lunes, 12 de marzo de 2018

Diestra con diestra



















El domingo pasado, 11 de Marzo, tuvimos un maravilloso regalo de Jehová. Se hizo una transmisión especial, vía streaming, a todas las congregaciones del país y grupos aislados con motivo de la Visita del Representante de la Central Mundial, Robert Luccioni, Ayudante del Cuerpo Gobernante.

Todo el programa fue hermoso: el estudio de La Atalaya nos permitió escuchar los comentarios de los hermanos de Betel y fue muy estimulador para todos los publicadores. No todos los días podemos compartir una reunión así con los betelitas que tanto trabajan para Jehová y nosotros.

Luego las experiencias tan animadores que se relataron sobre el progreso de la obra en esta parte del mundo, (Argentina y Uruguay), nos permitió conocer más todo el trabajo impresionante que está haciendo el pueblo de Jehová, y aprovechándose de las nuevas tecnologías para hacer más y llegar más lejos…hasta servir a distancia en Betel. Fascinante.

Y luego lo que tanto esperábamos, el discurso del hermano Robert Luccioni…fue realmente muy conmovedor y nos dejó infinidad de cosas en qué meditar. Fue imposible contener las lágrimas en algunos tramos del discurso. Una verdadera caricia de Jehová, usando a sus siervos fieles para consolar y vendar nuestras partes doloridas, tal como expresó el salmista: “Está sanando a los quebrantados de corazón, y está vendando sus partes doloridas.”(Salmo 147:3)

Aparte del discurso en sí, en lo personal, me motivó mucho a hacer un estudio más profundo de las Escrituras, y a meditar con mayor detenimiento y profundidad en lo que leo. Siempre hay lugar dónde mejorar. Siempre podemos seguir buscando perlas escondidas en los tesoros de la Biblia.

Como mis manos no pueden tomar notas, (se fatigan y quedan sin fuerzas a la primera frase), temo olvidar con el tiempo algunas de las cosas que tanto me conmovieron. Así es que antes que me olvide,(mi memoria está fallando demasiado)…mejor lo escribo…

De modo que podría decirse que estas son algunas notas del discurso…en forma de versos…




Diestra con diestra

Jehová ha socorrido una vez más,
usando a dones en forma de hombres
que tiempo y corazón dedican
a meditar en la profundidad de Sus tratos
con el mero hombre mortal.

Esta vez el consuelo vino envuelto
en delicada seda de palabras
que acarician el alma cansada
y ayudan a vernos
desde la perspectiva del Eterno.
Gracias, Bendito Dios,
por hacernos ver Tu Diestra
sosteniendo la nuestra…
tan pequeña, tan frágil…
sólo polvo, pero con tu infinito poder
la sostienes, nos levantas,
nos sigues rescatando
de tantos abismos…
no nos dejas al vacío caer.

Cuando sentimos
que lo que damos es nada,
cuando pareciera que invisibles somos,
cuando no nos alcanzan las fuerzas
ni para respirar…
cuando el dolor quema la carne
y  marchita el espíritu…

Entonces, Tú nos invitas
los ojos al cielo levantar,
nos recuerdas que al vasto cosmos,
con su infinidad de estrellas,
nombre y número tú les das…
que el Universo todo tan sólo
con tu palmo mides…

Y aquí, en la preciosa gema azul
que por hogar nos diste,
todos sus oceános y mares…
todos sus glaciares, cascadas y ríos…
todas sus aguas…todas…
en el simple hueco de tu mano mides…
En tu balanza sabes cuánto pesan
el polvo de la tierra,
las montañas y las colinas…

Eres tan Excelso, el Supremo y Altísimo…
Y aún así nos miras…
a cada uno…nos tomas en cuenta…
y extiendes tu Diestra,
infinitamente poderosa…
para sostener la nuestra…

“No tengas miedo, porque estoy contigo.
Mírame a mí, concéntrate en mí…
no mires por todos lados…
mírame a mí…tengo tu diestra asida…
con la mía…todo va a estar bien…
porque soy tu Dios.”
  
