martes, 31 de marzo de 2020

Cuarentena...

 

El mundo de súbito ha cambiado, ha parado, le ha dado un respiro al planeta, que en poco tiempo, se recupera de tanta agresión.
La capa de ozono va sanando sus heridas, la atmósfera respira libre de gases que la asfixian…

Lástima que la causa de tanto cambio sea porque la vida de la humanidad está en riesgo.
 La rutina quedó colgada en un perchero a la entrada de las casas. No se puede ir a trabajar. Ni a la escuela. Ni te puedes enfermar de otra cosa. Ni morir en paz. Porque no habrá despedidas, ni nadie que acompañe  ni abrace a los que quedan hundidos en duelo, solos al final.

Enemigo invisible filtrándose por doquier. La distancia ahora es protección,  pero deja despojados los brazos, y los besos ausentes tendrán que esperar…

Ciudades inmensas con calles vacías, como jamás podríamos imaginar.
Paisaje inusual donde la ficción va pareciéndose cada vez más a la realidad.

Algo bueno en medio de la tragedia: los animales van retomando su lugar, ése que el hombre les ha arrebatado al plantar ciudades en medio de su hogar. 
Ciervos que bajan de las montañas y se echan tranquilos en las avenidas. Y un jaguar paseando sereno en el estacionamiento de un lujoso hotel. Son postales inéditas que jamás pensé ver, tan de pronto. Son un aliciente que da esperanza…cuando el hombre cesa su dañino actuar, el planeta, y la vida saben reparar el grave daño y recuperar su lugar.

Esta pandemia va a pasar. Estemos o no para verla acabar. Pero va a pasar.
Pero para muchos el aislamiento no va a terminar. Porque somos parte de ese grupo, callado, inadvertido, que vive aislado contra su voluntad, porque alguna discapacidad nos ha privado de la libertad y no podemos salir y vivir esos detalles que para la mayoría, son algo habitual.

Será por eso que esta cuarentena no es cosa nueva para mí. Observo los estragos que hace en las emociones de la gente. Después de tantos años, miro impasible ya. 
La soledad ya no afecta. 
Pero trato de recordar cómo era la vida, mi vida, antes de todo esto empezar. Así puedo arropar de empatía tus emociones ante este encierro que no te deja de abrumar. 

Todo lo que hoy vivimos está marcando un final. Descrito por el Maestro que honró esta Tierra al, sobre ella, caminar.
Todo lo que siempre has pedido: “Que venga tu reino y se haga tu voluntad”…es lo que está punto de cumplirse…es inminente ya…
(Lucas 21: 10, 11,28,31)

Así es que no hay encierro, ni cuarentena, ni virus, ni limitaciones que impidan llenar el corazón y la mente con la vista de la felicidad sin fin que nos espera cuando la vida sea eterna y la tierra se recupere y se cumpla el propósito con el que fue creada…puedes verlo ya si los ojos de la fe los tienes claros…

“La fe es la certeza de que sucederá lo que se espera, la prueba convincente de que existen realidades que no se ven.”
(Hebreos 11:1) 


Nancy
31-3-2020
03:45 hs




  

lunes, 23 de marzo de 2020

Entre cambios y esperanza…



Se han estado agolpando las vivencias, cambios y sensaciones, más allá de lo que he podido procesar para dejar que el sentimiento hable en las letras que escribo.

El mundo ha girado sus circunstancias tan bruscamente que no da tiempo siquiera a evocar esas situaciones que marcaron la vida, como el 15 de marzo de hace 27 años atrás, cuando comenzaba a buscar respuestas a lo que dio vueltas la vida…mi vida y la de la familia. La salud comenzaba su viaje sin retorno al diario deterioro. Y no entendía nada. Me moría de dolor y las fuerzas se marcharon de súbito. Y no entendía por qué.

Tampoco ha habido tiempo, o pensamiento claro, para poder despedir al verano este año. Sólo lo mencioné en casa… “Es el último día del verano”, dije, buscando un momento para dedicarle unas líneas como cuando se despide a un querido amigo, hasta su regreso…

Tampoco pude conversar con el Otoño, como me gusta hacerlo, recibiendo al amigo que partió hace un año y regresa, fiel, a su cita con los árboles que de a poco, comienzan a vestirse con los colores que trajo en su maleta inmemorial…ocre, amarillo, naranja…irán de a poco dominando el paisaje. 
No sé por qué el Otoño trae una especie de nostalgia...pareciera que también me pinta  con sus colores el alma…

No ha habido tiempo para pensar en los detalles que me gustan, esos breves deleites que recojo a lo largo del camino, que son como gotas de rocío que me refrescan por dentro aunque sea muy abrumador el calor de lo adverso que transite…

Un virus con aires de realeza, con corona propia, se ha empeñado en poner al mundo de rodillas y en poco tiempo ha plasmado un escenario de guerra global, una guerra muy desigual, pues es un enemigo invisible que va diezmando naciones sin demoler ni un edificio, sumando cada día sus víctimas por millares.

