domingo, 30 de junio de 2019

Dibujo Lineal




Señor arquitecto, le encargo mi casa.
dibuje en los planos ventanas muy amplias
que muestren la vida que se mueve afuera,
el cielo y las nubes, la gente que pasa.

Quiero una terraza
desde donde pueda mirar las estrellas,
y un sótano extenso, para guardar cosas
queridas por viejas.

Yo voy a ayudarle
a llenar las vigas de espeso cemento.
Que queden bien firmes
aunque el suelo tiemble, aunque brame el viento.

No ansío una casa
en la que me encierre mirando hacia adentro,
ignorando el frío que sufren afuera
porque no lo siento.

Haga un balcón grande donde auscultar pueda
el latir del tiempo.
Que lleguen las ondas sonoras que viajan
con mensajes puros del espacio eterno.

No he deseado nunca
vivir en la casa que edifica el necio,
riendo sin tregua mientras otros lloran,
contando monedas mientras otros oran.

En el patio abierto voy a plantar parras
y un pino que atraiga las aves del cielo
a sus nobles ramas.
No se necesitan cajas empotradas
ni cofres secretos.

Lo mejor que tengo,
ya está a buen resguardo pues lo llevo dentro.
En cuanto a ese hueco que queda en el medio,
podría ser un vasto salón de reuniones
para largas charlas, para evocaciones.

Señale en el techo
el lugar de una lámpara blanca
que su luz inexhausta derrame,
duplicando los días que huyen
en espejos de nítida imagen.
Es en esa sala donde me propongo
tener un reencuentro
con todos los rostros que se han asomado,
tanto de los vivos como de los muertos,
en distintos marcos, en distintas horas,
a mirar mi vida.

No solo los gratos y los amigables,
no solo los dulces y los comprensivos
También hubo otros, quizá por mi culpa,
que se separaron con un gesto esquivo.

¡Qué placer exquisito sería
recibirlos y verlos de nuevo,
sin ninguna raíz de amargura,
limados y suaves, pulidos y tersos,
menguados en bríos,
igual que esas piedras
que va redondeando el vaivén del río!

Y que me dijeran:
-Tú también con el tiempo has cambiado;
tu amistad es un ánfora fresca
donde el labio descansa confiado
en busca del agua que anima y refresca.

Por eso le digo, señor arquitecto,
no dibuje una casa mezquina
en que se calcule todo lo que cabe;
reservada, austera,
que parezca un arca de antaño cerrada,
en que fuera inútil probar cualquier llave.

Que sea mucho más
que un hogar de tantos que al pasar se olvidan.
Que a el vuelvan siempre los que aman la vida,
los que Dios bendice, porque siembran paz.


Álef Guímel



jueves, 13 de junio de 2019

Inmensidad...


He visto la ocupación que Dios ha dado a los hijos
de la humanidad en qué ocuparse.
Todo lo ha hecho bello a su tiempo.
Aun el tiempo indefinido ha puesto en el corazón de ellos,
para que la humanidad nunca descubra la obra que el Dios
 [verdadero] ha hecho desde el comienzo hasta el fin.
(Eclesiastés 3:10, 11)



Tengo sed de inmensidad.
De cielos y espacio profundo…
De océanos abisales…
De galaxias a años luz de mis ávidos
y pequeños ojos…
De palpar la vida en el fondo marino…
De ver la cara, que tímida, oculta la Luna…

Mis ambiciones no son tangibles,
no se pesan, ni cotizan en Bolsa.
No las ata esta cama
que por años me retiene anclada,
no me frena la enfermedad
que sin piedad me desgarra…
Cuánto más oprime,
más incontenible se torna mi inquieta alma
que en un instante surca distancias y sueños,
y la pequeña vasija que intenta retenerme,
se desborda de vida y anhelos,
de sueños y esperanza…

Más, no me hables de números mezquinos,
que precio ponen a lo que se puede comprar.
Ni me cuentes de tus proezas económicas
y logros que definan tu estatus,
que crees que te ponen
por encima de la media del hombre mortal…

Lo siento, no lo puedo evitar…
cuando eso sucede,
(aunque respetuosamente intento escuchar),
no sé en qué momento aparezco sentada
al borde de una estrella en una galaxia lejana,
viendo el grácil movimiento de los cuerpos celestes,
danzando a su tiempo y compás…
O tal vez de pronto estoy de pie
entre horizontes azules,
donde no sabes si el cielo es reflejo del mar…

Sí, puedo irme cuando quiero,
al lugar que la mente o los ojos elijan
y llenarme de las sensaciones
que son parte del paisaje…