Permíteme, por favor,
como el salmista cantarte:
“Te ensalzaré, oh Jehová,
porque tirando de mí me has subido.” 
(Salmo 30:1)


Nancy
12-3-18





Referencias:

Levanten los ojos a lo alto y vean. ¿Quién ha creado estas cosas? Es Aquel que saca el ejército de ellas aun por número, todas las cuales él llama aun por nombre. Debido a la abundancia de energía dinámica, porque él también es vigoroso en poder, ninguna [de ellas] falta.  (Isaías 40:26)

¿Quién ha medido las aguas en el simple hueco de su mano, y ha tomado las proporciones de los cielos mismos con un simple palmo, y ha incluido en una medida el polvo de la tierra, o ha pesado con indicador las montañas, y en la balanza las colinas? (Isaías 40:12)

No tengas miedo, porque estoy contigo. No mires por todos lados, porque soy tu Dios. Yo ciertamente te fortificaré. Yo cierta y verdaderamente te ayudaré. Sí, yo verdaderamente te mantendré firmemente asido con mi diestra de justicia’.
Porque yo, Jehová tu Dios, tengo agarrada tu diestra, Aquel que te dice: ‘No tengas miedo. Yo mismo ciertamente te ayudaré’. (Isaías 41:10,13)


*** w16 julio pág. 18 “No tengas miedo. Yo [...] te ayudaré” ***
“No tengas miedo. Yo [...] te ayudaré”









martes, 13 de febrero de 2018

Viajantes y Amigos…



                                                                        Para Nadia y Darío Calabró

Mañana a mañana se levantan
con la meta fija de servir al Amo
en el lugar asignado esa semana.
Si hay lluvia. Si el sol quema.
Si el frío arrecia. Si el calor sofoca.
Están allí…
prestos a cumplir con la diaria faena.
Si una pena callada oprime.
Si hay pequeñas alegrías.
Si un dolor lacera su carne.
Si una angustia se instala en su mente…
Están allí…
Con la sonrisa amplia,
con su dar generoso,
con ese cariño tan propio en ellos,
y con esa chispa de humor
que centellea en sus ojos…
No sólo nos ministran por estar asignados…
nos imparten sus almas…
y son realmente amados…

Gracias por darnos tanto,
más incluso de lo que imaginan…
gracias por expresar sus sentimientos…
(nos sentimos reflejados en ellos)
por esa humildad que los hace tan grandes…
Por ser Hermanos, Viajantes y Amigos…
Gracias eternamente, queridos Nadia y Darío…

Con amor fraternal y gratitud…

Nancy









lunes, 12 de febrero de 2018

Un feliz reencuentro y un viaje al pasado...



Hace unos 22 años leí un poema que ha estado revoloteando en los recuerdos estos días. He de admitir, que la primera vez que lo leí no capté mucho la profundidad de su mensaje, ni me había dado cuenta entonces lo mucho que en realidad me identificaba con él. Lo recibí en un sobre, por correo convencional, como era lo habitual entonces. Era uno de esos sobres que esperaba con ansias cada mes: una carta de mi querida Lira, desde Uruguay.

El poema en cuestión describe tan bien a esa parte de uno que anhela la tierra libre de fronteras y vanidades, y ama lo auténtico y simple, el amor por la tierra, descifrando todos sus mensajes…

Es este:
  

EL INDIO QUE ESTA A MI DIESTRA

Al indio que anda conmigo
no le atraen las ciudades.
Sabe esquivar el bullicio,
las ferias de vanidades,
los cenagales del vicio,
y las virtudes falseadas
de un mundo que alza espejismos
y los reduce a la nada.

Lo conocí en mi niñez
domando potros salvajes
en silencioso ostracismo.
Me ofreció su guía sabia
para descubrir el mundo.
Me ayudó a nombrar las cosas
y a definir mis deberes
con un aprecio profundo.

Tenemos rasgos comunes:
ama los valles tranquilos
y los ríos ignorados
que corren entre montanas
con sus mensajes cifrados.

Disfruta cuadros cambiantes
en las horas de arrebol,
y las flores amarillas
porque retienen el sol.

