me sentía un poco rara. Como le decía a los amigos, creo que veces me cuesta aceptar que preciso de este aparato…en fin…gracias a Jehová llegamos bien, este corazoncito aguantó el viaje de montaña…¡y lo disfrutó plenamente!
¡Qué vista preciosa desde la casita en el Mollar! ¡Quisiera poder describirles algo para compartir esos momentos de belleza y sosiego! Pero sé, que todo esfuerzo no alcanzará para captar en palabras ese regalo a los sentidos que Jehová nos dio.
La casa está enclavada en lo alto de la ladera del cerro, lejos de los ruidos de la ciudad, con el Lago La Angostura al frente y una vista panorámica privilegiada de todo el Valle.
Sí, no fue casual que Bety, una amorosa y generosa hermana de aquí nos llevara a su hermosa casita en los Valles. Estábamos tan agobiados los 3 con tantas cosas que siempre se suman…y la verdad, es que físicamente temía que no resistiera el viajecito pues venía muy mal. Si apenas, de vez en cuando llego al patio…¿viajar?...uhmmm…
Era la primera vez que saldría con la mochila del respirador para viajar y me sentía un poco rara. Como le decía a los amigos, creo que veces me cuesta aceptar que preciso de este aparato…en fin…gracias a Jehová llegamos bien, este corazoncito aguantó el viaje de montaña…¡y lo disfrutó plenamente!
¡Qué vista preciosa desde la casita en el Mollar! ¡Quisiera poder describirles algo para compartir esos momentos de belleza y sosiego! Pero sé, que todo esfuerzo no alcanzará para captar en palabras ese regalo a los sentidos que Jehová nos dio.
La casa está enclavada en lo alto de la ladera del cerro, lejos de los ruidos de la ciudad, con el Lago La Angostura al frente y una vista panorámica privilegiada de todo el Valle.
Buscando algo de info encontré estos datos: “Los Cerros Ñuñorco, Muñóz y Negrito son un Conjunto de montañas que conforman y rodean al Valle de Tafí.
Ubicadas al Sur, al Oeste y al Norte de la villa de Tafí del Valle, este conjunto de montañas conforman el gran valle y lo proveen de un microclima único y especial.
El Muñóz, al Oeste, de 4.600 metros sobre el nivel del mar, es el mas alto que se pueda observar en la zona. El Cerro Negrito, con sus 4.300 metros y el Ñuñorco de 3.700 le dan un marco imponente a la región, vista desde cualquiera de sus ubicaciones.”
Como el camino hasta la casa es muy empinado, la silla de ruedas, aunque todo terreno, jeje, no aguantaría subir y bajar…ni mi abnegado esposo podría empujarla…cómo será que cada vez que tenían que bajar a hacer alguna compra apenas llegaban él y Damita, con el corazón en la boca y sin aire. Pero al cabo de unos días ya se iban acostumbrando y regresaban más enteritos, jaja.
Así es que yo me limité a disfrutar del paisaje desde la casa, con sus amplios ventanales que dan al lago y al Valle. Bety me preparó un sillón cómodo y ubicó el respirador y banquitos para levantar los pies al lado de uno de los ventanales. Allí estaba todo el día hasta que me vencía el agotamiento y no quedaba otra que acostarse bien en la camita…es que no quería dejar de llenar los ojos con aquel paisaje.
En la tarde, salíamos al patio a tomar unos matecitos y me quedaba ahí sentada en la silla de ruedas hasta que Waldo y Damy regresaban de comprar algo. Quedaba con un abrigo a mano porque el aire es muy fresco, mientras en la ciudad la sensación térmica marcaba 37 Cº.
La gente del lugar es muy amable y cortés y saludan al pasar, aunque no nos conozcan...esas buenas costumbres y cortesías que se pierden con la “civilización” de las grandes ciudades.
El último día había quedado sola en el jardín unas dos horas pues Waldo y Damita no conseguían un remis que quisiera buscarnos a primera hora del día siguiente para el viaje de regreso (finalmente lo consiguieron y cumplió).
Apenas regresó la familia, una vecina se acercó con un rico pan casero calentito para el mate. Ahhh…uno no puede dejar de dar gracias todo el tiempo por todos esos detalles…el lugar es paradisíaco y la bondad de la gente lo adorna más…¡cuánto vamos a disfrutar cuando todo la tierra sea un paraíso donde los mansos hallen su deleite exquisito en la abundancia de paz, viviendo la vida que realmente lo es!
Sí, tuve que hacer algunos ajustes para no permitir que las limitaciones en aumento empañaran la dicha que vivimos. Es que fue doloroso comprobar cuánto van apagándose estos ojos y toda esa belleza que nos rodeaba…la percibía toda borrosa, como a través de un cristal empañado.