“Pandemia” llegó a ser el vocablo del que más se habla, contra el que más se lucha y el que más estragos ha causado en esta parte de la historia que nos toca vivir. Y eso que aún no ha mostrado toda su fiereza, y los que saben, dicen que esto recién ha comenzado.

Tragedia que envuelve al mundo y mantiene a todos recluidos en sus casas. Las calles vacías, los juegos quietos y callados en las plazas, el miedo en los ojos de la gente, la incertidumbre ante un cambio total en sus vidas, sin saber qué esperar…

El jinete del caballo pálido galopa sin freno por el mundo entero (Apocalipsis 6:8). En la Biblia representa a la muerte por epidemias y otras causas.

Sin embargo, más allá de la tragedia que se está viviendo…también hay un vibrante grito de esperanza en todo esto. 
¿Cómo es posible que tanto dolor a la vez sea motivo de consuelo?
La respuesta la da el Dios que hizo el cielo, la tierra y toda vida que hay en ella. Su nombre es Jehová, el Padre del Cristo que vino a dar su vida por toda la humanidad. 

Estamos viviendo historia escrita de antemano. Fue Jesús mismo quién dijo que habría “angustia entre las naciones, que no sabrán qué hacer”… que “la gente se desmayará del miedo y la ansiedad por las cosas que van a venir sobre la tierra habitada” y que “habría epidemias”. “Cuando vean que suceden estas cosas, sepan que el Reino de Dios está cerca.”  (Lucas 21:11, 25, 26, 31).

Ésa es la razón por la que tenemos esperanza, consuelo y paz. Porque todo esto precede al tiempo en que Dios mismo “les secará toda lágrima de sus ojos, y la muerte ya no existirá, ni habrá más tristeza ni llanto ni dolor.” (Apocalipsis 21:4) 

Tal como el faro con su luz potente guía a férreos navegantes en medio de la tenebrosa tempestad, mostrándoles hacia dónde ir para llegar a tierra firme…así podemos seguir seguros, aún en mares de adversidad, sabiendo hacia dónde dirigir nuestros esfuerzos con total confianza, con la fe fortalecida y la esperanza brillante…

No somos inmunes a cuánta tragedia asola nuestra maltratada tierra por ahora. Pero no estamos solos para afrontarlas. “Porque estoy convencido de que ni muerte ni vida, ni ángeles ni gobiernos, ni cosas presentes ni cosas futuras, ni poderes,  ni altura ni profundidad, ni ninguna otra creación podrá separarnos del amor de Dios que está en Cristo Jesús nuestro Señor.” (Romanos 8:38, 39) 

Así es que, más allá de todo tipo de cambios: personales, de estaciones, de la vida en todo el planeta…siempre pesa más la esperanza, como ancla del alma…


Nancy
23-3-2020
04:35 a.m. hs



jueves, 5 de marzo de 2020

Procesando...


Días atrás les contaba que iba a ausentarme hasta que pueda salir un poco de los problemas visuales que estoy teniendo y pueda ver mejor. Hoy hicieron varios estudios en los ojos. Los resultados no son buenos. 

No habrá mejoría...no en este sistema. Más bien la pérdida de visión será progresiva y el daño en el nervio óptico del ojo derecho es severo e irreversible. 
Confirmaron el diagnóstico de *Glaucoma* y aún no pueden bajarme la presión ocular a pesar de la medicación. Sigue en 30. Hoy reforzaron el tratamiento.
El viernes 20 harán otros estudios y me evaluarán dos médicos para ver cómo seguir. La última alternativa es cirugía, pero no revertirá el daño causado ya.

Así es que estoy:

Procesando...

Dándome tiempo, haciendo
Un duelo por mis ojos.
Otra pérdida que enfrentar...
No es una limitación más...
No quiero se me apague la luz...
Pero es irreversible ya...