Ah…no puede retenerme
esta mordaza y amarra de espinas,
que en vano intenta detener mi vuelo…
aún cuando apaga mi pequeña voz…
no puede impedir que el corazón,
rebasado de gozo…cante…
y las gracias dé…

Tengo sed de inmensidad…
no es falta de modestia…
es sólo esa semilla por el Altísimo plantada
en el corazón de la humanidad al ser creada…
eso que se llama:
Eternidad…



Nancy
13-6-19
2:30 a.m.



sábado, 8 de junio de 2019

Vuelo Azul


Miro por el ventanal.
La cama que me retiene anclada,
pareciera que se vuelve etérea
y me voy tras las hojas
que el viento arremolina y lleva…

De pronto el jardín es playa
y la tapia se vuelve mar.
La salada espuma
a besar mis pies llega,
mientras recojo caracoles,
sutil regalo de las olas
que vinieron a saludar.

Tengo que llegar al Faro
que esbelto se eleva
entre horizontes azules,
allí en el límite donde el cielo
se inclina para besar el mar…

Voy a subir a su parte más alta,
y allí, frente a una ventana,
escribiré historias de viento y de sal…

¡Ah! Las ataduras no impiden
a mi alma viajera levar anclas
¡y echarse a volar!

Nancy

 



martes, 28 de mayo de 2019

Febril pintura



Mi cuerpo es una cruda pintura
de Frida Kahlo...
Ella pintaba su dolor ...
Yo trato de escribirlo...
No me alcanzan los matices,
hay momentos, como ahora,
que un universo de palabras
no puede contenerlo...

La fiebre nubla el pensamiento,
se escurren borrosas las ideas,
trato de detenerlas en este lienzo etéreo,
mientras mis dedos se deslizan,
torpes, sobre una breve pantalla.

Parece que esta noche no habrá descanso.
No sé si entre leve sueño,
O si deliraba...
Pero la mente escribía la historia
de un barco que entre
 estrellas navegaba...

Bueno, si la fiebre tiene estas cosas,
la dejemos que siga su vuelo,
o navegue,
entre mares fundidos de cielos...



Nancy

28-5-19

domingo, 26 de mayo de 2019

Ella, en el Taller de Poesía



Días atrás al fin pude hacer un brevísimo Taller de Poesía, siempre quise ir a alguno pero nunca pude con mi salud tan impredecible que desmejora en cualquier momento, como ahora que no puedo levantarme.

Como parte de la tarea había consignas sobre las cuáles escribir. Nos daban 15 ó 20 minutos para escribir una poesía…nunca lo había hecho así, y menos sobre temas asignados. En este caso había que escribir sobre algún objeto, el cual era preferible que fuera de la sala donde estábamos así es que le escribí a:



Ella, en el Taller de Poesía


Antigua. De estampado tapiz.
Pintada de blanco,
dorados sus bordes…
está allí…
en un rincón de la amplia sala…
Callada. Inerte…
Tal vez ni se nota su presencia,
pero otrora debe haber
sido bella y resplandeciente…

Nosotros hablamos de poesía…
ella escucha…
ella sabe…
ella vivió tantas tertulias...
ella vio pasar tantas historias…
¡Ah, sí tan sólo pudiera contarlas!

A veces soy como esa silla…
callada, quieta,
de imperceptible presencia quizás…
Pero hay mucha vida y sueños…
y anhelos aquí guardados…
¡Ah, si pudiera tan sólo contarlos!

Tal vez, si me miras,
si me lees,
pudiera unir este puente
entre mi latido y el tuyo…
como me pasó con esa silla,
en un rincón del salón,
que no deja de hablarme
y me lleva a épocas idas
cuando se vestía de esplendor…

Yo también quiero
que mi madera, seca y mustia,
transmita mensajes
que toquen tu corazón…


Nancy

domingo, 12 de mayo de 2019

Dime, Luna...


A veces viendo una fotografía, me quedo tildada pensando en ella...o dentro de ella...y algún diálogo o alguna frase o verso suelto nace...como este:


Una frase nada más...

  Leí una bonita frase sobre la lluvia, pero la verla bien, no compartía del todo lo que decía, así es que hice mi propia versión, diferente, sobre ella...



martes, 7 de mayo de 2019

Prisionera



Hace un mes he tenido el placer de conocer a Maribel, ella y su esposo, Nelson, son no oyentes y sirven en una congregación de Lengua de señas de Venezuela. Ambos son Profesores de Educación Especial, trabajan en escuelas de sordos y otras discapacidades.
 A ella le gusta escribir, y lo hace hermoso. Nunca me había puesto a pensar, hasta que ella me lo dijo, lo difícil que es para un no oyente escribir en español, si bien es su primer idioma, pero hace tanto que no escucha que ya no recuerda lo que es oír.