En un momento dado la angustia quiso ganarme una partida, pues oía las voces de Waldo y Damy, pero no los veía, a pesar de que estarían a unos 5 metros y me asusté. Le atribuí a que el sol estaba en su cenit y tal vez eso empeoró el cuadro en ese momento. Se escaparon unas lagrimitas de frustración y miedo pero me resolví a no permitir que esas limitaciones menguaran toda la paz y gozo que sentía. Con la ayuda de Jehová fue así.
Incluso hasta eso luego fue motivo de una pequeña anécdota jocosa: Estábamos en el jardín, Waldo trajo los binoculares para ver en detalle las montañas y el lago y cuando quise ver…veía todo borroso…”lo arreglé” tratando de ajustar los lentes…lo mismo disfrutaba de lo que veía y exclamé contenta:
-¡”Qué hermoso! ¡Si se ven hasta las vaquitas a la orilla del lago!..¡Mirá Damita!”
-¡”No son vacas…son casas!”, respondió ella al mirar…
Hasta ahora sigo riéndome al recordarlo…¡con razón estaban “tan quietas las vaquitas”, jaja!
En fin, sabemos que mientras estemos en este sistema no habrá dicha completa, unos de una manera, otros de otra…pero para nadie es todo fácil. Pero aún así, podemos disfrutar de la vida y ser felices, a pesar de las espinas y piedras con la que nos topamos en el camino. Aún si nuestros ojos literales se oscurecen, siempre podemos escojer el cristal con el que preferimos mirarla.
Es verdad, no podemos cambiar las circunstancias, ni experiencias tristes. No podemos modificar el pasado ni cambiar a la gente o algún entorno hostil. Pero sí podemos cambiar nosotros. Esforzarnos por cultivar una actitud positiva y ejercitarla en todo lo que vivimos a diario. Y así, con la ayuda de Jehová, podemos “ser hechos nuevos en la fuerza que impulsa su mente”.(Efesios 4:23).
Sí, mejor seguir “leyendo” nuestros días como “Miel” y no “Hiel”, ¿verdad? (http://paginasdenancy.blogspot.com/2008/10/segn-como-se-mire.html)
Cada vez que viajamos a Tafí del Valle, regresan como eco estos versos que escribió Lira cuando vino la primera vez a visitarnos, en 1995. A ella también le impresionó el camino a Tafí, que es todo un tema y merece capítulo aparte.
Sigue ganándome la emoción cada vez que leo algo suyo, espero disfruten de estos versos que nos regaló y que describen tan bien a mi querido
Tucumán
Tucumán floreciente, jardín de la Argentina,
también jardín teocrático, tus celosos ancianos,
cuidan con gran desvelo del valioso plantío
que con plena confianza Jehová puso en sus manos.
Muchas congregaciones forman un gran rebaño
que abren los brazos llenos de amor ante el viajero.
¡Cómo siente el que llega la bondad prodigada,
la marca inconfundible del cariño sincero!.
El buen sol te cobija y fecunda tu tierra,
los cerros te vigilan como austeros guardianes.
Cultivando los cítricos aumentan tus riquezas,
otros le dan a la caña de azúcar sus afanes.
De la destilería incesante del tiempo,
surgió gota por gota, esta feliz semana;
horas iluminadas por hondas sugerencias,
por ecos calchaquíes y memorias lejanas.
Yendo a Tafí del Valle, en tus cerros frondosos,
¡Cuánto dice el silencio, cómo canta la vida!
Ante el legado inmenso de las eras pasadas,
la nimiedad humana se humilla estremecida.
¡Quién tuviera la lengua elocuente de un ángel
para cantar un himno vibrante a esas montañas,
para loar la mano del Artista Supremo,
que trazó sus contornos y esparció la maraña!
Sigue fiel tu rutina, trabaja, sueña y canta,
y quédate a la espera de ese tiempo cercano
cuando Jehová corone de flores y de pájaros
el camino de aquellos que hoy lo ven Soberano.
¡Qué placer inefable será volver un día,
después de la victoria irreversible,
y gritar en la cumbre de algún cerro:
“La Teocracia triunfó y estamos libres”!
Álef Guímel
Tucumán - Noviembre de 1995
(Del libro “Ramas y Nidos”)
Gracias por acompañarnos en estos días entre montañas y valles…sí, pues aunque no pude escribirles…estaban conmigo...
Jehová los cuide y bendiga en todo momento.
Con cariño inmenso
Nancy
PD: Algunos datos adicionales sobre el Lago:
"El lago tiene un espejo de agua de 800 hectáreas, donde se pueden pescar pejerreyes y truchas y practicar los más diversos deportes náuticos como windsurf, remo, kayak, ski y jet ski.
El embalse, que fue construido en la década del 60, tiene un largo máximo de 4 km, un ancho de 2.5 km y una profundidad de 30 metros. "
El embalse, que fue construido en la década del 60, tiene un largo máximo de 4 km, un ancho de 2.5 km y una profundidad de 30 metros. "