Estoy aqui, como casi todas las tardes, sentada entre la cama y el ventanal...
Es la hora del mate, tan importante para mí
como lo es la hora del té inglés para quien vive en tan lejana latitud.
Pareciera que trato de retener todo el verde de mí patio para que se quede siempre grabado...por si un día no lo pudiera ver...

Escucho a Dimash mientras voy recalculando... cómo seguir, cómo reagrupar lo que queda para seguir dando batalla...
Rendirse nunca es opción...

Habrá más cosa que no podré hacer...
Pero aún quedan otras que sí...
Todo el foco estará dirigido allí...

Estoy rearmandome, juntando pedazos luego del golpe inicial...
Estaba preparada,
ya lo veía venir...
Pero me dolió más tu dolor,
Tus lágrimas y angustia, mi amor...
Tú que me cuidas tanto...
La aflicción de los que amo duele más que la propia...

Sé que con esto también podremos,
Como hemos podido con cada montaña que se nos vino encima,
Sostenidos en el poder y amor de Jehová, esa es la única manera...

Cómo sucede con casi todo tipo duelo... 
éste también será temporal...
Esta etapa de aceptación será breve...
No será eterna la pérdida...

Aún en la oscuridad la esperanza brilla y resplandece como faro en la tempestad...
Además, todos los azules mares y cielos, todas las verdes selvas y montañas, todos los colores vibrantes de las flores, todas la belleza de los animales y paisajes...
Están siempre retenidos no sólo en la retina y en la única Neurona sobreviviente...
Son parte del paisaje interior al que puedo ir de día o de noche,
Con luz en mis ojos o sin ella...

Para  este mirar a oscuras...
Para esto también...
Falta un día menos...

Nancy
5-3-2020
19 hs

"No temerá recibir malas noticias.

Su corazón es firme, confía en Jehová."

(Sal.112:7)


martes, 25 de febrero de 2020

Árbol de algodón

Árbol desnudo
con follaje de blancas nubes,
Pareces un gran árbol de algodón.
Déjame subir a tus ramas
Y recostarme en tu nivea copa...
Yo también, como tú,
Tengo mis raíces en tierra
Y los sueños en azules cielos
viajando en nubes de algodón...

Nancy
25-2-2020
02:07 am.

Insomnio


No sé por qué tantas veces,
me resisto a ir a dormir...
No sé si el sueño huye...
O yo lo ahuyento...
Aún cuando los párpados cansados
Quieren bajar el telón
Y dar por finalizada la jornada...
Siempre encuentro algo más
por leer o hacer...
Aunque ya la Neurona sobreviviente
Intente en vano desconectarse...
Pareciera que a veces boicoteo el descanso...
No es intencional...
Sólo no puedo encontrar manera de acomodar este cuerpo de pura espinas, de tal forma que descansar sea grato...
Y no tan doloroso intento...

Luego de un momento de quieta paz al dar gracias por el día vivido...
Logro recién que los sueños me lleven en su viaje nocturno por los lugares que despierta anhelo...
Y allí, en alguna esquina donde se cruzan...en algún instante...
Se funden sueños y anhelos
Y me envuelven en reparador descanso...
Una victoria serena sobre este imnsonio perenne...

Nancy
21-2-2020
02:57 am


domingo, 16 de febrero de 2020

Diálogo con la Espina


- Calla! No molestes, le dije a la punzante Espina.

-No hago nada, sólo ocupo mi lugar, muy incrustada en ti.

-No es tu lugar. No deberías existir.

- Pero estoy aquí, para quedarme.

- Será por muy poco.

- Te parece poco? Estoy en ti ya por 27 años y te acompañaré el resto de tu vida.

- Sí, es mucho desde mi efímero aliento, pero no desde la eternidad del Excelso.

- Pero Hoy estoy y estaré mientras respires.

- No te alboroces en tus logros. El daño que causas no lastima la Esperanza...

- Pero puedo seguir hasta dejarte inmóvil y borrar de a poco tus recuerdos...

- Pero no puedes borrar el precio que se pagó por mi vida y la de la humanidad toda...la sangre del Cristo por el cuál tendremos la vida que realmente lo es...El nos liberará de tu saña y serás reducida a nada, junto a tu aborrecida amiga, la Muerte..

- Pero Hoy...sigo aquí...