Pero agradezco mucho que se esfuerce por expresar sus pensamientos y sentir y nos permita conocerla...les dejo esta bella poesía suya:


Prisionera


¿Qué escondidos secretos le estará
diciendo el viento al follaje mientras bailan?
¿Qué sinfonía componen entre sí
los hermosos pájaros?
¿Qué canción comparte el río
con el bosque en su arrullo?
¿Qué vibrantes matices
esconden las voces de mis amados?

Prisionera en mi castillo de silencio
todo ese disfrute me está vedado.
Pero mis otros sentidos acuden a  mi auxilio
para hacer más llevadero este encierro silencioso
mientras espero mi liberación de este cuerpo imperfecto....

Acariciando mi piel puedo  sentir el viento....
Me deslumbran los pájaros de brillantes colores....
La lluvia me anuncia su llegada con fragantes olores....
Mis ojos y mente hallan deleite y consuelo
en hermosas palabras y mensajes
que me llegan de todos los rincones del mundo...

Se acerca  el tiempo anhelado  en que mis oídos
se  abran a todo un mundo inexplorado,
entonces  podré  atrapar  cada melodía
y cada sonido y descubrir sus mensajes ocultos...

Mientras tanto llevaré esta promesa
y esta esperanza a otros, ya que muy pronto,
nuestro Dios la cumplirá para nuestro deleite.
(Isaías 35:5,6)



Maribel Luengo

Congregación LSV Oeste Maracay
(Lengua de Señas Venezolana)
Maracay, Venezuela



miércoles, 1 de mayo de 2019

Una carta para acompañar…




A Paola Morales, con gratitud y admiración


Querida Amiga:


                      Hoy fue un día gris, frío y lluvioso…y sentiste que ése también era tu paisaje por dentro. Me quedé pensando en vos, en tu trabajo, que con tanta dedicación y vocación haces: enfermera de pacientes oncológicos, que brinda cuidados paliativos y ayuda a quienes llegan al final de su vida…algo de por sí muy difícil, y peor si le añadimos que esos pacientes…son sólo niños…

                     Envié, como suelo hacerlo, unas tarjetas con textos, poesías y paisajes y los agradeciste diciendo que te animaban y era lo que necesitabas. Luego dijiste algo que me movilizó muy hondo: “Hoy estoy un poco triste por personas que se fueron y por  personitas que partirán en algún momento”. Aunque es el trabajo para lo cual te preparaste y desempeñas con inmenso amor…somos humanos al fin y no somos inmunes al dolor de ver cómo se consume y apaga la vida de quien cuidamos.

                      Más tarde, cuando nos encontramos a la noche en el discurso de funeral de una querida hermana a quien también cuidaste, te pregunté por los pequeños que mencionaste en tu mensaje, tan breve y enorme a la vez. Tu rostro reflejaba el agotamiento, de esos que la sonrisa no logra maquillar. Me dijiste que dos niñitos se durmieron hoy, uno de cuatro y otro de 2 añitos. Y me dolió tanto, tanto…

                      No los conocí, ni siquiera sé sus nombres…¡pero cómo duele esta pesada herencia de Adán cuando ves o tan sólo te enteras de esas situaciones que son lo que vives cada día!  Me quedé con una opresión tan grande en el pecho y un nudo cerrado en la garganta y te dije que tenía que escribirlo para poder sacarlo…y decirte tantas cosas que es difícil expresar en el momento, porque se agolpan las emociones y los pensamientos están a empujones por salir y no logran acomodarse para hacerlo de manera ordenada…

                      De todos modos, no creo que logre en esta carta poder decirte cuánto siento, esta mezcla de gratitud infinita por tu trabajo, por el amor con que lo haces, y esta admiración inmensa porque yo jamás creo que podría realizarlo…y alguien tiene que hacerlo…
                      Gracias por tu valentía. Sí, me dirás que es tu trabajo. Pero no todos tenemos los recursos emocionales, mentales y de todo tipo que hace falta para hacerlo.

