sábado, 15 de septiembre de 2018

Abriendo Ventanas




Sí, ya sé que hoy está frío, que la lluvia
sumó su aporte para pintar de gris el paisaje
y que también llueve en tu alma.

Pero abre tus ventanas de par en par,
tal vez no se pueda con las literales,
pero abre las que llevas dentro,
pon macetas con coloridas flores
y adorna tu íntimo sentir.

Sí, sé que a veces no hay fuerzas para nada.
Pero, inténtalo, haz un recuento
de tus diarias bendiciones,
de seguro son más de las te diste cuenta…
esas son flores de colores vivos,
o de pasteles tonos,
que le darán calidez a los rincones de tu alma.

Sí, lo sé, a veces el dolor es tan grande
que sólo puedes acurrucarte
en los brazos eternos
que desde arriba te sostienen,
esperando a que la tormenta calme.

Pero, por favor,
apenas tengas algo de fuerzas,
abre tus ventanas, todas,
las que se ven y las que llevas dentro…
ábrelas…
que entren la luz y los colores,
que lo gris no se apodere de tus sentimientos
y no apague las sensaciones
de todas las cosas bellas que están ahí,
esperando por ti, a que las veas,
a que las escuches, tienen mensajes
que esperan ser interpretados
por quien pasa a su lado,
mensajes con los que fueron creados…

Las flores no se abren porque sí…
fueron hechas para ti…
te hablan del amor inmenso
de Quien quiere verte feliz…
         
Abre tus ventanas y deja que
el calor, el color y el amor
inunden tus rincones
aún si llueve afuera y el viento arrecia…
puedes cambiar el clima en tu interior…
No dejes cerradas las ventanas de tu amor…



 Nancy

11-9-18


lunes, 10 de septiembre de 2018

Las cosas que me gustan



Me preguntaron qué cosas me gustan,
no pude responder en el momento
porque no pude procesar
la larga lista que se agolpó al pensar.
Así es que respondo ahora
que mi Neurona está despejada
para poder las cosas hilvanar…

Me gusta el sol en la piel,
el viento en la cara,
el perfume de azahares
al abrir mi ventana.

Me gusta viajar
y conocer nuevos lugares,
los pueblos y su gente,
sus colores y sabores…
aunque solo viaje a través
de mi pantalla,
allí encuentro los datos
para emprender el vuelo
y la imaginación,
(regalo del cielo),
me lleva en un instante
al fondo del océano,
a las islas más bellas,
a empinadas montañas
abrazadas de valles,
a las selvas más densas,
donde se abren flores
que aún no fueron descubiertas…

Me gusta abrazar al saludar,
con la sonrisa por delante,
por la mera felicidad de dar.
Es un regalo muy modesto,
pero es lo primero que puedo dar…

Me gusta la música,
cantar y bailar.
Desde música clásica
hasta sones afros…
y tengo pendiente
el piano aprender a tocar.

Me gustan los tonos pasteles:
el rosa, el lila,
el salmón, el agua marina…
Y también colores intensos
como el azul ultramarino
que visten el cielo y el mar,
el rojo de la rosa
y el fucsia del tulipán.

Me gusta tomar mate
a las cinco de la tarde,
si es con algo dulce mejor,
y mirar por la ventana
cuando cae la tarde
y escuchar a los pájaros
convocando a los suyos
al descanso, mientras
el sol va haciendo tenues
sus rayos, y se filtran
de a poco las sombras,
sobre el dorado ocaso
que va envolviendo mi patio.

Me gusta mirar al cielo,
perderme en las estrellas,
mirar la luna, saberla amiga,
igual que la noche
que me envuelve en su paz…
igual que el mar…
siempre el mar…

Me gusta mimar nuestros mininos,
anhelando el día en que abrace leones,
y a cuánto felino habite el ansiado paraíso.