No le gusta que lo peinen
porque tiene hojas y hierbas
enredadas en el pelo,
más cuando lo peina el rio
se somete sin recelo.
No permite que le arranquen
ideas y sentimientos
que no hacen agravio al Cielo.

Cuando Dios es difamado
a veces llora conmigo
y suspira cabizbajo
cuando arrasan grandes bosques
y destruyen fauna y flora.
Me hace notar diferencias
entre el mañana que anhela
y el presente que deplora.

Quiero dialogar con el
en la vida venidera
y sentir que me acompaña
a través de cada era.
Andar con él a mi diestra
y un colibrí sobre el hombro
que me murmure palabras
para expresar el asombro.
Marchar cantando a su paso
es la ilusión que persigo,
y ver feliz, liberado,
al indio que anda conmigo.

Álef Guímel
 Enero 1996



Pareciera que al pasar los años, más me identifico y reconozco en este poema. Todo. Cada frase. Describe lo que siento.

“Tenemos rasgos comunes:
ama los valles tranquilos
y los ríos ignorados
que corren entre montanas
con sus mensajes cifrados.”


¡¡Ahhh!! ¡Qué cierto!
Lo que trajo estos versos a la memoria fue algo muy lindo que vivimos hace unos dos meses, cuando pudimos hacer con Waldo un viaje relámpago a los Valles, a Cafayate más exactamente, a unos 234 km de aquí. Sólo fuimos por dos días. 

Era nuestro anhelo poder reencontrarnos con alguien muy especial para nosotros: con Miguel, a quien no veía desde hace 15 años.. Él fue uno de los niños a los que tuve el privilegio de conducir un estudio bíblico cuando vivíamos en una ciudad vecina, en Banda del Río Salí. Luego de mudarnos de allí poco supe de él. Se mudó al lugar que siempre amó, de dónde son sus padres y a donde iba en cada verano y vacación escolar: a Quilmes, a 189 km de aquí, en plenos Valles Calchaquíes.

Como disponíamos de tan poco tiempo, él amorosamente hizo arreglos para ir a visitarnos en Cafayate, a 50 km de donde vive. Fue con su novia, Vilma, quería también presentarla, tal como lo hace un hijo. Y así en realidad lo siento…un hijo querido que la vida me permitió conocer y amar desde pequeño. Ahora ya tiene 29 años. Tiene un gran corazón, lleno de virtudes, amor por la vida y el Creador…espero pronto le sirva, para siempre…

Ese día llegaron temprano al lugar donde estábamos hospedados, desayunamos juntos y fuimos tratando de ponernos al día de tantas cosas vividas en estos años de no vernos. Nos contó de sus proyectos, de que en breve se inauguraría un Centro de Interpretación en la Ruinas de Quilmes, el lugar donde trabaja y es uno de los encargados de allí.

Estaba lleno de entusiasmo, y a la vez, de profundos sentimientos, como fue siempre. Nos dijo cosas que jamás olvidaremos acerca de cuánto influimos en su vida y lo importante que somos para él. Yo no podía dejar de llorar…como ahora…mientras recuerdo sus palabras…fue un privilegio que Jehová me dio, de poder compartir los días de su niñez, en un tiempo en que nada era fácil para él…



Un viaje al pasado…mirando al futuro…


Como nos encanta la Arqueología, pudimos aprender más de la historia de los Quilmes, el pueblo originario que habitó esas tierras. Las Ruinas de esa ciudad hoy constituyen el mayor sitio arqueológico del país, y el segundo en Sudamérica, luego de Machu Picchu, en Perú. Nos contó tantas cosas que nos enriquecieron, detalles de la vida cotidiana de un pueblo que amaba la tierra y sentía el deber de cuidarla…tal como el deber que Dios asignó en un principio a la humanidad.
Nos acompañaron toda la mañana, luego almorzamos juntos y fue triste tener que despedirnos, anhelando un próximo viaje, un próximo abrazo…






Días atrás estuvimos conversando con Miguel por Whatsapp y me envió varias fotos. Ya se inauguró el Centro de Interpretación de Quilmes, un museo con  última tecnología que permite revivir la historia de este pueblo que vivió allí desde el siglo X hasta que 1667 en fue devastado y exiliado por la invasión española.