                     Vives todo el tiempo entre la vida y la muerte. Yo ni siquiera logro poder mencionarla porque es algo que, (quizás sea una falta de modestia, y pido perdón por esto si es así), pero nunca la considero una opción. Anhelo tanto ser sobreviviente a este sistema que se derrumba…poder estar el día primero después de Armagedón, cantando alabanzas de gratitud y júbilo a quién la vida debemos…aunque sé que la mía, ahora, cada día, también se apaga y soy una mecha de lino que humea…pero no quiero apagarme…no quiero…
Obviamente, nadie puede escapar a esta infame herencia de imperfección y muerte por ahora…pero… ¡cuánto anhelo no acortar nunca camino al Paraíso que ansiamos!…

                      Perdón porque hace mucho tiempo me pediste que escribiera una frase sobre esto, de acompañar a quienes están a punto de dormirse en la muerte, para  usarla en tus clases al enseñar a tus alumnos. Perdón porque, entre que, mi única neurona se pierde y olvida todo, y que es un tema del que particularmente me cuesta hablar…al final nunca te la escribí. Y ahora te estoy haciendo una carta sobre esto.
De todos modos, no es lo mismo una carta que una frase. Y aunque de veras que lo intento, es difícil contener el final de la vida en una frase, en una oración. A lo sumo, sólo alcanzo a escribir esto sobre ese trabajo tan abnegado, que es tu rutina, que es tu desgaste diario…pero que pronto ya no será más necesario, porque la muerte, el fin de todo, verá su propio fin…Porque el Dios del cielo, la Fuente de la Vida, así lo ha decretado: “La muerte ha de ser reducida a nada.” (1 Corintios 15:26)

                      Mientras ese día inminente llega, que Jehová te dé las fuerzas más allá de lo normal para sobrellevar cada momento y seguir acompañado a los que sufren hasta su breve final…

                      Ojalá estos breves versos puedan suplir en algo a la frase que pediste y pueda servir al hablar a tus alumnos sobre todo lo envuelve su diaria labor:



Siéntete en paz primero tú,
para poder acompañar,
dar serenidad y aliviar,
a quién llega al final de su camino,
con la certeza de que no está solo,
de que su mano sostienes
y que ya no hay más nada
que dolor pueda causarle,
sólo descansar sereno, sin temor,
en paz consigo mismo,
con sus afectos, con la vida, con Dios.
Aceptar el final con paz,
dormirse sabiendo que despertará…



Con amor y esperanza…

Nancy

1-5-19
4:35 a.m



      



lunes, 29 de abril de 2019

Una poesía para quien les escribe...


En estos días recibí un regalo hermoso y muy animador, en realidad, consuelo envuelto en palabras...en poesía, mejor dicho...se los comparto aquí con todo cariño...


 Nancy

La espina que te atraviesa
Todo el día te martiriza,
Tus dolores no son sorpresa
Ni que sigas sin bajar la cabeza.

Eres una inquieta mujer
Con desventajas en la vida,
Lidias día a día con la salud de tu ser
Pero por Dios estoy seguro
Que al final tú ganarás la partida.

Tu cuerpo mira asombrado
Cómo tu imaginación lejos se va,
Luego te ayuda azorado
Cuando tú mano transcribe
Con tinta en blanco papel
Todo lo que al volver
Esa imaginación tuya
Del viaje le ha contado.

Tienes un diario de viajes extenso
Que con nosotros compartes,
Escrito en miles de noches y momentos
Para llevarnos sin movernos a todas partes.

Comienzas por los estados
De diversas emociones,
Y nos invitas en tus conceptos
A ver tu amor y no tus aflicciones.

Tú cuerpo con malditas espinas
De las que hoy no se logran sacar
No tocarán ni amargarán tu corazón
Ni impedirán las muchas salidas
Que seguirá teniendo tú imaginación.

Querida amiga,
Cuando salga de nuevo a volar
Tú inquieta imaginación
Antes de a ti regresar
Pausa y observa;
Tú cuerpo no te acompaña
Pero el regreso espera con mucha ilusión
Y con la sonrisa de alguien que extraña.

Nota además que a su lado
Papel y tinta ha preparado,
Para escribir lo nuevo que le cuentes
Que serán sus caricias al alma
Esas que tanto ha esperado.

Pero también pausa y observa
Y que lo que a simple vista ves no te engañe,
Observa lo que Jehová mismo ve,
Una mujer fiel, leal y muy deseable.

El sin dudas está ansioso
De curarte las heridas,
Y seguro será meticuloso
Al quitarte una por una las espinas.

Como el petricor que anuncia
La lluvia que caerá,
Las profecías que predicas anuncia
Que todo lo bueno ya sé siente, y llegará.

Pronto estarás con pleno fulgor
Recorriendo todo lo que tú quieras,
Con esa traviesa imaginación
Y con el esplendor de tu cuerpo que ya no se queda
Tendrás para ti y los tuyos una vida feliz,
Una vida muy, pero muy grata y plena.



Misky

25-4-19