Me gusta caminar
de la mano con mi esposo,
abrazar a mi madre,
tapar a mi padre,
escuchar a mi hija,
tejer para mi nietita
y con ella jugar.
Escuchar sus voces,
sus risas y sueños…
amarlos y amarlos…
más allá de los tiempos…

Resumiendo…
Amo la Vida
con todos los colores del cuadro,
con todos sus matices…
y disfrutarlos…
Y por sobre todas las cosas…
Amo al Dios Sempiterno,
Fuente de la Vida,
el Amor en esencia:
Magnífico Jehová…
Creador de cuanto amo…
 y de cuánto me gusta…

Nancy

10-9-18






domingo, 2 de septiembre de 2018

Desde un Faro




Quisiera escribir historias de viento y de mar,
contar lo que siente quien su vida pasó en algún faro
perdido entre horizontes azules,
sobre la línea que divide el cielo del mar…

No sé por qué me atraen tanto los faros.
Quisiera remontar el tiempo y regresar al punto
en el que eran hogar no solo de solitarios hombres,
sino también de familias, con sus niños
que crecían rodeados de inmensidad…

Creo que me hubiera gustado crecer allí…
la soledad no es problema para quién
vive en diálogo continuo con cuánto lo rodea…
las gaviotas, los barcos en la lejanía,
los regalos que acercan las olas
a la playa al bajar la marea…
todo tiene algo que contar…

El afán diario por mantener los cristales limpios,
y los depósitos combustibles llenos
y las mechas encendidas….
como era la vida de los faros en otros tiempos…

Claro, también estaban los tiempos de tormentas,
algunas por varios días sin cesar…
no quedaba más que atender los quehaceres
propios para asegurarse que no se extinguiera la luz,
y recurrir a la compañía de libros,
frente a un hogar encendido,  
que los hacían viajar por lugares lejanos,
quizás por selvas y montañas…
tan lejos de su mar…
creo que me hubiera gustado crecer
al amparo de un faro…

No sé por qué me gustan tanto
las historias de mar…
vivo, y crecí,  tan lejos de él…
quizás sea porque,
(como me describió una amiga),
soy ´un espíritu inquieto
en un cuerpo anclado´…
anclado sin poder andar…
pero al que nada lo impide soñar…
¡tengo tanto que aprender,
tanto por descubrir…
tanto por vivir!…

Los días en este sistema tormentoso
ya llegan a su fin,
la humanidad ahora es ´un mar agitado
que no puede calmarse,
sus aguas siguen arrojando alga marina y fango.´
(Isaías 57:20)

El Nombre Divino es Ancla y Faro
al que asimos nuestras angustias
y quien ilumina los horizontes de tormenta.
“Él hace que la tempestad de viento se detenga en calma,
y las olas del mar se quedan quietas…
y él los guía al puerto de nuestro deleite,”
al puerto seguro que ya existe en su mente…
(Salmo 107:29, 30)

Allí…ya no estará mi cuerpo anclado
por ninguna enfermedad…
y podré quizás escribir historias
de viento y mar…
historias de espuma y sal…
por haberlas vivido, y no sólo intuido o leído,
escritas desde una ventana
de un alto Faro…
entre el cielo y el mar…



Nancy
1-9-18






lunes, 20 de agosto de 2018

Geoda





Piedra sin gracia aparente,
puedes pasar por su lado 
y no reparar en ella…
como tantas personas que al andar
encuentras, tal vez calladas,
que no acaparan la atención 
ni alardean de sus logros
levantando su voz.

Pero deténte, regálate un momento
y abre una geoda…
encontrarás una pequeña caverna
de cristales púrpuras,
cristales de amatista,
un tesoro escondido 
que puede caber en una mano…
aunque las hay también inmensas
y puedes ser tú quien camines
en sus cristales. (*)

Tesoro oculto de cuarzo  brillante…
artesanía de su Hacedor…
Date tiempo para descubrirlas
y disfrutarlas…
como a esas personas calladas, 
inadvertidas, que pasan a tu alrededor…
Quien sabe…quizás ellas guarden,
cual Geodas, 
una gran belleza interior…


Nancy

14-5-18



(*) Las más grandes del mundo: la Cueva de Naica en México y Geoda de Pulpí, en Almeria (España)




Geoda de Pulpí, en Almeria (España):



Geoda de Amatista


jueves, 2 de agosto de 2018

Tarde ventosa




Hace frío y no puedo salir.
La cama al lado del gran ventanal
es un consuelo,
es una manera de estar en el patio…
sin salir a él…

Hay bullicio dentro de la casa,
Jaelita juega a mi lado, todos hablan,
tomo unos mates calientes
y, sin salir de mi cama,
me escapo detrás de las ventanas…

Los árboles se mueven con vehemencia.
Las ramas, zarandeadas,
dejan caer sus últimas hojas secas…
y siento en el rostro ese viento fuerte,
removiendo de mi alma
las hojas inertes que dejó este invierno,
tan frío, tan duro…
por fuera y por dentro…
que dejó este cuerpo y mente
casi reducido a cenizas.