“Unos 400 españoles sitiaron a un pueblo de más de 6000 originarios primero impidiéndoles acceder a sus cultivos sobre la planicie fértil del Río Santa María y luego envenenaron la fuente de provisión de agua que llegaba desde las montañas. Mientras los españoles contaban con armaduras y armas de fuego, aquellos utilizaban arcos y flechas, hondas, lanzas y hachas con puntas de piedra.


Luego de su rendición y debido a que los españoles no lograron someterlos, fueron obligados a recorrer mil kilómetros a pie sin agua ni comida. Se estima que de los más de 2.600 sobrevivientes que partieron, solamente llegaron a los húmedos e insalubres bañados a orillas del Río de La Plata, poco más de 400. Los supervivientes finalizaron sus días pereciendo principalmente por enfermedades pulmonares. Al llegar no encontraron el algarrobo considerado sagrado que les daba alimento, leña y bebida. No conocían las hierbas medicinales locales y no podían sanarse. El sitio ubicado a 35 km al sur de la actual ciudad de Buenos Aires se denomina Quilmes en referencia a la Misión de Santa María de Quilmes.”
Hoy, los descendientes de los pobladores originarios, autodenominados Comunidad India Quilmes (CIQ), protege el lugar.


Miguel en su trabajo en el museo (CIQ). De fondo se ve una línea de tiempo que relata en paralelo la historia con lo que ocurría en Europa y el mundo al tiempo de las culturas precolombinas aquí.


El museo cuenta con cuatro salas temáticas. “La primera de las salas, llamada “El devenir de una nación”, cuenta los orígenes de los Quilmes, sus características y pautas sociales, a través de instalaciones e infografías murales, un alegórico curso de luz que representa el río Santa María o Yokavil y una línea de tiempo.” (Diario La Gaceta, 31 de enero de 2018

Justamente, a la entrada de esa sala puede leerse esto:


En las cumbres más alta
se esconde el secreto de su origen.

El arenal guarda
el recuerdo de sus huellas.
El viento los evoca
improvisando melodías
por los cerros.

Desde el día en que los Quilmes
llegaron a este valle,
el Yocavil fue su aliado
y su inseparable confidente.


Este es un video que se hizo con motivo de la inauguración del museo, a modo promocional, se los dejo para que puedan ver algo del paisaje:



Se filmó un corto con actores nativos caracterizados para la época, Miguel también fue parte de esa filmación. Dura 13 minutos y es parte del espectáculo audiovisual del museo. Yo aún no pude viajar y verlo.


La historia de los Quilmes, como la de la mayoría de los pueblos originarios del mundo, tiene un denominador común, uno que puede resumirse en esta verdad bíblica de manera especial: “El hombre ha dominado al hombre para perjuicio suyo.” (Eclesiastés 8:9)


Cada vez que tuve oportunidad de visitar algún sitio arqueológico, no puedo dejar de pensar en que esas casas de las que hoy quedan apenas ruinas, un día estuvieron habitadas por familias, y había voces de niños jugando, padres que trabajaban la tierra, mujeres que tejían, artesanos hábiles en alfarería y tantas técnicas que sé que un día podrán relatarnos en primera persona, y no sólo a través de lo que podamos interpretar por el legado que dejaron…

Cada vez que camino por esos valles plenos de sol y viento, siento que mis pasos encajan justo sobre las huellas que otros dejaron siglos atrás y me vuelvo parte del paisaje que fue…anhelado el futuro en que pueda conocerlos, cuando regresen del polvo… porque “Tengo esperanza en cuanto a Dios [...] de que va a haber resurrección” (Hech. 24:15).

La de ellos también…


"Quiero dialogar con él
en la vida venidera
y sentir que me acompaña
a través de cada era.
Andar con él a mi diestra
y un colibrí sobre el hombro
que me murmure palabras
para expresar el asombro.
Marchar cantando a su paso
es la ilusión que persigo,
y ver feliz, liberado,
al indio que anda conmigo."