- Tan real como lo eres, también lo es la fe en Dios que me sostiene y mantiene mi vida bien guardada en la bolsa de la vida.(1Sam.25:29)...
Allí no tienes acceso, aún si por ahora me la quitaras...
Por Su amor leal podré estar en pie cuando tú ya no existas...cuando regreses a la nada...
(Apoc.21:4)

Nancy
15-2-2020
21:25 hs




jueves, 13 de febrero de 2020

Cuando es hora de dormir...


Mi única Neurona, como siempre, despertándose cuando ya hay que dormir...recién queriendo aprender a hacer, leer y escribir mil cosas...cuando la madrugada ya hace rato intenta en vano arrullarme con el canto de la lluvia o las hojas de los árboles del patio que cantan bajito al compás del viento...
Sin contar de la melodía suave del mar que me envuelve como si nada, aunque esté a más de 1000 km de una playa...

Quizás sea porque nací de madrugada, que quedó grabado en las agujas de mi reloj biológico, que a estas horas despierte mi
curiosidad por todo lo fascinante de la vida y la creación...y de su Creador...

Sea como sea, he de obligarme a apagar la luz al lado de la cama de la Neruronita sobreviviente, para que se quede quieta y deje que querer llevarme a conocer lugares remotos, ya sea en Islas al otro lado del mundo, o minerales fascinantes en los mantos profundos de la Tierra, o aprender de agujeros negros en la inmensidad del cosmos...

Es que todo lo maravilloso que Dios ha creado, brilla fulguroso, llamándome a conocerlo...cuando ya todos duermen...

Pero soy solo polvo, y tengo que domesticar a este barro para que aprenda a dormir cuando corresponde hacerlo...
Pero es medio indomable esa Neurona... 
aunque apague la luz, 
y fuertes grilletes de dolor me aten 
a esta camita de hospital (* )...
nada impide, que despierta o dormida...
los sueños me lleven por esos lugares,
 bellos, fascinantes, lugares por descubrir...
mientras sueño...
siempre...
despierta o dormida...
Sueño...

Nancy
13-02-2020
03:13 hs

* (Desde hace años duermo semisentada en una cama ortopédica en casa, con un respirador no invasivo, no estoy internada ahora)


            Fluorita

martes, 4 de febrero de 2020

Nada...


Cuando te amarran invisibles enfermedades crónicas, progresivas y debilitantes...te quedas así, sin:

Nada.
Estar agotada y dolorida
sin hacer nada.
Cansancio extremo y dolor...
sin hacer nada...
sólo despertar, sentarse...
y estar cansada...
Dicen que la fuerza
está en la voluntad...
Generalmente logro convencer
al cuerpo de eso...
Pero a veces no...
Tantas veces
 la voluntad no alcanza,
obligarme a estar en pie...
y el cuerpo sin responder...
se queda tildado en la nada...

Cansada de estar cansada
sin esfuerzo aparente...
Aparente digo, porque, tan solo
sentarse es un gran esfuerzo…
Como lo es respirar...
hablar o arreglarse...

No son mis fuerzas
las que me mantienen...
No las tengo...
Hace años ya no hay nada de ellas...
Mi vida la sostienen los brazos
del Eterno, en su inmerecida
bondad para mi efímero aliento...

Por Él, esta nada que soy,
sigue disfrutando la caricia del viento...
Sigo amando la vida que me canta
en el trino del pájaro, 
en las flores y paisajes, 
en los mares y profundos cielos
que escogen mis ojos mirar...
(los mismos que a ti te acerco).
Me visualizo en ellos...
Y me llenan de vida...
Y de amor por ella...
Aunque me quede quietita
en mi rincón...
Exhausta y tan dolorida
sin haber hecho nada...


Nancy
4-2-2020
02:08 hs




Sauce llorón

jueves, 30 de enero de 2020

Abrazo felino


Tengo nostalgias de un abrazo 
que aún no fue...
Añoranzas de un cariño eterno,
Interrumpido por siglos,
Pero que pronto, volverá a ser...

No es mero anhelo, ni utopía
Ni un tema escogido para poesía...
Es una realidad tallada en los genes
Porque así fuimos creados,
Es la esencia natural,
Parte del propósito original:
Que el hombre viva en paz 
con cuánto Dios ha creado
y sea custodio y protector
de la tierra y los animales...

Tengo nostalgias de un abrazo
que aún no fue, pero que siento
que siempre lo he tenido...

Abrazo de paz eterna
con los grandes felinos...
(Isa.65:25; 11:6-9)

Nancy
30-1-2020
02:48 hs