Pero quiero levantarme del polvo,
Tú lo sabes, Amado Dios,
por fuerzas a ti acudo, noche y día,
mi alma espera en silencio,
sé que me levantarás…
el polvo mismo no puede alabarte…
permíteme las fuerzas para poder hacerlo…
Tú que andas sobre las alas del viento…
llévate por favor lo que por dentro oprime,
permíteme elevarme, como hoja al viento,
sobre las ataduras que mantienen
a este cuerpo cautivo de tantas dolencias… (*)    

Sólo pensarte reconforta mi espíritu…
mis fuerzas renuevas al saberte cerca…
sigo aquí…
pero remonto vuelo contigo…
sobre las alas del viento…


"Bendice a Jehová, oh alma mía … [ ]
Aquel… [ ]  que anda sobre las alas del viento."
(Salmo 104:1,3)



Nancy
2-8-18



 * Llevo 25 años con enfermedades sistémicas dolorosas, crónicas, progresivas y debilitantes, que me mantienen recluida en casa, en cama mayormente.

jueves, 12 de julio de 2018

Reverdecer...


 Reverdecer


La higuera está abriendo sus brotes...
de un día al otro pareciera que sus hojas crecen...
sin dar tiempo a los ojos a alcanzar a seguir su crecimiento...

Por favor, Padre, ayúdame a reverdecer como la higuera...
Tengo una tristeza muy honda...
y aunque estoy sentada aquí, al sol en este instante...
pareciera que el gris no se va de mi paisaje por dentro....

He sacado una silla al sol...
duele tanto la espalda,
( y toda mi anatomía)...
quizás su calor alivie un poco...
mientras trato de llenarme del verde de los árboles,
llenarme del canto de los pájaros
Que pareciera que intuyen mi tristeza
y se acercaron a dedicarme un concierto de trinos...

Por favor, Amado Padre,
permíteme ver lo que duele
en el alma desde tu excelsa mirada...
¿No te ofende mi tristeza, verdad?
Sólo Tú sabes cuánto siento...
Y cuánto te amo, y cuánto amo la vida....

Dame fuerzas por favor para resurgir
de debajo de tantas angustias
que el frío invierno  depositó en mi alma...
Tú las conoces todas…
y sigues recogiendo mis lágrimas en tu odre....
Gracias por tomarme en cuenta
aún en los momentos en que siento
que mi vida se apaga...

Gracias por ser el Sol
que entibia mi alma...
permiteme, también, como la higuera,
regalarte mis brotes nuevos...
Otra vez...




Nancy

12-7-18


martes, 3 de julio de 2018

Sin Lulita...




 Sin Lulita


Está lloviendo.
Estoy aquí, sentada en mi rincón,
como tantas veces…
pero nada es igual…
esta es la primera lluvia sin mi compañerita
de tantos años…de estos últimos dieciséis años…
y parece que la lluvia no cae afuera…
sino dentro de mi…dentro de cada rincón
del alma, de este corazón dolorido y cansado…
la extraño tanto…tanto…
Tanto…

Es increíble como alguien tan pequeñito
pueda haber llenado tanto mis días…
como pueda haber dejado un vacío tan inmenso…
de nada vale intentar negarlo…
este dolor me supera…
sé que un día estaré mejor
y podré recordarla sin deshacerme en llanto…
pero por ahora no puedo…

Quizás han sido muchos golpes juntos,
muchos frentes de batalla a la vez,
mucho desgaste, físico, mental y emocional…
Quizás esto de vivir con el cuerpo
en carne viva por tantos años,
esto de ver, y oír, el lamento y clamor
de los amados cada día, cada noche…(*)
esto de tratar de sobreponerse
al propio dolor para hacer cuánto uno pueda
por aliviar en algo el dolor ajeno…
esta impotencia…de dar todo…
y de ver que no alcanza…
que nunca alcanza…
porque simplemente no está en el poder humano
erradicar el sufrimiento…

¡¡Ahhh!!...ha sido mucho…y sin tregua…
y esas dos últimas semanas de mi Lulita…
atendiéndola toda el tiempo…
esa última noche, limpiando su camita
a cada momento, para que estuviera
lo más cómoda posible…
hay mucho dolor que aún no puedo expresar…
mucho vivido que ni siquiera he podido contar…

Y luego la decisión más difícil…
llevarla por segunda vez en el día a que la atendieran…
pero esta vez para aliviar definitivamente su dolor…
clavando definitivamente una estaca en mi corazón…

“Para todo hay un tiempo bajo los cielos:
tiempo de nacer y tiempo de morir.”
(Eclesiastés 3:1, 2)
Es un concepto muy básico, una realidad ineludible…
¿por qué cuesta tanto entonces asimilarla?
Aún cuando se trata de un pequeño amigo
que prodiga amor sobre cuatro patas…
¡cuánto duele su ausencia!

