Días atrás al fin pude hacer un brevísimo Taller de Poesía, siempre quise ir a alguno pero nunca pude con mi salud tan impredecible que desmejora en cualquier momento, como ahora que no puedo levantarme.
Como parte de la tarea había consignas sobre las cuáles escribir. Nos daban 15 ó 20 minutos para escribir una poesía…nunca lo había hecho así, y menos sobre temas asignados. En este caso había que escribir sobre algún objeto, el cual era preferible que fuera de la sala donde estábamos así es que le escribí a:
Ella, en el Taller de Poesía
Antigua. De estampado tapiz.
Pintada de blanco,
dorados sus bordes…
está allí…
en un rincón de la amplia sala…
Callada. Inerte…
Tal vez ni se nota su presencia,
pero otrora debe haber
sido bella y resplandeciente…
Nosotros hablamos de poesía…
ella escucha…
ella sabe…
ella vivió tantas tertulias...
ella vivió tantas tertulias...
ella vio pasar tantas historias…
¡Ah, sí tan sólo pudiera contarlas!
A veces soy como esa silla…
callada, quieta,
de imperceptible presencia quizás…
Pero hay mucha vida y sueños…
y anhelos aquí guardados…
¡Ah, si pudiera tan sólo contarlos!
Tal vez, si me miras,
si me lees,
pudiera unir este puente
entre mi latido y el tuyo…
como me pasó con esa silla,
en un rincón del salón,
que no deja de hablarme
y me lleva a épocas idas
cuando se vestía de esplendor…
Yo también quiero
que mi madera, seca y mustia,
transmita mensajes
que toquen tu corazón…
Nancy
Excelente uso de recursos poéticos.
ResponderEliminarTe felicito mi hermana Nancy, fantástico, en tan poco tiempo y logras escribir algo tan precioso sobre algo como una silla, y que tiene una interesante reflexión sobre ti y sobre el lector. Excelente.
ResponderEliminarDesde esta lejana y atribulada Venezuela
Carlos y familia con mucho cariño