- Calla! No molestes, le dije a la punzante Espina.
-No hago nada, sólo ocupo mi lugar, muy incrustada en ti.
-No es tu lugar. No deberías existir.
- Pero estoy aquí, para quedarme.
- Será por muy poco.
- Te parece poco? Estoy en ti ya por 27 años y te acompañaré el resto de tu vida.
- Sí, es mucho desde mi efímero aliento, pero no desde la eternidad del Excelso.
- Pero Hoy estoy y estaré mientras respires.
- No te alboroces en tus logros. El daño que causas no lastima la Esperanza...
- Pero puedo seguir hasta dejarte inmóvil y borrar de a poco tus recuerdos...
- Pero no puedes borrar el precio que se pagó por mi vida y la de la humanidad toda...la sangre del Cristo por el cuál tendremos la vida que realmente lo es...El nos liberará de tu saña y serás reducida a nada, junto a tu aborrecida amiga, la Muerte..
- Pero Hoy...sigo aquí...
- Tan real como lo eres, también lo es la fe en Dios que me sostiene y mantiene mi vida bien guardada en la bolsa de la vida.(1Sam.25:29)...
Allí no tienes acceso, aún si por ahora me la quitaras...
Por Su amor leal podré estar en pie cuando tú ya no existas...cuando regreses a la nada...
(Apoc.21:4)
Nancy
15-2-2020
21:25 hs