Mi Lulita fue la compañera de largas horas
sumida en dolor, compañera de mi soledad.
Cuando nadie más podía estar
por las diarias responsabilidades que atender,
ella estaba…siempre conmigo.
Cuando se está recluido en casa,
presa de mordaces dolencias
que apagan cuerpo y mente…
su compañía fue remanso de ternura,
caricia al alma siempre presente.
Fue sinónimo de Alegría y Travesuras.
Nos entendíamos bien, como los buenos amigos,
sabía lo que quería solo con su mirada…
y lo agradecía con su cariño sin retaceos…

Me hace bien volcar aquí lo que siento…
me ayuda a entender por qué
este dolor es tan inmenso…
por qué hay un vacío tan grande…
¡Claro!...si ella estaba en todos los rincones…
de nuestra vida…

A pesar del dolor, no he dejado de dar gracias…
de haberla tenido, de haber podido cuidarla,
dar gracias porque existen los animales…
gracias por haber sido creados así…como son…
Gracias por tanto Amor sobre cuatro patitas…

Hoy hará una semana sin Lulita…
Como la más hermosa de las flores,
está sembrada en nuestro jardín…
y sigue viva en mi…
Gracias mi Dios, por nuestra Lulita…

Nancy
3-7-18



(*) Trajimos a nuestra casa a mis padres envejecidos, de 86 años, sufren de fuertes dolores, en especial mamá, día y noche.


 
 


lunes, 2 de abril de 2018

Conocerte…



Conocerte…


Me preguntaron cuándo
tu Nombre hermoso conocí,
y a amarlo llegué, más allá de saberlo…
y cuáles son los beneficios
de tu persona conocer…
no sé si pueda en estos versos
expresar lo que por ti siento
y dar respuesta
a lo que me preguntaron de Ti.

Conocí tu Nombre
cuando aún no había nacido,
cuando mi madre, al acariciar su pancita,
me hablaba de Ti...
Debe haber una memoria lejana,
subconsciente, con tu Nombre
grabado en los recodos de la mente.

Al ir creciendo contigo,
fui conociéndote más,
amado Padre y Amigo.
Al andar a tu lado, en el día a día,
tu presencia siempre real
ante la belleza de lo que has creado,
o ante el dolor no expresado…
fue entretejiendo de a poco
esta amistad con quien eres:
el Supremo Hacedor de la vida
en su pleno esplendor.
Todo lo has hecho Tú,
desde galaxias incontables
hasta la belleza oculta plasmada
en las rocas guardadas
en las entrañas de la Tierra.

¿Cómo no amarte, bendito Dios?
Eres el sentido y la razón de cuanto existe,
de la vida nuestra que vivir nos permites.
En ti están todas las respuestas,
no hay pregunta alguna
en nuestra inquisitiva mente,
que no tenga la respuesta exacta,
sencilla y exquisita a la vez…
Claro…Tú todo lo sabes pues
por tus manos fuimos formados.

La vida no es ahora tal cual
en un principio te propusiste.
sólo es cuestión de  tiempo,
de breve tiempo,
para que retome su brillo otra vez.
Y aún ahora, ante el dolor inmenso,
ante el sinsentido del obrar
humano que te da la espalda…
tú tienes la respuesta, del por qué,
y el hasta cuándo…

Eres Ancla y eres Faro.
No hay niebla, tormenta
ni ciclón que en nuestra vida arrecie
en la que Tú no puedas sostenernos,
asidos fuertemente en tus brazos eternos…

Por tu luz podemos ver más allá del dolor.
Por tu Hijo amado, tu más grande regalo,
ya vislumbramos ese cielo diáfano y azul
sobre esta tierra majestuosa, vestida de Paraíso,
de colores plena, de flores cubierta…
tú nos has dado la garantía,
tu propósito eterno sin falta cumplirás
por amor a tu Gran Nombre
y porque no olvidas
a tus siervos amados…jamás…


Nancy